35. Michael.
—¡¿Te acostaste con quién?! —mi voz es un murmullo entrecortado.
Estoy... ¿sorprendido, anonadado, impresionado, asombrado? Mierda, estoy extasiado.
—¿Dormiste con Marla? —entrecerré los ojos y ladeé la cabeza hacia él.
—Merlina. Su nombre es Merlina Addams, Michael —me corrige, mirándose las manos mientras permanece sentado en la silla al otro lado del escritorio—. No le gusta que le digan así porque...
—Se parece a Wednesday Addams ⁴, sí —asiento, reprimiendo una risa—. Pero ¿cómo es que...? Mierda, Andrés... ¿Desde cuándo? ¿Cómo?
—¿Cómo? ¿Quieres saber cómo me acosté con ella? —arquea una ceja, luciendo divertido y consternado—. Michael, yo... Fue hace tiempo. Tenía veintiocho en ese entonces, ella tenía unos veintidós, creo... —cierra los ojos y suspira—. La conocí cuando estaba representando al director de la UDub⁵ en un caso con el estado, Merlina estudia ahí, ya sabes, bueno, nos tropezamos y...
—... te acostaste con ella —termino por él, ganándome una mala mirada de su parte—. ¿Pasó algo más?
Permanece en silencio unos segundos, sumergido en sus pensamientos y mientras yo me pregunto cómo es que no me di cuenta de esto.
—Ya estaba en proceso de divorcio con Tatiana y cometí el error de no decirle a Merlina —suspira y aprieta el puente de su nariz—. Tatiana se enteró de que estaba con alguien y fue a buscarla a la universidad, armó un escándalo de los grandes y Merlina me mandó a volar.
—Vaya —digo—, ¿ella sabía de Sara?
—Sí, de Sara sí —asiente—. Se la presenté y todo. Sarita estaba muy pequeña en ese entonces, así que no se acuerda... Merlina se portó muy bien con ella, pero, luego de lo que pasó con Tatiana todo se fue a la mierda.
Lo analizo un instante, veo su semblante decaído y serio, esa es su expresión cuando algo lo molesta y lo confunde. Intento pensar en cómo ayudarle, pero sé que, lo que está en su cabeza solo él puede solucionarlo.
—¿Hay algo que no me estás contando? —me atreví a preguntar.
Sus ojos vienen a los míos y contiene la respiración unos segundos.
—Me enamoré de ella —responde casi sin respiración. Frunce el entrecejo y apoya el rostro entre las manos—. Mierda. Mierda. No sé que voy a hacer.
—¿Pasó algo luego de que se vieron el sábado? —murmuro sorprendido ante su anterior confesión.
—Ya te lo dije —me miró—. ¡Me acosté con ella!
—¿Te acostaste con ella? —ahora sí estoy asombrado—. ¡Creí que hablabas en tiempo pasado!
—¡No, imbécil! La vi el sábado, hablamos y bueno... —se queda en silencio cuando estallo en una carcajada—. No te rías de mí, estúpido.
—¿Cómo es que esto pasó? —digo sin dejar de reírme—. Mi novia es la mejor amiga de tu novia...
—Merlina no es mi novia —rueda los ojos—. Solo fue esa noche y... no volverá a pasar.
—Ajá —no sé en qué términos está esa rara relación que tiene con Merlina—. ¿Y que harás ahora?
—Nada. Ella no quiere saber nada mí y la entiendo —asiente, como para convencerse a sí mismo de lo que está diciendo—. Fui un hijo de puta con ella. Le mentí y, para terminar, le dije que no debía preocuparse por esas cosas, si ni siquiera éramos nada... La cagué con ella, la única mujer a la que...
Se queda en silencio repentinamente, como si hubiera hablado de más.
Dale un empujón a tu mejor amigo, Evans. No sería la primera vez.
—La única mujer a la que ¿qué? —lo aliento.
Me mira a los ojos, toma una lenta respiración y dice:
—La única mujer que amaba de verdad.
[...]
Charles estaciona el auto frente a la casa de mis padres y me siento extraño al estar aquí luego de tanto tiempo. ¿Cuándo fue la última vez que vine aquí? ¿Dos meses? ¿Tres? Vaya, hace tanto tiempo...
Presiono el timbre una sola vez, escucho a lo lejos como mi madre llama a su ama de llaves, pero al no responder, es ella quien abre la puerta. Sorprendida, se lleva una de las manos a la boca y yo me echo a reír.
—Ya veo que no me esperabas —sonrío ante su expresión.
—¡Ay, cariño! —se acerca y me abraza con fuerza—. Por supuesto que no te esperaba. ¡Que sorpresa tan agradable! Te echado de menos, mi niño bello —se aleja para besar mi mejilla y dejarme entrar—. Pasa, pasa. Ven al salón para que hablemos.
—A eso he vendido —ella me sujeta del brazo y me lleva al salón.
Tan amplio y luminoso como siempre, sigue siendo mi parte favorita de la casa.
—¿Cómo te ha ido? He escuchado que estás con lo de la recuperación de los puestos de trabajo —me dice, se sienta en el sofá grande y me invita a sentarme junto a ella—. Me alegro mucho saber eso. Con todo lo que pasó con el gobierno anterior y el despido de las personas con discapacidad... Oh, cariño, fue realmente horrible.
—Sí, estoy dispuesto a cambiar eso —abro el botón del saco y me acomodo en el sofá—. Estoy pensando incluir salarios más altos, beneficios más sólidos y lugares de trabajo justos y seguros... Las personas merecen trabajar si así lo desean, no soy nadie para quitarles ese derecho.
Marianela me mira con los ojos llenos de amor maternal, pone su mano en mi mejilla y sonríe con dulzura, adoptando una actitud amistosa y divertida.
—Estoy tan orgullosa de ti, hijo —indica y sonríe aún más—. Por todo lo que haces, pero sobretodo, por ese brillo nuevo que tienes en los ojos —achina la mirada—. Háblame de tu novia.
Suelto una risa ante su descaro. Mi madre está que se muere de la intriga.
—Venia a hablar de ella precisamente —anuncio, sus cejas de elevan.
—¿En serio? —curiosea, asiente—. Bueno, vaya, ya era hora que me lo dijeras tú, ya que ella no me dijo mucho...
—Espera, espera —me enderezo en el sofá y arrugo la nariz—. ¿La conoces?
La sorpresa me invade y solo puedo mirar a mi madre, esperando a que me explique cómo es que conoce a May.
—Sí, la conozco —asiente solemne, hasta parece regocijarse con orgullo ante ese hecho—. Me la topé hace unos días en La Casa Blanca. Ella se ofreció amablemente a hacerme un té, se portó muy bien conmigo. Fue tan linda y servicial —sonríe con cariño—. No tardé ni dos minutos en darme cuenta que era ella.
Estoy pasmado y con la boca abierta.
—¿Cómo es que lo supiste?
—Porque no has salido con nadie fuera del trabajo —arquea una ceja—. Y, bueno, ella estaba apunto de tutearte, se retractó y entonces lo supe.
—Mierda —susurro y ella no tarda en darme una fuerte palmada en el brazo—. Lo siento. ¡La asustaste, mamá! —reñí—. Seguramente por eso no me dijo nada —pestañé un segundo, intento pensar en una excusa decente para que May no me contara esto—. Tal vez, fue por todo lo que pasó. Sí, eso debe ser.
La pobre ha tenido un fin de semana horrible, con todo lo de Noah y eso.
—¿Qué pasó? ¿Ella está bien? —mi madre lanza su interrogatorio.
—Sí. No —sacudo la cabeza—. Bueno, ya todo está en orden, pero antes, no lo estaba. May tiene un hermano pequeño, mamá, está enfermo.
—Oh, no, cielo —hace una mueca—. ¿Qué es lo que tiene?
—Fibrosis quística.
—Pobre criatura. ¿Qué edad tiene?
—Siete. Aún está pequeño —contesto.
—Oh, pobre angelito —se lamenta, bajando la mirada—. ¿Cómo puede ser posible? Niños tan pequeños padeciendo enfermedades tan horribles.
—Así es el mundo, mamá —sonrío triste.
—Gracias a Dios, mis hijos salieron sanos y fuertes —palmea mi mano con ternura, hasta que se da cuenta de lo que dijo—. Lo siento. Bueno, entonces... ¿Todo bien?
Asiento y carraspeo para alejar la incomodidad de mi cuerpo. «Mis hijos». Carajo, aún duele escucharlo. Más, si viene de la persona que más sufrió con el tema.
—Sí, solo fue una recaída, pero May se puso muy mal con todo lo que pasó —admito.
—No está para más, es su hermanito.
—También me contó algunas cosas —le digo—, y me gustaría que me ayudaras, si no es mucha molestia.
—Para nada, cariño, cuéntame —cruza las piernas y me observa—. Sabes que estoy encantada de ayudar. Soy toda oídos.
Escuchó hasta la última palabra que salió de mi boca, atenta a todo. Su rostro cambió de la rabia a la tristeza varias veces, vi como las lágrimas se asomaron en sus ojos mientras descubría la historia detrás de la mujer que me cautivó por completo. No cuestionó, no reprochó y tampoco me interrumpió. Solo mantuvo su postura hasta que terminé de hablar.
—Santo Dios bendito, Michael, pobre niña —jadeó con sorpresa—. Que horrible mujer. ¿Cómo pudo abandonar a sus hijos así? Más aún sabiendo que su esposo estaba en prisión. Pobre Maydeline, no quiero ni pensar en todas las atrocidades que tuvo que vivir con un bebé tan pequeño y sola.
—Ni yo...
Tan solo pensar en May siendo solo una adolescente, con Noah tan pequeño, sola, en la calle, pasando solo Dios sabe cuántas cosas... Por el amor al cielo, no quiero ni imaginarlo. Tan solo me dan ganas de ir corriendo hacia ella y abrazarla hasta hacerle olvidar todo su pasado.
Mi dulce, dulce May.
—Entonces —la voz de mi madre me saca de mis pensamientos—, quieres que hable con la jurisdicción para que le den al pequeño Noah en adopción, ¿así es?
—Sí, así es —asiento—. May ni siquiera sabe que estoy aquí, así que te pido que lo hagas por mí.
—¿Por qué no sabe que estás aquí? —ladea la cabeza y me observa confundida.
—Porque May es muy humilde y también piensa que hay muchas más personas en el mundo que necesitan más ayuda que ella, así que quiere darle tiempo al tiempo —me rio—. Y, bueno, tú sabes cómo soy yo, así que quiero acelerar un poco el proceso.
Marianela se ríe y menea la cabeza con diversión.
—Bien, lo haré —afirma—. May es un amor de persona, no necesité mucho tiempo para comprobarlo. Tienes razón en lo que dijiste: ella merece que le devuelvan un poquito de todo lo que da. Tiene un corazón tan grande, puedo saberlo luego de todo lo que me has dicho.
—Yo solo quiero que sea feliz —bajo la mirada, un poco avergonzado al estar hablando de esto con mi madre—. Con tenerla a ella, no necesito nada más.
Mi madre sonríe y me besa la mejilla.
—Quien iba a pensar que mi bebé se enamoraría hasta ese nivel, ¿eh? —se ríe y me abraza—. No es por darnos pompos ni nada, pero Gina y yo hicimos un buen trabajo contigo.
—Nana piensa igual —concuerdo.
Y así pasan las siguientes dos horas, entre conversaciones y burlas por parte de mi madre sobre mi estado sentimental actual. Está feliz porque no estoy con Grace, del mismo modo que se alegra de que haya encontrado a alguien como May.
Yo también estoy contento por haberla encontrado a tiempo, cuando mi mundo se puso de cabeza con todo esto de la presidencia, ella es mi bálsamo de paz.
—Gracias por hacer esto, mamá —la abrazo cuando ya estoy por irme, debo prepararme para mi vuelo de esta noche rumbo a Nueva York para reunirme con el alcalde—. No sé que haría sin ti.
—No existirías, en serio —se ríe y me apretuja contra su pequeño cuerpo como cuando era un niño—. Haría lo que fuera por verte feliz y tranquilo. Aunque aún no haya entablado una relación estrecha con Maydeline, sé que es una chica estupenda, así que estoy encantada de ayudarla.
—Gracias, en serio —le doy un beso en pelo y me alejo, guiñándole un ojo.
—¡Tráela a cenar un día de estos! —exclama desde la puerta cuando voy de camino al auto.
—¡Lo tendré en cuenta! —me rio, levantado una mano para despedirme.
Sonrío sin poder evitarlo, sintiendo que me quité un enorme peso de encima al cubrir todas mis bases. Ya May no tendrá que preocuparse por el tema de la adopción de Noah, pues lo tendrá mucho antes de lo planeado, aunque solo...
Me detengo antes de subir a la camioneta y me doy la vuelta para ver a mamá todavía fuera de la casa.
—Oye, mamá —digo—. ¿Aún tienes el contacto del director de Boston Children's Hospital⁶?
Ella frunce el entrecejo ligeramente y creo que trata de recordar algo, hasta que sonríe y asiente en mi dirección. Es imposible retener la sonrisa y sé casi de inmediato que las cosas van por buen camino.
⁴) Wednesday Addams: es un personaje ficticio creado por el dibujante estadounidense Charles Addams en su historieta The Addams Family.
⁵) UDub: La Universidad de Washington es una de las universidades públicas más grandes de los Estados Unidos. A menudo, se conoce como «Washington» o «UDub». Está ubicada en Seattle.
⁶) Boston Children's Hospital (BCH): "Hospital para niños de Boston" es un hospital pediátrico en el Longwood Medical Area en Boston, Massachusetts, Estados Unidos. Es el hospital docente en la especialidad de pediatría de la Universidad Harvard.
🖤🖤🖤🖤
Marianela es la mejor mamá/suegra de todo el mundo. ¿Ustedes qué opinan de ella? ¿Quieren otro encuentro entre ella y May?
Por cierto, tienen una imagen de ella en multimedia para que la conozcan.
Por otro lado, Michael es un amor.
La que necesite un Michael que levante la mano: ✋🏻
¡Voten, compartan y comenten muchooo!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro