Capítulo 30
¿Como podría decirle que su novio la engaña a sus espaldas? ¿Como no herir sus sentimientos? ¿Como puedo decirlo de forma dulce? ¿Como podría ser menos yo? Emily es sensible, ella preferiría que las cosas se desviaran y que todo sea de forma amable y poco hiriente. Lamento decir que yo soy muy hiriente y poco amable, pero intentaré no serlo con ella.
Ella entró por la puerta, sonreía, tenía una sonrisa hermosa hoy y demasiado grande a mis parecer pero bella en ella.
—¿A qué se debe tu sonrisa cariño? —cuestione.
—Acabo de ver a mi novio y tuvimos un lindo día juntos —¡Mierda y más mierda! ¿Como diré esto sin herirla? Esto será más difícil de lo que creí.
—Oh — suspire, mi rostro mostró la preocupación que me temía. ¿Por que mierda soy tan expresiva? Ahora mismo odio serlo.
—¿Que pasa Jade?
—Tengo algo serio que decirte, pero no quiero lastimarte —mis ojos la miraron con pena, y un poco de lástima.
—¿Te irás? —negué —¿Que pasa? Estas asustándome.
—No se como decir esto linda —de inmediato recordé las fotos que había tomado ayer, podrían funcionar —. Te mostrare un par de fotos y tú me puedes decir lo que piensas de ellas, ¿si?
—Sip —hizo énfasis en la p.
¡Ternura! Lamento ser yo quien haga esto, tal vez era mejor decirle a Sophie que hiciera por mi, por lo menos ella si es amable o dice las cosas crueles lo menos crueles posibles.
Saque mi teléfono del bolsillo trasero de mi pantalón, cuando lo tuve en mis manos abrí la aplicación de fotos y abrí la foto de ayer.
—Ten —le mostré la foto después de darle mi teléfono.
Espere que ella dijera algo pero no dijo una sola palabra, no se si estaba en algún tipo de shock o solo estaba aceptando que su novio estaba con otra chica. Tal vez solo quería comprobar totalmente si era el.
Ahora mismo ella me estaba preocupando, pasaron tres minutos y ella seguía sin hablar, ni una señal de estar molesta o triste.
—Emily, dame el teléfono.
Pero no me escuchó o simplemente fui ignorada.
Fui hacía y revise lo que ella miraba, la pantalla estaba en Zoom y se enfocaba en la cara del chico, quien estaba sonriendo a la cámara. Eso no lo había visto, tome el teléfono de sus manos y lo volví a guardar.
—¿El es Pete? —me preguntó con la voz rota, supongo que así se llama el idiota, así que asentí.
—Se que estas triste pero mira el lado bueno, podrás salir de fiesta, no te preocuparás por lo que hacía tu novio las veinticuatro horas al día, no debes responder sus mensajes y sobre todo no tendrás con alguien que-que no valore tu ternura y amor.
No se de donde demonios salieron esas palabras de mi pero creo que escuchar mis palabras la hizo estar un poco mejor.
—¿Eso crees?
—Totalmente, creo que necesitas florecer por sí sola, eres capaz de muchas cosas y para eso necesitas ser libre, y estar con alguien que no te dejaba disfrutar te lo impide.
Yo misma estoy sorprendida con mi maldita sabiduría, soy realmente buena para esto.
—Pero yo no quiero correr peligros o cualquier cosa peligrosa al ser libre.
—Ser libre no significa correr peligros, solo hacer las cosas que te gustan o siempre quisiera hacer, hacer cosas que te impedían. Ser libre el buscar lo que te hace feliz, vivir el momento —suspire, hablar de esto me hizo pensar en muchas cosas —. Yo soy libre corriendo peligros, me gusta hacer eso, vivir de la adrenalina, soy libre por que nadie me impide hacer esto o el otro, soy feliz siendo libre. Tal vez a ti no te guste lo mismo que a mi, pero tú deberías hacer lo mismo que yo y buscar lo que te hace feliz a tu manera.
—Entonces podría hacer eso, pero aún así no se como ver a Pete de ahora en adelante.
—Si quieres yo podría acompañarte cuando hables con él, y tratar de que sea lo más rápido posible o —claro estaba que le deseaba lo peor a Pete, así que le conté mi idea a Emily sin saber si aceptaría o no —, podrías terminar con el por mensaje. El karma es una perra, ¿Sabes?
—No creo que pueda hacer eso... —interrumpí a mi amiga.
—¡Oh vamos! Claro que puedes, algo de su propia medicina no le haría mal, o también le podrías una foto tuya besándote con alguien más. ¡Eso sería increíble!
—¡Jade! Yo no haré eso, lo del mensaje tal vez pero lo de la foto no.
—Solo decía —me excuse.
Podría hacerlo, no se por que se niega a hacerlo, es muy buena la idea, él la engaño y ella aún quiere ser dulce con el. Estoy totalmente en contra de que ella haga eso.
Emily algo de crueldad hacia él no está de más, eso y más se lo merece — o tal vez yo me podría encargar de eso, pero obviamente en secreto, después sabré que hacer con él porque no me quedaré en brazos cruzados.
—Yo me encargaré, no se que haré pero mañana estaré soltera de nuevo.
—¡Ahora seremos las cuatro solteronas! —grite, pero no tanto por que estábamos en un restaurante y tal vez nos sacarían —. Oye, ¿haz hablado con Hannah?
—Un poco, me contó que ella ingresó a la preparatoria y ya tiene algunos amigos pero me contó que no se lleva muy bien con las chicas.
—Que raro, es normal que haga amigos muy rápidos pero que no tenga amigas, es demasiado raro.
—Lo se, le dije qué tal vez tenía un novio y trataba de escondernos eso, pero dijo muchas veces que no.
—Sabes como soy yo, si no me envían un mensaje es demasiado probable que yo tampoco enviaré uno, y como ella no lo ha hecho yo tampoco lo he hecho.
—Yo no hago eso, soy yo quien busca a las personas —se rio, le provoco diversión lo que dijo y yo para no hacerla sentir mal, le sonreí.
—¿Por que tarda tanto la comida? —pregunte con molestia.
—¿Pediste comida? —asentí frenéticamente —¿Que pediste?
—Para mi un rico plato de fideos en crema y para ti un plato de paella.
El lugar tenía distintos platos, de distintas variedades y países. Obviamente los platillos más populares.
—Bien, me gusta la paella.
—Por eso lo elegí amor —le sonreí de lado, el humor de las dos había cambiado y ahora estábamos felices compartiendo una rica comida.
—Aunque aveces preferiría y a un restaurante que venda tacos, con ellos sería feliz.
—Pero luego estoy yo que no como tacos, ahora ponte a comer que estás muy delgada.
En realidad si están un poco delgada, tenía unos cuantos kilos menos que la hacían ver muy delgada, apostaría que se notan sus costillas.
—El burro hablando de orejas —puso los ojos en blanco.
—Para tu información yo estoy seis kilos arriba de mi peso —dije fingiendo molestia.
El mesero llegó de la nada con nuestros platos, después de varios minutos.
—Gracias —agradecimos al unísono las dos.
—Si, pero de músculos.
—Y de trasero hermosa —le guiñe el ojo.
No se por qué hago eso pero me encantan hacer eso solo con Emily, me divierte que no le interese que le coquetee.
—De tu trasero solo serán unos cuantos gramos —se burló antes de acercarse un bocado a sus labios.
—Haré como si nunca escuché eso de tu linda boquita.
Emily soltó una contagiosa risa por lo que me uní después a ella.
—Ya maldicion, nos sacarán de aquí si seguimos haciendo un escándalo.
👑👑👑
—Emily, para terminar nuestro día debemos de ver una película.
Hable cuando estábamos cenando, solo ella y yo estábamos en el comedor. Los chicos ni idea de donde se encontraban, ahora que recuerdo debo de preguntarles dónde están para que no ocurra algo malo.
«¿Donde están?» le envíe el mensaje a Tyson porque él sería el único que respondería mi mensaje.
—Bien, ¿cual veremos? —preguntó sin ánimos, aunque quisiera que ella se encontrara mejor y que tratara de olvidar al idiota de su novio, eso sería imposible ahora.
—No tengo idea, podría elegirla tú —dije llena de felicidad, con la intención de que ella se contagiara un poco.
—Mh-mhm —murmuró, estoy segura que ni siquiera quiere comer o hacer algo con su vida.
—Bien, tú lo elegiste —me levante de mi silla y me dirigí a su lado, tome su rostro con mis dos manos e hice que me mirara a los ojos —. Desearía que nada de esto te hubiera pasado, en serio, pero nadie sabe qué pasará y no podrías evitarlo, pero necesitas estar feliz aún si estás a punto de morir. Déjame decirte que con esa cara larga no arreglarás nada.
—¿Jade? —preguntó con confusión.
—¿Que?
—La pantalla de tu teléfono está brillando —apuntó hacia el, una maldita llamada ahora mismo. Tome el teléfono y respondí.
—¿Que pasa?
—Los chicos y el hermoso de yo, estamos en una fiesta —nada fuera de lo normal si se trataba de los tres mosqueteros —, Matt me pidió que te dijera que vinieras. Hay carreras y por lo que escuché todos creen o quieren que la famosa reina se presente.
¿Carreras? Si se trata de carreras yo iré sin pensarlo dos veces.
—Bien, envíame la dirección y en menos de cuarenta y cinco minutos ya estoy allá.
—Está bien, adiós.
Se despidió y después finalizó la llamada.
—¿Adivina, amor? —le pregunte con emoción a Emily.
—¿Que? —ella seguía con su tono desinteresado.
—Hoy hay carreras y alguien participará, serás mi acompañante hoy. ¡Felicidades!
—Me alegro por ti pero no quiero ir.
—¡Anímate! Solo serán unas horas.
Pero siguió negándose, hasta que pensé en un plan.
—Bien, solo será una hora o menos, iré a correr y tú volverás conmigo a ver una película, además también podemos cambiar tu imagen por alguien gótica como yo.
—Con todo respeto, per el negro no es vida para mi.
¿El negro no es vida? Tal vez para ella no pero el negro para mi es mi vida.
—Hoy podremos comprobar eso, el único problema es que solicitan a la reina, no a Jade, significa que iré con lentes de contacto y peluca.
—Si es así, yo no iré contigo.
—¿Que más da? Todos saben quien soy, pero no por eso dejaré que piensen que con saber eso me conocen, aún sigue en pie lo de la reina con ojos azules, y Jade Ventura los tiene marrones.
—Casi verdes —agregó Emily.
—Da igual —le reste importancia con la mano.
Sube a toda prisa a mi habitación para prepararme, Emily me siguió algunos metros detrás de mí y le indiqué que también se preparara y después yo le daría su conjunto para hoy.
Me duché en menos de diez minutos, tome mi peine y lo pase por mi cabello hasta desasearme de los molestos nudos, tarde unos minutos más en hacerme dos trenzas para poder usar mi peluca; hoy usaría mi favorita, era de cabellera púrpura de las puntas y negras de la raíz, con muchos rizos enloquecidos por doquier.
Termine de elegir mi conjunto de hoy, unos jeans de tiro alto blancos, un bralett negro y sobre una blusa de seda con algunos bordados florares y agregue un cinturón Gucci, y no pude olvidar mis tacones negros de aguja con punta cerrada. Debo admitir que iba un poco más femenina de lo normal.
Emily entró a mi habitación ya vestida con el atuendo que le elegí, unos converse blancos que ella ya traía, unos jeans oscuros doblados ligeramente de la parte de abajo y un crop top rojo con la frase "soy la mejor". A mi parecer era perfecto para Emily pero si no le gustaba no podía hacer algo.
—Me gusta como te queda —la adule.
—No estoy acostumbrada a mostrar mi estómago.
—Lo se, per no es la gran cosa, si quieres te presto un hoodie y lo usas cuando quieras —agregue —, además lo que usas no es de góticos, eso es bueno.
Tome mi maquillaje y inicie a maquillarme, mis cejas, corrector, base, polvo, delinee mis ojos y use pestañas postizas, al final agregué un labial mate rojo. Emily también había hecho lo mismo que yo así que salimos de la habitación y fuimos hacia la fiesta. Era domingo y probablemente Emily me recriminaría mañana cuando esté en la preparatoria pero qué más da.
—Por fin llegaron —exclamó Matt al míranos cerca de el.
—Bueno, tal vez no lo sepas pero somos chicas y nosotros necesitamos mucho tiempo.
—No te preocupes, ellos también —se burló Tyson de Matt y su hermano.
Los dos miraron mal a Tyson por lo que me acerqué a él y pase mi brazo por su cintura, me veía un poco pequeña a un lado de él.
—¿A qué se deben sus dulces ojos azules? —susurró Tyson en mi oreja.
—Soy la reina.
Eso lo hizo sonreír, él me sonrió y yo también lo hice.
—Jade, es tu turno de correr —me llamo Matt.
Asentí, le diría a Emily que me acompañara en la carrera pero la mire muy entusiasmada conversando con Tyron y ahora mismo Tyson me acompañaba, pensé que él no aceptaría pero ni siquiera lo dudo, incluso se emocionó.
Subimos a mi auto y puse el auto en la línea de carrera. Como siempre, una chica se puso ente los dos autos mientras sostenía un listón enorme, me señaló a lo que que yo provoqué que mi auto cobrara vida, sentí la vibración y se me erizo el bello de mi cuerpo.
—Pensé que algún día te vería correr, pero nunca pensé que la primera vez sería a un lado de ti en el mismo auto —hablo Tyson, él ya tenía puesto el cinturón, yo en cambio apenas me lo ponía.
—Pues tienes mucha suerte, pocas veces tengo compañía, ya sabes, las carreras son peligrosas y todo eso.
—Eso no me preocupa, ¿Sabes? —giró su rostro hacia mi y yo lo veía de reojo — yo también corría, competía por dinero y a decir verdad, era muy bueno.
No me sorprendió escuchar eso, cuando llamo para decir que pedían que corriera él estaba un tanto emocionado, se escuchaba en su voz, además cuando le dije que me acompañara, casi corría hacia mi auto. Le gusta, le gusta tanto como a mi.
—Tal vez algún día puedes correr contra mi.
—Tal vez te gane.
—Eso lo veremos después —deje por terminada la mini conversación en el auto.
La chica que estaba frente a nosotros levantó el listón que tenía en sus manos, lentamente acerqué mi pie al acelerador para presionarlo en el momento indicado. En cuestión de segundos la chica bajó el listón, señal de que había iniciado la carrera, en ese momento aplaste el acelerador dejando metros atrás al otro auto, la carrera constaba en rodear un enorme árbol y regresar al punto de inicio. Estaba a unos metros del árbol cuando Tyson habló.
—Haz una californiana pero tienes que bajar la velocidad para que no te volques, tienes que estar bajo de los ochenta kilómetros por hora —lentamente baje la velocidad, sabía de que se trataba la californiana, la había hecho muchas veces pero esta vez era diferente, Tyson estaba junto a mi y no tenía que fallar.
—Cuando te dijo ya, tiras del freno de manos.
Solo unos cuantos metros, el auto de atrás se estaba acercando y yo necesitaba ser más veloz.
—¡Ya! —grite, Tyson hizo lo que le dije y de inmediato giré el volante hacia mi izquierda. Tan pronto como termine presione el acelerador y seguí.
El otro auto ya estaba muy cerca de mi, demasiado cerca lamentablemente.
—Tienes que ganar velocidad —dijo Tyson.
—Haré eso a unos metros de la línea de meta.
Cada vez quedaban menos metros, ahora él llevaba la delantera por menos de dos metros.
—Debes hacerlo ahora.
—Espera —seguí con la misma velocidad estable, iba demasiado rápido pero aún seguía delante.
Los metros se acababan, y presioné el acelerador a los quince metros para llegar. De un momento a otro los dos autos iban hombro a hombro, se había acabado la carrera y no se si fue empate o quien de los dos ganó.
—¿Que mierda fue eso? —preguntó un Tyson sorprendido.
—¿Que demonios...? —murmure, mi respiración estaba agitada, nunca había sucedido eso, mucho menos un empate o algo tan reñido.
—¿Sabes quien condujo en otro auto?
Negué, nunca mencionaron su nombre, nunca lo dijeron y debí de hacerlo escuchado.
—No tengo mi puta idea.
Baje del auto después de quintarme el cinturón, Tyson llegó a mi lado y nos acercamos al anfitrión. ¡Sopresa! Es el chico que conocí el día de aquella pelea callejera, ¿Jason? ¿Jaime? ¿James? ¿Jacob? No recuerdo el nombre.
—¿Quien ganó? —preguntó Tyson.
Lo mire de reojo y este tenía cara de pocos amigos, al igual que yo.
—Estamos checando las imágenes tomadas, en unos minutos informaré el nombre del ganador a través del alta voz.
Los dos asentimos y nos alejamos, Tyson tomó mi mano fría y la tomó con fuerza, hice lo mismo y mire su rostro comprimido.
—¡Mierda, eres fuerte! —gritó y yo reí con malicia.
—Tanto tiempo en el gimnasio y cargando cosas pesadas tienen su resultado.
Llegamos con los chicos y Matt fue el primero que me miro.
—Sabes que si pierdes mucho dinero se irá a la basura, ¿verdad? —asentí a la voz de Matt, no solo él apostó una suma enorme de dinero, muchas personas creen que soy muy buena en las carreras y apuestan a mi.
—Ni me lo repitas, si gano le podré quitar el hermoso bugatti de quien sea que compitió contra mi, hay de estar loco para hacer eso —hable con una sonrisa.
—Matt me dijo que eras buena, pero nunca le creí —me dijo Tyron, Emily estaba a un lado de él y ella sonreía, en serio sonreía, y hace un par de horas ella decía que no vendría.
—Mi amiga es muy buena en lo que hace.
Emily siempre tan linda, le tire un beso y ella me sonrió, sigue haciendo lo mismo cada vez que le coqueteo amigablemente.
—Señoras y señores, chicos y chicas, niños y niñas, gays y lesbianas, transexuales y bisexuales —¿en serio creían que al decir eso causarían risas? Pero aún así personas se rieron por el chiste sexista de la persona que hablaba por el alta voz, mientras que ningunos de nosotros rio —. Lamento decir que la carrera no termino con un empate.
—No es empate —susurre con miedo, si perdía le diría adiós a mi auto y la gran cantidad de dinero que apuestan.
—Eso significa qué hay un solo ganador — eso de hacer de suspenso la respuesta me tiene aterrada , se escucharon abucheos de algunas partes del lugar, de seguro querían que dijeran el ganador ya —, el ganador de esta carrera es la reina.
—¡Gane, mierda! ¡Gane! — muchas personas gritaban y silbaban, yo estaba gritando de la emoción, en mis manos pronto estaría ese hermoso bugatti color cobre.
—Mientras tanto algunas personas seguirán esperando a alguien que pueda derrotar a la hermosa reina — así terminó de hablar la persona que tenía el alta voz.
Los chicos y yo gritábamos de la emoción, mi primera carrera después de tanto tiempo, y se sentía bien haber ganado.
—¿Quien es el? —preguntó Emily señalando a un chico que venía a nuestra dirección, mis hombres empuñaron sus armas en señal de cubrirme pero les indiqué con la mirada que no lo hicieran. Ellos saben que si me disparan nadie aquí saldrá con vida.
—¡Felicidades! —me felicito el chico, esa voz, esa maldita voz.
Por fin mostró su rostro deshaciéndose de su capucha, quede en shock. ¡No puede ser! ¡¿Como mierda puede estar el aquí?!
—Ten tu nuevo auto —me aventó las llaves de auto al pecho y se despidió dándole una mala mirada a Tyson.
—¡¿Que mierda hacia él aquí?! —preguntó un enfurecido Matt.
—¿Quien es el? —preguntaron los gemelos casi al unísono.
—El ex de Jade, Wes —respondió Emily por mi.
Escuché un sonido seco detrás de mi, mis hombres se asustaron y apuntaron en esa dirección, pero solo se trataba de Matt enojado.
—Tengan su nuevo auto —les tire las llaves a los gemelos después de salir de mi transe, ni de mierda tocaría ese auto.
Tyron fue por su auto, mientras que yo subí al mío con Emily y, Matt y Tyson subieron al auto en cual venían.
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