Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

6. Dulce sabor

Hablaba con Lysandro sobre el concierto mientras bebíamos unos refrescos. Él me agradecía mi asistencia y me decía que verme entre el público le animó mucho en el escenario. Por mi parte le comentaba que la actuación fue maravillosa y que tanto Castiel como él se veían increíbles. Me contestó con una bella sonrisa mientras seguíamos hablando hasta que acabó pasando lo que más temía.

-En verdad no pensé que aceptases la invitación de Castiel-noté su voz algo apagada mientras emitía una sonrisa triste-. Después de lo que ocurrió con Nathaniel no hemos vuelto a hablar.

Agaché la cabeza. Había pensado todo el rato como iba a ser el momento de enfrentar esta conversación y ahora que ha salido a flote no sé que contestar. Estaba perdida entre el miedo y la confusión.

-Laura-me tomó del mentón elevando mi rostro para enfrentar su hermosa mirada-, no quiero incomodarte. Sabes que no es mi forma de ser pero comprende que no podemos dejar de lado algo así.

-Pero... y-yo...-me puse nerviosa. Él me sonrió levemente-no esperaba que tú te enterases de esa forma... Yo no quería que ocurriese esto con Nath y... y...

-Tranquila-acarició mi rostro con gran delicadeza-. Sólo quería que me lo dijeras a mí. ¿Era cierto todo lo que le dijiste? ¿Que yo te gusto?

Abrí los ojos ante la sorpresa y el miedo. Quería hablar pero no me salían las palabras por lo tanto asentía mientras mi cuerpo temblaba.

-Debo admitir que lo que te dijo Nathaniel en cierta parte fue correcta-se separó un poco de mí mientras se acomodaba mejor en su asiento-. Mi forma de ser me hace actuar cuando alguien necesita ayuda. Obvio que si hay alguna persona que se lo ha buscado no entra en mí ayudarle pero... tú eres diferente, Laura. 

-¿A qué te refieres?-pregunté en un susurro que por suerte él logró escuchar.

-Desde el momento en que te vi sabía que eras alguien especial-él volvió a acariciar mi rostro-. Tenerte entre mis brazos es la mejor experiencia que he podido experimentar. Tu inocencia, tu sonrisa, tus ansias de ayudar a los demás... No eres una chica común y eso me encanta de ti.

Mis mejillas empezaron a arder. No sabía como actuar. Quería hablarle, abrazarle e incluso, lo que más deseaba, besarle. Tenía ganas de hacer tanto pero el estado sorpresa me dejó casi inmóvil de manera que solo pudiera escucharle y verle.

En ese momento en el que creí encontrar fuerzas para hablarle me llegó un mensaje al móvil. Lo miré un instante y vi que era de mi padre. Me pedía que volviera a casa porque ya se había hecho tarde.

Miré a Lysandro que me observaba con su bella sonrisa. Finalmente después de todo este tiempo de silencio tras sus hermosas palabras me lancé a abrazarle al cuello. Él me rodeó por la cintura intensificando nuestro abrazo mientras depositaba un pequeño beso en mi frente.

-Siento mucho que te enterases de mis sentimientos hacia a ti por una discusión con Nathaniel-aquel abrazo me dio fuerzas para hablarle-pero en cierto modo también me alegro de que lo supieras porque el peso de seguir cargando con algo así en silencio era doloroso. Te quiero, Lysandro.

Notaba sus manos acariciar mi cintura y mi espalda por encima de la ropa. Notaba sus labios sobre mi frente alguna que otra vez.

-Te quiero, Laura-sus palabras me hicieron soltar algunas lágrimas que él quitó con cariño-. Deseo que estés siempre conmigo. No podría permitir que te fueras de mi lado.

Me separé de él con suavidad mientras veía que en su rostro había una sonrisa parecida a la mía. Deseaba con ganas besarle y probar por fin sus labios.

Desgraciadamente otro mensaje me interrumpió el pensamiento. Mi padre amenazaba con presentarse con la policía si no aparecía pronto. Rodé los ojos con una sonrisa divertida.

-¿Que tanta gracia te hace?-preguntó curioso. 

-Mi padre me pide volver ya a casa-suspiré guardando el móvil-. Lo mejor será que me vaya ya antes de que comience una Guerra Mundial.

-Te acompaño-me levanté de mi asiento y el me imitó. Iba a decirle que no hacía falta pero él me interrumpió antes de que soltara una palabra-. Es tarde y puede ser peligroso. No podría estar tranquilo si te dejara ir por la calle sola.

Sonreí mientras asentía. Agarró mi mano delicadamente sintiendo como nuestros dedos se entrelazaban. Antes de irnos nos acercamos a la mesa de Castiel que estaba con el chico que tocaba la batería.

Castiel nos miró. Bajó la mirada hasta ver nuestras manos unidas para luego volver su vista hacia nosotros con una sonrisa de medio lado.

-Menuda sorpresa-dijo con un tono pícaro-. Lysandro veo que no pierdes tu valioso tiempo.

Lysandro negó con la cabeza de forma molesta mientras que Castiel reía como un loco.

-Laura se tiene que ir a casa y voy a acompañarla-comentó Lysandro-. Yo me iré directo a casa después de dejarla en la suya.

-¿No vas a volver?-preguntó el chico de la batería.

-No, Albert-negó Lysandro-. Veníamos a despedirnos. 

-Que os lo paséis bien-comenté con una sonrisa mientras el tal Albert me respondía despidiéndose con la mano.

-¡Un momento!-Castiel nos interrumpió antes de que nos fuéramos. Sacó su cartera y empezó a buscar algo. Vi que sacaba un envoltorio y se lo daba a Lysandro-. Lo iba a utilizar yo pero prefiero que os lo quedéis vosotros. Tomadlo como un regalo de bodas.

-¿Regalo de bodas?-pregunté mirando a Lysandro. Tenía el rostro cambiando de colores entre el rojo y el azul. Miré el "regalo" de Castiel y vi que el envoltorio era de un preservativo. 

-Ya sé que me adelanté pero es por una buena acción-guiñó un ojo Castiel.

-Castiel...-gruñó Lysandro dándole de nuevo el gran regalo mientras le miraba de forma molesta.

-¿Qué? ¿No dicen que los más tranquilos son los más fogosos?-Castiel y Albert empezaron a reír. Lysandro sólo le dio un golpe en la nuca al pelirrojo que le contestó con una mirada molesta.

Nos fuimos sin despedirnos al final. Debo comentar que después de la vergüenza me produjo algo de gracia. Estaba claro que Castiel y Albert ya estaban algo bebidos por lo que no medían sus acciones pero algo me decía que mi amigo hubiera hecho lo mismo si hubiese estado sobrio.

El camino a casa con Lysandro fue hermoso. Había soltado su mano para rodear su cintura con mi brazo y él me llevaba rodeándome por los hombros. Apoyaba mi cabeza en él mientras hablábamos un poco de todo lo que habíamos vivido juntos. Lo que más comentamos fue la obra de teatro que hicimos.

Su cabello plateado brillaba bajo una bella luna llena a la vez que se movía con el suave viento que nos golpeaba delicadamente. Aquella imagen se quedaría en mi memoria para siempre.

Llegamos hasta la entrada de mi casa. Nos soltamos para mirarnos a los ojos. Quería que esto no terminara. Deseaba que esa noche fuese eterna.

-Me alegró que estuvieras en el concierto-me dijo con su bella sonrisa y su brillante mirada-. Fue muy importante verte allí. Me dio fuerzas.

-No exageres-sonreí con cierta timidez. Noté que su sonrisa se torcía y ensombrecía tornándose triste y apagada.

-Cuando te escapaste de mis brazos el día en que discutiste con Nathaniel no he podido estar tranquilo-dijo con su mirada clavada en la mía-. Quería ir a hablarte todo el rato pero Castiel me pidió que esperase al concierto y que mientras él se encargaría de cuidar de ti.

-Me aparté de aquella forma tan brusca por miedo a lo que ibais a hablar Nathaniel y tú-bajé la mirada-. He estado torturando a mi mente pensando en que ocurrió después de que me fuera.

-No ocurrió nada-levanté la cabeza viéndole con la mirada perdida-. Fui a buscarte nada más saliste corriendo pero Castiel me detuvo. Él quería hablar primero contigo.

Volvió a mirarme. Vi que me analizaba con su mirada bicolor. Recorría con ella mi rostro. Sus ojos se fundían con los míos mientras se aproximaba. Poco a poco empezó a viajar hasta terminar por mirar mis labios. Mi corazón latía tan fuerte que creí que escaparía de mi cuerpo.

-Eres tan hermosa-su mano se colocó en mi mejilla acariciándola con su pulgar. Su rostro se aproximaba hacia el mío-. Tan bella.

Escuché decirle antes de cerrar los ojos y sentir el tacto de sus suaves labios posados en los míos. Su mano libre se posaba en mi cintura atrayéndome hacia él para intensificar aquel beso. Su boca probaba la mía. Rodeé su cuello presionando su rostro contra el mío.

Sus labios eran cálidos y suaves. Se fundía con los míos creando un maravilloso e irreal beso. Tantas veces soñando con él que era mejor de lo que podría pensar. Era delicado, cariñoso y pasional. Sentía un torrente de sentimientos en mi interior que se intensificaba con su boca.

Nos separamos un poco. Él volvió a depositar un pequeño beso antes de acercarse a mi oído.

-Te amo, princesa-susurró en mi oído haciendo que un escalofrío me recorriera por mi cuerpo.

Se separó de mi acariciando mi rostro con una sonrisa en los labios. Yo emití una parecida sintiéndome en un sueño del que no quería despertar jamás mientras me embriagaba con el dulce sabor de aquel beso.

Antes de que pudiera decir algo para luego irse quise dejar de lado el miedo y la preocupación de que pasará mañana. Salté encima de él para rodear de nuevo su cuello con mis brazos mientras mis piernas se enroscaba en su cintura. Sus manos me agarraban para que no cayera.

Finalmente me incliné para darle un beso más largo e intenso que el anterior. Quería volver a experimentar ese sentimiento que me rodeaba al notar la calidez de sus labios...

~~~~

Aquí dejo para que leáis este capítulo con mucho sentimiento y una pizca de humor de nuestro Cassy e_e. 

Es posible que haga un capítulo con el punto de vista de Alexy, ya que esta historia la hice tanto para Laura (Sucrette) y él. No sé si será en el próximo pero ya aviso de que no tardará en hacerse.

¡Gracias por estar leyendo, votando y comentando! Me alegro mucho de que os guste la historia :)

~Nephim

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro