Visita inesperada
Hello there! Como saben voy rápido con esta historia porque es a pedido jaja. Por eso la actualizo más rápido que las otras, además es un pedido que va muy atrasado, me lo pidieron a principios del año pasado xD Ténganme paciencia, tardo pero siempre escribo lo que prometo xD A menos que se me olvide, pero siempre pueden recordármelo jaja.
- Padme reía a carcajadas mientras ayudaba a Fives a acomodarse su antigua armadura.
- No he engordado, esto se hizo más pequeño- dijo Fives mientras Padme tiraba de la pechera hacia abajo.
- Admítelo hermano, has engordado- dijo Rex entrando sin problemas en su armadura.
- Solo beber no es algo bueno si luego quieres entrar en tu armadura- dijo Echo entrando sin problemas en la armadura al igual que Rex.
- Luke, Leia- gritó Fives y los niños aparecieron corriendo- ¿Creen que he engordado? - preguntó el clon a sus ''sobrinos''.
Luke y Leia ahogaron una risa y apretaron sus labios para no reírse.
- ¿Se están burlando de mi?- preguntó Fives cuando Padme logró hacerlo entrar en su armadura.
- No- dijo Leia entre risas y luego estallaron en carcajadas.
- Solo estás un poco más gordo que tío Rex y tío Echo- dijo Luke riendo.
- Solo un poco- dijo Leia y Fives los miró ofendido
- ¿A sí?- preguntó sonriendo- ¿Qué tal si les hago cosquillas hasta que les duela la panza?- preguntó Fives y los niños salieron escapando mientras reían.
Luego Fives salió persiguiéndolos.
- Fives- gritó Satine que casi choca con el clon
- Lo siento- dijo Fives disculpándose y Satine entró negando.
A pesar de todo lo malo que sucedía, todos siempre encontraban la forma de mantener a los niños alejados de todo el horror y el peligro existentes en la galaxia.
- ¿Están todos listos?- preguntó Satine y ellos asintieron- ¿Están seguros de que no necesitan que los acompañemos?- preguntó Satine y Rex negó.
- Iremos y volveremos en un abrir y cerrar de ojos- dijo Rex y Padme sonrió.
- Está bien- dijo Satine sonriendo- Estarás a cargo del escuadrón de Mandalore- dijo Satine a Rex
- Se sentirá raro ser capitán nuevamente- dijo Rex y Padme sonrió entregándole su casco.
- Siempre puedo ser yo- dijo Fives que volvía con Luke y Leia colgando de sus brazos.
- Te removieron de ese cargo en dos semanas- dijo Echo mirando a su hermano
- No es mi culpa que el general Skywalker fuera demasiado exigente- dijo Fives y luego notó las miradas incómodas de todos, menos de los niños.
- ¿Papá te removió de tu cargo?- preguntó Leia
- Por favor tío Fives, dime que nos contarás esa historia cuando vuelvan- dijo Luke y Fives asintió.
- Claro pequeños- dijo Fives disculpándose con la mirada pero Padme negó con una sonrisa.
A Padme no le molestaba que hablaran de Anakin en absoluto, solo que a veces se ponía un poco melancólica pero lograba disimularlo. De hecho, ella hablaba de Anakin muchas veces con sus hijos, para contarles quién era su padre y por qué lo llamaban el héroe sin miedo.
Eran las historias favoritas de los niños. Lo único que a ninguno de allí le gustaba, era cuando los niños preguntaban, cuando su padre vendría a visitarlos.
Porque siempre tenían que mentir. Padme sabía que no podría mentir toda su vida, pero por ahora era la única solución que tenían.
Los clones abandonaron el tanque y tomaron la nave en que la duquesa Satine había llegado. Pronto la nave de Bo- Katan llegó al lugar y los niños saltaron a sus brazos, siendo recibidos por una muy sonriente pelirroja.
Bo- Katan había querido tomarse un descanso pequeño, y aquella misión de los clones era la oportunidad perfecta para abandonar Mandalore con el ejército y tomarse un descanso. Ella habría preferido estar en la batalla o acompañar a los clones a atrapar a Ventress, pero tenía una herida en la cintura y ni siquiera sus propios hombres la dejarían pelear hasta que estuviera recuperada.
- Luke, Leia- dijo Padme mirando a sus hijos- Tía Bo- Katan está lastimada- recordó Padme
- Oh, lo sentimos- dijeron los niños, pero Bo- Katan no los soltó
- No es nada- dijo ella mientras seguía cargándolos- ¿Quién quiere aprender a disparar?- preguntó Bo- Katan y los niños sonrieron.
Padme sonrió. Ella misma había estado enseñándoles a los niños a usar armas para aturdir. Sabía que ningún niño debería aprender a usar armas, pero en aquellos tiempos difíciles, incluso los niños tenían que saber defenderse.
No era muy diferente al entrenamiento jedi, pensó Padme. Un entrenamiento que sus hijos no tenían, porque la oculta orden jedi ni siquiera sabía que ellos existían, y rogaba que se mantuviera así porque ella jamás aceptaría separarse de sus hijos.
Pasaron dos días y los clones reportaban todos sus avances. Estaban muy cerca de poder encontrar la ubicación de Ventress, y deberían poder ser capaces de atraparla.
Los días eran tranquilos en Seelos. Alejados del terror del imperio. Viviendo al día. Con dos pequeños niños alegrando las vidas de todos.
Satine y Bo- Katan observaban a Padme correr de un lado a otro intentando que sus hijos dejaran de hacer levitar cosas con la fuerza.
- Pero dijiste que papá podía levitar cosas con la fuerza- dijo Luke haciendo un puchero.
- Cuando estén más grandes podrán hacerlo- dijo Padme dejando la televisión de Fives en el lugar que correspondía.
- Tía Bo- Katan, Tía Bo- Katan- gritaron los niños- ¿Podemos hacerte levitar?
- Si, pero si alguno me deja caer le disparo- dijo Bo- Katan y los niños corrieron hacia allá.
Padme suspiró. Entre los clones y Bo- Katan, no sabía quién malcriaba más a sus hijos. O tal vez Korkie. Cuando lo veían solía llevar regalos a los niños.
- Con cuidado Luke- dijo Padme sin siquiera tener que mirar a sus hijos- Recuerda que Bo, está herida- dijo Padme
- No la tomen en cuenta, soy fuerte, una herida así no me hace cosquillas- susurró la pelirroja a los niños que reían haciendo su mejor esfuerzo por mantenerla levitando.
Satine observaba lo mucho que los niños avanzaban en el uso de la fuerza. Padme y los clones habían tomado numerosas precauciones para que ellos no fueran detectados por el imperio o los inquisidores, usaban supresores de la fuerza cada vez que por algún motivo tenían que abandonar el planeta o cuando naves imperiales rondaban la órbita de Seelos, pero su poder era tan grande, que estaban seguras más adelante ni siquiera los supresores de la fuerza ayudarían para mantenerlos ocultos del imperio... o de la rebelión.
- Tenemos problemas- dijo Satine y Padme corrió hacia afuera.
Una nave desconocida había logrado entrar a la órbita de Seelos. Y se acercaba a gran velocidad hacia donde estaban las tres mujeres y los niños.
- ¿Son imperiales?- preguntó Padme tomando su bláster disimuladamente y poniéndolo en su cintura sin que la vieran los niños.
- No lo creo- dijo Bo- Katan indicándole a los niños que entraran.
- ¿Qué sucede?- preguntaron los pequeños- ¿Hay algo mal?
- No es nada, solo vayan adentro y no salgan- dijo Satine colocando en sus pequeños brazos los supresores de la fuerza.
Ellos asintieron y Padme los llevó hasta la habitación.
Los dejaron allí y tomaron sus armas. Padme tomó las armas de la nave, había pasado tanto tiempo con los clones que sabía como maniobrar y disparar aquel tanque. Además siempre había sabido disparar bien.
Satine tomó su bláster aunque Bo- Katan le recordara con sarcasmo que no fuera a disparar con el arma al revés. Ella siempre le recordaba que sabía pelear bastante bien.
Cuando la nave se acercó lo suficiente, Satine y su hermana tragaron pesado.
- Padme- dijo Satine mirando hacia adentro- Creo que preferirías que fueran imperiales
Padme sintió un escalofrío de repente. ¿Qué quería decir Satine con eso?
- Obi- Wan Kenobi y Ahsoka Tano- dijo Bo- Katan.
Padme comenzó a hiperventilar. Eso no podía ser posible ¿Qué hacia Ahsoka y Obi- Wan allí? No, eso tenía que ser una broma. Estaban en un lugar totalmente alejado del imperio y la rebelión.
¿Ellos habían descubierto a los niños? ¿Venían a quitárselos? No, ella no dejaría que se llevaran a sus niños.
Satine estaba un poco nerviosa, llevaba cinco años sin ver a Obi- Wan, a pesar de que habían seguido teniendo comunicación, pues Mandalore fue por algún tiempo aliado de la rebelión, hasta que algunos clanes desertaron.
- Quédate adentro con los niños y no salgas- dijo Bo- Katan. Intentarían distraerlos lo suficiente.
Padme hizo lo que le indicaron y ni siquiera lo cuestionó. Sentía ganas de llorar. Si Ahsoka veía a los niños, descubriría la verdad, Anakin se enteraría y le quitarían a sus hijos. No, podía permitirlo. Ahsoka la odiaba, estaba segura que ella le quitaría a sus niños y ella no podía perderlos.
La nave de Obi- Wan y Ahsoka aterrizó cerca de la nave y ellos bajaron inmediatamente.
- ¿Satine?- preguntó Obi- Wan mirando a la hermosa duquesa de Mandalore, que no veía hace cinco años.
- ¿Bo- Katan?- preguntó Ahsoka mirando a la pelirroja. La última vez que la había visto había sido para discutir algunas cosas sobre la alianza de Mandalore y la rebelión.
- ¿Qué hacen ustedes aquí?- preguntó Bo- Katan tratando de que su tono no fuera tan hostil. Había dos niños sensibles a la fuerza que debían esconder, y la presencia de los dos jedi allí, no ayudaba en absoluto.
- Deberíamos preguntar eso- dijo Ahsoka- Supimos de una flota de Mandalore pasar por este sistema hace algunos días, normalmente no se alejan tanto de su planeta, pensamos que podía haber alguna amenaza imperial y nos enviaron a investigar- dijo Ahsoka
- ¿Los enviaron?- preguntó Satine
- Si, ahora que Anakin dirige gran parte de la rebelión, me ha enviado a mi a investigar, quién lo diría, mi padawan enviándome a investigar- dijo Obi- Wan con sarcasmo
- ¿Anakin?- preguntó Satine fingiendo estar desinteresada- ¿No dirige una flota rebelde ahora?- preguntó
- Si de hecho está fuera de la órbita de Seelos, por eso estamos acá, el radar capto que un viejo tanque de la república aún se movía y quisimos averiguar que estaba pasando, esto es extraño- dijo Obi- Wan avanzando hacia el tanque
- ¿Esto es como una casa?- preguntó Ahsoka confundida- ¿Pero qué hacen ustedes aquí? ¿No deberían estar en Mandalore?- preguntó
- Algo así como una casa- dijo Bo- Katan.
Obi- Wan no podía dejar de preguntarse por qué ellas parecían tan tensas. Bo- Katan ni siquiera en medio de una batalla se veía tensa. ¿Por qué estaba tensa ahora?
- ¿Podemos pasar?- preguntó Ahsoka sospechando que algo no iba del todo bien
Luego de largos segundos de silencio, y luego de que Satine observara como Padme escondía todo lo que podía delatar la presencias del niños en el lugar.
- Claro, adelante- dijo Satine, sabiendo que si se negaban sería aún más sospechoso.
Solo tenían que mantenerlos alejados de el lugar donde estaban Padme y los niños. Solo tenían que rogar que ningún juguete o alguna de las pertenencias de los clones estuviera a la vista.
¿nada podía salir mal? ¿verdad?
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