Capítulo 13
Salieron del hospital dos días después. Kyle volvió a su rutina de siempre en la universidad, para no levantar más sospechas de las que ya había entre ambos hombres.
Era el momento en el que todo se debatía entre ambos mundos, sólo debían de esperar a que Mathew terminara la universidad en unos meses más, y ya estarían libres para hacer su relación pública.
Metió una de sus manos en la bolsa de frituras que tenía y miró el letrero de la universidad, y recordó el día en el cual se despidió de su hermano, y que por el momento estaba pasando por una situación difícil.
— ¿Qué te da qué? — Yeray dejó salir una carcajada — El tío Mikel te está enseñando muchas cosas.
— Él no, su hermana si — rodeó el brazo de Frederick — Me gusta Osmilda, ella es muy simpática.
— Pero la quiero lejos de mi casa, ya bastante tengo con Mikel como para aguantarla a ella — puso los ojos en blanco — Ya cumplimos aquí, será mejor que nos vayamos.
— Ustedes se pueden ir, nosotros los alcanzamos... tengo que hablar algunas cosas con Yeray.
— ¿Qué se supone que hice ahora? — Mathew tomó su mano y entrelazó sus dedos — Me estás asustando.
— No pasa nada, omega — besó su mejilla — Es sólo que mañana irás nuevamente a la escuela y no podré cuidarte porque estaré lejos de aquí.
— Eres demasiado sobre protector conmigo — recogió el bastón que siempre llevaba con él — Era de esperarse que éste día llegara y que cada quien se fuera por su lado. Te voy a extrañar mucho, hermano mayor.
— Ahora te toca cuidar de los demonios que están en la casa, ahora eres el que lleva los pantalones — bromeó — Y más con el que viene que en camino.
— Creo que esos dos parecen adolescentes hormonales... siempre están calientes — frunció los labios — Gracias al cielo que no puedo ver, porque estoy seguro de que vomitaría.
— Ya me imagino como seria eso — suspiró — ¿Te han estado molestando en ese lugar?
— Lo mismo de siempre — sonrió, tenso — Puedo manejarlo o eso intentaré.
— No creo poder irme de aquí y dejarte solo en esa escuela donde esos niños hormonales te estarán molestando.
— Ya te dije que puedo manejarlo... ellos sólo son así porque son unos estúpidos de mierda — Mathew rió, deteniéndose frente a su carro — ¿Están teniendo sexo, cierto?
— Te irás conmigo — lo tomó del brazo, no sin antes tocarle el cristal a sus padres.
— Qué pésimo hermano soy — entró a la universidad, y se encontró con Luka — Así que...
— No, eso es vergonzoso y más aún si tú lo dices así como así — se cruzó de brazos — Hasta el nombre de su hermano mayor tengo.
— Creo que él se excita al decir tu nombre, y saber que...
— Eso es asqueroso y más si viene de ti, un alfa que parece que está a punto de explotar — señaló — Estás comiendo demasiado, Mathew — rodeó uno de los brazos del alfa — ¿Cómo van las cosas con tu omega?
— Van bien, sólo que desea que me mude con él ahora, y le dije que no —se encogió de hombros — Por el momento esto estar en calma y no hacer las cosas tan deprisa como él desea.
— Me parece bien, un alfa que se hace respetar — lo pellizcó — Me das ternurita.
— Créeme que cuando tengo hambre, soy todo menos una ternurita — rodó los ojos — ¿No tienes clases?
— Sí — fingió un sollozo — Y es con Archie, a veces pienso que sus padres le dijeron que se separa de mí. Porque ya ni me dirige la palabra — murmuró — ¿Crees que soy un mal amigo?
— ¿Cómo fue que inició su relación?
— Aquí es donde salgo corriendo — se alejó — Ahí viene mi salvación en todo su esplendor.
Mathew dejó salir un largo suspiro al ver a Kyle caminar con su bolso colgado, abriéndose paso entre todos los presentes. Ese era un hombre que derretía a cualquier persona en ese lugar, y él se lo comía completito. No pido evitar reírse por escuchar a su mente de alfa embarazado decir esas palabras.
— No me sorprende que ande en la luna como siempre, joven Hilton — se posicionó frente a él — ¿Ya está pensando en lo que me dirá el día en el cual regresa a la universidad otra vez?
— ¿Es qué no habrá un solo día en el cual usted no esté siempre tratando de hacerme quedar mal delante de los estudiantes? — Subió una ceja — Ya creo que es por esa razón por la que usted sigue y sigue haciendo de las suyas conmigo.
— ¿No tiene clases conmigo ahora? — Miró su reloj — Porque ya lleva diez minutos de retraso.
— Al igual que usted — se encogió de hombros — La justicia es igual para todos.
Sin más, tomó el pasillo de derecha y fue su salón de clases con Vítale subiendo sus pasos. Obviamente, siguió comiendo de su fritura mañanera hasta que estuvo dentro del salón y tiró a la basura la bolsa.
— Buenos días, alumnos — Kyle dejó sus cosas sobre el escritorio — Espero que hayan hecho la tarea, incluso su compañero que acaba de ingresar nuevamente al aula.
— ¿Y si no la hice? — Sacó sus cuadernos y utensilios sobre su pupitre — Le recuerdo que estaba de licencia médica hasta el día de ayer.
— No me intensa — borró lo que había escrito en la pizarra — Bien pudo ponerse al día con su demás profesores, ¿No deseaba terminar rápido la universidad y no verme jamás?
— Es un...
— Sus malos modales los deja fuera de aquí, y tampoco crea que seré considerado con usted simplemente porque tuvo enfermo, ya es pasado — apagó las luces — Ahora, vean éste documental y quiero un resumen de lo que verán a continuación.
Todos los estudiantes le tiraron papeles a Mathew, ya comenzaban a odiarlo por ser tan boca suelta. Pero, al menos sabían que no estaban en una relación después de ver ese pequeño enfrentamiento.
La clase terminó y todos comenzaron a salir corriendo del aula, menos Mathew quién recogió sus cosas de manera lenta y cuidadosa por su pereza que se le otorgó después de saber que estaba en cinta.
— Estuviste genial, omega miserable — rodeó el cuello del mayor, y le dio un beso en los labios — Tenemos que hacer esto más seguido.
— Tienes razón — lo subió encima del escritorio — Estoy deseando que llegue el final de la semana para ir a hablar con mis padres.
— ¿Estás seguro de que deseas ir? — Le quitó los botones de la camisa — Sólo llámalos y diles que no te casarás con ese alfa horrible — despojó la camisa por completo — No quiero que vayas solo.
— Te pareces a mi hermano — le quitó el suéter, y luego la polera — Pero de todos modos iré, y no hay nada que puedas hacerme para que no vaya a terminar con todo.
— ¿Y si te quedas conmigo el fin de semana? — Hizo un puchero — Soy un alfa embarazado y necesito atención de mi omega.
— La tendrás toda el domingo en la noche — le quitó el pantalón — Estás tan...
— Si me dices que estoy gordo no follaremos aquí — lo agarró por el cuello — Nunca le digas a un alfa embarazado que está gordo porque las hormonas son muy traicioneras.
— ¿Esa una amenaza o una advertencia? — Terminó por desnudarlo — Porque es la primera vez que trato con alguien en cinta, y más si está en la flor de su juventud.
— Juventud tendré cuando te marque... — vítale se alejó — ¿Dije algo malo?
— Eres muy joven como para desear tener un lazo — acarició su rostro — Ya después podemos hablar sobre eso.
Mathew asintió, a regañadientes.
*****
Steve estaba nuevamente en su campo de visión, se preguntaba qué fue lo malo que le hizo a ese alfa como para que fuera tan duro con él. No le quitó algo que haya tenido, y con lo necio que es, de seguro que era alguno de esos novios obsesivos que habían por ahí. Ni siquiera se conocían a fondo y lo único que sabía era que había estudiado muchos años en ese lugar, sólo por tener bunas notas, por las cuales, llevaba más de tres carreras profesionales en su currículo de vida.
Y él no sabía que le veían las personas, era un alfa que no se acomplejaba de cómo se veía, ah, pero ese alfa tan asquerosamente popular se llevaba todas las atenciones desde que divulgó que estaba a punto de casarse con Vítale, ese fue el detonante que hizo que sus hormonas esa semana estuvieran mandando en su cuerpo.
Rompió el lápiz, mientras los veía hablar en el campus de futbol, mientras que él los observaba hablar e incluso vio a Vítale reírse y ese alfa seguirle el juego. Dios, parecía un novio acosador, pero no podía evitarlo, no le daba buena espina verlos y que el omega se ría con él le hacía imaginarse un sin número de cosas de cómo asesinarlo.
Sacó de su mochila su vieja confiable, y comenzó a comer de sus frituras.
— Míralos ahí, riendo como si fueran amigos — metió un puñado a su boca — Ya verá lo que puede hacer un alfa embarazado, ese estúpido omega.
— Si sigues hablando solo te llevaré al manicomio — Archie lo asustó — ¿Qué haces viendo a mi tío?
— ¡Deja de asustarme! — Lo golpeó — Sólo los vigilo.
— Pareces un novio obsesivo — se sentó, y miró a su tío irse — Mañana se irá a donde mis abuelos desgraciados.
— ¿Crees que pase algo como eso?
— No, sabe cuidarse y mis padres no dejarán que algo malo le pase a menos que él le diga lo contrario — se puso de pie — Vámonos, es hora de irnos.
— ¿Por qué has estado evitando a Luka?
— Es difícil de explicar... no estoy preparado para que sea que me tenga que decir — se encogió de hombros — Regresaré a Estados Unidos cuando termine el semestre y retiraré la beca.
— ¿Por qué harías eso?
— Estoy embarazado y tengo miedo, ¿Vale? — Siguió hablando antes de que el alfa dijera algo — Ni siquiera sabía que dos omegas podían tener hijos... ¡Somos omegas! Y yo... no sé si él vaya a querer éste bebé al final del día... tengo miedo.
— Él en verdad está sufriendo porque no le dices como te sientes, ¿Crees que perdoné a tu tío después de lo que me hizo con mi diagnostico? No, las cosas se deben de hacer bien, y más ustedes que son almas gemelas... deben de buscar la manera de hablar con calma y que tú no cometas una estupidez.
— ¿Y se me grita?
— Claro que lo hará — el menor lo miró triste — Por no decirle las cosas como deben de ser, le estás ocultando que estás embarazado.
— Bien se lo diré, pero que no se te ocurra decirle algo antes de que yo lo diga, ¿Quedó claro?
— Está bien — pasó uno de sus brazos por el hombro de éste — Ahora vamos a comer.
*****
Vítale ni siquiera se despidió de él cuando se marchó el sábado por la mañana y eso hizo que llorase por una larga media hora., mientras comía. Odiaba ser un alfa tan débil, tener que depender de un lazo fuerte, el cual lo tenía el omega, era la peor sensación de todas. Sus padres no sabían todavía que estaba en cinta.
Y así se pasó el fin de semana, tratando de tener una conversación con él, pero nunca contestaba. Trató con el hermano del omega, pero éste tampoco sabía absolutamente nada.
Y lo que más temía llegó el lunes a medio día, Vítale no había ido a sus clases de psicología escolar por primera vez en diez años. Su vientre estaba realmente mal, y estaba seguro de que vomitaría en cualquier momento si no sabía la razón de su malestar.
— ¿Has sabido algo? — le preguntó a Archie.
— No, aun nada — le miró apenado — Pero creo que...
— ¿Ya vieron? — Uno de sus compañeros llegó corriendo hacia donde ellos estaban — Creo que ya no tendremos a nuestro profesor Vítale por el resto de nuestras vidas.
— ¿Por qué razón? — Preguntó Mathew, asustado — ¡Habla de una puta vez!
— Míralo por ti mismo — señaló la entrada de la universidad.
Kyle iba entrando a la universidad con la misma seriedad con la cual lo conoció hace unos meses atrás, pero no iba solo, sino con Steve junto a él agarrados de las manos, pero eso no es lo peor que vio.
— ¡Steve lo marcó al fin!
Y Mathew colapsó en el piso.
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