─¡Pero cómo es que quieres vivir sola, de donde sacaste esa idea, de esos desarrapados con los que últimamente te juntas!

─Mamá no son desarrapados, ellos son hijos de empresarios, si no como podían pagar la Universidad.

─Pues no se quienes sean sus padres, ni me interesa, ya se ve que, no los han sabido educar, los he escuchado hablar no tienen ni una brizna de educación, yo no te eduque para que te iguales con gentuza de esa clase.

─Ya, ya mamá, te va hacer daño.

─Sí de veras te preocuparas por mí, no me dieras esta clase de disgustos, ¡Mira que querer irte de la casa a vivir sola, no me quiero ni imaginar que va a decir la gente, en mis tiempos que esperanzas que yo le saliera con eso a mis padres!

─Mamá, mamá, por favor, tus tiempos eran tus tiempos, ahora son mis tiempos y si no me das permiso de vivir sola, me voy a ir a vivir a una comunidad de hipees.

─Conociéndote, eres muy capaz de hacerlo, pero yo no doy mi consentimiento, aquí el de los permisos es tu padre, ¡Anda y ve y dile que te quieres largar del hogar familiar, para irte a vivir sola y meter sabe Dios a quién!

Así es mi mamá de panchera (exagerada). Mi papá es otra cosa, cuando llegó al hogar, dulce hogar lo recibí melosamente.

─Llego el rey de la casa, ¿quién es el papi más bello de todo el mundo

─ ¡Oli, Oli! ¿Qué me quieres pedir?

─Ay papi, no te puedo chiquear sin pedirte nada que poco me conoces.

─Porque te conozco nena, a ver suéltalo de una buena vez.

─Papi quiero irme a vivir sola a un depa de tu propiedad, mi mamá ya me dio permiso solo faltas tú, ¿verdad que si me vas a dar un depa?

─ ¡Por Dios hija! cada día me sales más cara, primero un viaje a Europa, después otro al Oriente, luego un Jeep, ahora un departamento, mañana que va hacer, Por Dios para de pedir!

─Pero no te enojes papito, comprende que necesito mi espacio, además, me dijiste que si te traía mis calificaciones con sobresaliente me ibas a dar lo que te pidiera.

─Está bien, pero prométele a tu papito que vas a venir muy seguido a visitarnos.

─Claro que si papito, te prometo que todos los días voy a venir verlos, especialmente a ti.

─Tampoco prometas lo que no vas a cumplir, tienes suerte acaban de terminar una torre de departamentos en Andares, ve a escoger el que te guste.

Mi madre al oír a mi padre decir eso pego el grito en cielo, muy indignada protestó.

─¡Pero no es posible que la dejes ir a vivir sola!

─Pero mujer, tú a la edad de la niña ya eras mi esposa.

─¡Tú lo has dicho tu esposa, no salí de la casa de mis padres para vivir sola y meter sabe Dios a quién!

─Mujer no le metas ideas a la niña, yo tengo plena confianza en ella, y tú debes hacer lo mismo.

─A ustedes dos no les importa nadita el qué dirán, además, no conforme con eso le vas a dar un departamento de lujo, porque no la mandas a Chapalita.

─Mujer como crees, mi hija tiene que vivir en un lugar propio de su estrato social, y ya no se hable más del asunto, dile a Carmelita que nos sirva esa rica comida que cocina, ve mujer, ve.

Así era mi padre, pronto daba por terminado sus asuntos, yo soy la menor de tres hermanos mayores, y la única hija, creo que a eso se debe que fuera tan condescendiente conmigo, cuando fui a ver los departamentos escogí, uno que tiene una vista maravillosa a un campo de equitación, está empastado, lleno de puentes y obstáculos, que brincan los caballos dirigidos por los experimentados jinetes elegantemente vestidos.

Cuando hay eventos de exhibición, se llena de gente de la alta sociedad, ya que éste, es un deporte muy caro, no toda las personas pueden con el costo de un caballo pura sangre, y todo el equipo que se necesita para el mismo; el departamento cuenta con sala, comedor, cocina tres recamaras, la recamara principal cuanta con su propio baño, con tina y ducha, todos los accesorios son de lujo, y súper moderno, cuenta con su cuarto de lavado con una lavadora y secadora, también sirve de cuarto de planchado, una pequeña habitación de servicio para la domestica, tengo mi espacio de estacionamiento para dos carros, y dos lugares para visitantes.

─También tiene su terraza debidamente amueblada, yo amueble el departamento con muebles modernistas, claro le envié las facturas a mi padre, cuando mis amigos vienen y se les hace tarde o se les pasan las copas, se quedan a dormir, puse mis reglas, la primera regla, mi recamara es sagrada, nadie puede entrar a ella sin mi permiso, segunda, todo lo que tomes, tienes que regresarlo a su lugar, tercera, todo lo que ensucies lo tienes que lavar, cuarta, si vas a fumar tienes que salirte a la terraza, quinta, no poner la música a todo volumen, hay que tener respeto por los vecinos, las escribí en unas hojas de papel y se las entregue a mis amigos más asiduos, Aron, Omar y Víctor. Obviamente protestaron.

─¿Qué es esto? ¡Eres una perra! cuando tú vas a mi casa yo no te pongo reglas.

─Mira Omar, tú eres hijo de papi, y tienes quien te recoja tu tiradero. Y... como todavía vives en la casa de tus papis.

─Ya, ya no me eches en cara, que a esta edad siga en la casa de mis padres, mejor cambiemos de tema y dame ese papel para firmarlo.

─Pero, por más esfuerzos que hice de mantener el lugar impecable, no me fue posible, ya que mi santa madre no me enseñó a limpiar, creo que ni ella sabe siempre tuvimos quien lo hiciera, es por eso, que en la primera visita que hizo mi a mi flamante departamento, se quedó horrorizada.

─ ¡Pero mira nada más en que chiquero vives, que barbaridad!

─Pero que tiene, todos los días limpio.

─Pero como es que limpias, con los pies.

─Ay mamá, si nada más vienes a criticar, será mejor que no vengas.

─ ¡Y de paso te enojas, mañana mismo mando a Eustolia y Altagracia, para que limpien esta inmundicia!