─Así es hija y gracias a él, tuvimos una posición envidiable, ya que sus hijos se casaron con hombres y mujeres con una fortuna sólida, pero─¿Qué es lo que te interesa saber.

─Bueno Olivo tu eres la mayor de mi generación, a mí me interesa cómo fue la vida familiar de mis antepasados, como fue la vida de sus hijos.

─Que interesante ninguno de mis descendientes se había interesado en la vida de mis antepasados, tú eres la primera, me da la impresión de que sólo algunos han leído la biografía de mi bisabuelo, lo poco que sé, es que mi bisabuelo se casó con mi bisabuela muy enamorado al igual que ella, tuvieron doce hijos vivos y uno no nacido.

─Ya lo sé abuela, eso viene en el libro

Espera hija no seas desesperada.

─Se la línea de las mujeres, mi bisabuela, fue la mayor de las dos hijas de Tatsuki, la nombraron como a su madre "Olivo", de ahí viene la tradición de ponerle a la hija mayor de cada generación Olivo, todos los hijos fueron educados por su madre, dentro de la religión católica.

Mi bisabuela se casó con un fabricante de Tequila, de apellido Osegueda, así se llama el producto, "Tequila Osegueda" Ella tuvo seis hijos, mi abuela fue la tercera mujer con el nombre de, "Olivo Osegueda", la cual se casó. Con don Aurelio Gauna, un comerciante en telas finas del país e importadas. Mi madre fue la tercer mujer con el nombre de Olivo Gauna, seguí yo que me casé con tu bisabuelo Roberto Castro, dueño de las famosas tiendas para caballeros, que están regadas por todo el país, mi hija Olivo Castro, ella se casó con el doctor Ignacio Cardona, dueño de un reconocido hospital, Mi nieta tu abuela Olivo Cardona se casó con el empresario don Benjamín Peña dueño de una cadena de Restaurantes de lujo, tu madre Olivo Peña, casada con tú padre, empresario y famoso escritor que ha ganado varios premios de literatura y dueño de una cadena de Hoteles de lujo, Terminamos contigo Olivo Rodulfo Peña, al parecer todos los descendientes del ilustre apellido "Takumi" han sido personas muy honorables pero tienen sus secretos oscuros, que no salieron públicos a la sociedad gracias al dinero que se pagó para acallar los rumores, yo tengo muy bien guardado el diario de una mujer de la familia y lo que está escrito en el, es digno de una novela.

─¿Es verdad abuela tienes el diario de nuestra antepasada?

─Si hija, te preguntarás cómo lo conseguí

─Ardo en deseos de saber

─Bueno, como tú sabes, la casa donde moraron los primeros Takumi la convertimos en museo, yo fui una de las encargadas de acondicionar la casa, llevé a una persona experta para que preservara las antigüedades que allí había, yo me encargué de revisar cada rincón de la casa para decidir qué era lo que se iba a poner en exhibición y lo que no.

Cuando entré a la habitación de la segunda hija llamada Inés, encontré su diario, que estaba muy bien resguardado en una cajita de música con doble fondo, sin querer apreté un botón secreto que la abrió, yo me lo quedé me invadió la curiosidad, te lo voy a facilitar, está escrito en letra cursiva, ¿entiendes esa letra? Te pregunto porque hoy en día solo les enseñan a los niños a escribir en letra de molde.

─Yo me enseñe a escribir con mi libro mágico y si me enseñe a escribir y a leer ese tipo de letra.

En esos momentos entró la enfermera y desconectar el aparato que movían los pies de mi bisabuela, ésta le dio las gracias y se puso de pie.

─Acompáñame a mi recamara para darte el diario.

─Sí, Olivo vamos.

Entramos a la recamara esta, es muy espaciosa la cama es King-size, tiene un closet enorme las puertas son dos grandes espejos que hacen que se vea más grande, tiene una cómoda de madera fina, que despide su aroma riquísimo por toda la estancia, encima de esta, hay varias fotografías de mis bisabuelos, por ellas veo que fueron viajeros frecuentes, están retratados en varios países, parados arriba de la torre Eiffel de parís, en la basílica de San Pedro en Roma, en el reloj big ben en Londres en la tumba de los enamorados el Taj Mahal en la India, la voz de Olivo me hace que deje de admirar las fotos.

─Mira hija este es el diario de Inés.

Me entrega un libro antiguo muy bien cuidado este está cerrado, Olivo me entrega una pequeña llave, mi bisabuela me dice.

─Aquí tienes hija, ahora si me disculpas, voy a descansar un poco─, tomando una pequeña campana la suena y al momento la enfermera entra a la habitación, con este gesto da por terminada la visita.

─Gracias Olivo, cuando termine leerlo te lo regreso.

─Está bien hija, no tengo que decirte que lo cuides, para mí es un tesoro invaluable.

─Sí no tengas cuidado, lo cuidaré con mi vida si es necesario

─Tampoco te vayas a los extremos

─Estaré en contacto contigo por teléfono.

─Está bien, que te vaya bien.

Salgo de la casa llevando conmigo el álbum de mi antepasada, me pregunto, qué secretos guardare este libro, aunque no es muy grande está muy grueso, quiero llegar a mi casa para empezar a leerlo.