Mathew se movió de un lado otro en la habitación, se había tomado el tiempo de mandarle el video a Alexander, a su padre, a toda la gente que conocía, pero estaba fracasando al tener un poco de paz interior. Ya de eso pasaron al menos dos días. Y todavía seguía sin recibir alguna respuesta.

Por el lado de Alexander, era entendible el que no llegara el mismo día, pero su padre lo estaba sacando de quicio. Incluso, hizo el examen, el cual estaba fácil, y ni de esa manera pudo hacer algo por su vida. Es que verlo era asqueroso.

La puerta de su habitación de hotel fue tocada y su padre se hizo presente.

— Aun tengo deseos de matar a ese estúpido omega — fue lo primero que dijo cuando entró a la habitación — ¿En dónde está su hermano?

— Creo que viene en camino — se encogió de hombros — No lo sé. Siento que la cabeza me va explotar cada vez que miro ese estúpido video.

— Sólo lo vi una vez... eres mucho más masoquista de lo que creí.

— No tienes porque recordármelo — le mostró el computador — Debo de decirle... no puede casarse, no sin mí.

— No puedes simplemente llegar a su casa, y decirle las cosas de un golpe —le quitó la computadora — Eres mi hijo, pero a veces siento que eres medio burro. Tenemos que hacer un plan, los padres de Kyle no son unas alfas que dabas de enfrentar así como así. Son del armas tomar si ellos desean pueden matarte en cuestión de segundos.

— ¿Y si voy a su casa y lo secuestro?

— Harías todo menos secuestrarlo — señaló su vientre — Ahora déjame pensar en algo.

— ¿Y si tú lo secuestras? — Frederick lo miró con una ceja levantada — Seamos sinceros, eres el mafioso y yo soy el hijo del mafioso...

— No vayas por ahí...

— Le diré a mi mamá que no quisiste ayudarme que sólo viniste para molestarme más de lo que ya estoy.

— No te muevas de esa cama — Mathew tuvo el impulso de reírse al ver lo fácil que fue para él — Y no le digas nada a Aiden, recuerda que todavía estoy en proceso de charla con él para evitar que en nuestra segunda de miel hagamos eso...

— Que serás el pasivo, lo sé. Ese día siempre llega y no hay nada que puedas hacer para evitarlo — le sacó la lengua — Ahora sé un buen padre mafioso y secuéstralo.

*****

No duró más de dos horas en llegar en donde estaba el omega, sólo tuvo que esperar a que la lapa que tenía por prometido se marchara de su casa, y entonces entró él.

— Hola, Kyle — tomó asiento frente a él en la cama — Es un pésimo gusto conocerte en estas circunstancias.

— ¿Quién es usted? — Encendió la luz de la habitación — No sé a qué vino...

— Soy Frederick, el padre del alfa que dejaste preñado — movió su pistola de un lado a otro — ¿Cómo estás?

— No sé...

— Muy bien, me alegra de que estés bien — apoyó su mano en su mejilla — Hagamos de éste secuestro domiciliario algo rápido — se pasó la lengua por los labios — Busca tu computadora para que veas algo.

— ¿Y si no quiero?

— Te meteré una mala en las bolas y veremos si seguirás sin querer — el omega frunció los labios y se puso de pie — Buen chico.

— ¿Qué me mostrará? — se sentó en la cama.

— Un video en el que sales haciendo porno con alguien que no es mi hijo, gracias al cielo — Kyle frunció el ceño — Tu hermano debe de estar de camino, pero son como dos días de Estados Unidos hasta aquí.

Kyle sacudió la cabeza, y esperó a que iniciara el video. Lo primero que vio fue a su padre colocó la mejor la cámara, luego dos personas entraron con él a la habitación y se veía deplorable en ese estado.

El padre de Mathew puso la silla de su padre justamente a su lado.

Kyle fue lanzado a la cama, y luego despojado de su ropa. Mientras Steve hacia lo mismo, pero él no se movía por más que intentaba hacerlo. Su padre salió de la habitación después de dejarlo en ese estado.

Steve lo desnudó, y luego lo hizo él.

— Al fin seremos uno solo, Kyle — las manos de Steve pasaron por su cuerpo — Toma algo que te hará sentir mejor cuando despiertes.

Se estiró un poco hacia la mesita de noche y tomó frasco, obligando al omega bebérselo.

— ¿Qué me estás haciendo?

— ¿No es obvio? Te voy a marcar, Kay — besó sus labios — Y no podrás estar con ese alfa.

— No te atrevas... — estaba tan débil que fue tan fácil para Steve amarrar sus manos — Esto es...

— Ni siquiera vas a recodar lo que pase en esta habitación a la mañana siguiente, y será mejor que hagas una buena actuación o toda tu carrera como profesor quedará arruinada porque en cuestión de segundos estarás gritando como perra en celo — abrió las piernas del omega — Deseo ver la cara de Mathew cuando vea a que viniste a buscar mi marca en la casa de tus padres...

— Él no creerá nada de lo que digas... — le escupió en la cara — Eres una basura...

— ¿Basura dices? — Kyle asintió — Veremos que tan basura soy.

Kyle cerró los fuertemente cuando el alfa entró de golpe en él. Intentó abrir la boca para pedir ayuda, pero su voz falló por completo al igual que sus músculos. La droga que Steve le había dado hizo el efecto esperado.

— Mathew... — la mano del alfa fue colocada en su boca, y no pudo pronunciar algo más.

Embestidas tras embestidas fueron dirigidas hacia él, por más que quiso moverse nada ocurrió. Era un omega fuerte hasta cierto punto, pero esa fuerza se quedó en algún punto cuando drogas entraron a su sistema para una sola razón.

Lo último que ocurrió en el video fue su grito al ser marcado por Steve y cualquier lazo que pudiese tener con Mathew se cortó.

— Video para ser editado — fue lo último que dijo Steve antes de apagar la cámara.

Kyle cerró su computador y le entregó la memoria a Frederick sin mirarlo, sus manos estaban temblando al ver el video. Sabía que algo andaba mal. A él, Steve y su padre le entregaron otro video muy diferente a ese, ahora entendía porque no recordaba absolutamente de esa noche.

Se bajó de la cama, y miró la oscuridad en la calle. Estaba a nada de ponerse a llorar y Frederick lo sabía por como temblaban sus manos.

— ¿Quién vio ese video aparte de usted? — preguntó, sin dejar de mirar la calle.

— Mathew — el omega se giró hacia él — Él fue quien me entregó la memoria para que vieras lo que había ahí dentro.

— Era la misma que tenía cuando nos vimos la ultima vez, ni él sabía que había ahí dentro — dejó salir el aire de sus pulmones — Fui un estúpido — se pasó una mano por el cabello — Me mostraron un video muy diferente a ese cuando desperté y tenía esta marca en mi cuello y a Steve a mi lado.

— Son cosas que debes de resolver — Frederick miró su teléfono — Tu hermano está en camino hacia acá. Tiene buenas noticias para ti.

— Ya nada es buena noticia para mí, ¿No se supone que esta es la parte en la que me debes de dar una paliza y dejarme medio muerto cerca de un hospital o en un callejón?

— No, la persona que me mandó a secuestrarte me dijo que te dejara intacto — rodó los ojos — Puedes hacer lo que quieras con ese video, de todos formas se que te casarás sin importar lo que te diga.

— Es un alfa muy observador — negó, divertido — Estoy en manos de Steve, él tiene el otro video. No puedo dejar de casarme con él.

— Bien, éste secuestro ha terminado — se sacudió el polvo imaginario — Fue todo un placer. Espero que mañana sea un horrible día para ti. Y que un camión te atropelle por romperle el corazón a mi hijo.

— También deseo eso.

Frederick se acercó a él, y le dio un fuerte golpe en el rostro con la pistola y éste lo vio sorprendido desde el suelo.

— Es para que lo te veas bonito mañana.

Sin más que decir, salió de la habitación. Kyle se pasó una de sus manos por la mejilla golpeada y sonrió, sin duda ese era el parte de Mathew.

Mathew abrazó la almohada, mientras lloraba. Frederick había llegado sin Kyle, contándole todo lo que había pasado. Se sentía tan mal por no poder quedarse con su omega y ponerle su marca en el cuello.

El dolor que sentía en el pecho era tan fuerte que ni podía moverse por más que trató. Kyle tenía un punto en no querer romper el compromiso después de ver el video. Toda su vida se trataba del trabajo, ¿Quién iba a contratar a un omega que había salido en un video de esa magnitud?

— ¿Le sacaste los dientes?

— No, le di un suave golpe en la mejilla, sólo para que no se viera bonito en la boda — besó su cabello — Estarás bien, al igual que mi nieta. Sólo debes de experto a que las cosas se calmen un poco.

— No puedo hacerlo — sollozó — No se siente bien el que conozcas a tu alma gemela, que hayas a tener una hija y que se casa con otro por culpa de in video. Es la peor sensación de todas, papá — Frederick en verdad quería ir otra vez y golpear al omega con más fuerza — Quiero irme a casa, y jamás volver.

— Eso haremos, amor — suspiró — Eso es lo que haremos.

*****

— Yo te hubiese sacado esos dientes tan blancos que tienes en la boca — dijo Alexander, arreglando la corbata de su hermano — No puedo creer que vayas a poner tu trabajo antes que a tu alma gemela.

— No seré el mantenido de ningún alfa, y menos de Mathew — lo miró mal — Además, se que estará feliz sin mí. Es lo mejor que puede hacer.

— No estaría tan seguro de eso — lo miró lleno de tristeza — Podías esperar un poco más para casarte, se que Steve te está amenazando con ese jodido video sin importar que no tenga el original.

— Espero que un camión te pase por encima por ser un pésimo alfa — le sonrió — Ahora, camina hacia el jardín de éste infierno.

Kyle asintió, y salió primero que su hermano. Encontró a su cuñada de brazos cruzados en el pasillo que daba al despecho de su padre.

— ¿Le dijiste lo del camión?

— Si, lo hice.

Ella asintió, y todos los invitados los esperaban en la entrada de la casa. Llegó junto a Steve, quien le dio un beso en los labios. El padre se aclaró la garganta, e inició.

— Queridos hermanos: Estamos aquí junto al altar, para que Dios garantice con su gracia su voluntad de contraer Matrimonio. Dios bendice copiosamente su amor conyugal, y él, que los consagró un día con el santo bautismo, los enriquece hoy y les da fuerza con un sacramento peculiar para que les guarde mutua y perpetua fidelidad — Estaba a punto de darle un golpe a Steve si seguía teniendo esa estúpida sonrisa en el rostro — Y puedan cumplir las demás obligaciones del Matrimonio. Por tanto, ante esta asamblea, les pregunto sobre su intención.

—Ya es la hora, amor — Kyle rodó los ojos.

— ¿Están ambos de acuerdo en contraer matrimonio este día?

— Sí, lo estamos — respondió Steve, pero Kyle se quedó en silencio.

— Sí, lo estoy — suspiró.

— Sí hay alguien que se oponga en esta ceremonia, que hable ahora o calle para siempre — Kyle tuvo la esperanza de que Mathew llegara, pero nada pasó. Todos estaban esperando a que finalizara la ceremonia — Por el poder que me fue concedido, los declaro...

— Yo me opongo — Mathew llegó junto con Frederick y un grupo de personas detrás de él — Por favor, no te cases...

— Mathew — intentó ser pasos hacia él, pero Steve lo detuvo.

— No te atrevas a irte con él — gruñó — Tenemos algo que debes de cumplir.

— Por favor... hazlo por nuestra hija... podemos iniciar todo en otro lugar — Mathew se acercó más a ellos, con todas las miradas encima de él — Omega, por favor. Olvídate de todo esto... nos iremos lejos.

— Pequeño alfa... — su hermano levantó la mano para mostrarle algo y una enorme sonrisa se instaló en su rostro — Suéltame — le dio un empujón a Steve — Esto se acabó.

— Voy a...

— No harás nada... — dijo Frederick, apuntándole con su arma — Llévenselo al igual que a sus padres.

— ¡¿Qué mierda es todo esto?! — Gritó el parte de Kyle — Detén esto en este momento.

— ¿Sabía usted que es ilegal el poner a sus hijos en venta desde que nacen y hacerles daños psicológicos desde que tienen uso de la razón? — Palmeó sus mejillas — Descuiden, ya destruí todos los videos que tenían de él. Que tengan un feliz resto de sus miserables vidas en la cárcel y con mi hijo no se vuelvan a meter.

— Bien, continuemos — aplaudió Alexander — Si ya todos están aquí, ¿Por qué no seguir con la boda?