La profesora hablaba pero yo no estaba pendiente de la clase, aunque tampoco quería que terminará, ¿Para qué? Ninguno de mis compañeros de clase nunca me habló y en segundo, ¿Por qué...? ¿Por qué quisieran hablar conmigo? Aveces los miraba y deseaba estar en su grupo, solo no estar solo, pero lo único que pensaba era, ¿Que pasa si no quieren estar conmigo? ¿Que pasa si no le caigo bien a nadie y por eso no me hablan? ¿Les estropearia su grupo si me uno a ellos? No sabia que mas hacer para poder ser feliz.

Todos los chicos hablaban de sus estúpidas vacaciones, con chicas, fiestas y sexo. Yo solo me limitaba a mirarlos y pensar que quisiera unirme, aunque ni siquiera he besado una chica.

Sonó el timbre para el receso, iba en el último año de secundaria, cuando termine tendría que ir a la universidad, siempre me recordaba "Ya falta poco, solo aguanta unos meses más" con la esperanza de que ena universidad cambiara algo.

Cómo decía, sonó el timbre, yo lo único que hice fue hacer como que estaba dormido, total a nadie le importa mi presencia, fue cuando una persona, la primera persona me habló.

—Amm Hola —Dijo una chica detrás de mi.

Yo no le preste atención, las posibilidades eran casi imposibles que me estubiera hablando a mi. En eso una mano se apoya en mi hombro y la silla de alado de mi pupitre se mueve.

—Hola... —Dijo la chica otra vez.

Levante tímidamente mi cabeza hacia ella, era una chica hermosa, tenía el pelo negro largo y liso, un flequillo no muy abundante, ojos verdes intensos, se le veía amable, en sus ojos mostraba preocupación.

—Hola —Dije yo de manera cortante, yo no quería pero ese tono fue lo que salió de mi boca.

—¿Te encuentras bien? —La chica me miró directo a los ojos, parecía que de verdad estaba preocupada por mi.

—Si... Estoy bien —Le dije, ella miró como si se ubiera dado cuenta que mentía.

Ella miró a su grupo de amigas, yo volví a colocar mi cabeza enrrollada de mis brazos, pero esta vez mirando hacia el frente. La chica volvió a verme y me imitó, estuvimos un buen rato así y habló.

—Sabes —Me dijo —No creo que te merezcas estar solo.

Yo la miré, ¿Enserio? De seguro la mayoría no me habla por sus propias razones.

—¿Que? —Le respondí sin entender a lo que se refería.

—Digo... Yo era como tu —Okey eso me sorprendió —En ese entonces me di cuenta que nadie en este mundo se merece estar solo.

—Pero si no tengo nada que hacer —Dije de manera fría —¿Pará qué hacer algo al respecto?

—¿Te gusta estar solo? Solo me ubieras dicho y ya me ubiera ido —Se empezó a levantar, yo actúe rápido.

–No no, claro que no me gusta —Dije —Pero como dije antes, ¿Que puedo hacer yo?

La chica se había puesto de pie, me miraba.

—Ninguna chica de mi grupo me cae bien —Volteo para verlas —Todas hablan de chicos, de dinero, ropa, fiestas y aveces de relaciones —Hizo una pausa —Eso a mi no me interesa, pero no me gusta estar sola, pero no soy dependiente de ellas.

Volteó a verme otra vez y se sentó.

—Por eso vine —Me miró.

—Perdón, pero tengo que ir al baño —Lo único que quería es que me hablara otra vez pero, quería escapar también, al parecer escogí escapar.

—Esta bien —Me levante y empecé a caminar —Espera —Dijo ella, yo voltee —¿Te molesta si me siento contigo en la próxima clase?

"No, por favor, no te vayas" Pensé.

—Esta bien —Dije yo y salí del salón.

Iba de camino al baño, la verdad solo deseaba que estubiera vacío. Al llegar, si estaba vacío, solo fue suerte, me puse en el urinario más alejado de la puerta antes de que llegara alguien.

Cuando salí y volví al salón la chica estaba al lado de mi pupitre sentada esperándome, estaba leyendo.

No dije nada y me senté.

—Volviste —Me dijo cerrando su libro y me dedicó una sonrisa.

—Si —Solo salió esta respuesta ¿Que le podía decir?

Después no dijo nada.

Empezó la clase, yo solo me perdí en mis pensamientos, una chica me habló hoy, se ve que estaba interesada en acompañarme. Antes, cuando una chica se cruzaba en mi camino lo sentía amor a primera vista, pero creo que solo era para mí lado. Pero esta chica es diferente, no digo que fuera hermosa, pero me daba una sensación diferente las demás, era como que no era igual a los otras.

Ese día esa chica la cual no recordaba el nombre acabó con mi soledad.