Capítulo 39
Desperté después de escuchar como dos personas gritaban allá fuera, escuchaba como Matt expresaba su odio hacia Thomas al parecer.
Salí de la habitación tallando mis ojos con mis manos, me hice una coleta alta mientras caminaba hacia ellos con paso veloz.
—¿Que sucede? —pregunte.
Ninguno de los dos respondió, me crucé de brazos con molestia, pasaba mis ojos de Matt a Thomas y los dos solo se miraban entre ellos con enojo.
—¿Que mierda sucede con ustedes? —pregunte ahora con molestia.
—Pasa que ese imbecil dice que ustedes son novios —¿Thomas y yo lo somos? Ni siquiera me he parado a pensar cual es el nombre de mi relación, aunque se que los dos vamos demasiado rápido, cosa que no me molesta solo me sorprende en mi.
—¿Y tiene algo de malo?
—¿Lo son? —me respondió con otra pregunta.
—Si lo somos a ti te tiene que importar una mierda.
Me acerque a Thomas y pase mi brazo por su cintura, a pesar de mi altura era el lugar donde podían caer mis brazos con comodidad.
—Solo te tengo que decir que sea lo que sea esto, no creo que dure mucho, tiendes a tomar muy malas decisiones para tus relaciones —ahora el paso mi límite, eso no lo debió de decir. De forma inmediata me separé de Thomas y estrellé mi palma contra su mejilla, causándole un horrible dolor.
—No me vuelvas a hablar así, ¿escuchaste?
No dijo nada, solo se fue hecho furia hacia su habitación como mayormente lo hace. No se que mierda tiene en la cabeza últimamente que ahora se está volviendo un idiota.
—¿Que te dijo Matt? —pregunte.
—Lo mismo de siempre, que no podía estar contigo y que seguramente me causarías problemas demás, que no piensa que nuestra relación tenga un gran futuro por delante.
—Lo dice como si él fuera un experto en relaciones, ni siquiera ha traído una novia a casa en toda su vida. Solo se acuesta con ellas y al día siguiente desaparecen por arte de magia —es una completa basura al hacer eso con las mujeres, ellas no tienen ni idea de lo que mi hermano puede hacer aveces, él puede parecer algo tierno y saber lo que quiere pero solo es eso.
—Tal vez tenga razón —murmuro el.
—¿Razón en que? Por que estoy segura que no sabe de qué habla.
—El es tu hermano y te conoce, sabe lo que es mejor para ti y también se preocupa aunque no lo parezca.
—Querido Thomas —me acerque a él y junte mis manos con las suyas, acerque mi rostro al suyo antes de hablar —, se como soy y se lo quiero en esta vida mientras yo aún esté aquí, ¿y sabes lo que quiero?
—Dime —pidió.
—A ti.
Mi repuesta lo sorprendió, abrió los ojos ligeramente sin saber cómo reaccionar, también el ratón se había comido su lengua por que no dijo nada más.
Por un momento me arrepentí de decir esas dos palabras tan de sorpresa, pero mágicamente y cuando menos lo esperaba él tomó mi rostro entre su manos y me beso con cuidado, como si tratara de plasmar todos sus sentimientos en un solo beso.
—¿Soy la única que piensa que todo esto va muy rápido? —pregunte después de terminar con el beso, recupere el aire perdido y lo abrace poniendo mi rostro en su torso como algo que mayormente hacía.
—He esperado veintisiete años de mi vida para algo así, y ahora me dices que te parece rápido, para mi eso son puras ridiculeces. Te espere por el tiempo que llevo de vida, tal vez a ti te guste tomarte tu tiempo y lo entiendo pero yo ya estoy cansado de esperar algo que estoy seguro será igual con el tiempo. ¿No crees que será mejor hacer las cosas bien desde el inicio y vivir cada segundo que podemos pasar juntos?
Me quede sin palabras, literalmente nada podía salir de mi boca. Quería decirle que mi comentario solo fue bromeando o decirle que tiene toda la razón, pero yo me quede inmóvil y sin poder responder.
—¿Jade?
El volvió a tomar mi rostro en su manos e hizo que lo mirara, pero aun seguía igual, acercó sus labios a los míos y me beso, allí fue cuando por fin pude moverme y le correspondí al beso pero me aleje de él solo para responderle.
—¿Sabes? Olvida lo que dije y empezamos a hacer lo que tú dijiste, después hay tiempo para tener preocupaciones y demás, hoy solo quiero concentrarme en mi novio.
—¿Tú novio?
—Le dijiste a Matt que lo éramos, o ¿te estas arrepintiendo Thomas? Por que si es así, es mejor tener las cosas claras para no crearme...
Él no dejó que terminara de hablar, me interrumpió de la mejor manera posible, me volvió a besar con desespero y yo le seguí.
—Sabes que estoy volviéndome adicto a ti —murmuro en mis labios, yo le sonreí y el me volvió a llenar de besos.
Sus besos son mi perdición, espero que no note que con ello él ya me tiene a sus pies, no se si yo provocó lo mismo en él. Los dos nos estábamos volviendo adictos el uno por el otro, de poco yo ya olvidaba lo que fue para mi Wes, necesitaba esto y que mejor forma que con alguien mucho mejor qué tal vez se quede por mucho tiempo.
👑👑👑
—Todos deberemos vestir de manera informal como si solo fuera otra fiesta a la que vamos, así podríamos saber a quienes matar fácilmente y a quienes no. Si podemos nos encargaremos de revisar el almacén o lo que esconden en la parte trasera del club, tal vez haya droga por lo que la quemaremos allí mismo.
—¿Algunas órdenes que no debemos pasar de alto? —me preguntó Steve.
—Si, debemos evitar cualquier tipo de contacto visual con cualquier persona, no habrá distracciones e iremos en grupos de cinco para evitar el mayor número de muertes posibles.
—Esta bien, yo me encargaré de crear el plan —Steve saco un plano de el lugar y tomo un plumón negro para indicar que hacer —. Aquí está la entrada trasera, cinco hombres entrarán por allí y revisarán el almacén, esperarán que se descuiden y nosotros entraremos por la entrada principal con cuidado.
—Cuando estemos dentro, ¿solo atacaremos o esperaremos que la mayoría de los hombres estén en la parte trasera?
—Entraremos y atacaremos en el almacén, no quiero que alguien dispare en la parte del club, queremos tener menos muertes y eso significa que el ataque no se hará dentro de la fiesta. Cuando hagamos eso veremos lo que haremos al estar allí por que estoy seguro que ese lugar esconde mucho.
Asentí. Steve tenía razón, aún no sabemos qué hay en el almacén aunque tenemos una idea de lo que podría, aún nada era totalmente confirmado y solo teníamos hipótesis.
—Bien, ahora que terminamos me iré.
—Adiós —se despidió él después tomar tomar su teléfono y escribir en el.
Salí de su mansión encontrándome a Thomas esperando por mi a un lado de él auto, los dos subimos en el e iniciamos el camino a casa.
—¿Que más tenemos que hacer? —le pregunte a a Thomas.
—Creo que no hay más cosas por hacer en tu agenda —murmuró con inseguridad para después soltar una risita incómoda —, a menos que quieras pasar un día con tu novio.
Me agradaba que dijera novio con sus labios, todas las palabras son perfectas si provienen de él.
—¿Mi novio? —pregunte fingiendo no saber nada de lo que decía.
—Ajá, ¿que me dices? ¿quieres hacer algo con el?
—No lo se, antes tengo que saber qué hora es y si tengo cosas pendientes.
En él desapareció esa sonrisa pícara y la remplazó una mueca de dolor, lamentablemente no entendió que estaba bromeando. Debo de ser muy buena para fingir si realimente no notó que bromeaba.
—Bien, me dices si eso sucede para no llevarte a ese lugar.
¿Lugar? ¿Escuché bien, él dijo lugar?
—¿Lugar? ¿Donde? ¿A donde me llevarás?
Su sonrisa volvió a tomar vida y también el auto se llenó de su risa, yo aún seguía esperando que me respondiera pero nunca escuché respuesta, solo la dulce melodía de su risa.
—Que gracioso —me queje, puse los ojos en blanco mientras escuchaba aún su risa.
—Es que realmente lo es, cuando haces eso parece que eres tierna.
—¿Y no lo soy? —él pareció entender lo que dijo o lo que se pudo interpretar de sus palabras y se le fue el color de sus mejillas, ahora a mi me toca reír —Debiste de haberte visto, en menos de dos segundos tú estabas tan pálido como un muerto.
—Que gran comparación —dijo con sarcasmo, nunca lo había escuchado usándolo —, ¿no pudiste decir como un vampiro? Como Edward Cullen, por ejemplo.
—¿Quien es él? —pregunte, él me miro como si tuviera un tercer ojo y enarcó la ceja.
¿Quien carajo es ese tal Edward? Él no respondió a mi pregunta y solo siguió mirándome de la misma forma los siguientes cinco minutos. Esto de no saber nada de ese tal vampiro me causaba gracia, al parecer para él el era la gran cosa pero debo decir que a mi lo me causaba gran interés.
—¿No has leído crepúsculo o por lo menos visto la película?
—¿De que hablas?
—Como buena norteamericana debiste de ver esa película, me decepcionas —bromeó.
—Lamentó decirte que no se me da muy bien hacer de norteamericana clásica —me encogí de hombros y le guiñe un ojo.
—Bien, con un poco de suerte el resto del día miraremos toda la saga.
—¿Toda? ¿Cuantas películas son? —me sorprendió escuchar que era una saga, pensé que solo sería una película y no muchas acompañándola, para ser honesta no me agradan mucho las películas de ficción que traten de vampiros o hombres lobo, mucho menos algo así de zombies o dragones. Básicamente no miro películas que sean de mitos que después las hagan parecer muy falsas.
—Son cuatro, tal vez miremos las cuatro en menos de diez horas.
—Me gustaría ver películas pero debo decirte que ese tipo de película no me gusta y tal vez me aburra, a menos que mire sangre y si es así podré verlas en ese tiempo.
Él me sonrió y asintió, el resto del camino a casa fue en silencio. Los dos estábamos perdidos en nuestros pensamientos y al llegar cada quien tomo su camino no sin antes despedirnos de un beso, por mi parte yo fui a mi habitación y me tome un baño más corto de lo normal, para después ponerme mi pijama de seda y después ponerme sobre ella un enorme suéter blanco.
Al bajar a la cocina, los gemelos estaban cenando pizza junto con Matt que se unió después de que yo llegara allí.
—¿Que hicieron hoy? —me dirigí a los gemelos.
—Estuvimos en la preparatoria y de allí vinimos para hacer tarea, el resto del día hicimos tarea y ahora estamos comiendo una deliciosa pizza.
Tyron al parecer habló por los dos cuando Tyson no se inmutó y siguió comiendo, no le hice la pregunta a Matt por que él sabe o creo que sabe que siempre lo vigilo de una u otra forma.
Es más, Matt ni siquiera fue capaz de mantener la mirada en mi por más de diez segundos, el tomo un plato y sus porciones de pizza para después salir de prisa por la cocina.
—Ya está listo —escuché la voz de Thomas —, ahora hay que ver la película.
Salí de la cocina y me despedí de los gemelos, Tyson me recordó que le tenia que contarle lo qué pasa entre Thomas y yo después, le dije que lo haría y ahora estoy caminando detrás de Thomas.
Yo me tire sobre los sillones bien acomodados —que fácilmente podrían parecer una cama en toda la habitación, es por una de las razones que amo esta casa —, Thomas lo hizo pocos segundos después de mi y le dio reproducir a la película. Al inicio esta era muy cliché, algo predecible, a los tal vez treinta minutos después todo fue pasando muy rápido, la chica se enamoró del chico extremadamente pálido y no entiendo por qué lo eligió si es más guapo el chico con más músculos aunque teniendo en cuenta que el chico musculoso tiene pareja, no le quedo de otra que aceptar a ese espagueti.
Al parecer perdí la consciencia por un par de horas por que al parecer desperté en los brazos de Thomas, abrí mis ojos cuando escuché su ronquidos a un lado de mi oreja.
—Thomas —lo removí con cuidado.
El solo se giró y me dio la espalda, pero siguió roncando. Yo subí a mi habitación y tome una manta para usarla al dormir en la sala de cine, al regresar él ya tenía otra posición, mantenía su estómago abajo y usaba su brazo como almohada, además se había deshecho de su camisa negra mostrando sus lindos omoplatos.
Yo puse la manta sobre su cuerpo e hice que se deshiciera de su pantalón, aún eran las ocho de la noche pero los dos estábamos absolutamente agotados. Me metí dentro de la manta y me giré dándole la espalda a Thomas.
—Pensé que me habías abandonado —hablo en mi oído causándome un escalofrío que recorrió todo mi cuerpo.
—Ahora estoy aquí —murmure.
—Lo se, ya no te soltare tan fácil.
Después de que dijera eso pasó su brazo por mi cintura y allí lo mantuvo hasta que se durmió, en menos de dos minutos. Después de eso yo cambié de posición y enrollé mis piernas con las suyas hasta perderme en el cansancio.
Mi teléfono comenzó a pitar a eso de la una de la mañana, ¿a quien se le ocurre interferir en mi sueño? Quien lo hizo puede declararse muerto.
—¿Quien eres? —pregunte después de aceptar la llamada, ni siquiera había visto el nombre o el número de la persona que ahora llamaba.
—Wes.
El sueño se había ido de mi cuerpo, escuchar su palabra fue como si le cayera un balde de agua caliente sobre mi cabeza.
—¿Que quieres?
—Hablar.
—Ya lo está haciendo —murmure, Thomas se removió un poco buscándome, al sentir mi pierna se volvió a relajar.
—Aclarar todo, aquella vez que hablamos ni quiera escuchaste lo que yo tenía que decir.
—¿Por que llamas a esta hora? ¿Por que tienes mi número? —Ignore lo que me dijo, mi mente quería formular explicaciones coherentes del por qué me llama ahora.
Recuerdo haber cambiado mi número para evitar esto, Wes después podría querer hablar conmigo pero si no tenía mi número no lo haría, y ahora lo tiene, ahora todo está jodido.
—Eso es lo que menos importa ahora, solo quiero hablar contigo —gemí de frustración y al final acepté, mire a Thomas y me libere de su agarre, él pareció buscarme por uno segundo y le dije que volvería cosa que al parecer escuchó, cuando me escuchó el volvió a su estado normal.
Subí a mi habitación y tome una manta y unos cigarrillos para hacerme compañía en el balcón. Estaba nerviosa por lo que me diría, no tenía idea de su lado de la historia. Por mi parte ya había aclarado todo lo que sentía y siento, además dije lo que no quería repetir.
—¿Que tienes que decirme? —fui directa, no quería segundas vueltas o distracciones, ahora mismo podría estar colada durmiendo entre los brazos de Thomas. Me gusta que el trate de ser comprensivo conmigo al estar en una llamada a la una de la mañana.
—¿Sabes que yo realmente no quería lastimaste?
—Si, lo se. Eso ya lo habías dicho.
—Bien, ¿sabes por que me aleje?
—Si, quieras que no me matara tu hermano.
—Correcto. ¿Sabes por que mantuve mi distancia y no volví a escribirte ni enviarte un mensaje?
—No.
Eso no lo sabía y realmente quería saber el por qué detrás de eso, aunque probablemente él terminaría como un completo cobarde. Pero aún así el siguió dándome una explicación.
—Lo hice, realmente lo hice muchas veces, pero después de tener la misma respuesta me cansé. Cuando te llamaba o escribía no recibía respuesta de ti...
—Por que había cambiado de número —le recordé.
—No, por que al parecer Darrick había bloqueado mi número en tu teléfono, no marcaba ninguna llamada mía, era como si no existieras para mi.
—No, él no hizo eso, mi teléfono siempre tenía contraseña y él no ella sabía, no pudo hacer eso.
—Estabas demasiado mal para usar el teléfono o tener algún tipo de contacto con alguien que no fuera Matt; Darrick y Steve te hicieron creer que nunca te busqué, incluso hablé con Darrick y también Steve pero el solo seguía las órdenes de Darrick.
¿Que? Eso suena a una mala mentira, a una mal hecha. No tiene sentido que hagan eso, sinceramente no recuerdo mucho cuando yo estaba en ese estado, no recuerdo mucho después de que él y yo termináramos. Solo recuerdo aterrizar en cuba y lo que hice allá, pero nada en relación a Wes.
—¿Como se que no estás mintiendo?
—¿En que momento te he mentido? —responde con otra pregunta, a lo que yo no tardo en responderle con total reproche.
—¿Recuerdas aquel momento en el que dijiste que podríamos ser inseparables sin importar lo enojados que estuvieran Darrick y tú hermano con nuestra relación? Esa fue una de tus grandes mentiras.
Él mantuvo su silencio por segundos que sinceramente se me hicieron eternos, solo quería escuchar su versión y dejarlo en el pasado lo más despido posible.
—Lo recuerdo, pero no te mentí, también te dije que intentaría protegerte sobre todo e incluso pondría mi vida antes que la tuya y juro que lo hice, lo juro por mi padre —Ay mierda, lo está jurando y eso significa que es algo que realmente lo siente, esta siendo honesto con esto.
—¿Que sucedió? ¿Por lo menos funcionó tu plan de protegerme?
—Estas con vida, mi hermano no quería ni siquiera dejarte respirar, hice muy bien mi trabajo para que te sugieras en donde estabas. Él sabía que estabas en cuba y le rogué cientos de veces para que no volara hacia allá y atentara contra tu vida, él estuvo muchas veces por hacerlo pero le dije que me tendría que matare antes de eso —su voz se quebró y supe allí, que él realmente sufría, que realmente lo sentía —. Fue allí cuando el paró y me dijo que no haría nada contra ti, pero si tú lo molestabas o tratabas de arruinarlo, él no tendría piedad de ti y juró que sería la peor escoria de tu vida.
—Wes. ¿Sabias que yo estaba en el país? —le pregunte, estoy segura que lo sabía, Chris le pudo haber dicho con tal de hacerlo sufrir un poco; cosa que le encanta a ese humano.
—Si, pero él me impedía ir por ti, él ahora sabe que hable contigo pero no dijo nada ya que sabe que tú fuiste quien me buscaste para hablar, no yo.
Bien, ya tenía claro el tablero de juego. Ahora solo quedaba hacer una pregunta para hacer y esperar la siguiente jugada, Wes me había aclarado todo y me siento demasiado mal al sentir algo por él al escuchar sus palabras, cuando menos lo noté yo también tenía mis mejillas húmedas y de mis ojos salían lágrimas que parecían no agotarse.
—¿Tú hermano planea atacarme?
Al soltar mi bomba el dudo en responder e incluso tartamudeo pero logro confirmar mis sospechas, él lo haría cuando menos lo esperase. Esas fueron sus plantas, me despedí de Wes entre llantos y le dije que probablemente después hablaría con él, tal vez nada volvería a ser igual pero por lo menos me encargaría que no terminar en malos términos.
Volví con Thomas, él me esperaba allí mirando fijamente la entrada de la habitación. Me sonrió e indico que fuera hacia el, cuando estaba a un lado me rodeo con sus brazos.
—¿Que sucede? —preguntó pasando su mano por mi cabello, aveces daba pequeñas besos en mi cabello.
—Chris me atacará en algún momento, pero me encargaré de dejarlo sin nada antes de que él me ataque a mi.
El tomo una larga carga de aire y después hablo.
—¿Sabes que estamos en medio del huracán?
Yo lo imité y él me sonrió ligeramente como siempre lo hacía, casi me alimentaba de valor al mirar esa linda sonrisa decorada con ese hermoso hoyuelo.
—Si, pero después de la lluvia viene el sol, o eso dicen.
El solo negó con diversión e hizo que pusiera mi rostro entre su cuello para después dormir cómodamente, esto necesitaba. Había encontrado mi lugar favorito, mi lugar de paz. Ahora espero que nadie me quite este lugar que seguramente defenderé con mis propias garras.
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