Cuando terminamos de comer le insistí a mi padre.

-Vamos papá vamos a ver que escode ese cuarto secreto

-Si don Tachito ande vamos, le dijo Soraya

-Bien, bien vamo sirve que camino tengo mucho tiempo que no voy por la huerta.

-Nos dirigimos lentamente hacia el lugar mi padre ya era un anciano, por lo tanto, caminamos a su paso, aparte que se paraba muy seguido para relatarnos algunas anécdotas de los lugares que íbamos pasando, como fue cuando pasamos por la vieja construcción dónde alguna vez estuvieron los laboratorios donde fabricaron la primera fórmula del jabón, actualmente estaba convertido en un gran vivero dónde mi hermana Soledad pasaba gran parte de su tiempo cuidando sus plantas.

Por fin llegamos al lugar dónde ya esperaba un mozo con la herramienta necesaria para forzar la puerta.

-¡¡¡¡Mira papá ya llegamos¡¡¡ aquí es

-Siéntese aquí don Tachito para que descanse.

-Bien Matías abre esa puerta a como dé lugar

-Como usted ordene don Tachito

-No fue muy difícil para el hombre, primero porque era un hombre joven y fuerte y segundo porque con el paso del tiempo.

-Después de unos cuantos golpes la puerta cedió,

-Ya estuvo don Tachito, usted dice si entramos.

-Claro que si anden niñas pasen para que encuentren su tesoro, acompáñalas Matías, yo aquí las espero.

Entramos seguidas por Matías, era un cuarto muy amplio había varios implementos de trabajo. A simple vista no se veía nada fuera de lo normal, por una pequeña ventana entraba un rayo de sol, lo seguí y en un rincón del cuarto se encontraba un camastro y ahí tendido se encontraba un esqueleto por los jirones de ropa que aún llevaba supimos que se trataba de un hombre.

Soraya lanzo un terrible grito y salió corriendo, mi padre al verla tan espantada le pregunto.

- ¿Que pasa por qué gritas de ese modo?

-¡¡¡Don Tachito hay un muerto en el cuarto¡¡¡

- ¿De qué hablas cual muerto?

Matías también salió diciendo.

-Es cierto don Tachito ahí adentro hay un muerto, por el estado en que se encuentra ese cristiano tiene muchos años que esta allí.

-Mi padre entro para cerciorarse y ver con sus propios ojos lo que Soraya y Matías decían.

-Pues si es verdad.

-Padre ¿tienes idea de quien pudo ser?

-Mira hija tu padrino Eduardo me contó...

Mi padre me contó la misma historia que ya me había contado el director del conservatorio, de la misteriosa desaparición del señor Andréi.

-Y si pones cuidado a lo que queda de ropa de este cristiano, corresponde a una persona adinerada, este no puede ser más que el señor Andréi.

Mi padre quería entregar los restos a la policía, pero yo lo convencí de que avisáramos a las autoridades del conservatorio de música y acatáramos sus disposiciones.

Así lo hicimos ellos mandaron a unos especialistas en restos óseos para que con sus conocimientos los llevaran y con los métodos que se usaban en esos años constataran si los despojos eran del maestro Andréi o no, dando por resultado positivos, ya estando seguros cremaron los huesos los depositaron en una urna, se formó una comitiva para ir a París para entregar las cenizas a sus dos hijas que aún vivían.

-Unos días después los encabezados de los periódicos daban la noticia abajo aparecía una fotografía de la comitiva entregando la urna a un par de encantadoras viejecitas.

Esa noche de nuevo soñé al maestro Andréi, dándome las gracias, se veía en compañía de sus padres y una hermosísima mujer, su esposa.

Unos meses más tarde viaje en compañía de Soraya al conservatorio de Austria.

He dado conciertos en todo el mundo y tal como lo dijo Soraya encontramos el amor por aquellas lejas tierras.

-Cuando toque en el teatro Olimpo de París mis invitadas de honor fueron las hijas del maestro, las encantadoras ancianitas.

-Termine de leer todo el diario de la tía Inés, cuantos secretos no develados y eso que solo eran los de los hijos de mi antepasado más antiguo, guarde el diario cuidadosamente en la caja, me dispuse a dormir, al siguiente día iba a entregarle el diario a mi bisabuela quizás ella tuviera sus memorias escritas y me las dejara leer, por lo pronto mañana mismo voy a comprar mi propio diario tengo tantas cosas que narrar, buenas noches.

Fin

Gracias a todas las personas que tuvieron a bien pasarse por esta historia.

Especialmente a Niky y a Cristylove

-