Termine de leer lo que escribió Inés de su hermano, que barbaridad cuando mi abuela Olivo me dijo que lo que estaba escrito en ese libro era digno de una novela, tenía mucha razón, vi el reloj y me asuste de lo noche que era, eran las tres de la mañana, lo bueno es que no voy a la universidad.

Eran las once de la mañana, cuando el sonido del teléfono me despertó, quien diablos se atrevía a interrumpir mi sueño, levanté la bocina y la volví a dejar en su lugar, quería seguir durmiendo, pero el intruso que quería hablar conmigo no se dio por vencido, el teléfono volvió a sonar, si no contestaba el aparato no iba a dejar de sonar.

- ¿BUENO, QUIÉN ES?

-Hay que bueno que estoy del otro lado, si no ya me hubieras matado, soy Víctor ¿Qué te pasa porque ese genio?

-Imbécil, tenías que ser tú.

-Hay pero que te pasa, porque me insultas

-Y todavía preguntas me despertaste.

-No me digas que te fuiste de farra (fiesta), y no me invitaste, ya son las once de la mañana, y la imbécil eres tú, tenías que estar a las diez de la mañana en el gym.

-Mierda es cierto, se me fue el rollo, (la conciencia), no pues ya no llegue, como veras de aquí que me levante y me arregle, ya paso otra hora, mejor la dejamos para mañana

-Está bien, espero no te quedes dormida, ¿Qué vas hacer en la tarde?

-No sé, quizás vaya con mi bisabuela, pero no sé, yo te aviso

-Órale nos avisas, si no vas para caerle a tu casa a ver una peli, (película)

-Está bien yo te aviso.

-como el imbécil de mi amigo me había despertado, me levante, inmediatamente mi estómago rugió por falta de comida.

Me levanté, me encaminé a la cocina y me hice un suculento desayuno, estaba terminando de hacer mi jugo de naranja, cuando el timbre de la puerta sonó.

- ¿Y ahora quien fregados es? – conteste por el interfón

- ¿Quién es?

-Somos nosotros ábrenos

-Nada más esto me faltaba, pero no quedamos que en la tarde; mientras decía esto apreté el botón para abrir la puerta eléctrica para que pasaran, puse más huevos en la cazuela de seguro venían ardiendo de hambre. Mientras se cocían los huevos corría a abrir la puerta del departamento, regresé a la cocina puse más agua en la cafetera le puse el café, metí pan en el horno a tostar, en eso oí las voces de mis amigos, los quería matar.

-Humm que rico huele, eres un encanto mira que recibirnos con un rico desayuno, eso nada más lo hacen las verdaderas amigas, ¿en qué te ayudamos?

-Saca los panes del horno y tu exprime más naranjas, y tu pon la mesa, ya saben que me caga, que vengan sin avisar.

-Ya bájale Olí, si no lo hacemos así nunca vendríamos, confiésalo no te gusta recibir visitas, era mejor cuando vivías con tus papis, sobre todo cuando salían de vaca, (vacaciones), pero desde que vives sola.

-Se los he dicho un montón de veces, no me gusta que vengan porque son unos cerdos, y yo no tengo chacha, (sirvienta) de planta, pero en fin ya están aquí, vamos a desayunar.

-Confieso que mis amigos son un amor, pero los tenía que tener a raya, porque si los dejaba en un dos por tres dejaban la casa como chiquero.

-Y bien a que debo su visita, que es tan importante que no pudo esperar hasta la tarde.

-No, nada simplemente queríamos estar con nuestra amiga, porque si nos invitamos solos tú no lo haces.

-Ya basta, los conozco bien ¿Qué chisme traen?

-Primero vamos a desayunar, que traemos un hambre

-Lo sabía,

-Pero tú tienes la culpa, por no llegar al Gym

-Este huevo está muy bueno, bueno todo el desayuno

-Cuando terminamos el desayuno me dijeron.

-Nosotros recogemos todo esto, ve a bañarte tenemos que ir al hospital

- ¿Al hospital, pero ¿quién está en el hospital?

-La chachis Zambrano, trato de suicidarse.

-Qué, pero que dices, estuve con ella ayer, y no actuó como suicidad, que paso para que tomara esa decisión tan drástica.

- ¿Qué no paso?

_ me bañé rápidamente y me vestí, con ropa casual, salí dispuesta a ir al hospital con mis amigos, la chacha Zambrano era una amiga de la bola, así le decíamos a un grupo de amigos con los que nos reuníamos.

-Revise la cocina y el comedor, estaba recogido y la loza, lavada, no estaba impecable, pero al menos mis amigos habían limpiado.

Vámonos, en el camino me cuentan

- ¿Entonces que paso?

-Primero lo primero, ¿recuerdas que nosotros siempre sospechamos que Abel su novio era del otro bando?

-Claro que lo recuerdo, si nada más se pasaba poquito de copas y se le salía lo gay gruesísimo, recuerdan cuando fuimos a Vallarta a su depa, (departamento).

-Claro que sí, de pronto el tipo se desapareció y regreso vestido de mujer con unos zapatos altísimos

-A mí me impresiono, porque caminaba, muy bien con semejantes tacones, ni yo que soy mujer puedo caminar también con semejantes zancos, y el maquillaje, la mera verdad que, como mujer, gua, guapísima. Pero que tiene que ver todo esto con la chachis.