Días antes de las elecciones presidenciales.

—Cualquiera que intente burlar los derechos de los demás, será castigado. Todos merecen respeto, sin importar su color, su edad, su nacionalidad o su procedencia.

Y habla y habla ese niño. El peor error que se pudo cometer alguna vez, fue darle alas y decirle el potencial que tenía para llegar al poder presidencial. Pero ¿Quién era yo para cuestionarlo? Después de todo, estaba ahí por mí.

Gracias a mi esfuerzo, gracias a todo lo que hice por mantenerlo en el ojo público. Él haría cosas increíbles si se lo propone, y moveré cielo y tierra para que eso suceda.

—¿Señor? —llama una voz a lo lejos.

—¿Qué quieres? —espeté, poniendo la televisión en silencio y bebiendo un trago de whisky.

—Ya está hecho, señor —murmura llamando mi atención—. El trato se cerró y dieron carta blanca para que todo se haga de acuerdo al plan.

Sonreí al ver que todo iba conforme me convenía.

—Perfecto —asentí hacia él—. Michael Evans ganará esas elecciones cueste lo que cueste —miré los ojos azules del pelinegro en el televisor—. Será mi punto de partida, así sea lo último que haga.

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Anónimo.

El misterio y las sospecha se hará presente cada vez que tengamos a esta persona narrando.

¿Qué les parece?

¡Voten y comenten mucho!