↳◜OO3| Ponis
Tsuna fue a la escuela como cualquier día normal y regreso a su casa como otro día normal: preocupado y estresado.
Resulta que la escuela realizaría una maravillosa excursión a un granja; porque uno, no podía pagar un viaje a algo mejor y dos porque pensaron que era una excelte idea para enseñar a alumnos de secundaria sobre animales de granja. Y el moreno realmente no tendría ningún problema, si la granja no tuviera Ponis en ella, y sabía que toda granja debía tener ponis.
Y aquí venía de nuevo ese recuerdo vergonzoso de tenerle miedo a los ponis.
Tristemente Yamamoto noto el estado preocupado de su amigo al momento de caminar hacia la casa de Tsuna y quizo preguntar si todo estaba en orden.
—¿Pasa algo Tsuna? ¿Tiene que ver con tu intuición?
Y no era un secreto, que la intuición de su jefe lo mantenga más alerta después de aquella lucha contra bermuda, así que verlo nervioso y murmurando era un tema del cual preguntar.
—S-si, todo en orden Takeshi—dijo evitando sus ojos
—¿Vas a decirme o tendremos que sacartelo entre todos? Al menos dime si se trata de alguna emergencia—regaña la lluvia, mirando un poco severo al moreno.
—No es nada peligroso relacionado con la mafia
—¿Entonces?—Tsuna lo mira sin responder, avergonzado de decirlo—Quieres decir...¿Te preocupa la excursión que dará la escuela?—el jefe asiente—¿Algo malo pasará en esa excursión?
—¡Si! ¡No quiero ir! ¡Porque una granja! ¡Odio las excursión tontas de la escuela!—Tsuna estalla frente a su amigo
—Pero si no vas, no nos divertiremos, incluso Gokudera irá porque tú irás, me sentiría solo sin los dos—el oji-avellana ríe para calmar a su amigo—Bueno, si quieres hablar de ello ¿Porque no hacemos una pijamada hoy en mi casa?
Los ojos miel brillan en esperanza, sabía que podían confiar en sus amigos para hablar sobre ello aún si era estúpido y que mejor que hacerlo mientras tienen una pijamada de chicos.
—¡Eso sería fabuloso, Takeshi! ¡Gracias!
—¡Por supuesto! Invitaré a Gokudera, dirá que si cuando le diga que irás tu jajaja
Y así, el moreno corrió a casa a preparar una pijama y muda de su uniforme, ya que el día siguiente habría escuela. Le dijo a Nana que iría a casa de Yamamoto y accediendo de inmediato, él salió en dirección al negocio de Sushi.
—¿A donde crees que vas sin decirme, Dame-Tsuna?
—Ack, me olvidé de Reborn—murmuro para sí—A casa de Yamamoto, por supuesto. Tú quieres que tenga tiempo de calidad con mis Guardianes ¿No? Entonces eso haré ¡Chao!—y desapareció en la puerta sin esperar que le pida una explicación más coherente.
Pero el bebé lo dejo ir aún con la mentira, de todas maneras más tarde los espiaria, pues estaba muy interesado en la plática de chicos. Esta vez, el sería el chismoso.
Gokudera accedió a regañadientes, solo porque su precioso Décimo necesitaba desahogarse y quería que ellos lo escucharán, aún si era convivir en la misma habitación que el friki del baseball toda la noche. También preparo una pijama, pantalones rojos y una camisa de dormir con diseño de calaveritas, no pensando ni por un segundo que eso sería vergonzoso.
Yamamoto una vez dando la noticia a Sasagawa senpai, se retiró a su casa a avisarle a su padre; estaba a punto de decirles que no, porque al día siguiente tenían escuela, pero su hijo le aseguro que no dormirían tan tarde y estarian preparados con el uniforme escolar. Tsuyoshi creía en su hijo, así que dijo que si.
Entonces la lluvia movió algunos muebles para hacer más amplia su recámara, trajo los futones necesarios para los cuatro chicos, él decidió que dormiría con los demás en el suelo dejando la cama libre; también aparto vasos para tomar leche y galletas, sería cena así que era lógico que hubiera leche aún si seguían siendo adolescentes.
También dejo su pijama a la mano y su uniforme, la ducha y el baño estaban limpios y despejados por si alguien quería ir a la mañana siguiente. Así con eso, estaba preparado para que los chicos empezarán a venir.
Tsuna fue el primero en llegar, siendo recibido por Tsuyoshi quien le indico que la habitación de su hijo estaba subiendo las escaleras detrás del mostrador de Sushi. El joven jefe eso hizo, agarrando su pequeña maleta frente suyo para no chocar con nada, estaba un poco más ansioso, muy aparte de la idea de ir a la granja, nunca había hecho una pijamada con sus amigos y menos para platicar sobre su problema serio de porque realmente no quiere ir a esa granja.
Aunque en el pasado, mientras tenían que luchar por Reborn, si se habían reunido y dormido en la casa de Yamamoto, pero solo durmieron porque estaban muy cansados tras las batallas, ahora solo hablarían y chismearian como una pijamada de chicas. Ese solo pensamiento hizo a Tsuna reír internamente. Cuan tranquilo y relajado se sentía ahora.
—Bienvenido Tsuna, puedes dejar tus cosas en esa esquina—señala el oji-avellana con su dedo y de inmediato el moreno obedece.
Él llevaba una ropa normal, pantalón de mezclilla azul y una sudadera amarilla, a aparte en su maleta llevaba su uniforme y la pijama.
—Hmm ¿Y exactamente que haremos?—pregunta su jefe una vez sentándose en el suelo
—Esperar a Gokudera—la puerta de abajo se escucha abrirse—Luego si quieres, puedes ponerte de una vez tu pijama y cenar
—De acuerdo, me cambiaré en tu baño
—Sin pena Tsuna, todos seremos chicos aquí ¿No? Jajaja
—S-si, pero ...ahorita entrara Gokudera y no quiero que se vea todo—Yamamoto pudo ver a su jefe sonrojado—De acuerdo, ve —responde él
Tsuna desaparece en el baño y justo el bombardero entra viendo solo al azabache.
—¿¡Me engañaste, friki del baseball?!
—Jajaja no, para nada. Tsuna está cambiándose allá justo cuando llegaste, así que puedes ir haciendo lo mismo
—Tch, más te vale—entra, suelta su mochila a lado de la del décimo, saca su conjunto de pijama y se cambia rápidamente.
El azabache ni le dio oportunidad de preguntar si quería cambiarse en un cuarto aparte, cuando ya veía al peli-plata en su adorable pijama de calaveritas.
—¿Que me ves?
—Nada, fuiste muy rápido—sonrio—Entonces es mi turno
Y así lo hizo, a su ritmo se quitó la camisa de la escuela y se colocó una blusa blanca, la cual las mangas tenían tono azul celeste, después se quitó el pantalón y se puso el de la pijama con estampado con diseño de baseball. Verlo hizo que Gokudera riera internamente y por fuera solo volteara los ojos.
—Tipicos de idiotas del baseball como tú
—¡Gracias! Igual tu pijama es...¡Muy tu!
—¡Repite eso friki del baseball!—ya tenía una dinámita afuera—Eso suena como Gokudera ¿Ya llegó? —se escucha desde el baño antes de ser abierta la puerta y revelar al castaño con su pijama.
Su pijama era un pantalón corto naranja, que le llegaba a la mitad de sus pantorrillas, combinados con su blusa blanca con una franja naranja en medio y un estampado de Leoncito.
—¡Que lindo!— Takeshi reacciona a lo que él moreno se desconcierta un poco, recordando claramente haber metido su pijama "normal" y no la que siempre usa cuando se siente mal, que justo esa es de estampado de Leoncito. Lo que lo llevo a cubrir su pecho sonrojado, donde tenía el estampado de león.
—¡Ahgg seguramente fue Reborn quién cambio mi pijama sin darme cuenta!
—Pero es muy bonita, no la habíamos visto la vez pasada, así que es un buen cambio. Además, solo mira la de Gokudera, dudo que haya pensado realmente que esto sería algo serio
—¡Cállate!
—Bueno, ciertamente la pijama de Gokudera es la más curiosa
—S-si d-decimo lo dice, su-supongo que está bien—¡De acuerdo! Si ya estamos cambiados, siéntense y cenemos mientras—interrumpe Takeshi y se sienta extendiendo vasos leche a todos.
—Entonces...—termina de masticar su galleta—¿Que te disgusta de ir a la granja, Tsuna?
—¿Se trata sobre décimo? Si no quiere ir, no es forzoso ¡Aún si el estúpido maestro nos descuenta puntos!
¿Que somos? ¿Niños chiquitos?
—Jajajaja no. Pero aún somos adolescentes, Gokudera—pasa su bocado con leche fria—Bueno, verán...
—¿Te da miedo algún animal?
—¿¡Eh!? ¡No. Cómo crees!
—Es normal, después de todo algunos patos y ganzos muerden, así que cualquiera podría temer a qué les muerdan—Claro, patos—murmura en lo bajo el moreno
—¿Hablando de miedo a los animales?
—¿Mukuro? ¿Que te trae por aquí?—Yamamoto ni se inmutó viendo a la niebla sobre su cama. ¡Espera! ¿Esa era una ilusión de nube sobre la que estaba acostado?
—Nada en realidad, solo vine a escuchar sus miedos tontos
—Si lo que sea, piña estúpida—Kufufu, repite eso—Puedes irte, nadie te invitó
—Jajaja está bien, por mi no hay problema. Entonces solo faltaría Hibari senpai diciendo que se unirá para mordernos hasta la muer—Silencio Herviboro—entro la nube repentinamente por la ventana—¡Oh, llegó!
—Ack ¿También Hibari-san? ¿Entonces se unirá a la pijamada?
—No lo estoy haciendo—dijo eso, pero había aparecido ya con su pijama puesta de color púrpura y se había sentado en la esquina opuesta atrás de Tsuna
—Kufufufu entonces retomemos esto—tomo una galleta y un vaso—¿A qué animal le tienes miedo, Tsunayoshi?—pregunta divertido
—A los ponis—¡Digo a los patos! ¡PATOS!
Nadie se rió a pesar de.
—¿Ponis? ¿En serio?
El moreno asintió en derrota hacía su niebla.—Una tontería ¿No?—nadie responde esperando la explicación de su jefe— Como saben, Iemitsu nunca estaban en casa y cuando regresaba se le ocurría los viajes más estúpidos en familia
Para este punto, ya todos estaban sentados y comiendo mas galletas con leche escuchando la historia.
Mukuro desde la cama y acostado boca abajo, solo estiraba su mano y tomaba las galletas puestas sobre la mesa del centro, lo cual al momento de estirarse, se lograba ver en su camisa de manga larga, un estampado de un tren.
—Uno de esos viajes planeo llevarnos a un lugar donde pagan los papás para que sus hijos monten un Poni por cierto tiempo, mi mamá estaba encantada así que no dijo que no y yo en ese tiempo pues era feliz a dónde sea que fuéramos en familia. Entonces Iemitsu pago y me montaron en un poni que era bonito, además para seguridad, el dueño llevaba las riendas del animal
—¿Entonces que salió mal?
—No te imaginas la mala suerte que tuve ese día—rio—Los ponis normalmente son tranquilos, pero ese día en especial, me habían montado a un poni que todavía estaba en entrenamiento; lo que significa que todavía no estaba acostumbrado a que lo montarán, así que ya te imaginarás. El animal se empezó a molestar y a relinchar, brinco haciendo que el dueño soltara la rienda y yo callera a la tierra, yo ya estaba asustado para ese punto, entonces el poni siguió levantado sus patas delanteras frente a mis ojos, lo que me asusto ver a un "enorme" animal apunto de aplastarme. Afortunadamente mis papás llegaron a tiempo para quitarme del camino y el dueño tomo firmemente al ponis desviando que sus patas me aplastaran.
Pero...pues ya me había quedado trumado, gracias
Su familia escucho, quedándose al final con una galleta a medio camino de su boca, porque simplemente masticar les impedía oír bien lo que decía el castaño.
—Es valido—dijo Mukuro para sorpresa de todos—Pobre poni, debió asustarle tu fea cara de niño llorón
—¡Ya cállate piña! ¡Apuesto que le temes a algo estúpido!
—¿Yo? ¡Ja! Te recuerdo que pase por 6 infiernos ¿A qué podía temerle?
—Dejando su discusión de lado—Yamamoto ignoro a Mukuro—En cualquier caso, todos le tememos a algún animal ¿Cierto?
—Si exacto, décimo, por ejemplo yo...
—Por ejemplo a mí me dan miedo las ratas—los chico lo miran con expresiones aburridas—¿Que?
—¡Son ratas! ¡Cualquiera persona les teme! ¡Es normal!—grita exasperado su jefe
—Bueno...bueno ¿Quizás el miedo de Gokudera sea más raro?—interesados, más Mukuro, miran al peli-plata.
—kufufu ¿Qué animal le tiene miedo?—la niebla analiza al oji-esmeralda divertido, ya sabiendo lo que le viene a la mente y cruza miradas rápidas de complicidad con Hibari
Y mientras Gokudera se hace el que piensa a qué podía tenerle miedo, el heterocromatico ya tiene su broma preparada.
—Hey Gokudera ¿Eso a lado de ti es un grillo?—y luego todos miran como la tormenta salta bruscamente y termina casi dentro del baño.
—Jajaja Así que grillos. Eso es relativamente normal
—Bueno...es un insecto, a todos les da miedo algún tipo de insecto ¡No te preocupes Gokudera! No saldrá nada de aqui—tranquiliza su jefe, pero no ayuda
—kufufufu patético
—¡Pero esas madres brincan! ¡¿Cómo no voy a asustarme!
—Ya, ya Gokudera ¡Siguente! ¿Mukuro a qué le temes?
—Ya les dije, pase por 6 infiernos, cualquier animal me importa poco
Alguien susurro a Hibari, alguien que sabe perfectamente todo sobre Mukuro y así, Hibird vino volando con una lombriz en su pico y lo remplazo por el tazón de galletas que le niebla estaba punto de alcanzar. Nagi solo se estaba desquitando porque los chicos hicieron pijamada solo de ellos y ella hubiera deseado ser invitada, aunque ya llegaría su momento.
—¿Y que sera eso, herviboro?— pregunta la nube, está vez intercambiando miradas de complicidad con Yamamoto
Más tardo Hibari en señalar la lombriz que Mukuro pronto tocaría, en ver cómo este sobreaccionaba.
—¡Jodete Kyoya!—exclamo la niebla, sosteniéndose firmemente de la esquina de la habitación, lo suficientemente lejos del suelo
—Vaya habilidad...—dice Tsuna sintiéndose un poco mal por su guardian
—Kufufu eso fue jugar sucio, Kyoya—lo llamo amenzante por su nombre, pero ni se inmutó—Pasaras por los 6 caminos del infierno
—Ja ¿No que no le temias a nada?—
—Calla perrito faldero que le teme a insectos que brincan
—¡Tu– ¡Reacción extrema!—y ahora la mirada de todos estaba sobre el guardián del sol, realmente sorprendidos de que esté ahí
Todos miran al boxeador con sus manos alzadas, de modo que se podia apreciar mejor el conjunto de pijama. Pantalones amarillos de cuadros y su camisa blanca sin mangas, pero con un estampado de canguro. Ciertamente no se veía nada infantil.
—¿¡De dónde demonios apareciste cabeza de césped?!
—Habia olvidado que también invite a Sasagawa senpai—Tsuna y Gokudera lo miran incrédulos —¡Si! Él llegó primero, luego me preguntó dónde estaba el baño, se lo indique, pero tardó tanto que olvide que había venido a la pijamada
—¡Me perdí extremadamente!
—Obviamente, porque el baño está ahi—señala el bombardero
—Ya que Senpai llego adivinemos cuál es el animal al que le tiene miedo
—Kufufu estoy preparado para ello
—Jajaja quiero ver qué lo intenten, porque no le temo a ningún insecto—se jacta el peliblanco
—¿Y eso porque Sasagawa senpai?
—Kyoko y yo íbamos mucho al bosque de Naminori, me seguía mucho a cazar insectos jajajaja—comenta con nostalgia y una expresión solemne, algo que para los demás es extraño—Entonces prácticamente puedo soportar cualquier insecto al igual que Kyoko
—Quien lo diría
—Pero debe haber algo...—los ojos heterocromaticos se cruzan con los de Gokudera, planeando a continuación como descubrir su miedo.
Mukuro bien sabiendo lo que piensan todos, gracias a su habilidad y porque días antes había estado aburrido y se puso a invadir la mente de todos mientras dormía, así descubrió la debilidad de todos.
Y segundos después...
—¡AHHHHHSKFNLSJFKNALFNDB!—Fue el grito ahogado de Ryohei al aparecer un pescado muerto sobre sus piernas, cortesía de Mukuro
El pescado voló por el aire, aventado por el boxeador y cuando estaba por caer a la mesa de los aperitivos, la niebla lo hizo desaparecer. Para ese momento las risas de todos se detuvo, asustados por el desastre que se generaría con un pescado muerto y húmedo en medio de ella habitación, pero desapareció antes de.
—Ese fue el mejor grito, jajajaja—
Y no solo las risas, si no también ver qué cada uno de sus guardianes le temía a algún animal, le tranquilizaba de cierta manera al moreno
—Ruidosos Herbívoros, me voy—No lo creo, Kyoya—lo detiene al voz amenzante del peli-indigo—No huyas antes de exponer tú miedo
—Intentalo y te rompo la ca—Que será, me preguntó
Los chicos podían sentir esa tensión en las miradas. Y antes de que Hibari pudiera huir, un escarabajo del tamaño de una mano estaba en medio de su cara.
Después simplemente vieron al cuerpo de la nube colapsar en la entrada, desmayado por la sorpresa de que el animal que tanto odia, lo tuvieran tan cerca; aunque obviamente se trató todo esté tiempo de una ilusión
—¡Hibari-san! — se alertó el jefe, preocupado por el feo ruido que produjo el cuerpo caído.
—Vaya reacción, se desmayo
—¡Hiii! Nos mordera hasta la muerte cuando despierte ¡Mukuro fuiste muy lejos!
—Nunca es demasiado lejos, cuando lo haces por fines informativos—se excuso él.
Y mientras se dirigían miradas preocupadas, también Ryohei estaba a lado del en prefecto hechandole airesito para ver si se le iba el susto.
—Traiganle una coca, se le bajó la presión
—Jajajaja Tsuna no creo que eso ayu—Les doy tres segundos para que huyan, herviboros
—Kufufufu Me encantaría que intentarás matarme—¡Mukuro no lo provoques!
Y así paso aproximadamente una hora donde los chicos corrían por la habitación de un lado a otro, tratando de huir de las tonfas de Hibari con cojines como escudo para no ser alcanzados. Mientras la niebla simplemente aparecía y desaparecía cuando quería, dejando a los demás en medio de la verdadero crisis. Más tarde, Hibari simplemente paro, porque se estaba cansando de los gritos de "Extremo" de Ryohei y los chillidos asustados del moreno.
La nube bien pudo haber dejando noqueados a todos si quería, pero había preferido no cuando el adolescente castaño ya menos preocupado respecto a la escuela y parecía haber olvidado el asunto.
Pasada la hora cada uno volvió a su esquina agotados, la mesa volvió y está vez en lugar de galletas ahora había refresco y frituras.
—Eh Mukuro, nosotros si vamos a la escuela mañana, no podemos comer eso—dijo el moreno al momento de ver todo
—Meh, mas para mí
—Si engordas, a Chrome no le va a gustar
—¿Y tú cómo sabes eso, Yamamoto Takeshi?—el oji-avellana solo le sonríe en complicidad—Lo que sea—
Mukuro come y Ryohei también, él realmente come poco de frituras dado que es un deportista, pero la atmósfera de estar todos así y hablando como chicos normales, lo hizo querer participar.
Tsuna realmente quería tomar refresco, pero según su tutor eso lo mantenía despierto inecesariamente.
Y lo que dice su tutor, no lo refuta.
—Ugh no llegamos a nada, solo llegamos a la conclusión de que mi temor por lo ponis es el más estúpido—
—Entonces simplemente no vayas a la excursión—respondió Mukuro aburrido
—Es una obligación de la escuela—dice Hibari a su espalda
—Bien, entonces no vayas a dónde están los ponis ¿No será mejor?
—¿Hablan en serio? —el Oji-miel mira a todos sus guardianes con seriedad y luego baja la mirada—Naminori es un pueblo pequeño, estoy seguro que por lo menos 3/4 de los alumnos de escuela saben mi estúpido miedo, porque en alguna otra excursión de primaria fuimos igual a una granja y un poni se salió de su corral, no hizo nada, pero me paralice—suelta un suspiro muy largo—Apuesto que aún si evito ir hacia la zona de los caballos y ponis, ellos tratarán de arrastrarme para reírse en mi cara
Escuchar a Tsuna abriéndose de esa manera a ellos, más específicamente con Mukuro y Hibari, los hizo sentirse más incluidos de lo normal. Si, antes el moreno ya les había contado otro par de secretos, pero está vez incluso les compartió su miedo a ser arrastrado por esos compañeros que lo llaman Dame-Tsuna,para ridiculizarlo aún más. Confiando así en ellos, esperando recibir su ayuda de alguna manera.
—Kufufu quiero ver qué lo intenten—dice mientras toma lentamente un cheto.Tsuna estaba apunto de sonreír en agradecimiento—Aqui el único que puede burlarse de tus miedos soy yo—y lo come
—¡No te atrevas, piña!
—Ma, Má, realmente vamos a defenderte ¿Verdad chicos?— la lluvia solo podía mirar a su jefe paralizado de la decepción.
Bueno, ya conocía a Mukuro, que podía esperar de el.
—Kufufu Lo que sea, ya me aburrí de su tonta pijamada, me retiró
—Quedate ¿Oh tienes miedo de que se te suba un gusano mientras duermes?—un escalofrío subió por su nuca tan solo escuchar al castaño.
—Mas te vale que nunca hagas eso, Vongola—y desapareció, dejando las frituras y refresco ahí.
—Bueno, ya deberíamos dormir y gracias por decirnos Tsuna, trataremos de hacer algo al respecto
—No tienen que hacer nada inecesario, Yamamoto, estaré bien mientras huya como siempre
—Pero no será justo si no disfrutas con nosotros la excursión décimo. Además yo también pienso que deberíamos hacer algo con todos esos estúpidos que te molestan
—Si me necesitan, aún si mi clase no es la que irá a esa excursión, me tendrás ahí, Sawada—aseguro el boxeador, colocando su mano cariñosamente sobre el pelo castaño.
—Gracias Onii-san—les sonríe a los tres—Bien chicos, será mejor que no hagamos ruido, porque Hibari ya se durmió
Después de eso, Gokudera quizo pelear con Yamamoto por dormir a la derecha de Tsuna, pero no pudo seguir por la amenaza rápida que lanzo la nube si no se callaban. Así que la lluvia durmió a la derecha de Tsuna, su tormenta a la izquierda. Sobre sus cabezas, de manera horizontal dormía Ryohei, quién también estaba a la derecha de Hibari. Muy temerario de su parte.
Luego, en realidad Mukuro si durmió con ellos, solo que dado que estaba oculto con una ilusión, se quedó con la cama mientras que todos durmieron en el piso.
Y antes de dormir, pensó levemente irritado en que todos esos compañeros de Nami-chuu, eran como escorias, tratando de sentirse superiores y mejores consigo mismo a costa de burlarse de otros, en este caso del castaño.
Todos, ciertamente habían conocido el lado más torpe del Oji-miel, pero en sus corazones, nunca les dio por burlarse ni menospreciarlo como persona; quizás si como mafioso, porque eso era justo lo que Tsunayoshi no tenía, no tenia madera de ser mafioso y lo subestimaron, para mas tarde arrepentirse.
Y sin embargo a pesar de todas esas razones que les dio para burlarse, jamas lo hicieron, porque no necesitaban sentirse mejores a costa de denigrar al adolescente. Ellos podían ser mafiosos que no dudaban en mancharse sus manos, pero jamás fueron ese tipo de escoria como lo son y siguen siendo todos esos compañeros en el salón de clases de Tsuna.
Así que Mukuro pensó. Todavía quedaba un día entero para la excursión, día que aprovecharía muy bien para planear algo satisfactorio donde los alumnos de Nami-chuu estarían involucrados. Muy a su pesar, necesitaría ayuda de los demás.
Sería una excursión divertida sin ponis involucrados.
Ellos de por sí, ya sabían que Tsuna le temía a los ponis, solo no sabían la razón, pero nada de lo Tsuna les hubiera dicho o hecho, iba a hacer que reaccionarán diferente. No tenían pensando en ningún momento burlarse de ninguno de sus tontos miedos o esos secretos que le avergonzaba, porque el castaño solo era un adolescente normal y era totalmente válido tener sus complejos; al menos hasta cierto punto era más normal que Hibari y su sed de sangre, más normal que Ryohei y su insaciable competitividad, Gokudera y Mukuro de por sí ya sabían sobre la mafia, luego la familia de Yamamoto, al menos ya tenían una noción de la Mafia, no formarían parte del legado de Shigure Soen Ryou por nada.
Y luego el adolescente castaño simplemente fue desafortunado al tropezarse con este mundo peligroso, que a pesar de serlo, trato con todo su pequeño ser, protegerlos a ellos de ese anormal mundo aún cuando ya eran parte. Admiraron ese lado suyo, donde se despedia momentáneamente de su yo adolescente y por ratos crecía, pero eso no borraba lo que lo hacía ser Tsunayoshi Sawada, su torpeza, errores y vergüenzas, todo eso también conformaba al Decimo jefe de la familia Vongola.
Entonces ver qué esos adolescentes simplones y tontos, se burlaban de lo único que a Tsuna le recordaba que aún era un adolescente, bueno, los enfurecida a todos. Le estaban quitando su parte "normal", burlándose y sus guardianes no querían que su jefe odiara ese lado suyo, porque era hasta cierto punto, adorable.
Sin esos tontos miedos, Tsuna no sería Tsuna, su jefe no sería su jefe.
【 。。。】
La excursión a la granja fue lo mejor que pudo, para Tsuna, claro está, porque todos sus demás compañeros en cuanto empezaron a susurrar entre si sobre arrastrar al moreno hacía su mayor miedo, Mukuro siendo un infiltrado inicio el plan junto a los demás.
Los chicos imaginaban que los estudiantes no serían tan estúpidos en empezar su plan contra Tsuna, tan pronto llegaron al lugar, los estudiantes batieron su récord de estupidez y los guardianes simplemente reaccionaron a defender a su jefe.
Así en cuanto una niña se acercó al moreno para fingir acompañarlo y arrastrarlo inocentemente hacia la trampa, rápidamente el castaño fue remplazado por una ilusión del mayor miedo de la niña, que era temerle a los pollitos. Eso era aún más estúpido que temerle a los ponis y los guardianes realmente lo disfrutaron.
Pronto un grupo se formó alrededor de la chica para ver qué pasaba y solo se acercaron a la trampa para que uno tras otro se enfrentará a su mayor miedo, haciendo de la excursión un caos, una divertida vista de adolescentes gritando a cosas tan absurdas y huyendo de ellas.
Desde ranas, pollitos, conejos tiernos, una tortuga pequeña. También huyendo de los verdaderos animales peligrosos dentro de un granja, como una gallina, oveja, gansos, patos y vacas furiosas.
Los profesores y los encargados del lugar, gastaron su tiempo persiguiedo a animales ilusorios y ayudando a los adolescentes en problemas de mentira, mientras Tsuna disfrutaba de su paseo con Gokudera y Yamamoto a su lado, más Hibari, Ryohei y Mukuro detrás, también disfrutando de ver a los reales animales de granja tranquilos y mansos, mientras el caos seguía a sus espaldas.
Reborn estuvo orgulloso de los guardianes, por proteger y ayudar como era debido al moreno y que, aún si no admitieron ayudarlo, Tsuna ya sabía de antemano que ese escándalo en su salón fue obra de sus Guardianes.
—Tsuna no tienes porque sentirte mal si todavía le temes a los ponis, no es algo por lo que valga la pena preocuparte—comenta su lluvia cuando poco a poco se acercaban a los corrales de los caballos
—Bueno, decirme sus miedos o mas bien, enterarme, fue divertido y ahora se más de ustedes—el Oji-miel les sonrie—Cuando quieran, hagamos otra pijamada y cuenten más sobre ustedes
—Kufufufu no suena mala idea, pero propongo que está vez haya café—Ah...No. No puede ser cafe— Tsuna mira la expresión decepcionante de su niebla—¿Por qué?
—No puedo beber café...
—¿Por qué?
—Ese es tema para otra historia, Mukuro, paciencia
Bonus:
Hibari fue el primero en levantarse y notar un peso extra que detenía sus piernas, era el boxeador con una de sus piernas encima de las de él. No estaba de humor todavía para pelear así que simplemente lo apartó sin despertarlo, se levantó del suelo y escudriñó la vista frente a él. Tres adolescentes con las pocisiones más extrañas al dormir y luego estaba su rival más temido, con la mejor pocision de todas.
Desafortunadamente para el peli-indigo, su ilusión se desactivo y termino siendo encontrado por todos los guardianes durmiendo con la barriga descubierta y la mitad de su cuerpo casi cayéndose de la cama.
Luego de que la nube tomó una foto, se fue a hacer sus deberes de prefecto, dejando a los chicos arreglar todo bajo la amenaza que no llegarán tarde y es que era solo era mitad de la semana, un raro día para haber hecho la pijamada.
Mientras los cuatro chicos doblaron los futones y se cambiaron el uniforme, Mukuro seguía dormido, ganando el premio como el Guardián con el sueño más pesado.
╔═.✵.═══H a r u h i
El Bonus de la Foto familiar esperada, ya está subido, solo vayan al anterior capitulo c:
Jajaja dios. Hasta el título suena ridículo.
Agradezco a mis vecinos escandalosos por no dejarme dormir y que gracias a ellos imaginé este fic.
Y adivinen que, el miedo e Tsuna hacía los ponis es canon en el manga, o bueno, al menos en la traducción online(?
Empecé a dudar si en los mangas en físico esa parte serán diferentes.
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