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Capítulo 7

Ella tenía la vista perdida, sus ojos no reflejaban más que dolor y no podía verme directamente, se que mis palabras fueron hirientes pero ella hizo conmigo lo mismo, y no solo fue una sola vez.

— ¿Que esperas? ¿Vas a hablar más mierda de mi? ¿O dirás mierda sobre ti? —hablo, esta vez era aún más fría, su desprecio era tan evidente en su tono de voz.

No respondí, no caería en su tentación.

Me aleje de ella con cuidado midiendo mis pasos, nunca había hablado de esta forma, dejando temor en la mirada de Sam, pues ella era quien tenía la última palabra siempre, y siempre tenía la razón.

— ¿Cómo los conociste? —pregunte de repente, mi cabeza solo quería saber el porqué y saber que como fue el inicio.

— ¿A quienes? —respondió con una pregunta, seguía sin entender en absoluto, o al menos la parte de las mafias, era algo que aún a mí me costaba comprender.

—A tu amigos —recalqué la palabra , dejando claro que mis amigos nunca serían y tampoco lo son.

—Fui a una fiesta, en Los Ángeles —ella puso su espalda sobre el concreto aún estando en la cama —, creo que alguien de ese grupo de amigos me invitó un trago, y de inmediato Wes tuvo mi atención.

¿Wes? Pensé que lo más obvio sería Marcus, no su amigo imbécil.

— ¿Y como terminaste siendo novia de Marcus?

—A él le atraje desde el inicio, o eso dice el, Wes no mostraba ningún interés en mi, solo quería beber y lo olvidé, supe que no valía la pena —era creíble, nadie podía estar con un hombre si bebé a horrores —. Seguí yendo a fiestas de ellos y poco después me acosté con Marcus, me enamore de él por todo lo que era y hacía, no tardamos mucho en ser pareja; lo malo es que sigue siendo un imbécil machista cuando tiene la oportunidad.

Lo sé, lo sé muy bien.

— ¿Rose? —me llamo Steve, esté lucía preocupado, parecía haber recibido uno noticia importante, no dejaba de checar su teléfono cada tantos segundos —. Ya debemos irnos, no podemos estar por mucho tiempo, mañana tal vez veas a tu amiga de nuevo.

Le di un abrazo rápido a Sam, solo para no ser tan dura con ella pero no me respondió, entiendo, tampoco lo habría hecho si fuera ella. Salí del lugar y pronto Steve ya había cerrado la puerta, podía ver la mirada perdida de Sam. Me dolía como no tenía idea, debería sacarla de allí pero al mismo tiempo siento que lo merece, muchas cosas me esconde y intentaré descubrir cada una.

🌹🌹🌹

Salí del baño cubriéndome con la toalla, esta vez estaba sola en la mansión, a excepción por los cientos de hombres que trabajan vigilando, no me sentía desprotegida ni nada. Me sentía ansiosa por saber lo que ocurrió, Steve solo dijo que debía de irse por unas horas y junto con ellos se fueron sus hijas, y también los gemelos; todos ellos mostraban cara de preocupación y me gustaría saber qué ocurrió pero no es algo que deba de enterarme.

Me vestí con una pijama cómoda, lave mis dientes y cepille mi cabellera larga, necesitaba un corte, ¿aunque en dónde me podría hacer una? Ahora no podría hacerlo.

Volví a la cama y retome la lectura de hace unas horas, cada vez amaba más este libro, a veces lloraba y a veces reía, a veces me enojaba e incluso unas ganas enormes de no seguir me dominaban.

—Debo terminarlo —murmuré para mi.

Después escuché que alguien habría la puerta principal —era irreconocible aquel ruido —, después pequeños murmullos sin palabras coherentes se hicieron presentes en el lugar.

A lo lejos divise los cuerpos de las niñas y de Stassie, estas estaban llorando y la mayor solo tenía los ojos hinchados y rojos a causa de un llanto excesivo. ¿Qué ocurrió? De inmediato me preocupe, pero mire a Steve caminar unos metros atrás de ellas, este tenía los ojos rojos más no hinchados. Detrás de ellos venían los gemelos, estos me miraban fijamente pero no podía entender sus miradas y tampoco saber qué reflejaban en ella, eran muchas emociones, compasión, enojo, molestia, tristeza, lastima, eran demasiadas cosas.

Los gemelos caminaron rápidamente hasta perderse de mi vista, yo solté un respiro cansado, para después seguir con lo que hacía anteriormente.

¿Qué sucedió? ¿Por que todos estaban tristes? No preguntaría, solo me ganaría sermones y miradas poco agradables, no tendría sentido preguntar pues se que nunca me dirían la verdadera razón.

Leí hasta que mis ojos no pudieron, probablemente eso fue a la una de la mañana, la mañana siguiente todo transcurrió normalmente, el desayuno fue demasiado silencioso como tan incómodo, lave mi plato después de comer y regrese a la habitación para terminar el libro pero este parecía no importarme, mi mente estaba recordando los rostros de ayer, y por alguna razón se que yo tenía algo que ver.

Tal vez sea una idea absurda pero para mí tenía sentido, no estoy aquí por hacer algo bien y tampoco por que me necesitaban, estando aquí parezco una prisionera pero no lo soy, o eso pienso a veces, puedo salir a caminar pero no puedo salir de este lugar y eso me hace una prisionera; aunque, estoy aquí por que se preocupado por mi estado, por que me matarían en unos días si nunca hubiera venido.

Pronto termine el libro pero lo único que no me gusto fue el final, al ser un final abierto, me causa muchas molestias, preferiría que la mataran a qué me dejaran la historia a la imaginación.

Tenía hambre, era tarde, pero no quería ir a la cocina por miedo de encontrarme a alguien, no quería hablar con alguien en estos momentos, y eso me hacía recordar que tenía que hablar con Steve sobre mis padres, he tratado de tomar la lectura como distracción pero no funcionará por siempre, hay muchas cosas en mi cabeza, me causan problemas que después solo empeora mi estado mental. Aveces desearía que mi vida fuera fácil, pero ninguna persona tiene la vida fácil, menos debería tenerla yo.

Finalmente baje decidida, primero fui a la cocina y bebí un vaso de agua, para después causarle molestias a Steve, pero me arrepentí al estar a unos centímetros de la madera que dividía la estancia y el despacho, camine lentamente por los escalones, mi mente pedía respuestas pero al mismo tiempo se negaba a cooperar y armarme de valor. Lo irónico es que siento que merezco saber más, pero mi mente me hace una mala jugaba, dejándome claro que yo no debería causarle molestias a personas que tienen asuntos más importantes que resolver.

Me tiré sobre la cama, con la cabeza abajo y la mi rostro haciendo contacto con mi rostro, grite de impotencia sobre esta, hasta que mi garganta ardió. Recupere la compostura y me senté sobre la cama, pero me llevé una sorpresa —susto —al ver a uno de los gemelos recargado en el marco de la puerta.

— ¿Hola? —le pregunte, ¿cual de los dos era? No miraba su tatuaje, tenía una playera que cubría sus brazos.

—Tyron me envió por ti, me pidió que te dijera que te ducharas, y en unos minutos Stassie vendría acompañarte.

— ¿Por qué? —pregunté atónita.

—Por que iremos a una fiesta, has pasado mucho tiempo sin hacer algo interesante, debes alejarte de esos libros deprimentes —agrega después de ver la portada del libro, ¿el que ibas a saber de libros deprimentes?

Tomó una respiración larga y hago lo que me pide, camino hacia el baño y tomo una ducha en tan solo unos minutos, cubro mi cuerpo con una toalla y peino mi cabello.

— ¿Rose? —escucho la voz de Stassie detrás de la puerta del baño, abro esta invitándole a pasar —Por lo visto te duchaste, pensé que te negarias.

— ¿Por qué?

—Por que no pareciera que eres una persona de fiestas, siempre estás leyendo un libro nuevo o solo estás en silencio

¿Y? Cualquier persona hace eso y por eso no me gustarán las fiestas, solo disfruto mi momento a solas, así sea todo el día y todos los días.

Mire la ropa que estaba en su manos, ella me la extendió, le dije que me diera espacio para vestirme y eso hizo. Me detuve frente al espejo y vi que este cambio me gustaba, no era llamativo ni nada extravagante, algo sensual. Constaba de un vaquero noventero que se ajustaba en mis caderas y una blusa rosa de tirantes donde lucía mis pechos pequeños y mostraba mi estómago.

Salí de el baño y ella se acercó con un cinturón del mismo de la blusa, me tendió unos converse blancos y me los puse rápidamente, estaba lista.

🌹🌹🌹

Stassie me había hecho ponerme una peluca y unos lentes, estos eran súper pequeños pero muy lindos, combinaban con mi atuendo, mi peluca era un poco rara, era rubia a causa de esta, pero me encantaba como me veía.

— ¿Están seguros que no llamaré la atención? —les cuestione a los tres, estos volvieron a negar.

—No pasará nada, solo venimos a relajarnos y ver pelear a Tyron, después de eso nos iremos pero primero tomaremos unos tragos.

Asentí, camine entre la multitud y como había dicho, nadie me miraba pero me molestaba tener a las personas tan cerca de mi. ¿No pueden hacer una pelea en un lugar más grande? Para evitar estas cosas.

Tyron se alejó de nosotros, los tres nos quedamos solos a tan solo unos centímetros de la gran jaula, si veo que alguien derrama sangre es casi seguro que me desmayaré, o tal vez no.

Pronto una persona se hizo presente en el centro de la tarima, anunciando la participación de Tyron y de otro chico; primero vi como el gemelo entraba a esta y hacía que las personas gritaran por él y aveces recibía una protesta pero las ignoraba, poco después subió otro y este tenía una capucha como si de boxeador famoso se tratase.

Este se quitó la capucha y se deshizo de la bata horrible, su rostro se iluminaba y me fue imposible no reconocer esos ojos color miel.

— ¿Wes? —balbucee.

— ¿Que dijiste? —preguntó Tyson a mi lado izquierdo pero negué, no lo conocía y no tendría sentido. Este después de ver que no le respondería levantó la vista hasta la tarima y vio el rostro del contrincante de su hermano, pude ver sorpresa en sus ojos y lo mismo sucedió con Stassie.

¿Por qué reaccionaron así?

La campana del inicio del round hizo eco en el lugar, Tyson daba pequeños saltos alrededor de Wes y este hacía lo mismo, a veces Wes tiraba ligeros golpes intentando distraerlo pero no fue hasta que Wes golpeó a Tyron en la mandíbula —provocando que saliera sangre de su boca y partiera su labio— que empezó el juego realmente.

Los movimientos eran rápidos de las dos partes, se escucha cada contacto de puño contra piel, cada quejido y cada gota de sangre que caía sobre la lona. El público estaba en completo silencio, sin duda esta pelea era muy intensa.

Los chicos tenían los rostros preocupados, no perdían la vista de la pelea, yo por otro lado intentaba leer sus expresiones, el silencio me hacía pensar mucho, ¿por qué reaccionaron así al ver a Wes? ¿Se conocen?

De pronto vi como Stassie y Tyson me miraban y no a mi rostro, a mi playera, baje la mirada a mi pecho encontrando gotas de sangre sobre está. ¿Cuándo pasó eso?

Lentamente lleve la mirada a la jaula y me encontré con una penetrante mirada, Wes me miraba fijamente y después veía a mis acompañantes, la sangre provenía de su rostro. Después vi como Tyron tomaba del cabello a Wes y acercaba el rostro de él a su rodilla, giré mi rostro rápidamente evitando ver esa escena, mucha sangre salía de la nariz de Wes. Era absolutamente asqueroso y agresivo, las náuseas se hicieron presente en mi sistema y salí corriendo lo más posible de aquel lugar.

Pare en seco al notar que ya estaba fuera, era silencioso el lugar, estaba en un barrio peligroso, todo era oscuridad y lo único que me hacía ver la calle era la luz de la luna, camine hacia un parque que estaba a un par de metros de mi, al llegar me senté sobre uno de los columpios cercanos.

Me balancee en ellos lentamente, y en mi cabeza se repetía una y otra vez la escena de la pelea, Tyron es demasiado agresivo, probablemente le ha roto la nariz a Wes, pero que importa... o tal vez si me importa, un poco. Recordé cuando me miraba fijamente, ¿me reconoció? No lo creo, no parecía yo con esta peluca y menos con los lentes que estaba usando.

— ¿Estas bien? —esa voz, esa maldita voz. Levante mi vista y encontré al dueño de mis pensamientos.

¿Por qué está aquí? ¿En serio le preocupa?

— ¿Estas bien? —volvió a preguntar, asentí a duras penas, por acto seguido el se sienta en el columpio que estaba a un costado de mi —Pensé que estabas asustada, pensé que te pasaría algo malo.

Lo mire fijamente, sin decir nada, si lo hiciera probablemente reconocería mi voz y no quiero eso en absoluto.

— ¿Sabes? Creo que —pero no logro terminar, el grito de Stassie llamándome lo interrumpió.

—¡Aquí estás! Te hemos estado buscando tanto tiempo —mire a la chica quien estaba corriendo hacia mi dirección, y obviamente estaba acompañada de los gemelos —, debemos irnos.

Yo asentí al mismo tiempo que me levantaba de donde estaba, limpie mi trasero con molestia, era una manía que tenía cada vez que me levantaba de un lugar.

Me acerque a los chicos y camine en dirección a nuestro auto.

—¡Adiós! —se despidió Wes a nuestra espalda, yo solo gire y levante mi mano en señal de despedida, ni loca le digo una palabra.

Subí al auto con cuidado, me puse el cinturón de seguridad y Stassie inicio a bombardearme de preguntas, a cada una de ellas respondió con un no.

— ¿Se conocen? —le pregunté con bastante curiosidad, y dejo de hablar, al igual que los gemelos, estos no hablaban en absoluto —Se conocen, ¿verdad? Es lo más lógico con tu silencio.

Y cuando pensé que todo terminaría, suelta sus últimas palabras.

—No te acerques a él, te hará daño.

¿Por qué? ¿Como me haría eso?

Pero asentí, no respondí, solo seguí perdida en mi mente y recordé aquel beso que nos habíamos dado, fue tan lindo como tan dulce, fueron muchas emociones en tan solo unos segundo. Desearía que volviera a suceder eso, pero por lo visto él me hará daño y no sé de qué manera, supongo que toda su aura grita peligro.

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