↳◜OO5| Impostora
—No podemos seguir esperando, ellos podrían atacar en cualquier momento
—Pero esperar sería lo más sabio, ya que todavía no tenemos toda la información, hay que ser ...
━━ ♡ ━━━━━
—...mas pacientes (Italiano)
Humo rosa rodea la sala, cuando estaba hace unos momentos hablando tranquilamente con G, ahora escuchaba varios gritos de pánico y así hasta que pudo ver a través del humo.
—¿Y esto?
—Hiiii trajimos a primo ¡Estamos condenados!— un moreno se cubría con su mechones al ver a su antesesor salir luego de que la bazuca descompuesta fuera disparada
—¿Japonés?...creo que recuerdo un poco— mirando al castaño confundido, hace memoria y luego habla con fluidez japonés, uno que no había practicado hace tiempo pero le sirve— Note algo mientras hablaban ¿Cómo es que estás usando los anillos? ¿Significa que eres un descendiente?
Los guardianes de Tsuna y él mismo levantan sus cabezas al comprender el idioma y ya no escuchar Italiano, luego se sorprende al ser él a quien le habla específicamente.
—S-si bueno...algo asi— responde nervioso—
—Por lo que veo eres del décimo... — hace silencio y el moreno piensa que hay una especie de tono enojado en Giotto, pero en cambio recibe una cálida mano sobre su cabeza— ¿No es encantador?— dice en medio de una sonrisa— Hasta donde ha llegado Vongola, eso me da esperanza, supongo — se encogió de hombros .
Luego, para estar más cómodo, se sienta en el sillón próximo a él, frente al moreno que está de rodillas como si pidiera disculpas, aunque ya estaba en esa posición antes de que fuera disparado.
—Entonces ¿Dónde estoy? ¿Futuro?
—Si, algo así, la bazuca averiada te trajo aquí y no sabemos por cuánto tiempo te vas a quedar— explica brevemente el moreno cuando reconoce que aparentemente Giotto no se ve intimidante a comparación de los relatos contados por Nono o Reborn
—¿Una bazuca? Así que a ese tipo de tecnología se ha llegado— parece contento al mirar al rededor— Bueno, supongo que solo me queda esperar, no tengo porque impacientarme— termina estirándose
—Hmm Primo ¿No van a necesitarte allá?— pregunta el décimo preocupado
—Probablemente, pero G es más que capaz— suelta una risita relajándose por primera vez al pensar en esos momentos como vacaciones improvisadas— Pero por favor, llámame Giotto, no soy tan grande como para ser llamado "Primo"
—Oh... B-bueno, yo me llamo Tsunayoshi, Tsuna está bien — ante la sonrisa amable del rubio, él también le sonríe
—Buen nombre— acaricia nuevamente su cabeza— Y Veo que tienes a tus guardianes ¿Cuáles son sus nombres? ¿El de aquel chico que se parece a G?— señala con diversión en su rostro, dejando que la curiosidad lo consuma
Y todos los guardianes de Tsuna estaban ahí porque Reborn los había reunido para alguna información, solo que se había tardado en venir y como resultado de su no supervisión, resultó ese desastre, pero ya que todos disfrutaron de ver cómo su joven jefe tenía una charla agradable con el primer Vongola, bueno, no quisieron interferir hasta ahora .
—Me llamo Hayato Gokudera, soy la tempesta del décimo — dice con orgullo el peli-plata
—Soy Yamamoto Takeshi, soy su guardián de la lluvia— afirma el azabache sonriendo
Ante eso, parece que los demás muy a su pesar, también deben presentarse.
—¡Sasagawa Riohey! Guardián del Sol — grita con sus puños al aire, lo que a la nube le molesta y lo golpea con sus tonfas, luego se presenta
—Hibari Kyoya, Guardián de la Nube
Giotto los reconoce, divertido de que sean tan similares a los suyos, pero trata de que no sea vean en su rostro.
—Kufufufu Tan simple, alondra— se burla del azabache y luego se presenta — Rokudo Mukuro y Chrome Dokuro, nieblas gemelas
Ahora, eso sí fue una sorpresa, pensar que su "pequeño yo" tuviera dos guardianes de niebla, él solo tenía a Daemon y le traía problemas, no quería imaginar cómo era con dos, pero le pareció encantador de igual manera.
—Y el Guardian del rayo no está, pero es Lambo Bovino, un niño de ...5 años— admite con vergüenza el castaño, ahora Giotto lo vuelve a mirar— Salió con mamá, no está aquí porque mi tutor no lo necesitaba ahora—y aún sin Lambo presente no entiendo cómo nos metemos en este lío
—Entiendo, no debe ser fácil tener a un niño de 5 años como uno de tus Guardianes, si fuera por mi te diría que lo mantuvieras lejos de Vongola, pero ya que tienes a tus elementos,no hay porque negarle—
Las palabras suenan de alguna manera confortante, Giotto parece más accesible de lo que Tsuna podría imaginar y sinceramente, ahora, le gustaría que se quedara.
—Entonces Giotto ¿Cuántos años tienes?— el moreno está curioso, pues ciertamente el rubio se ve joven a comparación de la edad que se ve en las pinturas.
—Hmm talvez este cerca de los 22, no estoy seguro, no acostumbro celebrarlo
—¡Oh! Y ...ya que aparentemente estarás atrapado en el futuro, hmm...t-te gustaria...— el castaño duda de que su petición pueda sonar muy infantil o absurda para el rubio. Pero la expresión que tiene, no luce como si fuera a negarse — Q-quiero decir...¡¿Podemos adoptarte?!
Eso, eso fue raro hasta para su familia presente, pero Giotto escucho y luego río levemente, el pequeño décimo si que era tierno.
—De acuerdo por qué no— tararea sosteniendo todavía ese porte elegante
—Dame-Tsuna no puede ir por ahí adoptando a tus antecesores— regaña Reborn entrando en la sala luego de escuchar a escondidas la petición absurda de su alumno
—Pero ...¡Siempre quice tener un hermano mayor!— admite con timidez.
Cuando nadie lo espera, Giotto suelta una risa sonora, que pareció iluminar la habitación, al momento que acaricia nuevamente la cabellera castaña.
—Umm ¿E-esta mal?— mira preocupado de ser rechazada si petición
—Para nada, solo pensé que eres adorable, Tsuna— por primera vez lo llama y siente ese cariño transmitido
—¡Gracias, Giotto - Nii!
Si Primo no fuera líder de una futura mafia, él adoraría tener una familia, pero no tienen tiempo para ello y tiene dudas al respecto de ponerlos en peligro. Así que, tener a su futuro sucesor eligiendolo a él como hermano mayor, pues fue un buen cambio para su vida estricta que llevaba.
La reunión que se iba a tener con la familia de Tsuna finalmente se pospuso, porque simplemente no podían cortar la agradable charla que tenían entre ambos chicos, Giotto tomando de buena forma su papel de hermano y disfrutando de la pequeña farsa hasta que pasará el efecto de la bazuca. Sus Guardianes pudieron ver de primera mano y experimentar los celos, al ver a su cielo llevarse tan bien con Giotto, verse tan unidos y tan felices, como si realmente fueran hermanos.
Incluso información que a su tutor y sus amigos les costaba sacar del moreno, ahora le contaba al rubio sin que él le hubiera preguntado, casi como si hubiera confiado más en su antepasado que en ellos mismos. No sabían cómo sentirse, pero dado que ellos seguían ahí en las habitaciones cercanas, todavía oían la plática. Aunque Hibari subió a dormir en una habitación de invitados, la única condición del bebé fue que se quedará cerca, así que eso estaba haciendo. Mukuro se quedó para él solo el sillón de tres piezas, durmiendo sin importarle el espacio. Gokudera, Yamamoto, Chrome y Riohey en el comedor jugando Monopoly ( Ryohei está en quiebra). Eso dejaba en la sala a los "hermanos" en compañía de Reborn.
El último, siendo aquel que se había ido a Italia la última vez, dejando a los guardianes a cargo de cuidar a Tsuna; luego de que se enteró que fue víctima de un secuestro cuando era niño y Nana nunca hizo nada e Iemitsu nunca se enteró, pues ocupaba una charla sería con Nono respecto al pasado de su estudiante. Cabe aclarar que él no estaba enterado de todos esos eventos cuando fue llamado a ser su tutor, Reborn solo llego sabiendo que Tsunayoshi era malo en la escuela y tenía que hacerlo un digno jefe. Pero ahora lo sabía, la presión que le metió para resultar ser un buen estudiante, cuando ni siquiera sabía en primer lugar porque lo era, y tontamente supuso que era por ser torpe, sin embargo ahora, podría especular que las malas calificaciones se le atribuían desde esas malas experiencias vividas y su mente disociando en medio de las clases, para protegerlo pero como consecuencias no prestando atención a la información importante.
Ver a su estudiante tan relajado a lado de su antecesor, era tranquilizador en cierta manera, quizás en el chico (todavía no podía creer que tenga 22) lograría develar más secretos de Tsuna, que si bien, los a compartido poco a poco, no le gusta bajo que condiciones los ha hecho. Siempre sucede cuando una situación familiar en el presente se lo recuerda.
—En ese futuro en el que termine varado, me pude quedar con mi caja arma, ¡Era un animal! ¿Quieres verla? — explico brevemente el castaño, olvidando la formalidad y Giotto ignorando la información de "varado en el futuro"
—¿Caja arma? Suena interesante — le sonríe en respuesta, interesado por ese entusiasmo.
—Si, se abren cuando con ayuda del anillo alimentas con llamas a la caja para abrirla— habla al momento de expulsar un poco de sus llamas e invocar con éxito a Natsu
Giotto estuvo encantado cuando su hermano menor mostró esas llamas del cielo tan puras y hermosas, también cuando de un pequeño anillo salió la adorable mascotita. Su primer pensamiento fue: "Se parece a Tsuna"
—Entonces, ¿Tienen un nombre?— pregunta al acariciar al animalito cuando el moreno lo carga cerca de él
—Sii, lo llame Natsu. En realidad al principio fue un problema para controlarlo, pero finalmente logré que fuera dócil— el rubio no entendía ¿Cómo es que una mascota alimentada con las llamas de la última voluntad podía ser un peligro?
Entonces Giotto pregunto cómo fue posible la creación y uso de dichas "cajas armas" y porque su Leoncito al principio le fue difícil, Tsuna le contó encantado, por supuesto, solo a superficie y fue un poco ayudado en las descripciones por Reborn. A lo que cada vez que corregía o le agregaba a su alumno palabras, él se sonrojaba de la vergüenza, pero estaba bien, era refrescante que el joven Vongola fuera tan abierto con sus emociones, disfrutando verdaderamente de la vista.
—Lo manejaste bien, como un mini jefe — halaga Giotto cuando Tsuna termino la explicación de como y porque fue al futuro y vivió todo lo que vivió. Mientras pasa su mano sobre esos mechones marrones suaves, a propósito para seguir mirando la expresión avergonzada del joven.
—G-gracias, hermano— dice dulcemente con voz bajita, no acostumbrado a los elogios.
Algo brillo en los ojos del arcobaleno expectante, algo que había estado observando del viajero del tiempo era que era bueno controlando sus emociones, pero como todo, debía de haber un detonante para salir de ese papel. Reborn pensó, todavía la bazuca estaba un poco descompuesta ¿Verdad? No podría hacer daño.
—Entonces la bazuca que me trajo aquí, lo normal es que te intercambiarán con tu yo futuro por 5 min— dice pensativo el rubio, quién sigue sentado a su lado con Natsu en su regazo
—Si, lo lamento ¡Pero cuando está descompuesta procuramos no usarla para cosas malas!— el rubio está escuchando y estaba a punto de tranquilizar al chico de que de nuevo no se preocupara por haberlo traido aquí.
Sin embargo cuando extendio su mano hacia los cabellos marrones para tocarlos, un humo rosa rodeo al niño y él se quedó quieto expectante. Los guardianes en la cocina vinieron deprisa para registrar que era lo que sucedia por el ruido de la bazuca disparada.
Contemplaron entonces a un ser pequeño e inocente sentado sobre el sofá, justo a lado de un Leoncito confundido. Frente al bebé castaño, el chico más alto, el que hasta hace unos momentos parecía el más inexpresivo, ahora veía con encantó al niño, ahogando su grito de emoción entre sus manos. Ante Giotto estaba la versión más pequeña de su "hermano ", precisamente hablando, Reborn disparo a Tsuna y trajo por un breve tiempo a la versión de 4 años de sus alumno. Ojitos miel abiertos en asombró y luego retrocediendo un poco cuando vio mucha gente rodearlo.
Giotto no había salido del shock de ver ahí a un bebé, más precisamente, al más tierno. Ahora era innegable, su predecesor era el más lindo, incluso desde que era un bebé.
—¿Tsuna?— llama Primo, solo para confirmar que no es un sueño y la bazuca funciona
El niño responde a su nombre y mira al joven rubio a su lado, lo miraba raro, pero no se veía que le fuera a hacer daño.
—¡Si! ¡Ese es mi nombre! Aunque mamá me llama Tsu-kun— responde cuando más chicos están a su alrededor y parece que lo conocen, lo miran, pero no le da miedo.
Giotto ahora recuerda, los efectos de esa bazuca no duran mucho, así que tenía que aprovechar que tiene a Tsu-kun a su lado y cargar al niño, como nunca antes ha tenido el privilegio. Tan metido en una organización peligrosa, ni siquiera se ha puesto a pensar en un futuro tener una familia. Para los guardianes, les da otro tanto de celos cuando el rubio cargo al pequeño Tsuna y lo miró como si fuera lo más preciado.
—Onii-san, tienes ojos bonitos— observa el castaño — ¿Eres extranjero? ¿Hablas otro idioma?— la curiosidad le era insaciable y no paraba de preguntar, el pobre Giotto se veía enternecido
— Se podía decir — responde en una sonrisa. Pronto Tsuna se distrae y ve en sofá al pequeño Leoncito que lo está mirando
—¡Whoaa! ¿¡Y eso?! ¡Es muy bonito! ¡Se parece a mi peluche, pero este se mueve!— se retuerce en los brazos para que Giotto lo suelte y lo deje mirar a la mascota más de cerca.
—De hecho, es tuyo— comenta el oji-azul
—¿En serio? Whoaa me gusta mucho — dice balanceando al felino mientras lo carga solo de la parte de arriba. Natsu no se queja, sigue confundido con su dueño como para hacerlo. Finalmente baja al Leoncito y se sienta junto con el. Lo mira — Entonces debes ser... ¡Natsu! ¿Verdad?
Natsu en respuesta gruño con su típico "¡Gao!"
La familia estaba sorprendida de que el Tsuna pequeño supiera el nombre de su caja arma, o más bien, sorprendidos de que tanto presente como pasado, el moreno a tenido presente siempre ese nombre y solo cuando el pequeño castaño vuelve a hablar, es que lo entiende.
—Si eres Natsu, lo sabía jejeje. Siempre pensé que si tuviera un gatito, lo llamaría asi— aunque no era tal cual un gato— Lástima que mamá no quiere, no me cree cuando le digo que me gustaría tenerlo para darme compañía al momento de dormir — sigue hablando con un pequeño puchero — ¡Pero está bien ahora, tengo a un peluche y eso me ayuda a dormir!
—¿Tsu-kun, que quieres decir con que no puedes d– el humo rosa envolvió al niño y trajo de regreso al adolescente, con Natsu en su regazo y él con un frasco de pastillas, pero no se dieron cuenta
—Oh... El efecto paso rápido. Es bueno estar en casa— sonríe al ver la sala familiar, aunque sus ojos no dicen eso.
—Ah ¡Me alegra que sigas aquí Giotto-nii! Me había preocupado de que regresaras antes de que regresará— abraza la cintura del rubio aliviado, sin vergüenza.
Ahora entendía el sentimiento de sentirse desconcertado por todo ese movimiento ocasionado por una pequeña herramienta.
—Tsuna ¿Que tienes en las manos?— el moreno acariciaba distraídamente a su caja arma, imaginando que la pregunta vienen por el frasco de pastillas que se ha traído de su viaje.
Y podría responder, pero es complicado hasta para él, frustrante, por no decirlo, y es que el frasco eran de pastillas para dormir que tomaba cuando era niño. Mentira, su madre se los hacía tomar y el nunca lo supo hasta relativamente poco, meses antes de conocer a Reborn cuando su peluche de león fue regalado a quien sabe quién.
Cuando la bazuca fue apuntada a él y apareció en la habitación de su pequeño yo, empezó a explorar con nostalgia, recordando que algunas cosas cambiaron, pronto recordó que a esa edad su madre debería empezar a medicarlo sin concientizar y el frasco debería estar en su cuarto en algún lugar alto donde su yo de 4 años no las viera.
Encontró el frasco, lo mira con recelo e irá, lo guarda sin dudarlo un minuto más y luego se queda ahí para no hacer alboroto si es que alguien lo veía. Miro a su Leoncito de peluche sobre su cama, lo miro con tristeza, recordando que él pensaba que ese Leoncito le ayudaba a dormir y no era efecto de ninguna pastilla, pensó que ese Leoncito era mágico por ayudarlo con su miedo a dormir en la oscuridad. Abrazando a ese peluche, era capaz de dormir sin preocuparse por la oscuridad de la habitación y por mucho tiempo siguió pensando que era verdad.
Saliendo de su trance, metió las pastillas de nuevo a su bolsillo del pantalón y le sonrió al Rubio.
—Giotto-nii ¿No tienes hambre? Es un poco tarde y deberíamos comer antes de que el sol se ponga
Esas palabras, todos las conocían, era su cielo pidiendo primero un momento de paz en familia, antes de soltar una bomba mas de sus problemas. El único inconveniente, era que si Giotto lograría captar ese código y no insistirle al joven. Afortunadamente para todos ellos, el rubio le sonrió con ternura, acarició su cabello y le asintió.
—De acuerdo, no puedo negarme a nada que me pida mi hermanito ¿Verdad?— suspira al momento de desabrochar algunos botones de su camisa, los de los puños y doblar hacia arriba las mangas de la camisa para no ensuciarse— ¿Porque no cocino yo? Alaude me ha dicho que cocino bien, así que supongo que le creere— se encoge de hombros y avanza a la cocina
Tsuna se emociona por el gesto y sigue a su hermano adoptado detrás, ayudándole con la orientación de las cosas y dándole el nombre de especias y para que servían, de ese modo Giotto pudo avanzar más fluidamente en la cocina haciendo su labor. La cocina pronto olía muy rico, una mezcla de olores que a Reborn, originario de Italia, le traía recuerdos. Al parecer, Primo si era bueno en la cocina, ociosamente se preguntaba si su alumno sería igual de bueno si se le enseñaba.
Pronto las preparaciones terminaron, la mesa se colocó con ayuda de los otros Guardianes, exceptuando por Mukuro quién se levantó por el olor de comida y Hibari, quién bajo solo para sentarse lejos de la mesa, en el mostrador de la cocina.
Tsuna estaba sentado a lado de Giotto, alabando su buen sazón y preguntándole dónde aprendió a cocinar, a lo que su hermano solo respondió que las habilidades las obtuvo practicando cocinando solo para él. Todos quedaron asombrados escuchando otras recetas que Giotto conocía y sabía preparar unos difíciles, según confirmado por el arcobaleno.
La puerta de la entrada se escuchó, Nana regresaba a casa luego de ir a beber café con unas amigas y volvió acompañada de Bianchi y Fuuta, quién los encontró en el camino. Ella se escuchaba animada, la misma sonrisa de siempre; por ese momento todos entraron en un pequeño pánico por saber cómo le explicarían la aparición de Giotto en casa y tratar de explicarle porque se parecía a su hijo (por supuesto,todos excepto Reborn, esperando contento el escándalo), pero su jefe se veían calmado.
—Mamá, bienvenida de regreso— él saludo cuando empezó a recoger la mesa.
—Oh, que bueno que comieron, me preocupaba que tuvieras hambre, cariño— sus ojos iban de un lado al otro siguiendo a los amigos de Tsuna que también recogían la mesa.
—Esta bien, mamá, Giotto-nii cocino para nosotros — no extrañado por el llamamiento, se levantó de su lugar y se presento frente a la dama, así ella reconoció de quién hablaba
—¿Giotto-kun?— él asiente— Ya veo, gracias por eso— le sonrió cálidamente sin ver la necesidad de preguntar por qué su hijo se refería a él como hermano, ni preguntar porque se parecía a su hijo solo que rubio. No preguntaría nada, como siempre, no le importaba— ¿Dormirá contigo, Tsu-kun?
La normalidad con la que la mujer trataba las cosas no era extraño, pero últimamente a la familia de Tsuna le molestaba mucho pues conocían todos los problemas a los que llevo al niño.
—Si mamá, no quiero separarme de mi hermano — sonríe sombriamente, pero como esperaba, ella no responde. Giotto se sorprende porque el moreno se aferra a su brazo, pero puede sentir que el Chico está molesto
—De acuerdo Tsu-kun — le sonríe tontamente
La mesa está recogida, todos están ahí sintiendo la tensión unilateral del niño porque su madre simplemente sigue actuando normal.
—Entonces iremos a mi cuarto a jugar un rato mamá—deja el frasco "descuidadamente" sobre la mesa y da media vuelta. Sin pedir explicaciones, su familia lo sigue a las habitaciones de arriba.
◜❁◝
Después de la primera vez que se quedaron a dormir, en aquella dónde dónde fue obligado a contar su miedo a los ponis, él había arreglado con Nana de que cambiará su cuarto a la habitación de invitados, que por extraño que sonara, era más grande que la normal; ella estuvo de acuerdo ya que veía más amenudo a los chicos visitar a su hijo, no es que le pareciera extraño y tampoco iba a preguntar, asi que con un poco de ayuda, ellos lograron pasar las pertenencias del moreno al cuarto más amplio y de ese modo las siguientes veces que tuvieron reuniones se acomodaban mejor ahí.
Todo el cuarto se adaptaba para su familia quien estaba más al pendiente de él y le agradaba, incluso el balcón se acomoda a sus necesidades porque era ocupado por Hibari quién a pesar de odiar las multitudes estaba ahí.
Mukuro en un sofá de la esquina y los demás esparcidos sobre la cama, Chrome en la mesa del centro junto con Tsuna y Giotto, Reborn a su lado.
—Perdon, Giotto-nii, si quieres puedo preparar la habitación de invitados— hablo el moreno luego de que todos se ubicaron, mientras esperaban al té que prometió su madre que traería
—Eres más que bienvenido, Tsuna— le tranquiliza el rubio— Dormir acompañado siempre ayuda ¿Verdad?— los ojos miel del menor le respondieron con un gracias.
—Entonces Reborn ¿Que ibas a decir para reunirnos a todos?— cambia de tema mirando al bebé arcobaleno
—Yo también soy curioso— ve las miradas divertidas de los demás — Quiero decir, yo mismo no reúno a todos mis guardianes porque sí, lo hago cuando diré algo importante
Reborn asiente ante la obviedad y baja su fedora para comenzar.
—Sabes que me fui a Italia para hablar con Nono— el moreno asiente— Los mismo informes sobre ti
—Ah...
—También hablamos sobre Nana y Iemitsu
—Oh...
No era una sorpresa, sabían que tarde o temprano el arcobaleno, ancariñado con el niño, haria su movida.
—Decidimos que cuando termines la escuela vendrás a Italia, tanto tu padre como tú madre dejarán de tener tu custodia — sentencia firmemente su tutor, que luego espera la respuesta.
—Eso es muy extremo ¿No crees? No quiero entrometerme pero ¿Acaso lo que le hicieron a Tsuna fue tanto como para llegar a esa conclusión?— uno de sus guardianes iba a responder cuando el mismo moreno intervino.
Tocó el hombro de su hermano mayor para que lo mira y así lo viera negar con la cabeza.
—En realidad, para mí está bien, Giotto-nii tu mismo lo viste allá abajo ¿No? Todo lo que le digo a mamá a ella no le llega, las palabras, los gestos...Ella ni siquiera pregunto quién eras tú y porque te llamé mi hermano, simplemente lo aceptó. Todavía cree en las mentiras sobre que papá trabaja en el extranjero extrayendo petróleo cuando en realidad trabaja en la mafia— el chico suspira recordando ese fiasco— Y siempre a sido así, indiferente, inconciente de todo...incluso indiferente a mi
La mano grande de Primo se fija en el sedoso cabello marrón de su hermanito, parece que va a romperse en algún momento y no puede creer que aunque parece que le han pasado miles de cosas, sus llamas del cielo sigan siendo tan puras.
—Entiendo, no tienes que seguir si no quieres...
—Jaja bueno...solo quiero decir ¿Alguien noto su expresión cuando deje el frasco de pastillas abajo?
—Se sorprendió de verlo, asustada más bien de que tú lo tuvieras en tus manos— habla Mukuro con sus piernas cruzadas sobre el sofá y su jefe asiente— ¿Que eran esas pastillas? Por cierto
Tsuna tarareo — Hmm que sera, quizás algún niño no podía dormir en la oscuridad, quién sabe— se encoge de hombros
◜❁◝
La noche se hizo y los chicos se fueron a casa, uno que otro decepcionado pero quería dejar a su cielo con Giotto antes de que probablemente para mañana el efecto de la bazuca desaparezca.
Así que ambos jóvenes durmieron en la misma cama sin incomodidades, encontraron que a apesar del espacio reducido, al abrazar a su hermanito eso se solucionaba. Y por supuesto descansaron, no sin antes platicar más de cosas que solo ellos dos, como jefes (o futuro jefe en caso de Tsunayoshi) comprenderían. Giotto le habló de su familia, de que la apreciaba y dependía mucho de ella, recordó también que sus padres biológicos murieron muy jóvenes por algún ataque terrorista y que esa fue una de las razones por las que fundó Vongola.
Luego fue el turno de Tsuna, él le dijo cómo es que se enteró de que iba a ser jefe de una mafia y todo lo divertido que fue después de saberlo y admitir que, su vida no sería normal después de la noticia.
Le platico de sus temores acerca del futuro, de que talvez fallaría en dar una orden, pero Giotto, su hermano de ese momento, le tranquilizo con una sonrisa y le alentaba con esa seriedad que le llegaba a caracterizar, asegurándole al menor que todos esos miedos eran infundados cuando tenía a una familia que lo escuchaba.
—A ellos les importas, lo sé, lo vi en sus rostros— le comenta mientras miran al techo de la habitación sumida en oscuridad— No se que pasó pero sé, esa preocupación y unidad que muestran, es genuina. Conseguiste una buena familia
—Gracias, se cuán confiables son, me han dado la suficiente bienvenida — responde recordando cosas cálidas, incluso sus guardianes normalmente más apartados, siempre participaron activamente o escucharon en silencio sin juzgarlo, sin mirarlo raro.
Giotto escucha de pronto el silencio en el chico pero no puede saber si se esta quedado dormido, hasta que escucha una risita amarga salir de él.
—Tsuna— Si, Giotto-nii— Me iré mañana ¿Lo sabes?— acaricia con cariño los mechones marrones —Lo se, me lo dice mi intuición — responde el soltando una risita
—Entonces, si no te molesta, ¿Quieres hablar de lo que paso hoy? No sería un buen hermano si no fuera entrometido ¿No crees?— dice con diversión en su voz
—Tienes un punto ahí —rie y suspira— Entonces te diré, después de reconocer ciertos miedos hacia mi familia, cada uno de ellos se involucraba a mi madre como una de las ...culpables
—¿Que quieres decir? ¿Provocó...
—No, ella fue la culpable de que mis miedos se incrementaran o permanecieran — responde en un suspiro— Las pastillas para dormir, ella no debería dárselos a un niño, menos si ese niño es su propio hijo— su tono de voz es cada vez más tenso, Giotto luego siente como Tsuna toma su blusa de la pijama en un puño — Ella sabía que no podía dormir en la oscuridad y en lugar de darme palabras reconfortantes me dio las pastillas sin que lo supiera, simplemente evadió el problema como todos los demás— despotrico el moreno con enfado en su voz— Nana ese ese tipo de madre, por eso, ahora lo se, no le importo, ella ni siquiera estaba preparada para tenerme, ella solo ama a Iemitsu y nada más fuera de él le importa
Suaves mechones marrones pasan por sus dedos, en un intento de calmar al chico bajo su mano, Giotto trata de procesar la verdad a la que llego su joven heredero.
—¿Cómo puedes saber eso con certeza? Ella te tuvo a ti y hasta ahora, si no te quisiera como hijo, te hubiera abandonado en alguna institución ¿No?— la cabeza pegada a su pecho se movió en negación.
—Cuando fui al pasado en ese corto tiempo, a parte de las pastillas para dormir, encontré pastillas anticonceptivas— a saber, quizás el rubio no sabría el concepto, así que lo explico brevemente con el dolor de su corazón a tope—Son pastillas para abortar o evitar que el niño nazca y respecto a abandonarme...ella no lo haría, demasiado molesto y, de todas maneras tengo mis teorías
Masajeando su espalda en círculos, es como sintió que el cuerpo de su pequeño "hermano" dejaba de tensarse y su tono feroz era menos, aún así, oír lo que él moreno pensaba de su propia madre sin titubear, era espantoso, pensar que logro llegar a esa conclusión después de todo lo que le ha tocado vivir. Después escucho de su boca el detalle de cada uno de los miedos del niño, sus causas y lo que aún lleva del trauma; por supuesto, casi estalla en furia, imagino que los guardianes del niño sintieron lo mismo o peor cuando lo supieron,pero recordó que ya era de noche y a pesar del relato el niño seguía sin poder dormir, como si contar eso no lo hubiera tranquilizado para nada.
—Ojala fuera tu hermano verdadero, podría haberte protegido de todo eso— después de un silencio pudo encontrar las palabras adecuadas —Pero al oír tu historia, me alegro la decisión que estás tomando por tu cuenta, para tu bienestar y lo entiendo, Tsuna, odiaría el hecho de que aún sabiendo las cosas te mantuvieras en el mismo lugar y me alegro de que tu familia esté en esto, son buenos chicos como los míos— finalizó con una risita y pronto se dio cuenta, la respiración del moreno era más queda, se había dormido mientras él hablaba. Oh bueno, estaba seguro que sus palabras llegaron de algún modo.
Al final, Giotto regreso a su tiempo y diría que con un sentimiento amargo, pero las últimas palabras de su heredero, de su "hermanito" fueron las suficientes para convencerlo de que el niño estaba en buenas manos y que el carácter en él era lo suficientemente fuerte para ello.
◜❁◝
Cuando despertó, sabía que Giotto no estaría, pero las palabras de ayer le dieron el suficiente valor para finalmente enfrentar a su madre y esperaba que las conjeturas que ayer hizo fueran mentira.
Bajando las escaleras se encontró con Nana apenas entrando en la cocina, lista para hacer el desayuno del día.
—Buenos días, mamá — saluda él, entrando también en la cocina y sacando del refri la caja de leche y de la alacena pan para prepararse un sándwich.
La morena ve al chico avanzando sin detenerse, siendo extraño que él empiece a prepararse solo su desayuno. Así que encogiéndose de hombros, Nana hizo solo el suyo.
—¿Dormiste bien, Tsu-kun?— pregunta con dulzura en su voz, el niño asiente.
El rápido desayuno se prepara. Sentados frente a frente, el décimo Vongola empieza a comer el sándwich que preparo por si solo y su vaso de leche, mientras la dama toma té y en su plato una combinación de huevo con más ingredientes.
—Me iré a vivir a Italia para siempre — suelta él de forma natural, alzando la mirada a Nana, quién está sorprendida y parece que quiere decir algo, pero él continúa —. Así Iemitsu y tú podrán quedarse aquí y disfrutar de tiempo juntos
De pronto a sus ojos Tsuna ya no era su hijo de 14 años, asustadizo y tímido por todo, ahora parecía que le hablaba como un extraño.
—¿Que quieres decir, Tsu-kun? ¿Para siempre? Cómo puedes...— y ella todavía no sabe cómo ordenar todas las preguntas que quiere hacer— ¿Vas a dejar a mamá aquí sola?
—Claro que no, ya lo dije, estaras con Iemitsu y yo me iré cuando termine la escuela, con mis amigos, mi /familia/— enfatiza él, solo para ver como reaccionaria ella ante eso, porque el se refería a sus guardianes y Reborn
—Tsuna, somos tu familia, soy tu madre— declara Nana con severidad en su rostro, dejando de comer solo para responder— Iemitsu es tu padre también, nos importas y no queremos que te vayas
—Oh ¿Les importo?— su voz sonó tensa, él mismo dejo su plato a un lado para lanzar lo siguiente llegando al tema que quería abordar con ella— Mamá ¿Viste el frasco de pastillas que deje anoche?
Cuando la mirada de la mujer retrocede y se estremece, sabe que ella va a mentir, porque él hace lo mismo cuando quiere hacerlo.
—¿Q-que pastillas? ¿Las que eran para adormir? Esas son mias, Tsu-kun ¿Porque las tenías?— responde, tratando de mantener la fachada.
—¿Tuyas? Es que como las vi en mi habitación, yo creí que eran mías—
—No. Son mías— afirmó con dureza, tratando de convencerse que Tsuna no lo sabe, que no debe saberlo.
Pero es tarde y, aún si esas pastillas no hubieran sido encontradas en su cuarto de su yo menor, la misma plática se estaría llevando acabo.
—Mamá tu...— el apetito se le ha ido, el desayuno que se preparó individualmente ya no se ve apetitoso y ahora solo quiere correr, pero otra parte de él quiere saber la verdad de su nacimiento —. Soy tu hijo ¿Verdad?
—Por supuesto...Tsuna— hay vacilación en su respuesta
—¿Me concebiste porque así lo querías o simplemente fue algo que sucedió?— ¡¿Cómo puedes pensar eso siquiera hijo?! Por supuesto que te— la súplica del morena la toma por sorpresa—¡Por favor respóndeme! ¡Se sincera conmigo por primera vez!— y ella se paraliza de lo cerca que está de llorar su hijo — Mamá, no soy un niño de 5 años, ni el joven de 14. Tengo casi 17, así que por favor, respondeme con la verdad ...¿Me amaste? ¿Me amas ahora? ¿O porque de otra manera le darías a tu niño de 4 años pastillas para dormir? ¿Porque lo pondrías a dormir cuando te está pidiendo ayuda? ¿ O Porque ignorarias que fue acosado por un señor y tomo fotos sin su permiso? ¿O que sufrió mucho luego de ser secuestrado ? ¿Hmm?— la voz al final se quebró en sollozos, arrugando su ropa bajo sus manos y sin despegar la mirada de su madre.
—Yo...Yo no sabía todo eso. Lo siento, hijo— ella derramó sus propias lágrimas en silencio, amortiguando su voz entre su mano, pero a él no le importa porque solo quiere respuestas. Ella no sabe el tamaño de sus crimines y nunca pensó que lo tendría que contar ahora— Tu padre y yo nos conocimos en la universidad, en ese entonces ambos estudiábamos economía juntos, nos enamoramos y salíamos a menudo, estábamos en nuestro último año cuando supe que estaba embarazada, fue un accidente — confesó sin alzar la mirada—. Era feliz siendo solo él y yo, saliendo juntos y conociéndonos, si, lo amaba tanto como para ser su esposa una vez que nos graduaramos, así que siendo sincera...cuando supe que tendría un bebé de él, no estaba contenta...lo desprecie— Nana tocó su vientre, recordando.
La respiración se le detuvo, casi podía jurar que su corazón latía con fuerza saliendo de su garganta, haciendo un nudo impidiéndole respirar con tranquilidad
—Pensé que iba a tener que dejar la universidad y probablemente Iemitsu me dejaría si se enterará, así que no te quería y estaba dispuesta a abortar...
Estaba solo, frente a esta mujer que durante 17 años creía que era su madre amorosa, ahora admitía todo con honestidad y entonces creyó que no estaba preparado para oírlo, nunca lo estaría. En su mente llamaba a su familia, a quien fuese, incluso le servía Xanxus, pero no quería estar solo recibiendo estás palabras mientras las lágrimas silenciosas no paraban.
—Pero entonces Iemitsu se enteró y para mí sorpresa en lugar de dejarme dijo que estaba feliz porque sería padre y porque yo sería la madre de su niño. Eso me hizo feliz, porque tenerte significaba que él se quedaría conmigo y me amaría más, así que te use como vínculo para seguir siendo amada y asi, mientras crecías no me importaba nada más que simple hecho de que estuvieras vivo—
Por supuesto, tanto como para Nana fue un vínculo para que Iemitsu no se fuera, como para Iemitsu fue la herramienta para continuar con Vongola. Tsuna ahora se sentía como algo, en lugar de ser un niño querido, fue un accesorio, algo para ser desechado. Nadie estaba preparado para saber que de un día para otro pasaría de ser un hijo a ser solo alguien que ocupaba espacio en esa casa, y todavía no podía creer que su madre lo confesara con tanta... naturalidad. Le asustó. No podía creer que a pesar de todo ese tiempo, la siguió llamando mamá y se siguió preocupando por ella cuando ella nunca lo hizo. La siguió llamando mamá cuando ella nunca lo vio como hijo a menos que Iemitsu viniera de visita o preguntará por él. ¿Porque nunca se dio cuenta? ¿Porque nunca supo cuando parar de preocuparse por alguien que jamás lo hizo?
La mujer se levantó con naturalidad, recogiendo ambos platos de la mesa y dirigiéndose a su recámara de arriba, no sin antes decir un seco: "Lo siento"
Tsuna se siente pequeño en cuanto la mujer lo abandona en la fría cocina, de pronto la angustia puede mas que él y siente que se ahoga, se desliza de la silla y queda arrodillado sobre el suelo jadeando, intentando jalar aire, pero no entiende porque por mas que lo intenta no puede. Intenta aferrarse a algo mientras se pierde, rasguña un poco su rostro, jala su cabello o su ropa, pero nada funciona. Él se encuentra asimilando todo de golpe y no puede detener su palpitante corazón, y luego sobrenaturalmente, como nunca ha sucedió antes, su Cielo interior sufriendo llamó inconscientemente a sus elementos, en busca de hallar consuelo porque algo en el niño se rompía.
Y así fue como cada uno de sus familias sintió una presión dolorosa en su elemento, podían alcanzar a visualizar a su cielo sollozando a solas en casa y con horror reaccionar al verlo tan débil, verlo solitario, preocupándose por lo que había pasado y como era posible que ellos pudieran ver y sentir lo mismo que su cielo. No dudaron de salir corriendo dirección a su casa, no importandoles que tan imprescindible era la cosa que hacía, ellos la dejaron y el único pensamiento que tenían era "Acudir a su cielo".
Cuando llegaron, alguien ya estaba ahí abrazando al niño. Reborn había robado el aparato de Verde que le permitía volver a su forma normal y con ello podía tener a su estudiante en sus brazos, abrazándolo y reconfortando con suaves toques en su espalda mientras Tsuna susurraba cosas, él apenas había podido detener su ataque de pánico
—¿Qué pasó? ¿Por qué podíamos sentir todo eso?— pregunta Yamamoto cuando todavía siente un poco de dolor en su pecho
—¿El décimo se encuentra bien?—
Todos estaba agitados por la carrera que sea que hayan realizado para llegar, pero fuera de eso, hasta Hibari tenía una expresión de dolor en su rostro,
—Todos estaban experimentando el mismo dolor que Tsuna hace solo unos momentos — responde su tutor con suavidad
—¿Pero por qué? ¿Y porque sigue doliendo?— Mukuro arrugaba la prenda bajo su mano, queriendo detener el dolor ajeno.
—No hay precedentes, no hay registros de que algún cielo haya sentido tanto dolor que esté lo transmita a sus elementos para sentir alivio— dice sin dejar de mirar al castaño con su ceño fruncido, observa como respira tan quedó, como si estuviera dormido.
—¿Es eso posible?— Ryohei tiene ese tono incrédulo
—Lo acaban de experimentar ustedes mismo ¿No es así?— levanta la mirada para ver cómo asienten— Incluso yo...No halló cómo es que su cielo llegó hasta mí, también me estaba llamando
Y mientras hablaban Tsuna había enterrado su rostro más cerca del pecho de su tutor, para nada apenado de que su familia está ahí, porque lo siente cerca se siente seguro y los susurros habían parado. El mismo no sabía cómo es que había logrado llamarlos, pero agradecía la compañía, porque de otro modo no sabría cómo sobrellevar la verdad de que nunca ha sido un hijo realmente querido.
—Lo siento si los asusté...— murmura, incorporándose poco a poco para estar más cómodo
—Fuiste muy tonto, Tsuna, creyendo que podrías afrontarlo tu solo ¿Verdad?— el castaño asiente con sus ojos irritados por haber llorado— ¿Que paso realmente? Déjanos ayudar — y con la semi orden, el niño se separa del abrazo reconfortante,mas que nada para encarar a su familia y que ellos no se preocuparan más por verlo quieto.
—Básicamente mi mamá admitió que no le importo— comenzó sonriendo burlonamente— Confirmó lo que todo está tiempo me había preguntado del porqué era tan distante cuando me sucedía algo. No me ama, nunca me ha amado— tragó saliva antes de decir lo siguiente — Solo fui ese algo que hizo que Iemitsu amara a mamá y se quedará con ella, porque ella planeaba...abortar
Todos estaban tensos desde el principio por ver a su mejor amigo sufrir, ya venían preparados para escuchar más malas noticias, pero no creían que fuera la cosa así de grave. Uno no escuchaba a su progenitora decir que no lo amaba y luego actuar normal, ellos ahora podían entender porque sintieron esa conexión tan fuerte cuando fueron llamados, ese dolor intenso.
—¿Dónde está Nana-san?— hace la pregunta Reborn, cuando la fedora oscurece su rostro.
—Ella subió a su habitación, le puso seguro— dice mirando sus manos— Pero estoy bien chicos, ahora lo estaré— se inquieta y empieza a arañarse un poco la mano
—Tsuna ¿Como puedes decir eso, cuando literalmente compartiste tu dolor?— semi regaña su tutor tratando de mirarlo a los ojos ocultos bajo ese flequillo.
—No, déjame explicarte, en serio estaré bien— alza la mirada y observa a su familia, sus ojos brillando— Porque de alguna manera lo sospechaba ¿Saben? Con todo eso que sufrí, con la forma en la que no fui cuidado, sospechaba que a ella no le importa en cierto nivel, solo que fue una sorpresa total saber que no me quería desde el principio y eso fue doloroso ¡Pero los tengo a ustedes aquí! Ustedes que me hicieron ver las cosas más amablemente, por eso digo que estaré bien — finaliza sonriendo sinceramente ante todos, y no saben que hacer con el niño hecho pedazos
—Ahora, lo unico que quiero es alejarme de aquí, no...no quiero encontrarme con ella— continúa, su cuerpo temblando ante la idea de encontrarse con esos ojos fríos
—Y eso haremos, Tsunayoshi— responde seriamente el Hitman— Todos irán a Italia por un tiempo, como si fueran vacaciones, más adelante, cuando te gradúes, te trasladaras definitivamente.
A Tsunayoshi le pareció irónico que Reborn, su verdadero padre, lo mirara con ojos amables a pesar de ser un asesino, que su propia madre quien se supone lo crío y le dio a luz. Esa contradicción era divertida y un poco triste, sin embargo se lo guardaría, no queriendo preocupar más ni ocupar más tiempo, cuando podían aprovechar ese tiempo para arreglar rápidamente unas maletas e irse, alejarse de esa casa que lo único que representa en ese momento es frialdad y dolor.
Cuando montaron el avión al día siguiente, Tsunayoshi había salido de la casa de Yamamoto, ni siquiera durmió en su hogar por última vez y así partió, sin preocuparse de la persona que dejó en esa casa.
╔═.✵.═══H a r u h i
Notas? No muchas, solo que tengo hambre.
Entonces eh...lo hablé con una amiga, quería hacer que Giotto fuera aún hermano y pensaba hacer un one-shot aparte, pero de alguna manera termino involucrado en esta historia y me gustó bastante.
Me sigo asombrando de que pensé en este libro como recopilación de one-shot con los miedos de Tsuna sin relación entre si. Pero yo me complique a vida y ahora esto es una serie(?
De cualquier manera, como no pienso de esto una serie, esto va a algún ritmo extraño que espero les vaya gustando.
En conclusión, el miedo de esta ocasión fue: No poder dormir en la oscuridad.
A la personita que comento sobre que otro sea "Claustrofobia", bueno, me tienes, lo escribiré pronto.
Buenas noches ♡
Nota que te puedes saltar ♡
Me estoy preparando para el siguente trimestre, que es la misma materia pq no la pase, pero es con el mismo profesor,no había otro y realmente no se cómo sentirme.
Me sentiré super tonta y avergonzada de que el mismo profesor me vea en su clase porque no la pase, a pesar de que sé, el no es de los que te juzga, acambio te apoya ahora que ya puedas pasar la materia, pero simplemente me dará mucha pena ª
Y olvide decirle a mi papá que de nuevo tendré el mismo horario jajajaj
Perdón.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro