Regrese a casa alrededor de las cinco de la tarde, faltaba solo unos minutos para anochecer.

—¿Donde estabas?— me pregunto Matt— Es muy tarde y no sabia nada de ti.

—Llego Darrick y, como tengo problemas en el trabajo y muchos mas problemas personales, tratamos de arreglarlos— fingí una sonrisa, una sonrisa que ni siquiera duro mas de dos segundos por el horrible cansancio que se adueño de mi.

Fui al baño de mi habitación y deje que la bañera se llenara de agua tibia y jabón. Busque algo cómodo entre mi armario y lo único que encontré fueron unos leggins deportivos y un top, los tome junto con unos panties y mi toalla.

Tarde mas de 30 minutos dentro de la bañera, necesitaba tomarme mi tiempo. Estaba cansada, agotada, estresada, abrumada, tenia cientos de problemas y muchas cosas en que pensar.

Me hacia falta los cigarillos o seria mejor decir que los necesitaba pero Hannah me quito todos, sera mejor que duerma.

Tome mi peine y lo pasé por mi cabello dejando mi cabello sin nudos, lave mis dientes y me metí entre las sábanas de mi cama y deje que mis ojos de cerrarán hasta quedar completamente dormida.

***

Entre a una habitación completamente blanca y con muchos aparatos electrónicos, estos estaban  conectados a una mujer muy delgada— se le podían ver sus huesos— que estaba sobre una camilla, conforme me acercaba a la mujer más conocida era para mi. Mi madre, era mi madre.

—Mamá— murmuré casi inaudible.— ¿Por que nos hiciste esto?.

Ella no me respondió, no podía hacerlo y no lo hará. Aún estaba inconsciente, pero la necesitaba sana y con vida.

—¡Mama! Tu no deberías estar aquí, tienes que estar con Matt y ayudarme con problemas de chicos, como cualquier otra madre lo haría.— tome su mano izquierda con una mano y con la otra acaricie su rostro— quisiera que estés aquí y me ayudes, necesito un abrazo tuyo; un abrazo que pueda arreglar todo.

Su cuerpo sobre la camilla de a poco se desvaneció y dentro de mi vista de encontraba la sala de estar en la que siempre estaba junto a mama.

Mama estaba sentada en un sillón leyendo su libro favorito y tomando té.

—¡Mami! ¡Mami!— entro una pequeña niña de alrededor de cinco años a la habitación— llegó papa Darrick de California y me trajo muchos regalos.

 —¿Dónde está?— le pregunto la madre a la pequeña.

—Está con papá en la cocina, mama Olivia también llego y sus hijos— la pequeña sonrió mostrando un diente faltante en su dentadura.

—Ven, vamos a saludar— le dijo su madre.

Las dos se tomaron de la mano y se dirigieron a la cocina donde todos se encontraban.

— Hola— saludo la mujer.

—Hola— saludo Darrick y Olivia al unisono.

—Vayan y jueguen— les dijo Olivia a sus cuatro hijos.

—Ve tu también a jugar cariño— la madre de la pequeña le hizo una seña con la cabeza para que siguiera a los niños al patio.

La niña salio de la pequeña cocina corriendo y jugó por horas con los niños a pesar de ser muchos años mayor que ella. Jugaban a las escondidas.

El patio de juegos se desvaneció y en mi vista apareció lo que ahora es la casa de Matt.

Una familia de cuatro estaba cenando en familia, era acción de gracias y todos se miraban felices.

—Les tengo que decir algo,— interrumpió el silencio la mujer con su angelical voz— y quiero que después de esto no estarán triste.

—¿Que sucede mama?— le pregunto un Matt de veintiún años.

—Estoy enferma— eso hizo que todos se quedaran sin aire— Tengo cáncer y tal vez muy pronto moriré.

Eso hizo que la chica soltara un par de lágrima, se levanto de su asiento y se dirigió con su madre y lloro sobre su pecho.

—Se que duele pequeña,—Susurro en su oreja— pero no siempre estaré en tu vida y tal vez no vea nacer a mis nietos o no este para tus otros cumpleaños, tal vez no este en tu boda pero eso no significa que no este aquí.

Su madre señalo su corazón, eso hizo llorar mas a la chica.

—Siempre estarás allí mama, nunca dejaras de estar allí.

Al abrazo se le unió el chico y poco después el papa.

—Lo superaremos,— les dijo el papa, tratando de calmar a sus hijos— solo hay que pensar de manera positiva.

—Es muy tarde cariño, tal ves siga viva por un largo tiempo pero eso solo será para sentir dolor— una lágrima recorrió el rostro de la mujer.

Todos lloraron entre el abrazo familiar, de estar felices pasaron a estar tristes.

Mi vista volvió a cambiar y pare en casa de mis tíos menos preferidos, aunque era capaz de reconocer esa casa.

La misma niña se adentro a la casa de sus tíos y saludo a todos lo que se encontraban allí adentro.

Entro a la habitación de sus tíos y noto que allí estaba el televisor encendida, tomo el mando del control y inicio a cambiar de canales.

Su tía abrió la puerta de la habitación y le dejo un mensaje aterrador.

—Podrías decirle a tu tío que en unos minutos vuelvo, iré a hacer compras y llevare a los niños.— la pequeña asintió.

—Esta bien, yo le diré.

Siguió viendo el televisor y volvía a cambiar de canales buscando algo atractivo que ver, en ese momento entro su tío con una toalla alrededor de la cintura, algo que no la tomo importancia la chica.

—¿Donde esta tu tía?— pregunto el hombre.

—Fue hacer las compras, dijo que se llevaría a los niño y volvería en un tiempo— respondió a su pregunta.

El hombre sonrió de una manera muy perversa y tomo las manos de la chica, poniéndolas sobre la cabeza de la chica e impidiendo que se moviera.

Movió sus caderas y se deciso de la toalla, el hombre comenzó a besar el cuello de la chica y bajar por su pecho.

La chica gritaba sin piedad alguna, sentía que ardía su garganta de tanto gritar pero era la única forma de tal vez pedir auxilio.

El hombre con rápidos movimientos le quito la ropa a la chica e hizo que su pedazo de carne entrara en la chica. Eso hizo que la chica gritara  de dolor y comenzara a llorar sin parar.

El hombre tomaba de las muñeca a la chica con mucha fuerza, eso la hacia sufrir, eso hacia que ella gritara y llorara. Ella trataba de moverse, se trataba de librar de su agarre pero para ella era simplemente imposible, el era mas fuerte que ella.

No dejaba de dar gritos desgarradores, hasta que el hombre aflojo un poco el agarre en una de sus muñecas y la chica pudo golpearlo muy fuerte con su puño, eso solo hizo que aumentara su furia.

Golpeo el rostro de la chica con su palma, ella dejo de gritar por un instante y cerro sus ojos. Se cansó de gritar y lamentarse, tenia que salir lo antes posible, por sus ojos aun caían lágrimas de dolor.

De un segundo a otro ella estaba sobre el y se alejo de el, sintió un horrible dolor en su vientre al alejarse.

Con su rodilla golpeo el pene del hombre e hizo que callera de rodillas por el dolor.

Tomo su ropa tirada del piso y no perdió tiempo en vestirse. Le dolía correr, se podía notar por sus muecas de dolor.

—¡Jade! ¡Jade! ¡Jade!— escuche a lo lejos.—Despierta es solo una estúpida pesadilla.

Abrí de golpe mis ojos y note que estaba en mi habitación, había sido un sueño. Un maldito sueño, el peor sueño de mi vida.

Me acerque a Matt y me acurruque en su pecho, lágrimas salían sin parar de mis ojos. Sentí como mi pulso se aceleraba y comencé a respirar con mucha velocidad, como si me faltara aire, mucho aire.

Todo fue tan real, incluso el dolor y los sentimientos, fue mas aterrador que cuando en realidad me sucedió eso.

Me separe de Matt a los minutos y talle mi rostro con mis manos, sentí mis mejillas húmedas.

—Escuche tus gritos desde la sala de estar y me encontré con que estabas llorando.— se acerco micho mas a mi—¿Que soñaste Jade?

—Nada— mentí. Mentí de una mala forma, pero de una u otra forma nunca le diría lo que realmente soñé.

—Solo quiero sabes que soñaste, solo eso— susurro.

—Pasa que hace unos días mire muchas películas de terror y ahora estoy muerta de miedo — volví a mentir.

—Bien, si quieras algo estaré abajo — me dijo al levantarse de mi cama.

Me senté en mi cama y comencé a tallar mis ojos, volteo a dirección del balcón y noto que ya es noche. Me dirigí a mi baño y lavo mi rostro con agua helada, intentando quitarme un poco el sueño que aun tenia.

Hice una linea en medio de mi cabeza provocando que mi cabello se dividiera en dos y al hacer eso me hice dos trenzas de raíz en unos minutos. Tome un suéter y me lo puse, después baje y me dirigí a la cocina por un vaso con agua.

—Si quieres comer, hay algo de comida en el microondas. — me dijo Matt al mirar que bajaba por las escaleras.

—Gracias.

Revise en microondas y encontré un plato con pechuga de pollo y ensalada, se me hizo agua la boca.

Termine de comer y volví a subir para buscar mi reproductor de musica, unos audífonos y ponerme unas zapatillas para correr.

—Voy a correr, regreso mas tarde— le dije a Matt.

—Esta bien, pero no regreses tan tarde.

Salí de casa y comienzo a correr sin destino fijo. Pase por un lado de un parque y seguí corriendo, seguía y seguía.

Las letras de la canción que escuchaban haciendo eco en mi mente.

Se que estas en algún lugar 
En algún lugar lejos 
Te quiero de regreso 
Te quiero de regreso 
Mis vecinos creen que estoy loco 
Pero ellos no entienden 
Eres todo lo que tengo 
Eres todo lo que tengo 

Por la noche cuando veo las estrellas 
Iluminan mi habitación 
Me siento por mi mismo 
Hablando con la luna 
Tratando de llegar a ti 
Con la esperanza de que 
Estés en el otro lado 
Hablándome a mí también, 
O soy un tonto que se sienta solo 
A Hablar con la luna. 

Lágrimas habían humedecido mis mejillas, con mi dorso limpie mi rostro y seguí corriendo, ahora con mas velocidad.

Me siento como si fuera famoso 
Por lo que hablan en la ciudad 
Dicen 
Que me he vuelto loco 
Si 
Me he vuelto loco 
Pero ellos no saben 
Lo que sé 

Porque cuando el sol baja 
Alguien está hablando de nuevo 
Si 
Están hablando de nuevo. 

Me sentí triste de inmediato, las letras de la canción reflejaban todos mis pensamientos.

Por la noche cuando veo las estrellas 
Iluminan mi habitación 
Me siento por mi mismo 
Hablando con la luna 
Tratando de llegar a ti 
Con la esperanza de que 
Estés en el otro lado 
Hablándome a mí también, 
O soy un tonto que se sienta solo 
A Hablar con la luna. 

¿Alguna vez me oyes llamar? 
Porque todas las noches 
Estoy hablando con la luna 
Aun tratando de llegar a ti 

La canción me recordaba a todas las personas que se fueron de mi vida, las personas que pensé estarían toda mi vida conmigo.

Con la esperanza de que estés en el otro lado 
Hablándome a mí también 
O soy un tonto que se sienta solo 
a Hablar con la luna 

Sé que estas en algún lugar 
En algún lugar muy lejos.

Al terminar de escuchar mi llanto había aumentado, haciendo borrosa mi vista, a causa de eso choque con un cuerpo.

Me sentí completamente patética a la vista de todos, me sentí destrozada.

—¿Jade?

—Perdón, estaba demasiado concentrada en mis pensamientos.

No sabia a quien le di explicaciones, solo se que fue mi culpa todo esto.

—¿Estas llorando?— con su mano levanto suavemente mi mandíbula y mire que se trataba de Nick—¿Por que estabas llorando?

—Mi vida esta hecha mierda, eso es todo.

—Eres un adolescente, eso es lo que le paso a todos en algún momento.

El no sabia de lo que era, de la persona que soy realmente.

—Si necesitas a alguien a quien contarle lo que sucede, yo te podría ayudar.

«¿alguien?» yo no tengo a nadie que me comprenda, antes lo tenia pero ahora eso cambio.

Wes. ¿Por que me haces esto? ¿por que es tan malditamente difícil olvidarte?

—¿Que dije?— note que volvían las lágrimas.

Agache mi cabeza y con mis manos cubri mis rostro, mi llanto habían aumentado aun mas.

Nick se acerco a mi y me abrazo, yo me acurrique en sus brazos aun en la misma posición.

De a poco mi llanto se acababa, mi respiración se había relajado y mis latidos ahora estaban normales. Necesitaba un abrazo justo ahora y no me importaba que fuera incluso de un desconocido.

—Gracias— le dije, pero el hizo un sonido con sus labios para que guardara silencio y así lo haría por los siguientes minutos.