ETAPA 3: MANIPULACION
Corrimos por un extenso camino, el viento soplaba desde el sur, cargado de aromas extraños que hicieron que el miedo emergiera en algunos campistas. Solo diez continuaron con nosotros; Eduardo los tranquilizó y los animo un poco. Seguimos unos cuantos metros más hasta llegar a un edificio con muros muy altos.
Allí había un guardia de seguridad, tan pronto nos vio se acercó a nosotros bostezando
— ¿Son los pasantes? — preguntó mientras buscaba en una lista. Estaba tan ido que no notó el estado de nuestras ropas.
— Si señor — Respondió sin dudar uno de los campistas
— Bien, pueden seguir — Confirmó mientras nos contaba y bostezaba nuevamente.
— Eso fue fácil, creo que nos van a sorprender — Expresó otro integrante.
Al cabo de unos minutos salió el director de aquel sector; se presentó como Silvano Hamfel e hizo el discurso de la gestión ambiental que hacia la central nuclear, ahora ya sabíamos porque hasta el guardia se dormía. Entramos a un ascensor que nos llevó a unos cinco niveles subterráneos, mientras bajábamos sentimos algo abrumador, un leve mareo llegó.
Silvano lo notó — Disculpen, los niveles de oxígeno son diferentes acá abajo — anunció, mientras salía y nos mostraba un pasillo llenos de cuartos con máquinas de toda clase.
— ¿Que es todo esto? — Preguntó Matt simulando asombro.
— Se parece a una escena de terminator, donde las maquinas cobran vida y matan a las personas — expreso alguien del grupo.
— Algo así — Confirmo Silvano riendo y digitando un código mientras las puertas del ascensor se cerraban.
Eduardo intento detenerlo pero el ruido estremecedor de una de las maquinas lo impidió; todos estábamos en el suelo, el dolor de cabeza entumeció nuestros cuerpos. Matt saco su reproductor de música, se colocó los audífonos.
— Interrumpo la frecuencia — Decía mientras se paraba e iba a hacia la máquina, logrando apagarla.
No fue fácil recuperarnos de eso, veía luces y escuchaba una voz que susurraba, "Encuéntrame Hijo".
La mayoría seguían confundidos; unos reían, otros temblaban.
Fui hasta donde Matt, — Lucy siempre me advierte que no deje el reproductor. — dijo mientras recobraba la postura
La voz seguía en mi cabeza, "sigue, estoy cerca".
— Escuché una voz y la sigo escuchando — Comenté
Matt se acercó a mí con cara de preocupación, sin decirme nada fue a buscar a los demás.
— ¡Demonios! — gritó cerrando la puerta y tirándose al piso, haciéndome señas de que hiciera lo mismo.
— ¿Qué viste?
— Fue manipulación con sonido, tienen inmovilizado a Eduardo y a unos cuantos más. — Explicó
— ¡Salgan, si ustedes mueren nosotros vivimos! — Gritaban
Salí, vi que Eduardo intentaba librarse de sus amarres.
— Tranquilícense — dije.
En esas la alarma sonó, Matt llegó con un extinguidor y roció a todos. Eduardo se tiro al suelo, los demás siendo presas del miedo corrieron por una puerta.
— ¡Deténgase! — Gritó Eduardo
Aquella puerta se cerró, fuimos hasta ella; pero solo escuchamos el sonido de unas hélices succionando.
Los pocos que quedamos no asimilábamos lo sucedido.
— Buena idea lo de la alarma — Expresé mirando a Matt.
— No fui yo — Contestó el.
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