↳◜O12| Regalos
Regrese el capítulo a borradores pq había olvidado escribir un pequeño fragmento, que considerl un poco importante ya que masomenos describir como los Guardianes usan sus flamas para ayudar a Tsuna.
Empieza después de [Lo prometiste hermano...]
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Ahora que Tsuna tenia a su hermana viviendo con ellos en la mansión, con sus Guardianes en la escuela y su padre tomando té en la cocina junto a Fon; eso dejaba a los hermanos en la biblioteca estudiando juntos, platicando más que nada de varias cosas.
Hace unas horas Shamal había terminado con la sesión de Tsuna y la pequeña castaña le habia preguntado a su hermano si estaba bien en pasar tiempo con ella, si se sentía mal podía ir a su cuarto a descansar. En lugar de eso, le sonrió y le dijo:
«Estoy bien, que tal si aprovechamos el tiempo y te enseñó algunas cosas como hermano mayor»
Riri no asintió de inmediato, pero ya que su padre iba a estar en la habitación de a lado, estaría bien que si ocurría algo él iba a socorrer a su testarudo hermano.
—¿Entonces ibas a terminar con la maldición de parecer un bebé?— ella se preocupo cuando escucho esa historia
—De no ser por Lambo y sus ocurrencias, si, estaría con esa maldición. Pero estoy bien ¿Lo ves?— él agito los cabellos castaños y ella lo miro fijamente
—¿Qué?
—Dices eso, pero te ves peor cada minuto que estamos aquí— aparto la mano del joven y suspiro— Es interesante escucharlo, me parece tan genial lo que has logrado hermano, pero en serio ¿No estas soportando dolor en este momento? No es justo no poder percibirlo, pero puedo llamar al primo Enma y obligarte a ir a la cama
Oh, ella ya no era una niña, Tsuna a veces lo olvidaba y sus mentiras ya no podían engañar a su hermana. Incluso ahora ella parecía imponente, casi parecía tener el gesto de regaño de Reborn.
—Solo es un poco de dolor, lo juro— suspiro, dejándose caer en el respaldo cómodo del sofá de la biblioteca— A todo esto ¿Cómo llegaste a la conclusión de llamar a Enma primo?
—Tu me contaste que papá tenía esos compañeros compartiendo la misma maldición, entonces después Enma dijo que tío Skull los adoptó a él y su familia, entonces eso nos hace primos— responde encogiéndose de hombros
—Pero Skull ni los demás comparten sangre con Reborn ¿Qué conclusión es esa? Solo parece que quieres una familia más grande— sonriendo divertido, extiende su mano para apretar la nariz de su hermanita— Puedo ver también a través de tus mentiras.
Riri lucho por que su nariz sea liberada— Oye siempre quise una familia grande, me sentía muy triste estando sola y, solo cuando conocí a Lambo y los demás, me gusto la compañía. Tu no sientes lo mismo ¿Hermano? Estas feliz de tenerlos ¿Verdad?
—Si, lo estoy — pronto un dolor comenzó a emerger de su estómago y ahora sentía como se revolvía todo en su interior.
Era realmente desagradable cuando vomitaba, otra consecuencia de su cuerpo reaccionando a las quimioterapias.
Entonces sutilmente se levanto del sofá de la biblioteca.
—Tengo algo que enseñarte, son fotos que fueron tomadas en mi periodo de estudiante, son realmente especiales y las tengo en habitación — solo quería irse ahí pronto, aunque no mentía, esas fotos fueron después de superar su fobia.
Habia superado tantas cosas junto a su familia.
—Te espero, no tardes ¡Realmente quiero verlas!— respondió su hermanita viéndolo salir de la biblioteca
Tsuna no pasa por la cocina, dónde se encuentra su padre, sale por la puerta principal y sube las escaleras de afuera. Solo cuando esta seguro que desaparece de los ojos de Riri, corre por el pasillo, entra y cierra su habitación de golpe. No puede soportar más el dolor y las nauseas, como su estómago arde de dolor.
Entonces Reborn, Fon y Riri se levantan escuchando el estruendo.
—¡Tsunayoshi! ¡Abre la puerta!— grita su padre, asustado y preocupado por el ruido, el dolor que su hijo esta pasando.
Él sabia de esto, pero sucedían en momentos aleatorios del día, que no podían estar atentos del chico en todo momento.
—¡Hermano! ¡Déjanos ayudar!— dijo ella también con voz quebrada.
Pero Fon no pierde tiempo y contacta a los guardianes. Ellos, estando en sus clases habituales ven el mensaje que les llega y no tardan en emprender su viaje de regreso a casa.
No les importa su entorno en esos momentos, solo pueden pensar en proteger a su jefe. Ayudarlo.
Entonces la pequeña de 9 años la hallan llorando afuera de la habitación de si hermano, sollozando su nombre preocupada.
«Lo prometiste, hermano» rezaba en silencio.
Reborn tomo en brazos y la alejó de ahí, ya que los guardianes había llegado y Gokudera se vio en la necesidad de quemar la cerradura para entrar.
El joven estaban acurrucado entre sus sabanas, sin náuseas por ahora, lo único que quedaba era el dolor corporal, que sentía como si sus músculos ardieran; quemaba tan solo moverse estirarse. Entonces Yamamoto entro y enseguida, encendió sus flamas de lluvia para calmar y disminuir el malestar en su jefe.
—Tsuna tranquilo, ya estamos aquí— susurraba con cariño Ryohei, siendo el primero en acercarse al cuerpo adormilado.
Y con las explicaciones anteriores de Shamal, ellos entendieron que Tsuna solo llevaba una hora aproximadamente de haber salido de su quimioterapia. El dolor aunque solía presentarse hasta después, se debía a la perdida de células tanto cancerígenas como las sanas. Entonces el guardián del Sol ya tenía una idea de lo que debía hacer.
Luego de Mukuro y Hibari acomodar correctamente el cuerpo de Tsuna, su Sol encendió sus respectivas flamas sobre sus manos y las coloco encima del cuerpo del moreno, mas específicamente sobre el estomago que él sostenía con fuerza.
El dolor fue disminuyendo en Tsuna, pronto se sintió más adormilado gracias al buen trabajo de su Lluvia, con Ryohei regenerando las células de su sistema digestivo, el alivio llego rápido.
—Gracias chicos, sabía que podía confiar en ustedes— les susurro con ojos cerrados
Hibari se acerco al boxeador y encima de sus manos encendió sus propias flamas de nube, ayudando con su atributo de propagación que la regeneración de las células llegue a todo el cuerpo si es posible. De modo que Ryohei no termine agotado.
。 。 。
—Hemos terminado y él se quedó dormido— anunció Yamamoto, apagando sus llamas de a poco, viendo el pecho de su amigo subir y bajar
—¡Buen trabajo ahí! — se alegró Riohey, sintiendo dentro de él mismo, como sus llamas solares habían ayudado, podía sentir esa activación de células, así que había querido celebrar con Hibari apoyándolo
—Silencio, herbívoro — callo el azabache, sin alzar la voz totalmente. Ryohei supo esto y guardó silencio, mirando también el rostro apacible de su hermano menor mientras dormía. Así como todos los demás.
—¿Querrá que lo dejemos solo?— preguntó silenciosamente Gokudera
—Talvez, pero deberíamos quedarnos —sugirió Chrome— La compañía siempre es buena ¿No?— dijo acomodándose en el pequeño sofá a un lado de la cama del castaño.
—Bueno, solo es como una pijamada más — se encogió de hombros y a continuación, Mukuro trajo una frazada azul marino para acomodarse en la sala de videojuegos continua a la de Tsuna.
Los demás no tardaron en hacer lo mismo, dejando atrás el tema sobre hacer tareas o trabajos escolares, ellos ya tenían desde antes sus prioridades. Aunque en realidad, Yamamoto y Riohey tenía sus actividades deportivas, podían faltar sin problemas. Otros como Gokudera, Hibari y Mukuro ya estaban por la mitad de su carrera, y ya que han sido buenos estudiantes no han bajado sus notas. Mientras que Chrome, a ella le gustaba ir a su tiempo, tomaba horarios libres, pero a las clases que se metía siempre era buena alumna. No quería que supieran todavía que ella se atrasaba a propósito por Lambo.
Detalles que más tarde se descubrirían.
Así que en general, los chicos podían tomar tranquilos aquella siesta. Echados alrededor de la cama, como si fueran un nido y el centro fuera el par de castaños. Más tarde se había unido Riri, cuando las lágrimas había cesado y su padre le había dicho que podía ver a su hermano; entonces ella encontrando a todos durmiendo en montañas de cojines y frazadas alrededor, ella no encontró otro lugar si no al lado de su hermano.
La mañana se convirtió en tarde y pronto oscurecería, la temperatura comenzó a subir por las tardes, así que era comprensible que todos hubieran llevado cobijas para ese momento y no era extraño esto, pues ya estaban entrando en Diciembre y los días fríos comenzaban.
El cielo se nublo mientras Reborn estaba en la cocina preparando la comida, había tenido que prender las luces demasiado pronto por ello. Ociosamente pensó que si así de frío iba a empezar el mes, luego de tener sol todo noviembre, quizás tenía que empezar a comprobar si esta casa podía guardar el calor o tendrían que comprar calentadores para las habitaciones. Él por su puesto no lo sentía porque estaba la estufa caliente y las puertas estaban cerradas, por lo tanto el calor no se escapaba del lugar.
Sin embargo, arriba, entre sabanas anaranjadas, alguien habia comenzado a sentir su mano fría y entumecida. Tsuna abrió los ojos lentamente para comprobar que su mano estaba correctamente resguardada bajo su cobija, cuando lo que encontró fue una mota castaña obstruyendo su vista y cubriendo su mano. El cabello largo y rizado de Riri permaneció afuera, funcionando como cobija para el brazo de su hermano que quedo afuera, pero claro, el cabello no producía algún calor, así que estaba helado. Aunque por su puesto su hermanita estaba bien tapada y por ahora, eso era lo que pedía, su brazo podía quedarse otro rato afuera.
Sin poder volver a dormir de inmediato, se quedó viendo a la ventana con la cortina recogida, dejando ver el cielo nublado, encontrando la respuesta de porque había comenzado a sentir frío.
Apostaba que si abría la boca, quizás podía ver humo saliendo de ella.
Inquieto por el pensamiento de que haya bajado la temperatura muy rápido, él se deslizó un poco fuera de la cobija, siendo cuidadoso de no despertar a su hermana, solo para mirar que alrededor su familia se habia dormido rodeándolo, sin alternativa de bajar un pie de la cama para dirigirse al baño.
—Bueno, no era tan urgente— pensó regresando al colchón — ¿No comenzarán a tener frio? Vi a Mukuro con esa frazada ligera, ojala hubiera suficiente espacio en la cama
Su nariz poco a poco comenzó a sentirla fría, rápidamente volvió a meter su cabeza en la cobija; deslizo su mismo brazo entre la cabeza de Riri y se acerco abrazándola nuevamente, no dejando que el frío se filtre entre ellos.
—El dolor de verdad se fue, ellos hicieron algo que no comprendo, pero quiero agradecerles— pensó un poco deprimido— Y también preocupe a Riri, sigo siendo un poco terco al respecto aunque ya debería saber que mi voz será escuchada ¿Algo que pueda hacer para compensarlo?
Riri murmura algo entre sueños, restregando su cabeza más cerca del pecho de su hermano haciéndose bola.
—Ya es diciembre eh…— sin duda, los días nublados justo hoy, le traía nostalgia.
Aquellos días perdidos, que pasaron rápido mientras él se deterioraba en la enfermedad, no supo cuando paso tanto tiempo desde su cumpleaños, pero definitivamente se sentía agotado. Así que sí, Tsuna sintió que había perdido mucho, entre sentir tanto miedo y luchar con todos y todo, como si estar enfermo se hubiera convertido en una guerra entre él contra todos. Claro que nunca fue eso, era él luchando porque tenía miedo y al día de hoy solo le cuesta acostumbrarse a eso, porque dejar Japón atrás significó una nueva visión. Aquí y ahora callarse respecto a eso arruinaba el propósito y lo entendía.
—Eso me recuerda, que desde que llegamos aquí, nunca hemos celebrado Navidad, las cosas siempre fueron … diferentes, tantas cosas en las que ocuparnos//— pensó de nuevo, sintiendo como el cansancio lo arrastra a cerrar sus ojos.
Antes de que el mundo de los sueños lo reclamé, él extiende sus llamas del cielo, abarcando toda su habitación. No sabe como, pero siente que puede compartir un poco de calor a partir de sus flamas. Y su poder alcanza a toda su familia, inconscientemente acurrucándose más cerca, sin chocar con la base de la cama.
Por último piensa.
«Celebremos este año… juntos»
Nuevamente ojos caramelo se abren con pereza, está vez porque sentía su pie fuera de la cobija y el frío ya lo estaba entumeciendo, además, cuando se ha asomado para comprobarlo encontraba su padre cerrando la cortina ocultando el cielo nocturno.
—¿Dormimos todo el día?— murmuro perezoso— ¿Nadie se ha levantado?
—Uh no, ni siquiera Chrome, eso es nuevo para ti— respondió Reborn en lo bajo, viendo como se movía un poco para volver a meter su pie en la cobija
—Hará mas frío, pero no van a poder dormir siempre alrededor tuyo, así que haré algo con la calefacción
—Hmn— respondió con un simple sonido monótono en acuerdo — ¿No deberíamos comer?
—Sería casi cena, pero si, cuando se levanten tendrán hambre, creo que Shamal dijo algo acerca de eso cuando tus guardianes usaran sus llamas
—Veo…— su hijo se re acomodó boca arriba, finalmente capaz de ver al azabache aún en la habitación
—¿Qué pasa?
—Quiero ir al baño, pero hace frio, pero realmente me he estado aguantando
—Hmm buena suerte con ello, yo regresaré abajo— se río dejando a su hijo sufriendo bajo el cobertor, ignorando la mirada de asesinó que él le dirigió
Después de deslizarse exitosamente entre el abrazo de Riri y los cuerpos inconscientes de sus guardianes, Tsuna logro alcanzar el baño a tiempo, suerte que cada cuarto tenía uno.
Ahora, regresando a la habitación, esta era la primera vez donde veía a sus Guardianes dormir reunidos, casi siempre fue el último en despertar durante las pijamadas. Así que verlos dormir con expresiones tranquilas era lindo, incluso Hibari dejaba de tener esa mirada siempre sería, se había perdido de esto por tantas pijamadas, no fue justo. Sin embargo, ahora recordaba que Reborn dijo algo.
«Cansados después de…»
¿De qué? ¿Ayudarlo? No escucho bien por estar medio dormido, y si era cierto ese detalle no le tranquilizaba del todo. Bueno, luego hablaría con ellos, mientras tanto podía seguir disfrutando de sus caras dormidas.
Entonces la siguiente en despertar fue su hermanita, sintiendo también frío; asomo su cabeza fuera de la cobija y se estremeció.
—¿Por qué no nos levantaste, hermano?— pregunto somnolienta —
—Porque hacía frío — se encogió en el suéter beige que tenía puesto y sonrió — Y verlos dormir es adorable
Lentamente todos comenzaron a despertar, realmente perezosos, tallando sus ojos para quitar las lagañas mientras el cabello desordenado de algunos se revela al sentarse entre las cobijas.
Gokudera y Mukuro fueron un caso extraordinario, siempre los vio tan arreglados, incluso en pijamadas pasadas aún estando en pijama al menos el cabello lo tenían peinado; entonces verlos así fue un agradable cambio, al cual tampoco Nagi se quedaba atrás, pero la chica ya se estaba arreglando.
—Iré a ver qué preparó papá, no vayan a tardar — dijo su hermanita medio arreglada antes de salir de su habitación. Seguro iría a la suya propia a ponerse su pijama y algo mas caliente para la temperatura que habia bajado. Él solo asintió.
Suponía que el cabello de Hibari era muy lacio para enredarse, así que por eso no se veía tan desarreglado. Yamamoto y Ryohei tenia cabello corto, así que nada de eso sobresalió, solo eran sus caras somnolientas.
—¡Se hizo noche chicos, así que levántense de una vez!— grito como chico mandón, disfrutando realmente esto, sonriendo cuando todos reaccionaron al verlo levantado y medio vestido, diferente a como estaba cuando agonizaba de dolor.
—Escuche que es normal que se sientan muy cansados luego de ayudarme, lo siento — murmuro, entre tanto ellos se ocupaban de levantarse y arreglarse
—Esta bien, funcionó y eso nos alegra
—Respondió Riohey con su animo recuperado luego de esa siesta larga.
—¿Podríamos hacer una fiesta navideña para compensarlos?... O no necesariamente navideña, es solo que la fecha esta cerca y pensé que podría…
Él comenzó a balbucear tímido, permaneciendo cerca de la puerta principal, dejando que su familia siga arreglándose un poco, apresurados por no querer verse ‘desaliñados’, aunque Tsuna ya lo habia visto. Así que nadie estaba escuchando realmente sus murmuraciones apresuradas.
—¿Decías algo Tsuna? Ya estamos listos, lamentamos el desorden— hablo Yamamoto, con su propia frazada doblada entre sus brazos.
—¡N-nada! Nada… Bajemos rápido— se corrige, guardando su soliloquio para si mismo y abriendo su cuarto para finalmente bajar a cenar.
Él decidió que, ya que quiere que funcione como sorpresa, entonces no dirá nada de sus planes.
Los chicos lo ven extrañados, pero ya que siguen procesando el trauma de levantarse, ignoran eso y salen al comedor.
De inmediato el frio les cala hasta los huesos, los chicos se estremecen y corren a sus habitaciones por algún suéter.
—No creí que hiciera tanto frio ¿Por qué nos sentíamos cálidos en el cuarto?— comento Yamamoto, bajando junto a los demás
—¿Talvez por estar durmiendo todos juntos? — Chrome se preguntaba lo mismo.
Pues mientras dormían Tsuna habia extendido sus llamas y ellos no las sintieron, así que no podían saberlo a menos que el castaño les dijera.
Finalmente todos se acomodaron en la mesa y fue servida la comida, con una Riri hambrienta casi pasa desapercibido que Tsuna estaba comiendo poco y estaba sumergido en sus pensamientos.
—Me gustaría pasar una noche especial con mi familia, pero no se que tanto se me permita. No me siento tan enfermo como para poder patinar sobre hielo …— suspiró mientras pensaba en ello.
Después de unas búsquedas por internet, Tsuna descubrió cuantas atracciones y actividades recreativas se podían hacer en los días nevados de Italia. ¡Patinar sobre hielo era posible! Él solo habia pensado eso como algo vago, pero en realidad en su ciudad estaba una pista grande para que todo mundo fuera a patinar por las noches.
Lo primero que pensó fue que era una buena oportunidad para aprender y quien sabe, tal vez describir si alguien de su familia tiene habilidad para el patinaje artístico; la cosa era que ellos tuvieran el tiempo de ir o que les gustara la idea de ir, quizás ellos no querían hacer nada y en todo caso solo querían celebrar de manera tradicional la navidad, aunque nunca la habían celebrado en si.
Así que se levanta de su escritorio para salir y consultar a su padre respecto a los permisos, y mientras lo intenta, el frio se siente sobre su espalda que tenia recargada en la silla y aunque tiene la cobija como chal de abuelita, siente el frio.
—Puede que Reborn no este en casa, debió salir con Skull para comprar calefactores para las habitaciones — reflexiona Tsuna dejando escapar un estornudo
Pensó además, para que en esta temporada de frio decidiera comprar esos artefactos y no en años anteriores, bueno, solo podía significar que el clima cada vez cambiaba e iba en aumento. Los días fríos eran mas frecuentes y había tenido que usar más a menudo sus flamas para traer un poco de calor a su familia por las noches, extendiendo su alcance a cada una de sus habitaciones. Aunque sería más efectivo si todos durmieran en su habitación, pero eventualmente sería incómodo dormir en el suelo y en el sofá. Solo Riri habia estado ocupando su cama junto con él, aferrándose como una niña pequeña porque ella era muy sensible al frío.
Pasa de la biblioteca a la cocina y se encuentra con alguien desagradable.
—¿Qué haces aquí? Creí que mi padre te tenia negada la entrada, aunque no este— comento con veneno, a pesar de parecer inocente
—Tenia que hablar con Shamal, pero no lo localizo y supuse que podía estar por aquí. No vine a hablar contigo — declaró con firmeza, sin verse afectado en lo absoluto
—Shamal no está aquí. Y algo me dice que aunque no viniste a hablar conmigo, vienes a querer hablar sobre mi— remarca sus palabras cruzando sus brazos
—Si, bueno, sigue sin contar como daño directo hacia ti— Verde se encogió de hombros, sin arrepentimientos
—Ya comprobaste que Shamal no esta aquí. Ahora vete— espetó Gokudera asomándose por las escaleras, furioso de ver al arcobaleno que provoca dolores de cabeza y cabrean a Reborn, y ya es sorpresa que ese no sea Skull
—Ya me iba a retirar, no hay que olvidar que pertenecemos al mismo bando, Tsunayoshi— suspira acomodándose sus anteojos — De todas maneras ¿No es preocupante que no este alrededor? ¿No debería monitorear tu condición?
—¡Hemos dicho que te retires!— grita Chrome uniéndose a los chicos, lanzando una mirada furiosa, por mucho que Verde haya formado una alianza en el pasado con Mukuro
Verde siempre fue alguien sin tacto, interesado únicamente por lo que le conviene y trae resultados positivos, y todo aquello que represente errores lo deshecha. Así que cuando Kawahira difundió que tenía cáncer y llego a oídos de Verde, claramente para él era fue una gran decepción en su gran historial de éxitos. Aunque técnicamente Tsuna no era quien se hacía cargo del Tri-ni-sette, por alguna razón Verde había considerado que era su responsabilidad mantenerse sano ¿Cómo llego a esa conclusión?
En fin. Verde fue vetado de la casa de los chicos Vongola luego de esa reunión, y todo aquel con actitudes similares fue igualmente rechazado. Lal no se habia aparecido después de eso, así que no sabían que pensar ahora de la mujer.
Entonces ciertamente a los chicos les pareció curioso que Verde decidiera venir de ultima instancia a buscar a Shamal ¿Realmente era tan importante que no estuviera cerca?
Y de todas maneras se comportó muy grosero de nuevo.
—Uh ¿Y Yamamoto?— preguntó Tsuna cuando se hubo calmado y vio que la mayoría de sus chicos estaba ahí excepto el azabache y el boxeador
—Él y Ryohei salieron junto con Reborn a la tienda, algo así como ayuda extra— explico Hayato tomando lugar en la mesa, arrastrando también su cobija en su espalda.
—¿También vinieron a tomar algo caliente?— ríe suavemente al ver a los demás también con cobijas en sus espaldas
—Si, quería llevarme algo también para Riri, ella esta conmigo — Tsuna enarco una ceja, curioso por esto.
—¿Un nuevo drama?—
—Lo es, a ella le termino gustando
Después de esa respuesta, miro a su guardián de la nube, preguntando silenciosamente sobre lo que hacía.
—El frio impide que pueda concentrarme y meditar— responde, cogiendo su taza entre sus manos, listo para prepararla con té
—De acuerdo, creo que en la alacena de arriba hay una bolsa de galletas— dice más para Nagi que busca una especie de snacks— ¿Mukuro? ¿Viejas películas de Navidad?
—Si, bueno, a veces uno puede quitarse el aburrimiento con esas películas de malos efectos y tramas clichés— responde, haciendo lo posible por no derramar su taza ni dejar caer la cobija— ¿Y tu? ¿Investigando que cosas hacer en navidad?
—¿¡Q-que?! ¿Cómo?
—Volviste a buscar en la cuenta compartida que teníamos de YouTube — dijo entre risas la niebla— Aunque es divertido ver lo que buscan ahí, por favor recuerden que ya tiene cada uno su propia cuenta
—Lo siento— responde su jefe apenado. Hibari incluso lo mira intrigado.
—¿Les gusta la idea del patinaje sobre hielo?— comenta tomando asiento en la mesa
Riri arriba termina durmiendo al contemplar que su hermano y su familia hablarán un rato, y Nagi tardará un poco en subir para continuar viendo «Mr. Queen»
—Yo podría enseñarles — murmura el peli plata, sorbiendo de su café
—¡¿Tú sabes?!
—kufufufu que sorpresa
—Actividades que te enseñan si vives en una mansión de una familia semi distinguida
—¡Oh! Tienes que enseñarme, Hayato
—Yo también estoy interesado
—Dudo que el Arcobaleno diga que no— Hibari menciona, pero mira escéptico al peli Plata, comparte la misma mirada con la chica del parche.
—Claro, esta todavía algunas tareas pendientes que tenemos, pero si hay tiempo definitivamente le diré, Decimo— tose falsamente y Gokudera miente un poco, guardando la sorpresa para más tiempo.
No es que no deseen ir con el moreno a patinar o incluso pasar tiempo, es solo que le prometieron al ex Arcobaleno ayudar con un par de sorpresas para él y no sabían si tendrían el tiempo para no mezclar los dos asuntos.
—Oh, de acuerdo — dijo convenciendo, pero ocultando un poco de tristeza. Pensando que quizás para ellos no resulta llamativa la idea.
Luego cada quien regresa a su habitación, cuando Tsuna dijo que regresaría a su habitación a leer, ya que la oficina guarda mucho frio. Eso y como sus guardianes iban a estar cada uno en sus habitaciones, con el día oscureciendo el frio iba a volver y él podía seguir practicando con sus flamas, envolviéndolos a ellos con un poco de calor. Fue poco antes de descubrir que estaba enfermo, mientras visitaba a Lambo y él se había quedado dormidos durante una tarde de juegos; Tsuna sintió aire fresco colarse por la ventana abierta, pero el pequeño guardián estaba durmiendo sobre su piernas, incapacitado para levantarse y cerrarla, activo sus flamas protectoramente. Sin saberlo había emitido calor, alguna característica que tenia afinidad con la armonía del cielo, alejando el frio del momento y funcionando como cobija.
Entonces los meses siguientes había olvidado que descubrió dicha información sobre sus propias flamas del cielo, lo que podía hacer y como era posible, fueron olvidados con la angustia de la enfermedad. Solo fue el inicio del clima frío que recordó como calentarse y pocos días después, expandir más ese atributo.
Aunque precisamente estaba buscando practicar, porque no duraba mucho tiempo manteniendo el calor y tampoco podía extenderlo tanto, solo cierto radio.
Con Tsuna entretenido en su habitación, con solo él sabe que, los chicos se reunieron en la habitación de Mukuro para hablar al respecto de sus propios planes a escondidas de su jefe.
Bajo la excusa de que el hombre de fedora iba para comprar calefactores a la tienda, los chicos lo acompañaba de par en par o individualmente, para tratar de conseguir algún regalo que al castaño pueda agradarle. Pero esa excusa se estaba agotando, el ex Arcobaleno ya había terminado con las compras y en realidad solo faltaba que fueran enviadas a casa, y mientras tanto los chicos no encontraron algo que les convenciera.
—Bueno, esto obviamente es un desastre— comentó Hayato suspirando— ¿Quedan dos semanas? ¿Qué se hará exactamente?
—Bueno, los preparativos de la fiesta pueden terminar esta semana, pero se tiene que decidir pronto — respondió Mukuro suspirando
—El jefe seguramente estará preparando regalos para nosotros, así que hagamos un intercambio — dijo Chrome llamando su atención.— Dos regalos, uno para el jefe y otro para intercambiarlo entre nosotros
Hibari miro en silencio, ubicado cerca de la puerta, podría oír por si Tsunayoshi salía de su habitación a buscarlos. Afortunadamente, la idea que dio la niebla femenina sonó como un buen plan, así que los chicos asistieron ante eso.
Entonces Nagi escribió rápidamente el nombre de cada guardián en papelitos, luego los corto, dobló y metió en una estuchera para ser mezclados.
Cada uno de los chicos presentes tomo un papel y mientras no fuera su propio nombre, lo guardaban en secreto hasta el día asignado de la cena. Claro, Nagi se aseguro que los papeles que quedarán no fueran los nombre de Yamamoto o Ryohei para variar.
El no terminó sin que la joven niebla le diera a la Lluvia y al Sol, sus propios papelitos con el nombre de a quién le darían regalo.
La siguiente semana fue una completa y divertida sucesión de salidas con excusas demasiado malas. Es decir, los chicos que habían entrado en descanso de invierno, ya no tenían porque asistir a la facultad; sin embargo, viviendo juntos, era casi imposible no darse cuenta de que las razones principales para salir de la casa era para comprar los regalos. Y no habría problema, porque entre los Guardianes sabían la razón, solo se estableció una regla de no ser curiosos respecto a los regalos del intercambio. También, debían ser discretos a la hora de llevarlos a casa.
Pero Tsuna permanecía en casa, no tenía excusas para salir, lo que no solo le generaba problemas a él si no a los demás. Ellos queriendo ocultar de su vista los regalos que tiene pensado para él. Y Tsuna queriendo encontrar una manera de salir a solas sin preocupar a los demás para poder encontrar los obsequios adecuados, porque él quiere que sean especiales.
Para haber finalizado la semana, los chicos por el momento ya tenían unos regalos envueltos; una semana de sobra para la cena de navidad y por lo tanto ya no era su principal preocupación, excepto por Hibari y Yamamoto, quienes se les habia complicado buscar un regalo por la persona que les habia tocado y no es como si pudieran preguntarle, ya que se supone debe ser secreto.
Riohey para Hibari era un misterio en cuanto a gustos, aunque los últimos años se le veía mas enfocado en medicina.
Mukuro, por el contrario era excéntrico, Yamamoto no podía adivinar que podría querer para Navidad ni nada que ya tuviera.
Se fijo en su forma de vestir o los accesorios que suele ponerse, a ver si podría conseguirle algo parecido, y tuvo la idea, pero ahora tenían otro inconveniente en camino.
Reborn aprobó que durante la noche del domingo, los chicos salieran a patinar sobre hielo en una de las plazas publicas cerca de casa, dejándolos a él y a Fon planear esa cena y la próxima que seria la de navidad.
No es que los dos Arcobalenos fueran particularmente buenos en la cocina, ni siquiera tenían un receta especial o algo así, ellos simplemente no quemaban la estufa.
Salir con todos seria divertido, pensó Tsuna, pero no había de manera que pudiera escapar de la vista de sus guardianes y su hermanita para comprar los regalos que le hacían falta.
—Se que fue mi idea, pero así no podré pasar desapercibido— pensó un poco decaído, mientras se abrigaba colocándose un gorro de invierno color beige, que combinaba con el suéter bajo el abrigo negro.
Todos se estaban preparando para salir al frío de la ciudad en sus respectivas habitaciones, incluyendo Riri, que no podían simplemente ignorarla y dejarla atrás. Además, esa noche Fuuta y Lambo estarían ahí, y podían cuidarse mutuamente entre ellos, además de que su hermanita los extrañaba. Con tanta gente fuera, Tsuna tendría que hacer un gran esfuerzo en extender sus flamas del Cielo y traer calor a todos.
Finalmente bajo a la cocina, dónde estaba Riri cenando un sándwich calientito, junto a Chrome; las dos ya vestidas, usando medias bajo sus vestidos y abrigos encima, los cuales combinaban apropiadamente con sus botas. Él sonrió al ver lo bonitas que se veían las dos, ellas lucirán bonitas en medio de la pista de hielo.
—¿A todo esto, ustedes saben patinar, chicas?—
—Mukuro dijo que me enseñaría— respondió Chrome con sus mejillas rosas, escondiéndose en su abrigo
—Hayato dijo que él también sabia, así que creo q el va a enseñarme— respondió el joven, ahora mirando a las escaleras esperando a que los demás bajen— En realidad, creí que Reborn no nos dejaría salir, se veía preocupado con algún asunto…
—Papá dijo que él iba a enseñarme a patinar, ¡Voy a ganarte hermano!
—¡Boba, él no va a acompañarnos!— dijo sacándole la lengua a su hermana.
—¿¡Qué?!
Entonces los demás guardianes no tardan en venir, ya todos están en el comedor, Fon se asoma a la puerta con Lambo y Fuuta detrás, listo para acompañarlos esa noche. Aunque en realidad, se sabe que todos los Arcobalenos están prestando vigilancia siempre aunque de manera más silenciosa.
Tsuna se encuentra realmente feliz poder aprender a patinar sobre hielo, en medio de la ciudad repleta de luces y adornos lindos
El camino hacia la gran plaza es algo largo, pues el hogar de ellos queda a las orillas de la ciudad debido a que no buscan ser llamativos. Al bajar del auto, se mantienen en grupo dirigiéndose a la pista, Tsuna llevaba de la mano a los pequeños y juntos veían con calma los alrededores; algunos puestos de feria, mercado y más las tiendas comerciales, estaban mas alejadas del lugar a donde iban, lo que significaba que si el castaño quería salir a comprar los regalos que le faltaban, necesitaría caminar un largo tramo hasta las tiendas. Pero por ahora, mantendría a los niños firmemente tomados de sus manos, Fuuta de su lado derecho, tomando también a Lambo, de su lado izquierdo estaba tomando a Riri para tampoco perderla.
Cuando llegan a la pista, ya hay parejas y familias patinando o simplemente observando. Alguien en particular destacaba en la pista, que incluso a Gokudera lo hizo voltear asombrado de la capacidad de dicha persona. Se trataba de Skull patinando solo, llevaba gorra, por lo que fue difícil identificarlo al momento.
—Entonces él estará hoy con ustedes, Lal Mirch esta vigilando también los alrededores, así que si algo pasa estoy seguro que ella acudirá — ofreció Fon, dejando al grupo— ¡Diviértanse!
—¿Estaremos seguros? ¿Y porque no esta nuestro primo Enma?— cuestionó Ririchiyo al verse abandonada por ese Arcobaleno de la tormenta.
El grupo de jóvenes miro intrigado a la declaración de la hermana menor, no todos los días adoptadas a alguien y lo nombrabas parte de la familia.
—Ella lo decidió por si misma— aclaro el hermano mayor.
Por el rabillo del ojo, el Arcobaleno de Nube se acercaba patinando hacia ellos, feliz de verlos finalmente y poder empezar una divertida noche.
—Hey, escuche de Reborn que algunos no sabían patinar— saludo el peli-violeta— ¿Quién quiere aprender primero?
—kufufu yo estaré con Nagi, enseñándole— mencionó tomando la mano de la chica, guiándola para el lugar de entrada y ponerse ahí sus patines.
—¿Y ustedes?
—¿Eh? ¿Sabes patinar Cabeza de pulpo?— preguntó Ryohei realmente sorprendido
—¡Claro que si! Aunque no lo practiqué como deporte, si es que eso ibas a preguntar —responde con gesto poco amigable cuando escucha su apodo.
El boxeador solo le sonríe y, animando a Yamamoto y Hibari junto con él, a aprender del peli-plata.
La nube no esta tan entusiasmada, le gustaría en su lugar solo mirar y abstenerse de mostrar sus pocas habilidades ante el público.
—¡Yo quiero aprender del Tío Skull! ¿Cómo es que sabes hacerlo tan bien? ¿Cómo aprendiste? ¿¡Y porque no esta Enma?!
—¡Yo también quiero! ¡Enséñame primero!—intervino Lambo, sin darle oportunidad a Skull de responder.
—¡Oye! ¡Yo pedí primero!—
Los niños se habían soltado de las manos del décimo y habían comenzado a pelear entre sí, como los niños infantiles que son, y aunque Riri solía mostrarse madura era obvio que no podía ocultar ciertos hechos.
—Bueno, los chicos están por allá, enseñándole a Enma a patinar— dijo riendo suavemente— Tiene mucho miedo, pero lo convencieron, además fue la excusa perfecta de que Adelheid usa flamas de hielo
Tsuna observo hasta al otro lado de la extensa y larga pista, como en un rincón estaba la cabellera roja, siendo rodeada por los demás, para socorrerlo en caso de caídas.
—Resbalar y caerse en el hielo, esta en el puesto No°2 del ranking de caídas mas dolorosas, así que es inevitable — menciono Fuuta, sintiendo un poco de compasión por el jefe Shimon
—Bueno, puedes llevarte e los chicos mientras, yo por el momento observare junto a Fuuta— dijo y se fue a sentar en unas bancas afuera de la pista, pero con la suficiente vista para ver a su familia.
Entonces los chicos ya se habían dividido en grupos, al final, Gokudera tomó con él a Yamamoto y Ryohei para practicar, mientras que Hibari lo dejaron observar de lejos; Mukuro y Chrome habían tomado una pequeña zona para practicar y estaban lográndolo de a poco. El moreno tampoco sabia que su niebla masculina supiera patinar, fue tan entretenido, que ojalá él pudiera también intentarlo.
—De todas maneras tengo que buscar la manera de escabullirme e ir por los regalos— pensó mientras miraba, sonreía y aplaudía cuando a alguno de su familia lo hacía bien en aprender.
—Oye Fuuta ¿No vas a intentarlo aún que sea peligroso?
—Me quedare contigo, necesitas compañía Tsuna nii—
—Gracias, aunque ahora iré al baño, así que era yo el que no quería dejarte solo— mintió, doliéndole por la linda muestra del chico.
—Oh, de acuerdo, solo no tardes Tsuna nii!
。 。 。
—Eso fue mas sencillo de lo que pensé
¿A dónde va? Apenas puedo vigilarlos separados de ese modo, y ahora él se aleja— piensa la mujer, siguiendo al moreno con la vista.
Hasta que lo ve alejarse demasiado de la pista, dirigiéndose a la plaza comercial— Por eso no me gusta ser niñera de adolescentes — murmuro mientras seguía al joven cielo.
Los demás, estarían seguros con Skull ahí, además de Collonelo y Viper (de malas) vigilaban. Así que ella lo siguió de lejos.
Tsuna entraba a lugares variados, tiendas de deportes, de ropa, de comestibles, etc. A la mujer Arcobaleno esto obviamente le pareció raro y sospecho, un tanto grosero también; ese decir, hasta donde sabia el decimo propuso la idea de ir a patinar, entonces el que se alejara de esa manera, parecía simplemente descortés, como si al final no le importara todo el tiempo que se estaban tomando para estar ahí todos, divirtiéndose antes de navidad.
。 。 。
Fuuta no podía decir si realmente paso mucho o poco tiempo cuando Tsuna finalmente llego a su lado y solo lo notó cuando Hibari habia volteado a su lado, con esa mirada extraña de que algo extraño habia sucedido, pero tampoco estaba seguro de que.
Y cuando estuvo de regresó, se dio cuenta de los avances que su familia había hecho aprendiendo; ambas nieblas ahora patinaban alrededor de toda la pista, tomados de las manos; Ryohei competía en otro extremo, con algún extraño que decidió unírsele, dejando a Takeshi y Hayato disfrutando de pasear tranquilos; Lambo seguía de la mano de Skull, aprendiendo entre sollozos, aunque la nube habia sido particularmente cuidadoso, la vaca adolescente ya no sabia que mas hacer para dejar de resbalar y caerse.
Entonces eso dejaba a su hermanita patinando sola alrededor y casi al centro de la pista, dónde andaban más personas pero que se movían casi profesionalmente. El joven Décimo se alarmó brevemente, hasta que vio como ella daba giros hermoso en el aire y cae con gracia , sin titubear y continuar para mostrar más movimientos. Así permaneció, hasta que Riri cruzó a lo lejos miradas con él y se acerco a la barrera de la orilla.
—¿No vas a entrar? ¿Querías que papá te enseñara? Aunque tío Skull es muy bueno
—Oh, lo sé, y se que Reborn no iba a poder, es solo que… Realmente no quiero que me duela mucho si me caigo — mintió a medias. Duele cuando caes al hielo duro, si, uno se lastima//, lo que Tsunayoshi no puedo realmente permitirse en su condición y lo habia olvidado; que cualquier caída, cortada o golpe, que llevara a su organismo a usar las células sanguíneas para reparar, esto pondría en riesgo su vida. Un pequeño Hematoma era peligroso, pero su familia tampoco estaba al tanto, y había olvidado mencionarlo, pero habia estado tan emocionado que lo olvidó
—Tu te lo pierdes ¡Me hice bastante buena, así que te gané!— grito la pequeña, alejándose de nuevo al centro de la pista.
Sintió una brisa fría pasar en ese momento, fue cuando se percató que la temperatura habia bajado un poco. Ya que hasta hace poco habia estado caminado de aquí allá, entro en calor, pero quieto podía sentir el frío llegando hasta sus huesos. Miro a su alrededor, que tan lejos estaba su familia para así extender sus flamas y volver a usar su atributo para dar un poco de calor.
//Pude conseguir regalo para todos, incluso encontré algo perfecto para papá, solo espero no se me escape la sorpresa//— sonríe para si, continuando observando.
La noche continuo entretenida y agotadora. Nagi estuvo encantada y sintiéndose casi como realizada, con Mukuro sosteniendo gentilmente su mano y guiándola, si se sentía resbalar, él la tomaba fe nuevo con fuerza.
—Lo estás haciendo bien, solo pon mas fuerza — decía.
Ella no estaba segura si él hacia tales gestos con la intención, o era simple costumbre de tratarla como discípula, alguien a quien cuidar; porque si era así, Chrome solo estaba malinterpretando todo y caía cada vez mas enamorada del heterocromático.
Daban vueltas por las orillas de la pista, dejándoles así un gran panorama y dimensiones del lugar, disfrutando tanto de la gente como de ver la Luna en su punto más alto, alumbrando la noche.
Mukuro fue consiente de muchas miradas, incluidas las del moreno y los guardianes especialmente. Y no buscaba ser obvio, pero tampoco quería parecer una especie de tímido y soltar la mano de la dama; tampoco se trataba de costumbre por los años juntos, él esperaba transmitir correctamente su cariño hacía ella, esperando atraparla con mas cuidado y atención entre sus encantos.
Por otro lado, cierta Tormenta y Lluvia tomaban un descanso, mientras miraban también a la pequeña hermana mostrando sus habilidades, presumiendo que aprendió demasiado rápido y ahora lograba giros y movimientos muy bellos; mientras Lambo se había rendido a patinar junto a Fuuta con ciertos apoyos, que el lugar prestaba a los principiantes para usar y no caerse. Al menos reían y se mantenían contentos.
—Tsuna al final no entro ¿Verdad?— habia comentado Takeshi, apoyando en la vaya de delimitación.
—No, aunque se veía tan emocionado… Si me pedía podría haberle enseñado
—No creo que ese sea todo el motivo— respondió, tratando de animarlo
Ryohei también se habia cansado de la competencia con aquel extraño, pero eso no fue todo el motivo, supo que debía retirarse cuando el hombre pidió una competencia de vueltas y giros, los cuáles él no tenia idea de hacerlos. De modo que con la excusa perfecta huyo a la orilla y se apoyó, cerca de la Nube, tapando un poco su vista panorámica que tenia fe todo el lugar
—¿Divertido?
—¡Claro! Luego de tanto planificar, lo cual no es mi fuerte, esto me relajó — explico el boxeador con sinceridad — Ojalá te unieras, o talvez puedas unirte a Tsuna en las bancas
—¿No lo intento?
—Aparentemente no— respondió, mirando ambos hasta la otra banca, donde dicho moreno parecía apoyar a Riri con entusiasmó cada vez que pasada. Después los ojos grises de Riohey miraron preocupados a los de la nube— Hay algo que no sabemos…
El tiempo pasó divertido para todos, pero poco a poco los jóvenes comenzaron a cansarse y así salían poco a poco de la pista, tomando asiento a un lado de Tsunayoshi o de Hibari, quienes se habían quedado todo el rato afuera solo observando. El moreno había disfrutado con ver a su hermanita aprendiendo, Fuuta y Lambo lado a lado compitiendo, aunque ambos se sostenían de la barda para no caerse. El joven jefe quería correr y tomar a Lambo antes de caerse, porque este comenzaría a llorar, pero pronto recordaba que su guardián ya no tenia 5 años, si no 12, había pasado ya bastante tiempo tan rápido, que a veces eso ponía triste al joven.
Entonces solo los que continuaban en la pista, eran los niños junto a Skull (quién amaba mucho el deporte como para dejarlo), mientras los Shimon habían decidió que ya tenían mucho de patinar sobre hielo y tenían ganas de cenar.
—Díganle a Skull que nos alcance en casa, y si quieren venir, son bienvenidos — habia ofrecido Adel con cariño
—Gracias por la invitación, pero Reborn y Fon nos esperan, ellos prepararon una cena— respondió Tsuna con cortesía.
—En ese caso, deberíamos planear cenar juntos en Año nuevo ¿No? ¡Nos vemos!— se despidieron por último, dirigiéndose al lado opuesto de la pista, para subir al vehículo en el que vinieron.
—Con que una cena de Año nuevo kufufu no suena mal—
—Yo apenas estoy tratando de pensar en la próxima en Navidad, el año se acaba y siento que fue muy pronto— comenta el moreno en medio de un suspiro
Ante el desanimo, los chicos se miraron entre si, preguntándose sí tendría relación con el hecho de que por muy emocionado que estaba de patinar, no lo hizo.
—Decimo, esta comenzando a nevar — menciono su mano derecha, llamando su atención
— Comenzará a bajar más temperatura o los obstruir la visión de los chicos, deberíamos irnos pronto
Solo unos minutos después de ese pensamiento, el arcobaleno de Nube se acerco hasta ellos, con los niños tomados de las manos, trayéndolos con cuidado hasta el moreno.
—Gracias Skull, por cuidarlos ¿Se divirtieron?— pregunta mirando a los niños.
—¡Por supuesto! Y fui el mejor— mintió vanidoso Lambo
—Lambo, casi te caes como 10 veces y Riri incluso aprendió a dar volteretas— el hermano mayor rio ante lo que dijo Fuuta
—Esta bien, les gusto, eso es suficiente para mi, pero tenemos que irnos, antes de que haga mas frio— lo niños iban saliendo uno a uno y los Guardianes junto a Tsuna ayudaban a sacarle los patines.
—Enma y los demás se adelantaron, ellos dicen que te esperan en casa— menciono Yamamoto viendo como Skull parecía buscar algo
Con un “Gracias”, el arcobaleno se fue enseguida hasta al otro extremo de la pista, donde estaba otra salida. La nieve ya habia comenzado a caer mas deprisa, se acumulaba con facilidad en los hombros y el cabello de los chicos, Tsuna observo como la nariz de los mas pequeños comenzaba a enrojecer del aire frío. Así que emitiendo más flamas del cielo, calentó a todos hasta que hubieran llegado al auto que los llevaría de regreso a su hogar. E incluso si era necesario, dentro del auto también extendería calidez.
Fon ya los esperaba en el estacionamiento, abriendo rápidamente las puertas y volver a casa pronto, que no era solo por la nieve que podía obstruir el paso, si no que la cena podría enfriarse. Fue muy extraño como aunque con sus manos retiraron nieve de sus hombros, lo sintieron frio al tacto.
Apenas entraron, el hitman ordeno a todos que lavaran sus manos y luego se sentarán a la mesa, para comenzar la cena que tanto tiempo le tomo. Era una cena cualquiera, pero él la consideraba su preámbulo para la cena de navidad dentro de una semana, así que consideraba la ocasión igual de importante. Y los jóvenes hicieron, caso, no hubo tampoco niños que tardaran en obedecer; la mesa estaba mas larga que de costumbre para que ellos pudieran estar, junto con Fon claro.
—Si los veo tirando o apartando algo en el plato, voy a hacer que se lo traguen todo— amenazó el de fedora, haciendo reír a su hijos.
—Esta delicioso papá, no creo que nadie se atreva a decir que no le gusta— comento rápidamente el moreno luego de dar muchos bocados a su platillo.
Copos de nieve continuaron cayendo del cielo, durante la cena e incluso durante toda la noche. Amontonando, cubriendo caminos y entradas de color blanco. Como si se tratase de un efecto óptico, los ojos miel cayeron en tan ilusión, quedándose por un momento quieto para mirar el hipnotizarte patrón de como los copos se acomodaban; mientras sus propios pequeños problemas y preocupaciones no podían simplemente acomodarse y solucionarse.
Tan rápido como la cena acabo, todos subieron a sus habitaciones y Tsuna no fue la excepción, él tenia poco tiempo para envolver los regalos que encontró y compro con éxito para su familia. Talvez estaba inconforme con uno u otro regalo, que no pudo encontrar algo mejor o mas bien, él quería regalar algo ostentoso, pero pensó que seria exagerado.
Así que con su puerta cerrada con seguro, para asegurarse de que nadie viniera y descubriera sus sorpresas; se dispuso a envolver cuidadosamente los obsequios. Y quiero decir, lo mejor que pudo, porque el papel para envolver era un desastre si el regalo tenia una forma irregular. Se disculpó por adelantado si aquel al que le tocara lo odiaría por eso.
Todos estuvieron ocupados los días posteriores, arreglando o retocando regalos. Las decoraciones de la casa tampoco quedaron atrás, todos se emocionaron porque era su primera navidad juntos y cómodos, que no dudaron en comprar todas las decoraciones existentes. Su jefe tuvo que ponerles un alto, porque por supuesto, ese muñeco inflable de Santa junto a sus renos, ya no tenían sitio en ningún lado de la mansión.
Reborn, también tuvo que ponerles otro alto, debido a que tantas decoraciones en la cocina, iban a ocasionar accidentes y estorbaban para comer o preparar comida.
Y entre los que más hicieron berrinche por esto, fueron Gokudera, Riohey y Ririchiyo. Si, porque a la Tormenta se le negó poner otro inflable de un alíen robándose regalos. Riohey, porque incluso insistió en querer una chimenea para colocar Guantes de Boxeo en lugar de Calcetines. Riri, era obvio, ella quería que de alguna mágica manera se metiera nieve a la casa entera y así poder hacer muñecos de nieve por todos lados. Y ella todavía decía que no le gustaba que la consideraran como niña.
El día 24 del mes había llegado, ya estaba listo cualquier ingrediente que se usaría mas tarde para la cena. Ya estaba en la sala el Árbol de Navidad y bajo ellos los regalos, listos para el intercambio. Estaban en un rincón, pero eran tantos, que sobresalían y Tsuna se asustó de que hubiera muchos, pensando que quizás eran regalos para visitas.
—¿Alguien vendrá a cenar con nosotros?— pregunto entrando a la cocina para tomar un desayuno normal, con aquellos despiertos.
—No, jefe ¿Por qué lo dices?— pregunto Chrome sirviéndose dos platos de cereal.
Uno para ella y otro para él, que había señalado también querer desayunar lo mismo. Entonces sirvió, mientras esperaba respuesta y el moreno la veía
—Porque ahora que fui a dejar mis regalos para ustedes…vi muchos y…
—¡Oh, son de nosotros! Queríamos que fuera también una sorpresa, aunque es obvio que hasta el final no podía serlo— ella responde entre risas— Supusimos que quería darnos obsequios de navidad, pero no queríamos solo recibir, así que lo planeamos un poco en secreto
Tsuna había comenzado a comer su cereal, realmente sorprendido de que ellos consiguieran ocultar su pequeña idea. Y no se molesto, por el contrario estuvo contento
—Entonces será una noche de muchos intercambios, ya estoy emocionado— comento sonriente
Entonces el día frio continúo avanzando con normalidad. Ya que nevaba afuera y ya nada se necesitaba preparar, los chicos decidieron pasar la tarde viendo películas de todo tipo, incluidas las navideñas; aunque a esa idea se habia negado Mukuro. Primero, porque ya había visto varias y segundo, porque le resultaban ser muy clichés, pero Nagi insistía y él no pudo negar lo que ella quería ver. Además ella y Tsuna tenían derecho de decidir porque se despertaron primero, luego fue Hibari, Gokudera y Yamamoto, y solo al final Ryohei, Riri y Mukuro.
Y hasta que la hermana menor llego, la programación habia sido variada, pero al llegar ella, en la casa se vivió un maratón de Frozen, incluyendo los cortos de verano y Navidad. Y también, solo para completar la “colección” terminaron viendo El origen de los Guardianes.
—Personalmente, me gustan mas los libros— comentó Mukuro al finalizar el filme
—Vengan a poner la mesa para comenzar la cena—
Se escuchó de fondo la petición de Reborn desde la cocina. Pero ellos continuaron.
—Totalmente. Me gusta mas Conejo que aparece en los libros, que en la película — dice Yamamoto encogiéndose de hombros
Ryohei asombrado por el dato, pero siendo obediente, se retiro junto con Hibari a la cocina.
—Mi favorito siempre es Sombra, no importa lo que digan— continúo Chrome, expresando su opinión
Entonces solo Tsuna y su hermana se quedarían en la sala, discutiendo con su lluvia y sus nieblas, sobre lo importante que es conocer los libros antes que la película.
—¿Y porque yo no lo he leído? Ya me los hubieran prestado, ustedes envidiosos— dijo el moreno fingiendo enojo
—¡Yo también quiero leerlos! ¡No sabia que existieran libros!
—¡Vengan a ayudar o no habrá cena!— fue el último llamado de advertencia del Hitman. La luz de la sala se apagó después de eso.
Lambo incluso ya había sido traído por Fon, ya nada ni nadie faltaba en la mesa, solo esperaban a que el Ex Arcobaleno del Sol tomará su lugar y así cenar juntos en la víspera de Navidad. La nieve no se detuvo en todo el día, lo que significaba que se habia acumulado bastante y continuaría así en la madrugada; el frío estaba ausente en las habitaciones, la calefacción funcionaba de maravilla y en esa noche no era la excepción.
Fue una cena un poco ligera y diferente, muchos platillos Italianos. Su padre se encargo que los alimentos no cargaran al estómago con tantas especias y así no pasaran la noche con dolor. Los postres y la bebida tampoco podían faltar, así que también se les dijo a los jóvenes que dejaran espacio para ello.
Se sirvió Panettone y Pandoro (postres tradicionales de estas fechas en Italia ), porque a algunos no les gustaba el pan con pasas. La mayoría bebió Ponche de huevo, excepto los hermanos Cielo y Lambo, ya que contenía alcohol.
Pero nada de eso, hizo la noche diferente hasta que llego la hora del intercambio de obsequios.
—Ya pronto serán las 12, así que acomódense para tomar una foto rápido — ordeno Reborn a los chicos que parecían cansados
—¡También una ronda de abrazos!— Riri grito en acuerdo con la idea de su hermano
—¿Qué pasara con los regalos?—
—Podríamos hacerlo mañana por la mañana, mientras desayunamos— propuso su jefe a su Guardián de la Lluvia
—No suena una mala idea— Mukuro bostezo al momento de responder.
Inmediatamente después de la foto, el reloj sonó marcando la media noche, lo que movió al Hitman a abrazar de primer momento a sus dos hijos castaños; acariciarles su cabeza con mucho amor y mirarlos con cariño, y luego finalmente salir de la sala.
—Feliz Navidad, espero continúen comportándose como una Familia unida y buenos Guardianes — dijo y se desapareció.
Palabras más, palabras menos. Pero estaba orgullosos de lo que habían logrado juntos, de lo lejos que habían llegado a pesar de las dificultades y de lo mucho que habían aprendido con ello. Estaba orgulloso de su hijo Tsuna, por ser simplemente él. No habia nada que no lo hiciera especial, al igual que Riri.
Si el azabache pidiera una única cosa, quizás sería la posibilidad de viajar al pasado, no para salvar a Tsuna del dolor que le ocasionaron sus padres biológicos; viajaría al pasado con el único propósito de poder darse cuenta desde antes del daño que sufría y , tratarlo con más cariño y paciencia que nunca.
Después de duras y frías navidades, esta seria especial para todos y conmemorativa.
Luego de muchos más abrazos, y lindas y cursis palabras, los jóvenes se fueron a dormir a sus respectivas habitaciones, exceptuando Lambo y Riri, quienes durmieron con Tsuna, no queriéndose sentir solos en esa noche.
Por la mañana del 25, todos habían despertado temprano por la emoción de querer abrir los regalos, por querer saber que iban a recibir y ver las expresiones de aquellos a quienes iban a dar. Incluso Mukuro, quien usualmente se le dificultaba despertar, estaba ya sentado en la sala sin dejar de mirar los regalos bajo el árbol. Aunque no se habia molestado en cambiar su pijama de Búhos.
Fueron llegando los demás, Ryohei y Yamamoto, con sus pijamas aun puestas y un vaso de malteada en manos; ambos se sentaron junto a la niebla, en el sillón de tres piezas. Hibari entro tras Chrome, ambos con tazas de té y dirigiéndose a uno de los sillones de dos piezas. El otro, estaba ocupado por Gokudera, Riri y Lambo; esto, para que él los controlara en caso de que quisieran correr y abrir regalos que no eran suyos.
Eso dejaba al ultimo sofá de dos piezas, ocupado por Tsuna y su padre; ellos estaban del otro lado del Árbol de Navidad, junto a este para que Reborn leyera las etiquetas de las envolturas y repartir así a cada quien su obsequio.
Entonces el primer regalo que saco bajo el árbol, fue una caja envuelta en color lila. Reborn leyó:
—De Mukuro para Nagi—
La mencionada esta sorprendida y lo esta aun mas, cuando luego de recibir un abrazo del hombre y abrir la caja, encuentra una cámara color azul rey.
El le guiña un ojo y le sonríe desde su asiento. Hasta ahora es el único que sabe que ella necesita una cámara para guardar fotos de los trajes de confecciona.
—Papá, toma ese de allá, por favor — susurro el moreno al azabache, quien haciéndole caso, le entrego una bolsa negra de papel.— Entonces, este es mío para Mukuro— dijo extendiendo la bolsa a su guardián
—Gracias, Tsunayoshi, que detalle— comenta modelando la bolsa sencilla de papel
—Pero, me gustaría que los abrieran hasta el final ¿Se puede?— pregunto, un tanto tímido
—Sin problema, a cambio, abre los nuestros también al final— dice, entregando su respectivo regalo al castaño
A continuación la chica del parche se levanta y desde atrás del Árbol, muy escondido, ha sacado un regalo muy grande; tenía una forma extraña pero aun así estaba envuelto.
—Hmm a mi me toco Hibari— dice ella, luego camina tímida cuando nota que la nube la mira sorprendida como todos.
—¿Qué puede ser para que sea demasiado grande?— pregunto Yamamoto interesado. Hibari también se preguntaba lo mismo en silencio.
—¿Espera, eso significa que entre ustedes hicieron un intercambio? Vaya sorpresa, también estoy interesado — rio en lo bajo, ya teniendo su respectiva caja para su Guardián de la nube.
Él acepto con cuidado su obsequio y al desenvolverlo, sus sospechas se hicieron realidad. Era una jaula grande para pájaros, aunque no había nada dentro
—No podía dejar al Petirrojo dentro o haría ruido y arruinaría la sorpresa. Pero, ahora podrás verla— entonces quitando la ilusión, un pequeño Petirrojo se asoma en medio.
El sonido que hizo el ave, alegro a la nube, en general, estuvo contento con el regalo.
—Hmm Gracias, herbívora — respondió solemne. Y dejando con cuidado la jaula en un lugar alto, cerca de la ventana
—Y este para el jefe— extiende otra caja larga hacia el moreno.
—Ouh gracias Nagi — agradece, después le extiende su propio regalo para la chica y la abraza.
Ahora Reborn toma una bolsa roja y Hibari se levanta para tomarla, luego sin muchas palabras se dirige a donde esta sentado Ryohei.
—Este es tuyo— dice, el boxeador lo recibe con curiosidad y sin importarle mucho que la nube no le haya dado un abrazo.
—¿Guía de Tés medicinales? ¡Oye nunca habia pensado en eso!
La idea que tenía era inicialmente para poder él probarlos de la mano del guardián, pero también le gustaría que los preparé algún día para Tsuna.
El proceso entonces se repite. Tsuna le extiende su propio regalo a su Guardián de la nube, este le da el suyo y esta vez no se aleja del afecto.
Cuando Reborn entrega el regalo, pronto busca bajo el Árbol, el que tenga en la etiqueta del nombre de aquel que recibió. Como en esta ocasión se trato de Riohey, busca su nombre. Lo encuentra, lo extiende hacia el boxeador que se ha acercado y espera.
—¡Fue extremadamente difícil! Pero, aquí esta el tuyo, Cabeza de pulpo— comentó el apodó como antes solía hacerlo, pero esta vez con un toque de nostalgia.
—Tsk mas vale que sea algo bueno— responde mientras quita el envoltorio navideño mal hecho— ¿Una compilación de Documentales y libros de historias sobrenaturales? No sabia que existían tales cosas. Gracias — admitió con dificultad.
Los chicos eran un poco alérgicos a los abrazos luego de ayer por la noche haber tenido suficientes. Sin embargo, cuando le toca su turno de recibir su regalo dado por su Décimo, acepta ser envuelto en un abrazo por él (como todos los demás lo han hecho hasta ahora. Unos mas tímidos que otros)
—¿No puedo ver su regalo, Décimo?— pregunto, aunque ya sabia la respuesta, en realidad estaba muy ansioso de querer verlo.
—Todos han esperado, por favor se paciente
Gokudera toma el regalo que le extiende el Hitman y camina hacia la Lluvia. Eso significaba que solo quedaba Mukuro de recibir regalo y Yamamoto era quien se lo iba a dar.
—Toma, idiota del Baseball— extendió el regalo y en cuanto el azabache lo recibió lo abrió. Sonrió encantado por lo que recibió—Lindas pulsera de baseball, no sabía que podías encontrar algo así
—Lo que sea—
Yamamoto recibe y da su respectivo regalo a Tsuna; luego se dirige hacia la niebla masculina y esta cajita también resulta una pequeña de joyería.
—Me halagas, Takeshi— dice sacando un anillo, pero cuando lo ve mejor, nota que este se trataba del verdadero Anillo Infierno Malocchio. Ese que uso Daemon Spade cuando poseía su cuerpo , aquel que después Vindice le quitó y lo selló. Y se supone que seguiría estando en manos de ellos —¿Cómo conseguiste esto? ¿Le robaste a la policía de la Mafia—sonaba entre contento y dudoso.
—No, negocie con ellos. Me lo dieron a cambio de que permanezca sellado hasta que ellos digan que es seguro— explico, contento por ver que el Guardián lo esta.
—Igualmente gracias, inicialmente había pensado que era un anillo normal y lo hubiera rechazado. Solo tengo ojos para mi querida Nagi— confesó con cariño
A Tsuna le gusto mucho la idea de que sus guardianes hicieran entre ellos un intercambio, animándose así a participar él el próximo año; se enterneció de la idea de que todos resultaron con dos regalos esta primera navidad. Y claro, Lambo tampoco se quedó atrás, él al final recibió un regalo de Gokudera y de Tsuna.
Riri recibió de Nagi unos lindos listones para el cabello, de distintos colores, para que pudiera combinarlos con lo que sea.
Su padre, quién expresó lo decepcionado que estaba por no recibir nada a cambio de ayudar, con los regalos que sus dos hijos le dieron, fue suficiente para cerrar su boca.
—Bien, incluyendo los regalos que tiene Reborn, ahora si pueden abrir los regalos que faltan— menciono el moreno entusiasmado por ver lo que recibió y las reacciones de lo que dio a su familia.
Todos al mismo tiempo tenían sus obsequios en mano, sorprendidos tanto como su jefe. Entonces él se detiene y mira su esponjosa bufanda roja de parte de su Nube; un traje confeccionado por la misma Nagi, hecho exclusivo y detallado con sus atributos del cielo; una pulsera también con diseños de Vongola y en el centro un dije de Leoncito, fue regalo de Gokudera; una libreta de pasta dura y una pluma ridícula de un león, «Para que escribas un diario si estas aburrido» dijo Mukuro.
También tiene ahora una lámpara en forma de león, cortesía de Yamamoto y finalmente una Taza encantadora, con patrones de girasoles dada por su Guardián del Sol.
—Entiendo que Natsu forme parte de mi armamento y me guste, pero no todo lo que me regalen tiene que tener un león— se rio el moreno al ver tantos leoncitos entre sus cosas.—Aun así, gracias, todo es muy bonito
—Gracias a ti, Tsunayoshi— responde Mukuro solemnemente — Escogiste nuestros regalos con cuidado
—¡Yo estoy en contra! ¿Por qué un peluche? Hermano, no soy una niña
—Oh, tienes 9 años y para mi sigues siendo una niña— ignoro el puchero de la pequeña Castaña.
El joven jefe entonces siente una mirada un tanto amenazadora de su padre, pues no ha abierto su regalo y deseaba poder saber si su hijo estaría contento con lo que recibió.
Tsuna fue especialmente cuidadoso abriendo el regalo y sacándolo de la caja cilíndrica. Tan pronto saca la fedora, su familia ve el parecido a la que el Arcobaleno usa.
Y quedándose en shock por unos segundos, Reborn aprovecha para tomar el sombrero y ponerlo sobre el propio cabello de su hijo
—Sabia que te quedaría— dice orgulloso. Momentos después, un abrazo lo rodea, sintiendo después de un tiempo, el cuerpo delgado de Tsuna. Preocupándolo.— Feliz Navidad, Tsuna — dice finalmente con cariño
—¡Es muy genial!
—Y lo tuyo es un vestido
—Pues ya no es genial— se queja
—Pero ni siquiera lo has visto— ríe el azabache sin apartar el abrazo de su hijo mayor.
Riri hace lo mismo y abre la caja. Adentró en efecto hay un vestido, o más bien lo parecía, pues en si era un traje cómodo para luchar y a la vez verse elegante.
—¡Me encanta!
El intercambio de regalos finalmente había terminado y Reborn animo a los chicos a ir a arreglarse y dejar sus regalos en sus habitaciones , para después comer; esto, porque Tsuna no habia dado señales de moverse primero, ni siquiera había dejado de ocultar su rostro entre la ropa de su padre. Y si él no se movía, Riri tampoco lo haría.
Los guardianes se fueron cada uno contento con lo que recibió y más de uno volviendo a agradecer a quién haya escogido sus obsequios. No les causo preocupación ni problema que su jefe se quedará atrás, después de todo Reborn era su familia y podían quedarse todo el tiempo que quisieran.
Sin embargo, en cuanto la sala quedó vacía de todos los guardianes, el azabache le quitó la fedora a su hijo y acaricio su cabello, queriendo alzar su rostro y descifrar lo que le preocupara, incluso Riri también quería saber que estaba mal. Compartieron miradas preocupadas.
—¿Hay algo mal, Tsuna? ¿Quieres que te acompañe a guardar tus regalos en la habitación?— pregunto Reborn suavemente.
El nombrado negó con la cabeza, manteniendo su silencio.
—¿Algo no te gusto, hermano?
—¿Qué pasa? Hace un momento estabas feliz. Háblame por favor, Tsuna— habló un poco mas impaciente.
—Nada pasó, solo estaba pensando — respondió finalmente, pero sin alejarse del abrazo — Eres lo mejor que he tenido y creo que es mi primera Navidad pacífica, con todos. Con una hermana — apretó su pequeña mano— Vivir después de todo ha valido la pena.
Las manos de Reborn temblaron con las palabras de su hijo. Si, fue esperanzador oírlo decir que fue una buena primera Navidad con todos ¿Pero porque también sonaba como la última? El no supo que responder, mas continuo acariciando el cabello castaño de ambos chicos.
Mientras también Riri se mantenía en el abrazo, preocupada sin poderlo expresar abiertamente.
Hermano …no vayas a abandonarme demasiado pronto, ni tampoco a papá— pensó su hermanita.
Desde hace mucho, el reloj ha estado avanzando, acercándose al final.
Bonus:
No es que a Reborn no le haya gustado su regalo, simplemente olvidó el asunto cuando vio a su hijo ser tan apegado a él y su inquietante comportamiento.
Pero, ahora tenía una nuevas corbatas, con varios patrones, entre ellos habia uno de líneas delgadas y tenues, que combinarian con cualquier traje que llevará en un futuro.
Y de su hija menor, recibió un dibujo, pero no cualquier dibujo. Riri tenia talento para los dibujos con acuarela, así que ahora tenia una “foto” familiar, con ellos tres sonriendo. Su expresión no lucía antinatural, ella logro plasmar correctamente una sonrisa al dibujarlo. Fue un lindo detalle que mandaría a enmarcar en el futuro.
╔═.✵.═══Nota
Extrañaba escribir bonus.
Cuando se elimina el capítulo y vuelvo a hacer uno "nuevo" se eliminan tmb comentarios.
Pero no se preocupen, guardo en mi corazón los que comentan palabras lindas, antes de volver a publicar este cap corregido
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