Capítulo 5
Mire al hombre, este vestía de traje elegante y traía un móvil en su mano, señal de que siempre está trabajando o al menos eso significa en las personas de su edad.
—Siéntese, por favor —habla el hombre con ojos azules —que aún no se su nombre, tampoco soy quien para preguntar —.
Steve negó y habló con autoridad.
—Solo estoy aquí por las mujeres, me temo que mi jefe las necesita con él ahora mismo, se asegurará de que estén seguras —por un momento el miedo regreso a mi, ¿quien es su jefe?
—Claro, Steve. Le deberías informar al señor Monet que pronto regresaré a Detroit a hacer la parte de mi trabajo, y probablemente acepte el trato que me ofreció —el mencionado asintió a las palabras del hombre a mi lado.
—Mañana a primera hora me temo que regresaremos a Michigan—el hombre nos miró y nos señaló con el rostro —, ellas también irán con nosotros.
¿Que? ¿Por qué? Yo debo de estar aquí, no en otro estado. Mis padres deben de estar preocupados por mi, han pasado muchos días desde mi desaparición.
—Perdón, pero yo tengo que ir a mi hogar y estar con mis padres —hablé finalmente, Sam me miró con sorpresa pero después me dio una pequeña sonrisa de aprobación, por otra parte los hombres guardaron silencio.
—Claro, verás a tu padres si así lo quieres... ¿Cual es tu nombre? —se dirigió a mí el hombre llamado Steve.
—Rose —no debía decir más, el apellido me pondría en una peor posición.
—Desde ahora te llamarás Jade para cualquier desconocido, Jade Ventura —respondió.
— ¿Por qué?
—Por que con eso te mantendremos con viva —¿ese es el nombre de la mafiosa? ¿Jade Ventura?
— ¿Ustedes dos son mafiosos? —pregunte con un hilo de voz, los dos parecieron verse a los ojos por unos segundos y asintieron a la par.
—Yo me llamo Alek Stepanova, soy muy nuevo en esto aún —hablo el hombre a mi lado.
—Y también es muy bueno, a sus 29 años logró lo que muchos logran a sus cuarenta —agregó Steve, Alek le sonrió ligeramente y asintió restándole importancia.
Mire el rostro de Sam, estaba realmente callada, regularmente es ella quien hace las preguntas pero por algún motivo no es así ahora, ¿tiene mucho miedo? Los hombres están diciendo que no nos harán daño, tal vez cuesta creerles pero los últimos días han sido los peores, nada puede ser peor ahora.
—Mañana vendrás con nosotros a Michigan, Alek —hablo Steve después de un silencio, o al menos para mi al estar perdida en mis pensamientos —, este es territorio de los Becketts, necesitamos salir del estado antes de que nos ataquen sin ningún pudor.
Volví a ver a Sam, estaba demasiado incómoda, se notaba desde China.
— ¿Cual es su nombre, señorita? —le preguntó Alek a Sam.
—Samanta.
—Bien, Samanta. ¿Está conforme con nuestro trato? ¿Tiene algo que decir, agregar, mencionar al respecto?
Mi amiga negó, estaba asustada, yo debería de estarlo más que ella, a mi me ficharon en televisión nacional, ahora me busca la DEA como una mafiosa. Si supieran que no miro películas de acción y menos de Terror por que me da pánico ver tanta sangre acumulada, me dan terror las armas y su sonido. Seré una buena mafiosa, claro que si.
🌹🌹🌹
Despertar me fue fácil, subir a los autos fue un poco más complicado, lo difícil era llegar a mi casa y encontrar a mis padres asustados y sin saber qué responder a sus preguntas.
Les había dicho la verdad, o lo que me harían si no salgo de aquí. Un hombre llamado Darrick se había ofrecido a hablar con mis padres, y así entenderían más la situación, mis padres estaban más asustados que yo, temían por mi y eso es normal, todos los padres hacen lo mismo.
— ¿Entonces debes de ir a Michigan? —se dirigió papá a mí, asentí entre lágrimas, pequeñas gotas de ellas recorrían mi rostro, no era un llanto desgarrador ni nada parecido, solo me dolía dejarlos, nunca pensé que así sería mi despedida.
—No se preocupen, les prometo que ella estará bien y que pronto volverá —dijo Darrick, este parecía haber convencido a mis padres con unas pocas palabras.
Estaba asustada, tres desconocidos llegaron por mi y me salvaron, pero después me entero que son mafiosos y probablemente me maten. Estoy con mi amiga en esto pero no se como reaccionara, siempre creí que ella estaría más tranquila que yo pero no lo está en absoluto, yo estoy aterrada hasta la médula y hasta ahora intento mantenerme cuerda. Se que decisión tomar y cuándo hablar, hasta el momento.
Mamá se acercó a mí y me tomó de las mejillas con cuidado, mire sus hermosos ojos azules que tanto amo, por primera vez en mucho tiempo se muestra tal cual es frente a mi, no todo los días sucede, probablemente es por que no nos volveremos a ver.
— ¿Estás segura de hacer esto? ¿Quieres hacerlo? Aún puedes quedarte aquí —murmura ella, baja sus manos a mis hombros y hace que me acerque hasta abrazarla fuertemente.
—Mamá, esto es lo correcto, solo así me mantendré con vida y ustedes también; y no le digan a nadie donde estoy, por favor.
Mamá pareció caer en la realidad después de tanto tiempo, sus ojos se abrieron tanto que pensé que podría salirse de su lugar, papá se acercó a ella y la abrazó con intención de tranquilizarla y finalmente lo logró.
—Creo que es momento de que vayas con ellos, mi niña —yo asentí con lágrimas en los ojos, nada podía cambiar todo esto. Desearía nunca haber ido a ese lugar, así habría evitado esta despedida al borde de la muerte.
Darrick abandonó el lugar dándome un poco de privacidad con mis padres, yo me acerqué un poco a papá y le di un beso la mejilla.
—Los quiero, pronto volveré, se los juro —murmuré, mis lágrimas hacían que pocas palabras salieran de mi boca, mi garganta se sentía seca, sentía un nudo horrible en el fondo de mi garganta. ¿Por qué? ¿Por que yo? ¿Por qué ahora? ¿Por qué de esta manera? Siempre me preguntaré eso.
Salí de mi hogar, caminé hasta la camioneta asignada, me subí lentamente y está inició el camino hacia el aeropuerto.
Las horas pasaron rápido, y más cuando dormí la mayoría del viaje, no me sentía nada bien, tenía náuseas y tampoco podía ingerir comida sin sentir arcadas, Steve sorprendentemente se preocupaba de mi, cada vez que me miraba mal me preguntaba si quería tomar algo o si era mejor seguir durmiendo.
Agradecía el gesto de él, y al final terminé durmiendo.
Aterrizamos en unas cuantas horas, el viento gélido hizo que mis huesos temblaran, es como si me advirtieran de algo. Será mi perdición venir aquí.
Baje por las escaleras del Jet, Darrick me indicó que subiera al auto y eso hice. Me encontré a Alek dentro de este. Estar solo con el me aterraba, a pesar de tener una linda actitud su apariencia y físico gritaban otra cosa muy distinta.
—Hola —salude tímidamente, el dejo de ver la pantalla de su móvil y me sonrió de lado dejando sus hoyuelos al descubierto.
—Hola —respondió con firmeza, totalmente diferente a mi.
—¿Sabes por qué nos trajeron aquí? A mi amiga y a mi.
—Para protegerlas, en California no habrían estado seguras, muchas personas las quieren muertas, pensé que ya lo sabrías.
Después recordé que estoy aquí por el parecido de la chica y lo que conlleva esto.
—¿Realmente me parezco a ella? —le pregunté con un hilo de voz.
Él pareció dudar por unos segundos, miraba mis facciones e incluso mi cuerpo.
—No lo se, realmente no la conozco.
¿Que? Son socios y no ha visto su rostro nunca, o tal vez por que ella está bajo tierra y después de que muriera se hicieron socios de la mafia. Tiene sentido, mucho de hecho.
Poco después llegó Darrick y Steve, dieron órdenes de conducir y eso hicieron.
— ¿Dónde está mi amiga? —les cuestione, Darrick fue el primero en responder.
—Está en el auto detrás de nosotros —respondió secamente, su forma de decir las palabras me provocaba miedo, pareciera que no tuviera sentimientos.
— ¿Por qué? —hable entre titubeos.
—Por que descubrimos que tiene contacto con la mafia Beckett —¿cómo puede ser posible eso? Ella no es así, ella nunca se acercaría a personas así o eso pensaba yo antes de escuchar las palabras de Steve —, ellos pueden mantener contacto con ella y decir tu ubicación.
—Pero es mi amiga —respondí con firmeza.
— ¿Realmente es tu amiga? ¿Ella te cuidaría la espalda de todos? Para empezar ella no te habría llevado a la fiesta aquella cuando sabías que te buscarían y estabas en peligro, cualquier estúpida sabría eso —Tenían razón, por eso Sam no decía nada y no compartía sus pensamientos. Pero se que ella nunca pondría mi vida en peligro como asegura este señor, en las buenas y en las malas ella estaría conmigo, aunque recuerdo muy bien aquel día cuando empezó a comportarse de una manera que no era ella, desde ese momento todo empezó a ir mal hasta empeorar.
Asentí, ella me hizo todo esto, si nunca hubiera salido a esas fiestas o aquellas compras nunca habría estado a punto de morir de hambre, pero ya es muy tarde para buscar culpables.
No dije mas, en cambio solo me culpaba por confiar en ella y realmente no tenía ningún indicio para desconfiar de ella, todo aquello que me dijo me mostraba que me quería y se preocupaba por mí, ¿cómo iba a saber que esto nos iba a ocurrir?
Tardamos algunos minutos hasta llegar al destino, cada vez había mansiones más lujosas y es de esperarse al estar rodeada de mafiosos. Esta vez paramos en la última casa del fraccionamiento aunque aquí sólo habían unas cuantas casas, todas estas tenían demasiada distancia entre ellas.
— ¿Quién vive aquí? —pregunte.
—Steve —respondió Darrick, el auto se detuvo al estar frente a la enorme puerta principal.
Ellos bajaron primero mientras que yo dudaba en hacerlo, al final lo hice puesto a que si no lo hago ellos me bajarán a la fuerza. Abajo me encontré a tres niñas y unos gemelos.
—Hola —saludó una chica de mi edad, sonreía delicadamente y yo le correspondí. No se veía nada intimidante con su cabello rubio y sus ojos claros, por otro lado estaban esos gemelos que eran todo lo contrario.
—Hola —le respondí de igual forma.
Uno de los gemelos se acercó a mí y me abrazo, más yo no le correspondí. Él se alejó de mí rápidamente y me pidió disculpas, por otro lado el otro solo me miraba fijamente sin expresión alguna.
Mire como Sam bajaba del auto detrás y la llevaron dentro, dejándome llena de sorpresa.
— ¿A dónde la llevarán? —les pregunté.
—No te preocupes, solo le harán unas preguntas y después veremos donde la dejaremos —¿En serio? No creo que sea para tanto, todo debería ir bien con ella.
La chica rubia se acerca a mi y entrelaza su brazo con el mío, yo la mire levantando mis cejas con clara sorpresa.
—Te mostraré donde dormirás —hablo con alegría, puedo jurar que esta chica es de lo más dulce.
Ella me escolto hasta la segunda planta, donde me encontraba habitaciones por todos lados, llegamos hasta el final del pasillo donde me indicó cual era mi habitación.
Entre a esta, no era tan diferente a la de la otra mansión, lo único era que la cama era un poco más pequeñas y que solo había una puerta, siendo este el baño. No tome un baño, solo me tire en la cama y en cuestión de minutos me quedé totalmente perdida en un sueño.
🌹🌹🌹
Pasar tanto tiempo encerradas en estas paredes me asustaba, a veces hablaba con Stassie —la chica rubia que me recibió — y me agradaba, pronto nos hicimos amigas; por otro lado está Sam quien había dicho todo lo que me dijo anteriormente Darrick, dijo que si tenía contacto con la mafia pues sus amigos tenían relación con ellos, ella sabía que ellos estaban relacionados a la mafia Beckett pero nunca creyó que fuera tan grande o esas fueron sus palabras. Sigo sin entender de qué amigos habla, tal vez Marcus, Isaac o inclusive Wes.
Esta tarde llamaría a mis padres, a diario lo hago, Stassie me presta su teléfono para hablar con ellos ya que mi teléfono no lo puedo usar ahora por temor de que alguien me llame o lo rastree. Marque al número de mi padre pero este abría el buzón de inmediato, llamé a mi madre y ocurrió lo mismo; probablemente sólo es un día lleno de trabajo.
Al día siguiente sucedió lo mismo e inicie a preocuparme, después recordé que el siguiente día sería el descanso de los dos y qué mejor momento para llamarlos, ese día hice lo mismo pero tampoco respondieron, ninguna de las distintas llamadas que les hice.
Decidí ir con Steve y hablar al respecto, él me había dicho que me podría ayudar si sucede algo con ellos, como pensamos que podría ocurrir. Con lágrimas en mis ojos caminé hacia el despacho de él, lentamente me acerque a la puerta y golpeé está con mis nudillos.
—Adelante —escuche desde la otra parte. Abrí la puerta y camine con cuidado, siendo este un terreno desconocido para mi —, ¿En que te puedo ayudar?
Pase saliva lentamente por mi garganta, el me miro preocupado e indico que me sentará frente a él, muestras que yo negué, solo planeaba estar aquí por un corto tiempo.
—Mis-mis padres —tartamudee, el pareció lucir aún más preocupado, inclinó su cuerpo hacia mi prestando atención a cada una de las palabras que salían de mis labios —, ellos no responden mis llamadas hace días y estoy-estoy preocupada.
El de inmediato se quedó sin palabras, estaba igual de preocupado y sorprendido como yo.
— ¿Por qué no lo había dicho antes?
—Por que mis padres siempre están ocupados, son doctores y siempre trabajan, no tienen mucho tiempo —respondí con un poco de duda, tenía miedo de meter la pata frente a él, aunque se que no me haría nada ni tampoco se alteraría siendo él el que mejor me recibió y más se preocupó por mi estado.
A él no le pareció importarle mi respuesta, solo tomo su teléfono y al parecer llamó a Darrick, le dijo todo lo que ocurría y que deberían buscar a mis padres a mi casa.
Steve me dijo que debería ir a con Stassie, y eso estaba haciendo ahora, golpee la madera de la puerta y me indicaron que pasará, dentro me encontré a Tyson, creo, solo por los tatuajes los podía diferenciar, y es que Tyron era el que tenía.
—Hola —les salude, ellos hicieron lo mismo.
—Ven, siéntate —se dirigió a mi Stassie, me senté a un lado de ella sobre la gran cama, Tyson comenzó a hablar pero mi mente volvió a los sucesos anteriores.
Mis padres aveces tardaban en responder a mi llamadas pero siempre las regresaban, a veces estaban en cirugía —la mayoría del tiempo —pero siempre regresaban la llamada, ahora esto fue diferente, fueron tres días sin saber de ellos.
Ellos siempre hablaban conmigo, al ser su hija única me tomaron como prioridad, me amaron y me criaron con mucho amor, y es por eso que nunca pudieron estar un día sin hablar conmigo, por cualquier cosa insignificante siempre me buscaban para asegurarse de que estaba bien.
— ¿Estas bien? —me preguntó Tyson, su ojos mostraban lastima, no me gusta la lastima pero lo único que doy últimamente.
Negué, deje que las lágrimas siguieran su camino por mis mejillas, estas salían con velocidad, y es allí cuando temí por la vida de mis papas, soy su única hija y solo tendría a mis abuelos, pero a mis abuelos tampoco le queda mucho de vida. Puse mis manos sobre mi rostro, cubriendo mis mejillas y viéndome aún más deprimente pero no me interesó, solo quería liberar todo de mi.
Stassie se acercó a mí y me abrazo por el costado, ella pasaba su mano derecha por mi espalda y mostraba apoyo, pocas veces recibía esto.
—Si quieres puedes contarnos, no te obligaremos —hablo ella , yo alejé mis manos de mi rostro y levante mi vista hasta su rostro, tenía esa sonrisa que podía hacer que el día fuera cálido.
Pase mis manos por mi rostro y limpie cualquier indicio de humedad de el. Asentí lentamente por lo cual Stassie se alejó de mí, pero Tyson se acercó más a mi.
—Mis padres, no se donde están —más lágrimas volvieron a salir, pero no me importó, me estaba desahogando —, hace tres días que no se nada de ellos y me preocupa que les suceda algo, o que ellos mueran, ellos son toda mi vida.
Ellos asintieron, los dos se acercaron a mí y me abrazaron, estaba destrozada, probablemente nunca debí irme de allí.
—Todo estará bien —murmuró Stassie, asentí con una sonrisa, no era el mejor momento para sonreír pero así intentaba tranquilizarme, después mi teléfono sonó y por un momento pasó por la cabeza que sea un mensaje de mi madre o papá, pero era todo lo contrario; este era de un número desconocido.
NÚMERO DESCONOCIDO:
Perdón, no he sabido nada de ti, ¿cómo estás?
Rápidamente le envié un mensaje preguntándole quién era. Los chicos me miraban con curiosidad, ellos miraban a como mis dedos se deslizaban por mi móvil.
NÚMERO DESCONOCIDO:
No puedo creer que me hayas olvidado tan rápido, soy Wes.
Dude el responder, pues Sam había mencionado que sus amigos tenían relación con la mafia, y él podría ser uno, aunque al final lo hice.
ROSE:
Perdón, no tenía agregado tú número.
Presione a enviar sin más, tampoco inventaría una excusa estúpida.
El me envió un último mensaje pero no lo respondí, había cosas más interesantes y con más importancia aquí.
— ¿Alguna noticia? —preguntó Tyson, negué desilusionada.
—Un simple —dude si llamarlo amigo, no lo era, apenas lo conocía y no tenía la mejor impresión de él pero de igual forma me sentía atraída e interesada —... Conocido.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro