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Bar: Eclipe (parte 1)

"¿Dices que hay dos bares a causa de una guerra? -preguntó Vi, totalmente incrédula.

"Sí. El conflicto entre demacianos y noxianos renacía cada vez que alguien de cualquier grupo tomaba demasiado tequila o algo así, al final siempre habían peleas entre ellos, así que se decidió que lo mejor era tener un bar para cada ciudad-estado y evitar peleas de borrachos... básicamente es por eso" - Explicó Leona, Diana la escuchó en silencio.

"ajajaja, me recuerda los bares de Piltover" - comentó la peli-rosa riéndose

"Solo que allí eras tú quien peleaba con quien se te cruce" - agregó Caitlyn, queriendo molestar a Vi.

"Sí... qué tiempos aquellos..." - comentó Vi, recordando esas peleas con nostalgia, extrañando esos momentos.

"No tienes remedio Vi..." - dijo Caitlyn.

"¿Qué clase de bar es? ¿Se puede bailar?" - preguntó la defensora de Piltover con curiosidad.

"La verdad no sé... ¿por qué? No me digas que te gusta bailar..." - preguntó totalmente incrédula Caitlyn.

"Pues... no es que me encante bailar, pero es divertido hacerlo. Supongo que tiene que ver con mi imposibilidad de quedarme quieta por mucho tiempo..." - contestó con honestidad.

"¿Y sabes bailar?" - preguntó Diana, llamando la atención de todas mientras estaban llegando al bar.

"Por supuesto que sé bailar, si quieres te enseño un par de pasos"

"Ja, no gracias... el baile no es lo mío" - replicó inmediatamente la Lunari.

"Ah, claro - comentó Vi. Diana sabía que estaba a punto de escuchar algo que no le gustaría oír - claro, claro, lo tuyo no es el baile - '¡cállate Vi!' pensó Diana - lo tuyo es cantar" - comentó mirando a la Lunari, quien la miraba enojada.

"¿Cantar?" - preguntó Leona.

"¡NO! No... eso es-" - trató de explicar Diana, pero fue interrumpida por Vi

"¡SI! ¡Y de hecho canta muy bien! Así como ópera o lírico... la verdad no sé cómo se llama eso, pero canta genial."

"¿Pinky, te quieres callar?" - preguntó enojada la Lunari.

"¿Cómo es que nunca te escuché cantar?" - preguntó Leona con curiosidad, sin temor a recordar su amistad pasada.

"Es algo que hago cuando estoy sola. En la montaña siempre estaba vigilada por alguien, así que no lo hacía..." - respondió fríamente

"Oh... ya veo" - comentó, algo... dolida por la frialdad de la respuesta.

Luego de esa breve conversación, hubo un pequeño e incómodo silencio, la noche no parecía más que girar en torno a Leona y Diana, y esa sensación de que tenían un conflicto que resolver pero que nadie quería dar el primer paso. Caitlyn y Vi sabían que la noche podría volverse aún más incómoda de lo que ya parecía ser, y hasta el momento, cada una de ellas parecía escoltar a su invitada casi con temor a que ambas terminaran enfrentándose en una lucha. La electricidad entre ellas era extraña, y era increíblemente perceptible para la sheriff y para la peli-rosa, decidir si esta energía era positiva o negativa era imposible. Al principio, cuando ambas se miraron a los ojos, parecía como si... como si quisieran comerse vivas, no en el sentido violento y de lucha, de alguna manera, parecía como si quisieran devorarse, y al pasar de unos segundos, fue como si absolutamente nada hubiera pasado entre ellas, como si jamás se hubieran mirado de esa manera.

Al entrar al bar, lo primero que hicieron fue buscar una mesa, Vi iba adelante, como si frecuentara el bar constantemente y lo conociera desde hace mucho tiempo; claro, ella pasó varias noches metida en bares cuando no encontraba un lugar decente donde dormir, y a veces tomarse un par de copas y pasar un buen rato tampoco le venía mal. Por otro lado, la sheriff parecía un poco más incómoda metida en bares, sólo entraba a uno cuando buscaba a algún sospechoso, o tenía un contacto que le diera información acerca de algún robo a punto de llevarse a cabo, siempre eran cosas del trabajo, nunca iba por placer. La Lunari también frecuentó varios bares en su exilio, le gustaba sentarse en una esquina y tomarse una copa de... cualquier cosa que fuese fuerte, y Leona, por otro lado... bueno, solo frecuentaba este bar de vez en cuando.

Encontraron una mesa pegada a una de las paredes del bar, lo suficientemente alejada como para que las personas que bailaran o transitaran por el bar, no chocasen con la mesa. Vi fue la primera en llegar a la mesa, pero no la primera en sentarse, dejó que Diana se sentara primero, Caitlyn hizo lo mismo con Leona, provocando que ambas elegidas quedaran juntas en el mismo lado, se miraron por medio milisegundo, y ninguna pudo sostener la mirada, pues les resultaba igualmente incómodo mirarse a los ojos, pero para la Solari, los aros que Diana llevaba puestos no pasaron desapercibidos, los reconoció inmediatamente y no pudo evitar hacer un comentario al respecto mientras las piltovianas tomaban asiento del otro lado de la mesa.

"Hey, lindos aros" - comentó Leona, observando con seriedad los artefactos recién mencionados, luego miró la mesa, un poco nerviosa.

"Oh... sí... - nervios... - me los regalaron hace tiempo..." - sentenció después, casi sin pensar las palabras.

"A-ha. ¿Puedo preguntar quién?" - preguntó seria pero curiosa la Solari. Caitlyn y Vi estaban en silencio, observando la situación.

Diana miró a Leona por unos segundos, sin saber qué responder o cómo reaccionar ante la pregunta, hace muchísimo que no cruzaba palabras con ella, no de esta manera, no en una situación como ésta. Le resultaba imposible decir 'tú me los regalaste', y ella sabía que mentir no era una opción, era evidente que Leona recordaba esos aros, de alguna manera, Diana sentía que la estaban poniendo a prueba.

"Una amiga me los dio hace mucho..." - dijo con calma en su voz, podía notarse algo de nostalgia en sus palabras.

"Qué interesante - comentó la Solari con el mismo tono de voz - una amiga me regaló esto hace tiempo a mí también..." - agregó, señalando su camiseta rayada.

Un silencio extraño llenó la mesa, bailando entre las cuatro como si fuera un fantasma invisible, el silencio no duró mucho, Vi fue la primera en decir algo para tratar de relajar la situación.

"Bueno pequeñas, estamos en un bar, la noche es casi tan joven como yo (pero nunca más linda) - le comentó a Caitlyn con una sonrisa, inclinándose un poco hacia ella - y la verdad, tengo algo de sed. Yo no sé ustedes, pero quiero tomar algo, ¿van a pedir algo ahora o lo harán después?"

"Yo quiero un whisky" - dijo rápidamente Caitlyn. Vi se espantó un poco por la elección.

"¿En serio? ¿Un whisky? ¿Tan temprano? ¿Tomas tragos tan fuertes? ¿No crees que podría hacerte mal? ¿Y si te emborrachas?" - la sheriff se llevó la mano a la cara al escuchar tantas preguntas, luego contestó todas las preguntas resumidamente.

"Sí. Sí. Sí. Sí. No. Yo no me emborracho con un vasito de whisky"

Leona y Diana trataron de aguantar la risa al escuchar los constantes 'sí, sí, sí' que dio Caitlyn al principio, ambas emitiendo un simple 'JMP' para atrapar sus risas antes de que se escaparan de sus bocas. Caitlyn las miró con seriedad, especialmente a Leona, a quien conocía mejor.

"¿Qué es tan gracioso?" - preguntó sin entender las risas, Vi miraba a Diana con curiosidad, preguntándose lo mismo que la sheriff.

"Nada... es solo que..." - dijo tratando de contener la risa.

"¿Qué?"

"Es que... esas respuestas... creo que aún es horario de menores..." - contestó Leona, esperando que Caitlyn entendiera a qué se refería.

La sheriff se tomó unos segundos antes de contestar, pensando en lo que la Solari le había dicho, cuando entendió de qué se trataba, se sonrojó inmediatamente.

"No es gracioso... - aclaró, claramente nerviosa y con algo de vergüenza - y eso no fue lo que quería expresar. Digo, bueno, coincidió que las respuestas eran todas que sí... pero no lo quise decir en ese sentido... - Caitlyn las mira a todas con seriedad, y se da cuenta de que todas tratan de no reírse, especialmente Leona (quien hacia un trabajo terrible tratando de ocultar su risa). - ARGH!, no sé qué estarán imaginando en este momento, pero más les vale que no sea nada malo..."

"Ja, ok, ok. Entonces... cupcake quiere un whisky - retomó Vi, tratando desviar la atención. Queriendo que Caitlyn deje de sentirse avergonzada - Di, ¿qué vas a querer?"

"No sé... un... ¿vodka?" - preguntó, sin saber si en el bar había o no lo que ella pedía.

"¿También quieres algo fuerte? ¿Qué les pasa? ¿Quieren emborracharse hasta morir?"

"Pregunta la que jamás se ha emborrachado en su vida..." - dijo Caitlyn con sarcasmo. Vi la miró de reojo.

"Meh... vodka será entonces... ¿Leo?"

"Un tequila margarita" - respondió sonriente.

"Pero qué carajo... - dijo sorprendida - y yo que pensaba pedir un juguito de piña" - agregó después, en un tono inocente y tratando de parecer una santa.

"Sí, claro" - dijo Diana con sarcasmo.

"Como digas..." - agregó leona sin creerle nada.

"Ni tú te lo crees" - Dijo Caitlyn mirando su compañera, sonriendo por la evidente broma del jugo.

"Tengo la extraña sensación de que creen que soy alcohólica..." - comentó Vi, entrecerrando los ojos.

"Noo... para nada...." - más sarcasmo por parte de Caitlyn.

"Hm... bueno, ¿me dejas pasar cupcake? Voy a pedir lo que ordenaron" - preguntó Vi, quien estaba sentada al rincón junto a la pared, al igual que Diana.

La sheriff no respondió con palabras, pero sí con acciones, poniéndose de pie rápidamente para dejar pasar a su compañera, cuando Vi salió del rincón y caminó hacia la barra para pedir los tragos, Caitlyn hizo lo más que pudo para tratar de evitar mirar cómo se movían las caderas de su compañera mientras ésta se alejaba, pero no pudo evitarlo, sus ojos la siguieron durante todo el trayecto, bajó la mirada al suelo, tratando de pensar en otra cosa pero sus ojos nuevamente buscaron las caderas de Vi, su cintura, su espalda, sus piernas... 'contrólate mujer... sácala de tu mente... tú puedes Caitlyn... hazlo' pensó brevemente la sheriff. Leona la observó atenta, y Diana se sentía demasiado nerviosa estando en un rincón y teniendo a Leona junto a ella como para ver a Caitlyn acechar a Vi.

"EJEM - aclara la garganta - ¿Qué pasa Caitlyn? Te noto... distraída..." - comentó seriamente, no queriendo llamar la atención de Diana.

"¿hm? - aun mirando a Vi - ¿Qué? - mira a Leona -Ah... sí es que... Estoy algo pensativa, eso es todo."

"Ah... ¿Sabes? Creo que deberías hablarle a Vi sobre Ahri" - dijo en tono preocupado.

"Uff... Ahri..." - pensó en voz alta la Lunari, claramente sabiendo a qué se refería Leona.

"Lo había olvidado... ¿Te dijo algo más cuando la viste? ¿Te preguntó alguna otra cosa?"

"Sí, me preguntó dónde estaba Vi y si es que yo la vería pronto"

"¿qué le contestaste?"

"Pues le dije que- se queda en silencio, dándose cuenta de que no debió responderle la verdad a Ahri.

"... - Caitlyn se da cuenta de inmediato - Le dijiste que nos juntaríamos aquí..."

"jeje, lo siento" - dijo nerviosa y arrepentida, sonriendo con inocencia.

"Eso significa que Ahri estará por aquí pronto... Seguro se le lanzará encima en cuanto la vea y no la va a soltar. Estoy segura de que si Vi se niega, ¡usará sus hechizos y encantos y se acostará con ella igual! - dijo Caitlyn enojada, sin darse cuenta de que hablaba en voz alta.

Diana la miró y observó su reacción inmediatamente, totalmente curiosa por el repentino enojo en la sheriff, la conocía muy poco, pero no era común ver a Caitlyn enojada o con rabia, esto era un poco extraño. 'Creo que pinky va por buen camino...' pensó brevemente, sin hacer ninguna expresión facial.

"¿Por qué te molesta si Ahri se mete con Vi? Hasta donde sé, pinky no está con nadie ¿o sí?" - preguntó la Lunari, aunque conversar no era su fuerte, en este caso, su curiosidad pudo más.

'Mierda...' - "Sí, está soltera, y si ella quisiera no habría ningún problema en que se relacione con quien ella quiera, el problema es que estamos hablando de Ahri, no importa cuántas veces le digas que no, un solo hechizo te hará seguirla de todas formas, no tienes elección... Y me molesta porque... bueno, Vi lleva menos de una semana en el instituto y no quiero que por culpa de Ahri la terminen echando, ¿Qué pasa si Ahri logra llevarla a su cama y al día siguiente Vi le rompe la cara? Quizás y hasta me echen a mí, pues yo la traje y yo estoy a cargo de ella."

"Entiendo... - contestó, sin creerle mucho a la sheriff -Mientras no sea una campeona oficial, ella está bajo tus órdenes y tú debes cuidarla..."

"Sí... algo así... - la repentina conversación con Diana y el tema de Ahri, trajo una duda a la mente de Caitlyn - Diana..."

"¿Hm?"

"Cuando llegaste al instituto... ¿Ahri te buscó?"

La Lunari se sonrojó inmediatamente, algo difícil de ocultar tomando en cuenta la palidez de su piel, ¿qué debía responder? Leona estaba junto a ella, y si había alguien que se daba cuenta de sus mentiras era ella, nuevamente, mentir no era una opción... 'Carajo... ¿y ahora qué digo?'... La pregunta de Caitlyn fue inesperada y trajo recuerdos inmediatamente, no solo estuvo con Ahri en el pasado, la kumiho sabía algo que Diana reveló por accidente esa noche. Ahora que lo pensaba... Ahri seguramente vendría al bar y la vería sentada junto a Leona... '¡MIERDAAAA!' gritó mentalmente Diana. Mientras tanto, Leona y Caitlyn esperaban su respuesta.

"¿El silencio otorga?" - preguntó la sheriff.

"Aaahhh... - suspira - mira, esa tipa es imposible de tratar, cada vez que me la cruzaba se me acercaba y me coqueteaba, según ella, era más divertido cuando convencía a las personas sin usar su magia, pero comenzó a decirme que quizás debía hacer una excepción conmigo. Una noche, después de un último partido que tuve contra ella, se me acercó y me dijo que las cosas no quedarían así."

"¿Así cómo?" - preguntó Leona, con mucha curiosidad.

"JA, es que la destrocé en ese partido, su invocadora era novata con ella y no sabía ni qué hacían sus hechizos, y el invocador que me escogió, era uno que me conoce bastante"

"Continúa" - dijo Leona con seriedad.

Titubea un poco - "Luego de que dijo que las cosas no se quedarían así, se me acercó y me tocó la cara con una de sus colas, de ahí en adelante tengo unos cuantos recuerdos entrecortados, nada muy claro, son... lapsos de... cosas que... - mira a Caitlyn y a Leona - BUENO, ESO A USTEDES NO LES IMPORTA" - dijo sonrojada. 'Maldita Vi, ¿por qué no se apura?'

"Así que Ahri estuvo contigo..." - comentó Leona en tono pensativo, tratando de ocultar su tristeza y celos.

"Pero no porque yo quise, además, seguramente estuvo contigo también."

"Creo que la pregunta debería ser, con quién NO a estado Ahri..." - dijo Caitlyn bromeando.

"¡Señoritas! - anunció Vi - He aquí lo que ordenaron."

Las chicas tomaron sus vasos y le agradecieron a Vi, sin notar que alguien estaba detrás de ella.

"Conocí a alguien en el bar, es muy bajita pero es buena onda, seguro ya la conocen - las demás sospechaban quién era - me dijo que su nombre es arni"

"Ahri*" - corrigió.

"Anni" - se corrige.

"Ahri..."

"Amy"

"¡Ahri!"

"¿Qué?" - se inclina para escucharla.

"Que me llamo AHRI" - contestó algo molesta.

"Ok, ok, Ahri... dios, que poca paciencia..."

La kumiho observa a las personas que estaban sentadas frente a ella, mientras, Vi toma asiento junto a Caitlyn, siendo la sheriff quien quedó junto a la pared, hecho que Ahri aprovecharía más adelante, mientras, examina las caras de todas, especialmente la de Diana. Se miraron unos segundos, luego Ahri miró a Leona... Sí... sus sentidos se lo decían, no podía averiguarlo antes porque jamás las tuvo a las 2 frente a frente y fuera de combate, pero ahora que las veía era claro para ella, siendo una especialista en amor y cosas relacionadas con eso, podía sentir el sinfín de vibraciones que había en la mesa, miraba a Diana y podía sentir lo nerviosa que estaba por tener a Leona junto a ella. Miraba a Leona y podía sentir cómo la Solari emitía una ola gigante de celos hacia ella, era obvio, alguien le dijo que ella estuvo con Diana, y por otro lado, por más que quería probar a esta alta y fuerte chica nueva, la kumiho podía percibir que Vi, parecía estar enamorada, y sabía perfectamente de quién, miró a Caitlyn unos segundos, analizándola y preguntándose si la sheriff sentía algo por Vi, cuando percibió que Caitlyn se sentía de la misma manera no pudo evitar sonreír. Sin decir nada, Caitlyn y Ahri se miraron a los ojos por unos segundos, y en ese pequeño lapso de tiempo en el que Ahri le sonreía, la sheriff sintió que la kumiho ya había descifrado sus sentimientos, lo pensó por un momento... claro, ¿quién más que ella podría darse cuenta de algo así con solo una mirada?

"¿Cómo están?" - preguntó Ahri, en una mezcla de susurro y algo similar a un ronroneo, una voz suave, cautivante y coqueta.

"Pues yo estoy excelente, sobre todo ahora que tomaré un whiskycillo con cupcake, ¿cierto cupcake?"

"¿También pediste whisky? ¿No que era muy fuerte?"

"Pensé que sería muy fuerte para ti, no para mí..." -respondió burlescamente, luego le sonríe a Caitlyn ampliamente.

Ahri observa la interacción entre ellas y no puede evitar jugar un poco, se acerca a Vi y se sienta en sus piernas.

"¿Pero qué-? ¿QUE CREES QUE ESTAS HACIENDO?" -preguntó Vi en tono molesto, si había algo que le desagradaba, era la gente que no respetaba su espacio personal.

Caitlyn mira en silencio mientras Ahri se pone frente a frente con Vi.

"No hago nada malo - dijo con su tono de voz característico, acariciando con su mano la mejilla de Vi, quien se relajó inmediatamente ante el contacto. - De hecho, esto podría ser divertido"

"ay no" - dijo Leona, sabiendo que Caitlyn comenzaba a enojarse de a poquito.

Ahri se acercó lentamente al rostro de Vi, dejando un pequeño espacio entre sus labios.

"Aléjate..." - dijo en un suspiro la peli-rosa, la kumiho había usado algo de magia en ella, pero muy poca.

"Ahri... aléjate de ella, déjala tranquila" - Dijo Caitlyn seriamente.

"No quiero..." - susurra, tratando de sonar tierna.

"Déjala tranquila"

"Pero mírala... mira esos ojos azules... mira esos labios tan lindos, seguro son suaves y ricos de morder..."

"Ahri, deja a Vi tranquila, no lleva ni una semana aquí ¿y ya quieres comértela?"

'¿Y cuánto tiempo llevas tú queriendo hacer lo mismo?' pensó Ahri sonriendo con malicia, pero no dijo nada, no era ella quien debía decirle o mostrarle esa información a Vi, no era su tarea, pero esperaba que esto, de alguna manera, genere un efecto en Caitlyn que la haga confesar la verdad.

"Está bien... - dijo algo cortante - dejaré a tu mujer tranquila y para ti sola" - agregó con el mismo tono de voz.

"Ella no es mi mujer" - aclaró Caitlyn con la cara rojísima, Vi seguía aturdida por la magia que Ahri usó con ella.

Diana se ríe brevemente y la kumiho escucha su voz, gira su cabeza y ve a la Lunari sonriendo, se miran a los ojos unos segundos, tiempo suficiente para que Diana se diera cuenta de que ahora, ella sería el objetivo 'ay no... esta zorra me está mirando..... ¡!'

"Hola Diana..."

'¡mierda!...' - pensó la Lunari.

"No te has olvidado de mi ¿verdad?"

Preguntó Ahri sonriendo, sabiendo que Diana estaba nerviosa por su presencia. La Lunari no podía evitar recordar lo que pasó la noche que estuvo con ella, recordaba cómo mientras la kumiho la acariciaba y la besaba con una pasión y delicadeza increíble, ella se dejaba llevar por lo que sentía sin oponer resistencia alguna, a pesar de que su mente le decía que estaba mal, Diana no podía pararse y salir de la habitación, se sentía encadenada, sentía que no podía salir de allí, y su cuerpo le decía que se quedara, los suspiros y susurros de Ahri le hacían sentir como si estuviera en el cielo, mientras más caricias sentía, más alto llegaba, hasta que llegó a un punto en el que sentía que podía tocar la luna de lo alto que estaba, incluso podría alcanzar el sol, fue en ese momento, cuando estaba a punto de llegar a lo más alto del cielo cuando sin pensarlo mencionó a Leona... más de una vez. Ahri la escuchó fuerte y claro, fue allí cuando le preguntó todo, acorralada, Diana tuvo que decir la verdad, y aunque Ahri había prometido guardar el secreto y no decirle nada a Leona, la Lunari no sentía mucha confianza por ella, pero debía admitir que la kumiho estaba cumpliendo su palabra.

Ahri se puso de pie y caminó hacia la espalda de Diana, la kumiho abrazó a la Lunari por la espalda y posó su cabeza en su hombro izquierdo, acercándose a la oreja de ella para susurrarle, acariciando su mejilla derecha con una de sus colas. Leona estaba sentada a su derecha, por lo que veía con lujo de detalles las expresiones de la Lunari, aunque Leona jamás se consideró una persona celosa con Diana cuando eran amigas, eso probablemente se debía a que siempre estaban juntas, Diana no compartía tiempo con nadie más que no fuese ella, por lo que, verla cerca de otra persona resultó ser algo... incómodo, aún después de tanto tiempo.

"Veo que has progresado..." - le susurró al oído a Diana, rozando su oreja con sus labios.

"...Cállate..." - suspiró.

"Tranquila, yo no le diré nada... pero sí te diré algo a ti..."

"..."

"Ella no te odia."

"¿Qué?" - susurró devuelta.

"Bésala..." - Finalmente susurró, mordiendo suavemente la oreja de Diana con sus labios.

"Oye, deja a Diana en paz, la estás molestando..." - dijo Leona con voz seria y dominante. Ahri levantó la cabeza para mirarla, le sonrió coquetamente y asentó con la cabeza.

"Bueno, ha sido un gusto verlas y conocer a la nueva campeona... - dijo mirándolas a todas una por una - iré a buscar a Sona, tengo muchas ganas de verla..." -finalizó, pensando en lo mucho que se divertiría con ella.

Mientras Ahri se alejó, Leona miraba a Diana con seriedad, casi enojada, la Lunari respiraba nerviosa, agitada, y es que si hay alguien que podía quitarte el aliento en un par de segundos era Ahri, luego de regular su respiración y sentirse normal nuevamente, Diana miró a Leona a los ojos, la Solari parecía estar molesta por algo, los nervios de Diana se apoderaron de ella nuevamente y volcó su atención al vaso de vodka que había pedido, tomó un gran sorbo, cerrando los ojos mientras el alcohol le quemaba la garganta.

"Necesitaba esto..." - suspiró después.

"¿Nerviosa?" - preguntó Leona.

"Un poco... odio a esa tipa..." - contestó en tono agrio Diana.

"¿Vi? ¿Estás bien?" - preguntó Caitlyn al otro lado de la mesa. La peli-rosa parecía estar perdida, mirando a la nada.

Gira la cabeza para mirar a Caitlyn - "Wow - sonríe -Eres muy guapa..." - la sheriff se sonroja.

"Um... gr-gracias... creo que... todavía estás con algunos efectos del hechizo de Ahri..." - explicó. Ambas elegidas miran la escena en silencio y con atención.

"Con o sin hechizos eres guapa igual... - comentó nuevamente, con la voz algo perdida, casi delirante, Caitlyn se avergüenza - No sé qué me hizo..."

Sacude la cabeza para quitarse el aturdimiento que sentía, luego, comienza a volver en sí y a darse cuenta de lo que había dicho. Se sonroja inmediatamente.

"Um... ¿dije eso o lo pensé?" - pregunta Vi confundida...

"Lo dijiste en voz alta" - contesta Diana.

"Mierda... um... lo siento cupcake" - tono arrepentido.

"Ja, no tienes de qué arrepentirte pinky. Está todo bien" - le sonríe.

A medida que transcurre la noche, la conversación y las risas entre las cuatro se hace algo natural, aunque para la Lunari era todo muy extraño al principio, al pasar de los minutos logró entrar en confianza gracias a la insistencia y las bromas de Vi; y también a la amabilidad de Caitlyn, aunque no cruzaba más de dos o tres palabras con Leona, el ambiente entre ellas parecía estar más relajado que antes. Las horas pasaban, la música comenzó a sonar un poco más fuerte (indicando que la pista de baile estaba disponible) y ciertos "galanes" se percataron del cambio de ropa de Diana, aunque al principio estaban impactados (y en un muy buen sentido) Jayce y Garen no sabían si sería buena idea preguntarle si quería bailar... Vamos... estamos hablando de Diana, una guerrera, una asesina en el campo de batalla, alguien que podría matarte con un movimiento. Mientras ellos hablaban en la barra, un atrevido Tryndamere se unió a la conversación.

"Ja, no puedo creer que le teman a una mujer... no es gran cosa"

"No es cualquier mujer, es Diana..." - comentó Garen.

"Pues es una mujer como cualquier otra, de carne y hueso, con sangre en las venas."

"Si es tan sencillo, ve tú y convéncela de que baile contigo." - dijo desafiante Jayce. El tono arrogante de Tryndamere no le agradaba mucho.

"PF, claro que lo haré. - Sentenció - es más, en unos segunditos la verán bailando conmigo. A mí nadie me dice que no"

"Claro... por eso Ashe no duerme contigo..." - comentó en voz baja Garen.

"¿Qué dijiste?" - pregunto el bárbaro con rabia en su voz.

"Que si no te apuras bailará conmigo..." - aclaró algo asustado después, la mirada del bárbaro enojado era bastante intimidante.

Sin más que decir, Tryndamere caminó con el pecho hinchado, mostrando orgullo de sí mismo, caminó decidido a bailar con Diana, en su mente, la Lunari no lo pensaría dos veces antes de aceptar.

"Diana" - la llamó con voz ronca y en tono fuerte.

"Qué" - preguntó la Lunari, mirándolo a los ojos y haciendo la pregunta con el mismo tono de voz que Tryndamere había usado con ella.

"Um... hola."

"¿Qué quieres? Si es por el gankeo de ayer, ya te dije que hables con el invocador que me mandó directo al suicidio..."

"Te equivocas, no es eso." - Garen y Jayce miran en silencio desde la barra, sin poder escuchar la conversación del bárbaro y la elegida lunar.

Leona mira a Tryndamere con cara de ¿y éste que hace aquí? La sheriff y la vigilante de Piltover lo miran dudosas, ambas sospechan que pueda tratarse de algún tipo de invitación, pero lo dudan, sobretodo Caitlyn, quien sabe que Tryndamere está casado con Ashe.

"Bueno, entonces habla" - replicó Diana, sin tener la más mínima idea de lo que pueda tener el bárbaro en mente.

"um... - nervioso - baila conmigo" - dijo finalmente, su voz dura y seca, haciendo que sus palabras sonaran como una orden.

Los ojos de Diana se agrandan en total sorpresa.

"¿Qué?" - pregunta estupefacta.

"que bailes conmigo" - dice con el mismo tono anterior.

"¡Ja! - Ríe - No." - responde seria después, su cara mostrando algo de enojo.

"No pregunté si querías bailar, te dije que bailes conmigo" - aclaró el bárbaro, claramente, dando una orden.

"Y yo te dije que no, Tryndamere. Nadie me dice qué hacer, sólo conozco tu nombre, ¿quién te crees que eres?" - contestó la Lunari, cada palabra más cargada de enojo que la anterior. Leona sabía que las cosas podrían ponerse feas entre estos dos.

"¿Cómo te atreves a decirle que no a un rey?" -enojado.

"Aquí no eres rey pedazo de idiota, eres un campeón igual que yo. - muy enojada. Garen y Jayce observaban desde lejos, era obvio que todo iba mal con su amigo - me importa una mierda quien seas..." - agregó después, entendiendo que discutir con él no tenía sentido.

Se acerca a Diana por la espalda de ella - "Más te vale que me respetes hija de-"

"¡HEY!" - Lo interrumpe Leona, poniéndose de pie e interponiéndose entre él y Diana.

"Sal de mi camino Leona"

"Cálmate Trynda, baila con otra chica, Diana ya dejó claro que no tiene intenciones de bailar contigo." -contestó seria.

"Tú odias a esta tipa, ¿por qué la defiendes? Deberías apoyarme a mí, no a ella" - finalizó, con la última oración en voz baja, con rabia. Diana se queda en silencio esperando una respuesta de la Solari, quien está dándole la espalda mientras frena al bárbaro.

"Lo que yo sienta por ella no es asunto tuyo, es mejor que te vayas antes de que todas te demos una paliza, y sabes bien que podemos hacerlo..." - finalizó amenazante.

Tryndamere no vio caso en seguir insistiendo, y tener una pelea de 4 contra uno no estaba en sus planes, sobre todo porque Vi le pareció bastante fuerte a simple vista, y desconocía por completo cuales eran las habilidades de la chica. Comenzó a retirarse con algo de dudas al principio, retrocediendo sin dejar de mirar a Leona, luego, desvió su mirada hacia Diana por un par de segundos.

"Tú te lo pierdes hereje" - da media vuelta y se marcha.

Diana se pone de pie rápidamente, enojada por la última palabra - "¿Cómo carajo me llamaste?" - preguntó casi en un grito.

Leona da media vuelta y detiene a Diana, ambas chocan y quedan frente a frente, la Lunari no pierde de vista al bárbaro, a quien quería matar a toda costa.

"¡Voy a matar a ese tarado! ¡Vuelve maldito imbécil!" - grita Diana, tratando de ir hacia él, Leona la frena con sus brazos, casi abrazándola para detenerla.

Mientras el bárbaro camina hacia la barra, sus amigos lo reciben sonriendo, algo nerviosos por la situación, a lo que Jayce comenta: 'Tú sí que sabes cómo enloquecer a las mujeres hasta que te pidan volver..."

"¡Di! Cálmate un poco - dice Vi algo preocupada - él es un imbécil, deja que se vaya."

"Pero-"

"Di... - dijo Leona con voz suave, la Lunari la mira a los ojos - Deja que se vaya, créeme, no lo queremos sentado en la mesa con nosotras" - agregó sonriendo.

Pausa - "Como quieras... - se sienta nuevamente -pero cuando lo vea en la Grieta lo voy a moler con mi espada."

"A menos que esté en tu equipo" - dijo bromeando Vi.

"Cállate, no arruines mi imaginación poniéndolo en mi equipo... Así no puedo matarlo."

"Mi error, lo siento - ríe. - ¿pero de verdad no quieres bailar? Podríamos simplemente bailar entre nosotras, ya sabes... entre amigas."

"Nah, honestamente, el baile no es lo mío."

"Oh, cierto, lo tuyo era el canto"

"¡Basta con eso!"

"¿Sabes qué? Estoy empezando a sentir curiosidad por escucharte cuando cantas" - comentó Caitlyn con una sonrisa.

"..." - se siente algo avergonzada.

"Yo también siento curiosidad por escucharte..." - dijo Leona, justo antes de beber de su vaso, ocultando su nerviosismo.

"Pues se quedarán con las ganas..." - comenta bajando la mirada, con la cara roja.

Leona la mira de reojo y siente algo de ternura por la Lunari y su repentino ataque de vergüenza. Mientras, otro galán hace su aparición en la mesa.

"¿Tenías que aparecer y joderme la noche?" - preguntó Vi enojada.

"Vi... cálmate" - dijo Caitlyn.

"No todo gira en torno a ti, manos gigantes... De hecho - dijo desviando su atención hacia Diana - Me preguntaba si la señorita desea bailar conmigo." -preguntó después, con una sonrisa cortés y galante en su rostro.

"No." - fría, cortante y precisa.

"Bueno, de verdad lamento no poder bailar contigo, pero a diferencia de mi amigo, no insistiré."

"Uy... alguien tiene miedo..." - comentó burlesca Vi, Caitlyn le dio un codazo para que dejase de molestar a Jayce.

"Caitlyn, ¿quizás tú quieras bailar conmigo?"

"¿Yo?, pues... la verdad no tengo ganas de bailar en este momento, lo siento Jayce."

Jayce baja la mirada, queriendo decir que estaba bien y que no había problema. Sus ojos se posan velozmente sobre Vi, la joven lo mira unos segundos y luego le habla firme y directa.

"A mí ni me mires martillo, soy muy sexy para ti."

"Te faltó decir que eras humilde..." - sarcasmo.

"Como si a ti te sobrara la humildad..." - más sarcasmo.

"¡Chicos! Por favor... ya estuvimos a punto de tener una pelea, no queremos eso de nuevo..." - suplicó Caitlyn.

"Está bien Cait, entiendo. - Desvió su atención a Leona - "¿Leona? ¿Bailarías tu conmigo?"

Leona lo mira por unos segundos, dudando completamente... Le daba algo de pena ver a Jayce con esa cara, y a pesar de ser bastante dura en batalla, Leona podía llegar a ser increíblemente blanda como persona, no pudo decirle que no a los ojos suplicantes de Jayce... además, sería solo bailar, y sería solo un momento, no podía ser tan malo.

"Está bien, Jayce. Veamos que tan bien bailas" -comentó sonriendo. Jayce tomó su mano galantemente y fueron a bailar.

Diana veía la escena sin siquiera pestañar, no pensó que Leona aceptaría bailar con el inventor. Aunque la Lunari no lo conocía mucho, sabía que Jayce era ese tipo de hombre... coqueto, al que le gusta ganarse la atención de las mujeres siendo un galán, le agradaba ser un caballero (y ciertamente, en un lugar lleno de guerreros, eso no venía nada mal), le gustaba ser atento con las damiselas que conocía y sobretodo le agradaba conquistarlas, muchos tenían claro que su atención se centraba en Caitlyn y que ella lo rechazaba constantemente, pues también conocía sus andanzas y eso a ella no le agradaba.

La Lunari los miraba mientras se alejaban, veía cómo Jayce se acercaba a Leona para decirle algo al oído y luego ambos se reían, con cierta complicidad. Hasta donde la Lunari sabía, ellos podrían considerarse amigos, pues la cercanía entre Jayce y Caitlyn era bastante grande, y siendo la Solari la mejor amiga de la detective, era obvio que ella y Jayce en algún momento debieron conocerse y compartir algunos momentos juntos. Pero verlos así era distinto, sintió algo dentro de ella, algo que no tenía nombre en su diccionario, algo... presionándole el pecho, como si una mano estuviese dentro de ella, tomando su corazón y apretándolo con fuerza. Ésta era una sensación que no sentía hace mucho, y la sensación empeoraría cuando el inventor y la guerrera solar comenzaran a bailar.

En la mente de Leona, no había nada de malo en bailar con Jayce un rato, él era educado, siempre había sido cortés con ella, nunca le faltó el respeto en ninguna ocasión, e incluso cuando debían luchar como enemigos, él le comentaba lo bien que ella había peleado, ¿qué de malo puede haber en bailar con alguien como él? Se preguntó, pues nada, se respondió a ella misma. Mientras ambos caminaban hacia la pista de baile (que estaba en el centro del bar), Jayce se acercó a ella y le susurró que se veía muy bonita con esa camiseta rayada, ella sonrió algo avergonzada y un poco nerviosa, pensando en la persona que le hizo ese regalo.

La canción que sonaba era bastante movida, de esas que no tienen una manera definida de bailarse, puedes bailar de cerca, de lejos, saltar locamente, era de esas canciones alegres con las que debes dejarte llevar por el ritmo. Para Jayce, debía bailarse de cerca, tomó de la cintura a Leona y comenzaron a bailar a una distancia corta, al principio, la Solari estaba incómoda, no le agradaba bailar tan de cerca con él, ni siquiera con Pantheon habría bailado así, pero luego se relajó un poco, pensando en que solo sería por un rato, luego volvería a hablar con las chicas y reírse de las 100 cosas que pueden salir mal en la Grieta del Invocador. Desde la mesa, Diana no perdía de vista ningún movimiento, en este punto ya no le importaba que Caitlyn y Vi la miraran algo sorprendidas, ya no le interesaba que se notara que estaba enojándose por dentro, tal vez el vodka estaba haciéndole efecto y por eso a ella no le importaba, tal vez Ahri le dejó algún tipo de hechizo, quién sabe, el asunto es que no podía dejar de mirarlos y de sentirse... furiosa por cómo Jayce se acercaba a Leona y por cómo ponía sus manos una y otra vez en la cintura de la Solari.

La sheriff y su acompañante sabían que la Lunari se estaba enojando... No. Esa no es la palabra correcta... ellas sabían que la Lunari estaba... ¿celosa? ... Sí, no había otra palabra, aunque Caitlyn y Vi no se decían nada entre ellas, conversaban con sus miradas y era obvio lo que cada una pensaba. Para Vi, no era ninguna sorpresa, luego de que Diana confesara que antes estuvo enamorada de Leona, la experta en hextech sabía que probablemente aun sentía algo por ella, su única duda era si Leona pudo o podría sentir algo por ella también. Era imposible para ella darse cuenta de lo que la Solari sentía, y en este momento, mientras bailaba con Jayce, no parecía que lo suyo fuesen las mujeres.

El propio Jayce había tomado más de la cuenta esta noche, él lo sabía, estaba algo más desinhibido de lo normal, eso generalmente no le agradaba, pero Tryndamere le dijo que la vida es una sola y debe disfrutarla, que si Caitlyn sigue rechazándolo, debería mandarla al carajo y buscarse a otra. 'al carajo' pensó él, 'Leona también es una buena opción' pensó después, claramente considerando a la Solari para estar con ella en vez de con Caitlyn. Conforme bailaban, tomaban un poco más de confianza el uno con el otro, Leona tenía sus brazos en los hombros del inventor y él a ratos la tomaba por la cintura, si bien no estaban pegados, estaban bastante cerca, a una 'distancia razonable' según Leona. El vodka de Diana pasó de estar lleno a estar vacío desde que comenzaron a bailar, no los perdía de vista, incluso giró su cuerpo sobre la silla para verlos mejor, sin sufrir dolores de cuello. De pronto, el inventor hizo un movimiento repentino, sin ningún tipo de advertencia, abrazó a Leona por la cintura, algo totalmente sorpresivo para la Solari, quien se rio ante el súbito movimiento de su bailarín y le preguntó a qué se debía, él contestó que quería estar un poco más cerca de ella, sin saber qué decirle, ella se rio nuevamente. La Lunari estaba furiosa, sin siquiera preguntarle a Vi, tomó el vaso de whisky de su compañera y lo bebió como si ése hubiese sido su primer sorbo de agua tras pasar días vagando en el desierto, "¡OYE!" fue lo único que la peli-rosa alcanzó a decir antes de ver cómo su vaso comenzó a quedar vacío.

Al ver el evidente nerviosismo, rabia y celos por parte de Diana, y al ver que el vaso de whisky que en algún momento fue de Vi, ahora estaba vacío, Caitlyn decidió solidarizar con la Lunari acercándole su vaso, la guerrera de cabello plateado lo aceptó sin siquiera mirar a la sheriff, acto que Caitlyn comprendía perfectamente, por dentro le alegraba saber que Diana sentía 'algo' por Leona y que ese algo no era odio, pero se preguntaba si hablarían en algún momento.

En la pista, Jayce hace otro acercamiento hacia Leona, éste fue bastante más atrevido, se alejó un poco de la Solari, puso sus manos sobre su cintura (sí... otra vez) y comenzó a subirlas lentamente, acariciando sus brazos mientras subía, luego las posó sobre el cuello de Leona, quien lo miraba algo asustada, hasta el momento, para ella no había nada de mal con bailar así, pues sabía que él estaba interesado en Caitlyn, no en ella, por lo mismo, pensó que quizás en Piltover bailaban así de pegados y que era algo común, nada de lo que ella debiese preocuparse, pero ahora comenzaba a dudarlo, miró los ojos azules de su acompañante, parecía serio, parecía como si quisiera besarla, pero 'no podía ser... a él le gusta Caitlyn, ¿cierto?' se preguntó, total y absolutamente dudosa, no sabía si empujarlo o preguntarle qué le pasaba. Jayce parecía no darse cuenta de lo que Leona pensaba, y en lugar de eso, solo vio un par de ojos castaños... dorados, que parecían brillar de una manera bastante especial, solo ahí se percató de que la piel de Leona parecía estar más caliente que la suya, pero era obvio, es la elegida del sol... no del hielo. Subió sus manos a las mejillas de la Solari, la respiración de ella se entrecortó un poco, percatándose de que el inventor sí planeaba besarla, se alejó un par de centímetros y él acortó la distancia.

'Suficiente' pensó la Lunari, tomó el último sorbo de whisky que había en el vaso y caminó hacia ellos, decidida, con una determinación que tumbaría montañas, Caitlyn y Vi no sabían si detenerla o no, luego de segundos de pensarlo, dejaron que vaya, todos en el instituto sabían cuidarse solos, y Diana conocía las reglas.

Teniendo las manos de Jayce en sus mejillas, Leona fue incapaz de ver que Diana se acercaba a ellos, la Lunari estaba cada vez más cerca, y con cada paso, sentía que su corazón dejaría de latir, sin embargo se aceleraba, cómo odiaba sentir eso... Cuando llegó a ellos, sacó con su brazo derecho a Jayce, interponiéndolo entre ellos y empujándolo desde el pecho, luego tomó la muñeca derecha de Leona con su mano izquierda, y pasó caminando entre ellos, llevándose a Leona con ella. La Solari no sabía qué carajo había pasado, no sabía qué carajos estaba pasando, y no tenía la más mínima idea de qué carajos pasaría después, lo único que fue capaz de hacer fue preguntarle a Diana a dónde la llevaba. La Lunari no contestó, entró al baño de mujeres, donde un par de invocadoras bastante jóvenes estaban conversando alegremente, con una voz bastante demandante y a la vez enojada Diana les dijo que se vayan. Bueno... en realidad las echó. Cuando ellas ya no estaban, hizo entrar a Leona a la fuerza al baño, luego cerró la puerta con seguro.

Al lado de la puerta habían otras 3 puertas más pequeñas, en las que estaban los baños individuales, las puertas y el baño estaban pintados en tonalidades verdes, frente a la puerta estaban los espejos y los lavamanos, allí fue donde Leona aterrizó cuando Diana la hizo entrar de un brazo.

"¡Ouch! ¿Qué mierda te pasa?" - preguntó enojada Leona.

"¿A mí? ¿Qué te pasa a ti? ¿Por qué dejas que ese idiota te toque así?" - replicó enojada.

"Sólo estábamos bailando. Y no estaba tocándome de ninguna manera"

"Pues eso no es lo que yo vi..."

"¿Qué te pasa?" - preguntó nuevamente enojada.

"¿Por qué dejas que un tipo como ese se te acerque de esa manera? Pensé que te hacías respetar un poco más"

"¡¿Cómo te atreves?! - preguntó claramente ofendida. - Él y yo sólo estábamos bailando, nada más"

"Pues parecía como si ustedes tuviesen algo más, incluso casi se besan" - dijo mirando hacia un costado y apoyando su espalda en la puerta mientras cruzaba sus brazos.

"No, no, no. Él está interesado en Caitlyn, no en mí"

"Pues eras tú con quien estaba bailando y eras tú quien casi se besa con él" - contestó, mirando a Leona a los ojos. Diana estaba claramente molesta por la situación.

"Te daré la razón sólo hasta la mitad, pues sí era yo quien bailaba con él, pero yo jamás lo habría besado. No tenías para qué separarnos, pensaba hacer eso yo misma."

"¿pues, sabes qué? No parecía que estuvieses a punto de hacerlo - dijo, gesticulando con las manos. Leona comenzó a entender de qué se trataba todo y una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro. - ¿Qué? ¿De qué te ríes?" - preguntó la Lunari molesta.

"Ay Diana..." - dijo riéndose, algo que a la Lunari no le agradó.

"¡¿Qué?!"

"¿Estás celosa?" - preguntó, mirándola a los ojos de manera seductora, Diana se sonrojó y miró para otro lado.

"¡Claro que no!" - contestó enojada.

"Pues entonces dime qué hago aquí. No entiendo nada... ¿Para qué me trajiste? Porque si esto no es alguna clase de escena de celos, entonces de verdad no entiendo qué hago aquí. ¿Quieres decirme algo? ¿Pelear conmigo? - Diana no sabía qué responder y Leona perdía la paciencia - ¿Por qué no me respondes? Diana... ¡Diana respóndeme!" - demandó enojada, algo raro de ver en ella.

La Lunari no sabía qué hacer, no tenía respuesta para ninguna de esas preguntas, de hecho, ella se preguntaba lo mismo, por qué la llevó allí, por qué actuó de esa manera, y por qué le molestó tanto ver a Jayce tan cerca de Leona. De pronto, la imagen de cierta persona apareció en su mente, acompañada de un susurro:

'Bésala...' recordó, con la voz de Ahri dando vueltas en su mente, levantó la mirada y vio a Leona, todavía enojada y esperando una respuesta.

'Bésala...' escuchó nuevamente en su cabeza...

"¿Y? ¿Vas a decir algo o te quedarás callada?" -preguntó Leona, claramente impaciente.

Bajó la mirada al suelo, veía los pies de la Solari, Diana cerró los ojos tratando de quitar todos sus pensamientos de su cabeza, pero era imposible... ¿será efecto del vodka? Se preguntó, y nuevamente, se sentía incapaz de responder incluso sus propias preguntas.

"Diana... te estoy hablando" - escuchó la Lunari, la voz de Leona sonaba menos enojada que antes, pero igualmente impaciente.

Diana levantó la mirada y miró los ojos castaños de Leona, ese color tan único, que a veces parecía ser tan claro como la miel... Diana recordó brevemente cómo la miraban esos ojos cuando aún eran amigas... Claro, la miel era la mejor comparación, pues en ese tiempo, Leona era la única que la miraba con dulzura.

"¿Diana?" - preguntó la Solari, con algo de preocupación al ver los ojos plateados y brillantes de Diana.

'Bésala...'

Leona se acerca un poco a la Lunari, claramente preocupada al no recibir ninguna respuesta a sus constantes preguntas.

"¿Di?" - preguntó, levantando levemente el mentón de Diana con su mano derecha, para verla mejor.

'Bésala...' Escuchó la Lunari nuevamente, pero ya no era la voz de Ahri quien se lo decía, ahora se escuchaba a sí misma.

Apoyó ambas manos en la puerta y se impulsó hacia adelante, tomando la cara de Leona con ellas, haciendo que retrocediera hasta los lavamanos, allí, Leona se inclinó un poco hacia atrás ante el repentino movimiento de la Lunari, y sin tener tiempo para reaccionar, se quedó inmóvil. Diana se acercó a ella veloz, casi con desesperación en sus movimientos, y sin pensarlo más, la besó, presionó sus labios sobre los de Leona y cerró los ojos, sin pensar en nada, ni en causas, ni efectos. Leona estaba en shock, sus manos estaban apoyadas en los lavamanos, su espalda arqueada hacia atrás... Durante tanto tiempo quiso hacer esto ¿y resulta ser Diana quien la besa a ella? Vio los ojos de la Lunari cerrados y luego ella cerró los suyos, el beso pareció eterno para ellas, sin embargo, duró solo un par de segundos.

Diana despegó sus labios lentamente, sintiendo cómo cada parte de ellos se separaba de los labios de Leona. Suspiró profundamente y abrió los ojos, mirando al suelo, avergonzada totalmente, sin entender qué había hecho, una ola gigante de arrepentimiento la golpeó con fuerza... 'Mierda... ¿qué hice?' se preguntó, incapaz de mirar a Leona. Se alejó de ella retrocediendo, sin levantar la mirada del suelo. Sin decir nada, giró, tomó la puerta para irse, estaba comenzando a abrirla cuando Leona se abalanzó sobre su espalda y cerró la puerta cargando su peso sobre su mano derecha, cerrando totalmente la puerta frente a Diana, luego, la Solari puso su otra mano sobre la puerta, acorralando a la Lunari, quien estaba dándole la espalda.

"Date vuelta." - dijo Leona en tono serio. Diana tenía miedo de hacerlo, tenía miedo de mirarla, sentía que, si Leona la odiaba antes, ahora la aborrecía.

"..."

"Date vuelta." - repitió, con el mismo tono anterior.

Diana dio un profundo suspiro, entendiendo que no tenía otra alternativa, luego giró lentamente, aun mirando el suelo, incapaz de mirar a Leona a los ojos, mostrando una timidez que incluso ella desconocía tener.

Leona se agachó un poco, buscando el rostro de Diana, cuando encontró lo que buscaba, se acercó a ella y la besó devuelta, sin despegar sus manos de la puerta, el beso de ella fue algo distinto, en él había más fuego, más pasión, una pasión que parecía haber estado encerrada hace mucho y que por fin era liberada, la Solari abrió levemente su boca, y con su lengua hizo que Diana hiciera lo mismo, besándola cada vez más apasionadamente. Diana se sentía extrañamente vulnerable, se sentía incapaz de luchar para salir de allí, estaba arrinconada, en cualquier otra ocasión habría hecho de todo para salir de allí, pero ahora no podía, se sentía incapaz, y en el fondo, ella sabía que no quería irse, sabía que le gustaba que fuese Leona quien la tenía ahí, prisionera contra una puerta.

A medida que el beso se hacía más profundo, Leona se pegaba más a ella, estaba cada vez más cerca, tan cerca que las rodillas de ambas chocaban, haciendo que la Solari separara un poco las piernas de Diana con la suya. Leona deslizó sus manos por la puerta, bajándolas lentamente hasta llegar a la altura de las caderas de Diana, una vez allí, posó sus manos sobre ellas, empujando a la Lunari hacia ella para sentirla más cerca todavía. La mente de Diana iba a 1000 por hora, ¿de verdad estaba pasando esto? Se preguntó sin abrir sus ojos, como si estuviese soñando y no quisiera despertar. Leona hizo que ambas giraran, haciendo que ahora fuese Diana quien esté apoyada en el lavamanos, algo que no duró mucho, pues Diana pasó ambos brazos por el cuello de Leona, abrazándola, acariciando su cabello con una de sus manos.

El beso era apasionado, hambriento, y parecía ser eterno, hecho que a ninguna le molestaba, se separaban medio milisegundo para tomar aire y luego se besaban nuevamente, no sabían muy bien cuánto rato estuvieron así, el corazón de ambas latía con rapidez, y ninguna de las 2 parecía creer que esto era real, que de verdad estaba ocurriendo, hasta que Leona se separó de Diana, dio un respiro profundo, sin abrir sus ojos, luego apoyó su frente en la de la Lunari, Diana se incomodó un poco, sabiendo que en su frente estaba el símbolo que tanto la caracterizaba, y era exactamente eso lo que hacía que éste momento se sintiera tan íntimo.

Finalmente, Leona abrió sus ojos y Diana hizo lo mismo, se miraron en silencio durante un pequeño lapso de tiempo.

"Creo que debemos hablar..." - comentó Leona sonriendo. Diana no dijo nada, pero asentó con la cabeza.

Ambas salieron del baño mirando el suelo, como si alguien las hubiese visto besarse y ahora sintieran vergüenza, pero al mismo tiempo, se reían de lo ocurrido con nerviosismo, con picardía. Diana iba adelante y Leona la seguía, pues era Diana quien sabía dónde podían hablar sin ser interrumpidas. Decidieron que lo mejor era dejar para después las explicaciones para Caitlyn y Vi, ahora, eran ellas quienes finalmente debían aclarar todo.

Llegaron al patio trasero del instituto, el lugar que Diana siempre frecuentaba para ver la luna, algo que no ocurriría esta noche, pues estaba nublado, ambas se sentaron en el pasto, Leona a la derecha de Diana. La Lunari abrazó sus rodillas con sus brazos, algo que hacía en el pasado, cuando algo la ponía nerviosa, recién ahora Leona se daba cuenta... la Solari se sentó relajada, con las piernas extendidas y echándose para atrás, apoyando sus manos en el pasto.

Luego de una larga conversación, y luego de que Diana, finalmente le contara lo que de verdad había pasado, Leona se sentía confundida.

"No te pido que me perdones por lo que hice. Yo tampoco me siento capaz de perdonar lo que los Solari le hicieron a mi pueblo, solo quiero que entiendas que me defendí. No los ataqué como ellos te hicieron creer, yo no enloquecí - explicó enérgicamente, con algo de dolor en su voz - yo NO quería matarlos, pero no me dejaron opción, no me quedó otra salida, eran sus vidas o la mía..."

"..."

"Lo único que quiero saber es... lo único que quiero saber es si me odias por lo que hice..."

"¿Me preguntas eso después de lo que pasó en el baño?" - preguntó, con algo de sarcasmo.

"Estoy hablando en serio, necesito escucharlo de tu boca"

"..." - silencio.

Leona suspira - "Escucha. Siempre fue difícil para mí creer todo lo que me dijeron. No podía entender por qué fuiste capaz de hacer algo como eso. Reconozco que me enojé mucho, me enfurecí contigo, no podía comprenderlo, y luego... bueno, luego me pregunté si lo que hiciste con los Solari, fue lo mismo que ellos hicieron con los Lunari."

"No es lo mismo Leona, ellos no tenían razón para matar a mi pueblo, ¡no tenían razón alguna! Y sin embargo lo hicieron porque creían que solo su dios debía reinar. A final, fue la luna quien les pagó con la misma moneda por su traición a los Lunari, y lo irónico es que fue quien ellos condenaron a muerte quien los mató."

"¡¿Por qué no me esperaste?! - Preguntó enojada - Te dije, ¡te dije que iría contigo al templo que encontraste! ¿Por qué carajo no me esperaste?" - Volvió a preguntar, ahora con algo de tristeza.

"¿Crees que algo habría cambiado si hubieses ido conmigo?"

"¡POR SUPUESTO QUE SI! - Diana sacude la cabeza -Pude haberte ayudado a convencerlos, soy la elegida del sol, mi palabra seguro tenía algún peso."

"No Leona, esto era diferente."

"¿Por qué no me esperaste Diana?"

"¿De verdad quieres saber por qué?" - preguntó algo molesta.

"¡Sí! ¡Quiero saber de una vez por qué no pudiste esperarme!" - exigió, dejando su posición de relajo para mirar a Diana fijamente.

"¡Porque si hubieses ido conmigo te habrían matado! -Contestó, con lágrimas de rabia en sus ojos - Te habrían ejecutado frente a mí, por creerle a la traidora te habrían tratado como traidora a ti también. Por apoyarme, por ayudarme a encontrar el templo, por creer que también hay poder en la luna, por saber que hay poder en la luna, por defenderme, por ser mi amiga, por querer protegerme... De una u otra manera habrías muerto frente a mí, por castigo o en mi defensa... yo sabía que tú serías capaz de defenderme hasta las últimas consecuencias, yo sabía que si algo realmente malo pasaba, que si mi vida corría peligro, tú serías la única persona capaz de sacrificarse por mí... No te esperé porque quise protegerte..."

"Diana..."

"Fue la única vez que me sentí capaz de ser yo quien te protegiera, y lo hice. Si algo te hubiese pasado por mi culpa... No habría sido capaz de luchar por mi vida más tarde... fue la primera vez que sentí que podía hacer algo por ti... siempre eras tú la que trataba de salvarme de los castigos, la que me defendía cuando los ancianos me trataban mal, la que me defendía cuando comenzaron a tratarme de hereje sólo porque me gustaba mirar la luna en las noches... - suspira -Sabía que la herejía se condenaba con la muerte y sabía que si estabas conmigo ese día, apoyándome, te acusarían de herejía a ti también... no podía permitir que te mataran por mi culpa, fuiste la única persona a la que realmente amé... - la expresión de Leona era de impacto - y no podía permitir que te condenaran a muerte junto conmigo sólo por querer ayudarme..." -confesó finalmente, mirando el pasto del patio.

"Diana-"

"No tienes que decir nada en especial. - Interrumpió la Lunari - solo respóndeme. ¿Me odias?" - le preguntó, mirándola a los ojos.

Leona observó los ojos plateados de Diana, con lágrimas en ellos, una mirada dulce y a la vez asustada. La Solari analizó por un momento cómo se sentía, acto que Diana entendió y esperó paciente una respuesta. Cuando la Solari se sintió segura de cómo se sentía, respondió:

"No. No te odio..." - contestó, acariciando el rostro de Diana para secar una lágrima que corría por su mejilla. Diana cerró los ojos ante el contacto y ante la respuesta. Suspiró aliviada al saber la verdad.

"¿Y tú? ¿Me odias por ser tan ciega como ellos?" -preguntó la Solari, con algo de temor a escuchar la respuesta.

"No Leona - contestó mirándola a los ojos - yo no te odio..." - agregó con sinceridad.

Fue el turno de Leona de suspirar aliviada. Un silencio incómodo las acompañó durante unos segundos, luego, la duda atacó a Leona de una manera tan grande que no pudo evitar hacer la pregunta.

"Di... ¿por qué me besaste en el baño?" - preguntó, mirando el cielo nublado.

"ja... - media sonrisa - la verdad no sé... fue un impulso... quizás fue el vodka" - finalizó bromeando.

"¿En serio? - Preguntó incrédula - ¿Efectos del vodka? ¿Y qué pasa si te emborrachas y estoy cerca? ¿Me acosarás?" - preguntó después, con un leve flirteo en la última pregunta.

"Tal vez..." - contestó, flirteando devuelta, algo raro en Diana.

"¿Por qué me besaste tú?" - preguntó Diana con curiosidad, también mirando las nubes.

"porque quería besarte... - contestó sin pudor - quería volver a sentir tus labios" - agregó después, mirando a Diana a los ojos.

"¿Por qué?..." - preguntó Diana, perdida en los ojos de Leona.

"Ja... - se ríe avergonzada bajando la mirada - Debo confesarte algo - agrega sonriendo - cuando éramos amigas... me gustabas..."

"¿QUE?" - pregunta impresionada.

"Eso. Me gustabas. Para ser precisa, creo que me enamoré de ti..."

"¿En serio?" - pregunta algo incrédula.

"No tengo razón para mentirte con algo así."

"wow."

"¿De verdad fui la única persona que realmente amaste?" - preguntó Leona, recordando las palabras de Diana.

"Sí." - contestó ella, con las mejillas sonrojadas.

"¿Por qué no me dijiste nada?"

"Eras la elegida del sol, yo era la chica que siempre estaba castigada y la que todos veían como futura traidora. Honestamente, no tenía esperanzas contigo, con ser tu amiga era suficiente. ¿Por qué no me dijiste nada tú?"

"Te vi romperle el corazón a un chico sin piedad alguna, no quería que eso me pasara a mí."

"Yo jamás te habría roto el corazón así."

"¿Y yo como iba a saber?"

Silencio...

"Hm... ¿y ahora?"

"Ahora ¿qué?" - preguntó Leona.

"¿Sientes algo por mí ahora?" - preguntó tímidamente Diana.

"En este preciso instante... - dijo Leona mirando los labios de Diana - Sí..."

"¿Q-Qué sientes?" - preguntó con más timidez que antes.

"Que quiero besarte de nuevo" - contestó sin quitar sus ojos de los labios de Diana.

"Eres más directa de lo que recuerdo..." - comentó sonrojada.

"Y tú estás más tierna y tímida que antes..." - finalizó Leona.

La Solari se acercó a Diana lentamente y la besó en la mejilla, con una ternura que Diana jamás había sentido antes. La Lunari cerró los ojos ante el contacto. Leona le dio pequeños besitos en la mejilla a Diana, cada beso acortaba la distancia hacia su boca, hasta que finalmente llegó a ella, fue un beso pequeño pero lleno de ternura. Ambas sabían que las cosas cambiarían entre ellas a partir de ahora, no sabían exactamente cómo, pero sabían que serían distintas.

"Creo que... - dijo Diana - debemos ir despacio" -finalizó Leona.

Otro silencio extraño...

"Así que... - comenzó Leona - ¿Me dejarás escucharte cantar algún día?" - preguntó finalmente.

"Hm... - pensativa. Luego sonríe - Tal vez..."

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