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Capítulo 35

—¿Que pasó? —preguntó Matt al mirarme en su habitación, hace tan solo unas horas había sido atacada y ahora mismo estaba en casa, a punto de dormir —, todas las personas saben que la reina fue atacada.

—Me da igual, ya me deshice del problema —le dije a Matt encogiéndome de hombros.

Los gemelos ya sabían lo ocurrido, Thomas tal vez les contó todo antes que yo, ellos solo me preguntaron si estaba bien y les dije que no se preocuparan, pero en cambio, Matt era mi hermano mayor y prácticamente se preocupada como si fuera su hija, siendo él el irresponsable.

—¿Que pasó?

Me tire en la cama, a un lado de él mientras me tapaba con mi manta.

—Fuimos al centro comercial a buscar a Liam por que se lo habían llevado —al asintió, indicando que siguiera contando —, les dije a mis hombres que nos separaríamos para hacer el trabajo más rápido pero cuando hicimos eso, cinco autos nos rodearon en la calle y comenzaron a dispararnos, se trataba de una emboscada pero todo salió bien por que Thomas ordenó a mis hombres que atacaran, el resto de la historia se cuenta solo.

—Bien —murmuro sorprendido, le costó asimilar eso y no se que sermón me dará —, todo está bien, estás conmigo y agradezco a Darrick por haber puesto el blindaje a los autos, pero ahora por eso quiero que lleves más seguridad contigo a cualquier lado.

—¡¿Más?!

—Si, más.

Yo ya tengo mucha seguridad y estoy seguro que hablará con Darrick diciéndole que necesito más seguridad y exagerará diciendo que casi muero o algo así, incluso me lo puedo imaginar haciendo eso.

El siguió mirando el televisor, ni idea de qué película se reproducía pero estaba un tanto aburrida, después el dejo de verla y giró su rostro a mi. Así estuvo observándome por unos segundos o unos minutos, yo solo fingía dormir para no volver a hablar de lo mismo.

—¿Jade? —me llamo, yo solo hice un pequeño ruido con mis labios —No quiero que te pase algo que te haga correr peligro, no quiere verte dentro de un ataúd o en la cama del hospital, quiero verte despertar por las mañanas en tu cama y desayunar juntos en el comedor. No quiero perderte.

—No lo harás Matt, estaré aquí y te jodere, no te dejaré tan fácil.

—Eso espero enana —me tomo de los hombros y me abrazo, después de que el se hiciera el indignado es inevitable que deje de amarme.

Después me giré dándole la espalda y el paso su brazo por mi cintura.

👑👑👑

—Matt —lo desperté, hoy haríamos algo nosotros dos y tal vez invitara a Liam.

—Mh-mhh —escuché que hizo un ruido con sus labios, y se escuchó como queja.

—Levántate flojonazo. Hoy tenemos planes, tú y yo.

Salí de su habitación y fui a la mía, me duché e hice mi rutina de mañana, también tenía pensado hacer ejercicio pero aún no hay gimnasio por lo que lo que decidí salir a correr.

—Matt, saldré a correr —le dije al ingresar en su cuarto, el seguia aún en cama —. Más tarde vuelvo.

Cerré la puerta de su habitación con cuidado y baje por las escaleras, los gemelos estaban en la preparatoria y solo Matt y yo estábamos aquí.

Salí de casa y las miradas fueron hacia mi, pero poco después todos volvieron a hacer lo que hacían e ignoré eso, al salir de la mansión lo primero que hice fue trotar, despacio y a mi paso; después un par de zancadas, una tras otra, primero la pierna derecha y después la pierna izquierda, hasta que mi muslos dolieran, al terminar seguí trotando.

—Mierda, duele —me queje, sentía que mis piernas perdían fuerza, con el tiempo las dejé de sentir pero eso fue algo que me agradó.

Al terminar de recorrer toda la calle, regresé corriendo a mi mansión y puedo jurar que por poco llegue arrastrándome, con un poco de suerte aún me mantenía de pie. Mañana estoy segura que me quejaré, hoy no hay tiempo para eso.

—¿Te sientes bien? —Thomas me tomo de sorpresa, yo estaba perdida en mi mente mientras él me miraba de abajo a arriba. Lentamente le asentí, mientras que con dificultad llené mis pulmones con aire.

—Perfectamente.

Seguí caminando despacio hasta ir a la cocina, tome un vaso y lo llene de agua, la sensación refrescante de el agua adentrándose en mi garganta fue tan gloriosa, dejé el vaso en el lavavajillas y seguí de largo hasta volver a mi habitación y ducharme con agua fría.

Me enjabone el cuerpo, lave mi cabello e incluso después de bañarme me hice dos trenzas para ponerme una de mis pelucas. Me adentré a mi enorme armario y elegí mi vestimenta; un pantalón de látex color negro, un suéter enorme rosado, mi chaqueta de cuero negra y unas botas de tacón grueso.

Salí de mi habitación y fue a la de Matt, la cama de él estaba vacía pero escuchaba el ruido de el duchándose, por lo que decidí que era mejor dejarlo solo allí.

Tome mi teléfono y llame a Liam.

—Hola —lo salude después de que respondiera al tercer pitido.

—Hola, linda. ¿Cómo estás? —se escuchaba que estaba feliz, su humor era demasiado bueno para juzgar que aún eran las nueve de la mañana.

—Bien —baje por las escaleras y pase por la cocina hasta llegar a la sala de cine —. Te tengo una pregunta.

—Ajá.

—¿Te gustaría hacer algo con Matt y conmigo hoy?

Por el otro lado dejé de escuchar la voz de Liam, y por un momento me pasó por la cabeza pensar que me rechazaría, aunque si lo hiciera igual haríamos lo mismo que está planeado para hoy.

Matt me había dicho hace tiempo —más precisamente días después de que yo llegara al país —, que los dos podríamos hacer algo como hacíamos la mayoría del tiempo antes de que trabajara. Esto era solo de él y yo, pero nunca está demás agregar a alguien más.

—Si, claro. Solo tienen que venir por mi, ahora me da miedo salir de mi casa.

Le diría a mi amigo que no exagere, pero no se si le puede volver a ocurrir eso, con Steve ya habíamos arreglado el problema. Todo estaba resuelto pero lo único que nos preocupaba es cómo afectaría a Liam y a Stassie, aunque a Stassie no le ocurrió nada, los dos fueron víctima de alguna forma.

—No te preocupes, pasaremos por ti. Me llamas si ocupas algo.

Termine con la llamada, justo cuando escuché que alguien entró a la cocina.

—¿Matt? —le llame, pero no escuché que me respondieran —¿Matt?

Camine a la cocina pero no me preocupe en absoluto, no tenía razón alguna en hacerlo, mis pasos eran lentos y silenciosos, no me sorprendí ver a Thomas bebiendo agua de uno vaso.

—Thomas, no espere que estuvieras aquí.

El se giró sorprendido al escuchar mi voz, aunque podría jurar que está fingiendo asombro.

Hizo un mohín con su mano derecha restándole importancia y siguió bebiendo del vaso, yo por mi parte abrí la nevera y tome un pera y el yogurt, tome un cuchillo y partí la pera en pequeños pedacitos, después los eché en el bote de yogurt.

—¿Cuchara? —me preguntó, yo solo asentí a lo que él solo le dio una, yo por mi parte inicie a comer mi desayuno — ¿Vamos a algún lado?

—Si, bueno, mi amigo, Matt y yo saldremos un par de horas.

O el resto del día, pero claro estaba en que Thomas también nos acompañaría hoy, Liam podría estar un poco paranoico después de lo que le pasó y lo mejor sería llevar más seguridad de lo normal, normalmente me acompaña un auto y Thomas siempre pero en este caso tendría que llevar más seguridad por mi amigo, además seguramente Matt me lo pedirá.

Estoy segura que Darrick ahora mismo me está enviando a más hombre, aunque ahora no se donde cargo los podría meter.

—Es parte de mi trabajo vigilarla las veinticuatro horas del día.

—¿Por lo menos la paga es buena? —bromee.

—Oh, claro que lo es —sonrió ligeramente, provocando que en su rostro parecieran por arte de magia un hermoso hoyuelo, nunca le había visto eso —, vigilar a una niña tan peligroso tiene que tener una buena recompensa.

¿Niña? ¿Me llamó niña? Odio cuando me llaman así, tal vez tengo la edad pero la edad es solo un maldito numero y aunque lo haya dicho de broma, yo no puedo evitar enojarme cuando me llama así, es como si fuera mi punto débil. Siempre.

Por suerte, Matt llego y dijo que ya estaba listo, hoy no habría problemas en irnos en uno de nuestros autos, entonces nos dirigimos a el departamento de Liam después de llevar dos camionetas Escalade detrás de nosotros.

—Hola linduras —nos saludo Liam recién salió de el edificio, sus ojos escanearon el cuerpo de Thomas con demasiada lujuria que incluso hizo sentir incómodo a Thomas. El pobre no dejaba de rascarse la nuca con incomodidad.

—Si ya terminaste de imaginarlo desnudo, podemos irnos —le dije a Liam, el solo me sonrió coquetamente y le guiño a Thomas.

Era de esperar que él reaccionara así, Thomas es un bombón que no acostumbra a que lo miren con tanto descaro como especialmente mi amigo lo hace, incluso yo habría hecho lo que hizo Liam.

Lo siguiente fue subirnos de nuevo a la camioneta e ir a el centro comercial, iríamos a hacer compras por que necesitaba nueva ropa. El resto de las horas transcurrió con demasiada paz, no hubo inconveniente alguno; Liam me ayudó a comprar y por su parte Matt algunas veces coqueteaba con la mujeres que trabajaban en las tiendas, las tenía a punto de tener un puto orgasmo, literalmente tenían el rostro de tener un orgasmo muy pronto con solo mirar la sonrisa de mi hermano.

Cuando él hacía eso, yo mantenía mi distancia y algunas veces Liam interrumpía el momento solo para joder a la chica, se excusaba diciendo que necesitaba ayuda y casi siempre era ignorado pero Matt sabía lo que hacía y se largaba después de que pasara eso, mi hermano es tan malvado tanto como yo.

Seguimos recorriendo alrededor de diez tiendas distintas, esto se empezó a tardar más de lo que imaginé, creo que sería mucho mejor regresar a casa y ver un par de películas nosotros tres, eso hicimos después de terminar todo aquí.

—¿Quieren palomitas? —preguntó Matt.

—No —respondimos al unísono Liam y yo.

Al parecer estábamos viendo una famosa película de Netflix en la sala de cine, una mujer estaba embarazada mientras ocurría algo raro en su país o en el mundo, pero ella aún sobrevivía mientras no observaran nada. No tenía sentido pero su trama era buena.

—¿Saben que al final la mujer encuentra un lugar en donde puede vivir junto a los niños?   —al parecer Matt no sabe lo que nunca se debe de hacer cuando alguien mira una película por primera vez, nos acaba de dar el peor spoiler del momento.

—¡Thomas! —le gritamos al unísono, después de que yo casi le tirara la bandeja de palomitas que tenía en sus manos sobre su cabeza.

No importara que él me haya contado el final, yo la miraría, solo tenía algunos treinta minutos que la reproducí y eso significaba que tendría gemelos, creo.

—Por cierto, solo ella logra llegar, ni siquiera su pareja vive mucho tiempo.

¿Pareja? Oh, pareja. Después de ver la gran química que tiene el hombre de color con la protagonista entendí quiénes serían la futura pareja, pero ya todo se iría al carajo por sus grandes spoiler.

—¿Algo más que quieras contar? —le pregunte.

—Encuentran una caja de pájaros que pueden identificar que esa cosa malvada está cerca, y el primero que muere es el chico que escribe.

¡Al carajo! Yo ya no la seguiré mirando después de toda la mierda que acaba de escuchar.

—¡Que te den por el culo! —le grite un poco bromeando pero, estaba que salía humo por mis oídos.

—¿Liam? ¿Quieres intentarlo? —el nombrado aceptó con una sonrisa de oreja a oreja, mientras que Matt se retorcía de la risa. Menudo par de imbeciles.

👑👑👑

—Jade, no creo que sea buena idea estar infiltrados en el club de tu enemigo ahora —Liam está quejándose como una niña, sin olvidar que a él le gusta todo este tipo de cosas —. Nos podrían matar, o peor aún, pueden vender nuestros órganos en el mercado negro.

—Liam cállate por un segundo.

Le había dicho que esta vez necesitaría que estuviera callado, no ingresamos por la puerta delantera como las personas normales por que obviamente no podríamos ingresar sin antes tener una bala en el cráneo.

Hoy haríamos las cosas de otra forma, eso significaría hacer el trabajo de la manera más limpia posible,  y por eso ahora ingresábamos por la puerta trasera donde trafican e ingresan toda la droga, además de que allí esconden el lado más feo del club. Puedo jurar que escuché llantos y gritos de agonía de mujeres, tampoco quiero imaginar que les sucedía por que todo se volverá rojo, y no me podré controlar después de eso.

—Liam, necesito que te calles y me ayudes a encontrar una entrada que no tenga mucha seguridad.

—Pero ya estamos dentro —se quejó.

—¡No idiota, esto apenas en el maldito almacén del trabajo sucio! —le grite en voz baja, me están alterando los nervios.

Mi vista recordó cada esquina del lugar sin encontrar entrada alguna, solo había una y era la mas transitada.

Le hice una señal para que me siguieran, no tardaron mucho en seguirme el paso, Thomas fue el primero en entrar ya que él se aseguraba que no nos atacaran y después le seguimos nosotros. Tuvimos suerte de no ser vistos, después de unos minutos ya habíamos ingresado sin ningún problema, me sorprendía que no tuvieran tan buena seguridad.

—Aquí está Wes y nos está observando, ya me reconoció. —me susurró Liam en mi oído, carajo; me había olvidado completamente de él —¿Que mierda hacemos ahora?

Ni siquiera lo pensé mucho, no tendría sentido que para lo siguiente que haría usara a Liam, el es gay por lo que que bese de manera inesperada a Thomas, tomándolo por sorpresa pero me siguió el beso. ¡Mierda! Sabe cómo usar esa maldita lengua, eso fue suficiente para que yo empapara mis bragas de encaje.

Él usaba su lengua para recorrer cada parte de mi boca, nuestras lenguas estaban dentro de una dura pelea queriendo saber quien era la mejor, el algunas veces pasaba su lengua con delicadeza sobre mi labio superior e incluso lo mordía, provocando un gemido de mi padre. ¡Ay, esto es demasiado! ¡Necesito un lugar más privado para obtener más! Yo olvide que había un mundo alrededor de mi y me concentre en Thomas por un par de segundos más, pase mis manos por su cabello y él puso sus manos en mi cintura.

—Eh, chicos —Liam interrumpió nuestro momento glorioso —. Wes se acaba de ir, no está cerca, ya pueden terminar con su teatro.

Él se separó de inmediato al escuchar las palabras de Liam, y yo no tuve más opción que hacer lo mismo. Después de eso seguimos recorriendo el lugar, esta noche en particular había muchas personas en el Club, ni siquiera podíamos pasar por el lado de alguien sin sentir como te restregaban el trasero, los senos de una mujer o el pene de un hombre, nunca me sentí tan asqueada; pero como la mayoría del tiempo Thomas me acerco a su cuerpo y me ayudó a pasar por medio de la multitud sin ser restregada por pieles sudorosas.

—¿Liam, quien está vendiendo? —le pregunte mientras nos alejamos de la multitud, él observaba a todos los lados asegurándose de que nadie no observase.

—Conozco al chico y no te debes de preocupar por eso, aunque por lo visto la droga al es de muy buena calidad por lo rápido que se agota.

—Está decidido, el sábado de la próxima semana atacaremos este lugar. No quiero que personas interfieran en mis ventas de esta ciudad.

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