—¿Chicos, son ustedes? —Dijo Nerina desde el otro lado de la gruesa pared de piedras.

Ambos respiramos aliviados y una sonrisa se dibujó en nuestros labios al escucharla hablar.

—¡Sí, somos nosotros hermana! —Habló Luke aliviado.

—¿Están bien? —Preguntó un chico y me puse feliz al reconocer su voz.

—¡Marcos! ¡Qué alegría escucharte amigo mío! —Le dije aliviada y una lágrima de emoción corrió por mis mejillas.

—¿Y Jordan? ¿Sáben algo de Lucy? —Preguntó Luke.

—Aquí estoy chicos —Respondió Jordan.

—Lucy no está con nosotros, pero sabemos donde la tienen —Agregó Nerina.

¡Qué alivio!

—Chicos encontramos a mi madre, está aquí con nosotros. —Hablé.

—¡Wow! ¡Qué bueno que estás bien señora Tarah! —Habló Marcos emocionado.

—¡Qué bueno que esos desgraciados no le hicieron nada señora Tarah! —Dijo Jordan.

—Yo misma me iba a encargar de ellos si algo te llegaba a pasar —Agregó Nerina.

—Gracias chicos, gracias por ayudar a mi Eva y por ser tan buenos amigos —Dijo mamá sonriente.

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Horas después...

Les explicamos a nuestros amigos el plan de escape y por fin casi llegaba nuestro momento de huir.

Espero que todo salga bien...

Por la pequeña ventana veía como la tarde iba cayendo. Estuvimos esperando ansiosos todo el día a que vinieran por mamá, casi perdíamos las esperanzas... Hasta que por fin escuchamos abrirse la ruidosa reja del calabozo.

—¡Son ellos! —Susurró Jordan desde el otro lado.

—¡Todos a sus puestos! —Susurró Luke mientras me tomaba de la mano.

El plan era claro... Nuestros amigos tenían que permanecer tranquilos como si nada estuviera pasando, en cambio nosotros dos nos íbamos a esconder en el fondo de la celda, donde todo estaba oscuro y ahí íbamos a esperar.

Mamá recargó su magia con la energía de las rocas, la tierra y del agua que goteaba, no era tan poderosa, pero sí iba a cumplir su objetivo. Se sentó sobre la cama tranquilamente y esperó...

Llegaron a buscarla los mismos desgraciados que nos trajeron ayer. Dos tipos gigantescos e intimidantes, uno de cabello color fuego y el otro tan oscuro como la noche. Abrieron la reja, la cerraron tras de ellos y entraron con ruidosos pasos mientras reían a carcajadas.

Malditos desgraciados...

    En cuanto se acercaron a mi madre la levantaron agresivos por los brazos.

—Electrocute eos —Pronunció mamá con rabia.

  
  Solo bastaron esas palabras para que esos desgraciados recibieran una potente descarga eléctrica, obligándolos a soltarla involuntariamente mientras se quejaban de dolor y miraban sus manos quemadas por la electricidad.

—¡Maldita escoria de bruja! —Gritó el de cabello negro y le dió una cachetada que la lanzó al suelo.

—¡No te atrevas a tocarla de nuevo! —Gritó Luke, pero no era un grito normal, más bien era un gruñido fuera de este mundo.

  Los hombres se detuvieron y comenzaron a buscar a Luke con la mirada, y fue cuando el chico emergió de la oscuridad con lentos y seguros pasos mientras silbaba una melodía terrorífica y rayaba la pared con una de sus garras causando un sonido inquietante...

—¡Tú! —Gritó el de cabello rojo.

—¿Sorprendidos? —Les dijo Luke con una retorcida sonrisa.

  Ambos hombres se miraron entre si y corrieron hacia el chico para atacar. En cambio Luke los recibió con fuertes golpes en la cara. La furia y la rabia se veían reflejadas en los brillantes ojos amarillos de esos dos musculosos hombres lobo.

Cada golpe que se daban resonaban en aquella celda, mientras que yo y mamá veíamos desde el fondo aquella sangrienta pelea. De repente las facciones de Luke cambiaron por completo: sus ojos se volvieron amarillos, sus garras aparecieron y sus colmillos se abrieron paso entre sus encías, y en un abrir y cerrar de ojos, el chico levantó en el aire al hombre que llevaba las llaves enganchadas en su pantalón y lo tiró agresivo contra el suelo... El crujir de su espalda contra el suelo fue tan fuerte que lo dejó inconsciente.

Corre Eva.

 
Corrí hacia él y le quité el mazo de llaves. Vi perfectamente cuál llave utilizó para abrir nuestra celda, así que no me fue difícil liberarnos.

Una vez afuera, corrimos hacia la celda de al lado, pero no tenía ni idea de cuál era la llave correcta.

¡Mierda!

¡Son muchas! ¡Todas son idénticas!

—¿Qué vamos a hacer mamá?

Mamá tomó el mazo de llaves en sus manos y lo acunó con ambas manos, lo acercó a sus labios y en un sutil susurro pronunció:

 —Manifesta te ipsum.

Las llaves comenzaron a temblar en sus manos y al momento, la llave correcta se alzó entre las otras...

—¡Ya está hija, apúrate!

—¡Corre Eva! —Gritó Marcos desde el otro lado de las rejas.

Abrí la celda lo más rápido que pude y mis amigos quedaron libres. Los abracé con todas mis fuerzas, pues creí que ya no volvería a verlos.

En ese instante escuchamos el quejido de uno de los guardias y corrimos a ver si Luke necesitaba ayuda...

Al asomarnos vimos que el guardia de cabello rojizo estaba degollado en el suelo, la sangre aún brotaba de su cuello, formando un gigantesco charco a su alrededor... Mientras que Luke aún seguía peleando contra el de cabello negro, el cual aprovechó que el chico volteó a vernos por un instante y le lanzó un puñetazo directo a su mandíbula, ambos se tambalearon antes de volver a atacarse con ferocidad.

—¿Lo ayudamos? —Preguntó Marcos y Nerina sonrió maliciosa.

—Él puede solo... —Dijo ella.

Entonces Luke le propició un puñetazo en la cara y remató con otro en su mandíbula, lanzándolo así al suelo...

—¿Se te acabó la valentía ah? —Preguntó Luke furioso mientras hacía presión con su bota en el pecho del hombre.

—¡Por favor Luke, nos conocemos desde siempre! —Suplicó el hombre mientras apretaba fuerte la pierna de Luke e intentaba quitársela de encima.

—Aww, así que ahora tengo que tener piedad contigo —Se hizo el pensativo —No recuerdo que tú la tuvieras conmigo cuando me rompiste las costillas —Habló furioso e hizo aún más presión en su pecho.

—¡Por favor! ¡Te ayudo en lo que quieras! —Suplicó el hombre desesperado.

—¿Sábes qué? —Sonrió —¡No me gustan los traidores! —Le dijo mientras aplastaba su cabeza con la bota.

—¡Wow! ¡Lo tenías todo bajo control! —Habló Nerina atrayendo la atención de Luke, quien al verla corrió hacia ella y la alzó en el aire abrazándola cariñoso.

—¿Y tu espalda? ¿Cómo está? —Preguntó la pelirroja.

—Gracias a Tarah, estoy bien —Miró a mi madre, quien enseguida le dió una corta sonrisa.

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Saliendo de las celdas nos encontramos con un almacén de guerra. Habían toda clase de armas guardadas ahí, y para nuestra sorpresa las nuestras también estaban ahí guardadas. Rápidamente las tomamos y seguimos nuestro camino por aquel oscuro, húmedo y asqueroso lugar.

La noche estaba cayendo, teníamos que apurarnos antes de que asesinaran a Lucy y que los lobos, incluidos Luke y Nerina se transformaran.

Nerina y Marcos se nos adelantaron, rodearon la cabaña donde habían visto a Lucy y degollaron a los dos guardias que la custodiaban. Primero entró Jordan, y Luke lo siguió detrás, el resto nos quedamos afuera vigilando desde distintos puntos, en caso de ser otra trampa, esta vez no nos iban a sorprender.

De repente Luke salió corriendo y nos llamó a mamá y a mí para que entraramos con ellos...

Nos miramos asustadas y avanzamos temerosas de lo que podíamos encontrarnos ahí dentro... y fue entonces cuando la vimos.

Unas cadenas de hierro rodeaban su cuerpo, pero estas no eran cadenas normales. Cada vez que Jordan intentaba quitárselas y cada vez que Lucy peleaba por salir de ellas, estas la apretaban aún más fuerte, dejándola sin aliento y ocasionándole un dolor insoportable...

—¡Lucy! —Corrí hacia ella.

—¡Eva! —Su voz era temblorosa, realmente estaba asustada y desesperada.

—Hola nena —Mamá se le acercó con una dulce sonrisa para tratar de calmarla —Tranquila, vamos a ayudarte —Comenzó a inspeccionar las cadenas.

Mamá las miró por un instante y noté cierta preocupación en su rostro...

—Son cadenas usurpadoras… —Nos miró.

—¿Son, qué? —Hablé.

—Son un arma de castigo creada por las brujas de mi clase...

—¿Qué significa eso? —Preguntó Jordan preocupado.

—Significa que se alimentan de su miedo y desesperación... la única forma de quitarlas es con una llave especial... a no ser que...

Mi madre se quedó pensativa por un instante...

—Lucy querida... Necesito que manifiestes tu poder.

—¡No sé cómo hacerlo! ¡Lo he intentado y nada pasa! —Habló desesperada entre lágrimas y en ese instante las cadenas se iluminaron e hicieron aún más presión en ella.

—Hey, tranquila —Habló Jordan con voz calmada atrayendo su entera atención.

—Lucy, yo también tuve el poder absoluto, la diferencia es que yo nací siendo bruja, ya yo conocía cómo manejar la magia, pero te puedo enseñar cómo hacerlo.

<<La chica asintió con desespero>>

—Necesito que busques dentro de tí esa fuerte llama y la traigas hacia la superficie, cierra los ojos, respira profundo y concéntrate bien mi niña. ¡Siente ese fuego que hay dentro de tí!

La chica cerró sus ojos, inhaló profundo y luego exhaló. Ella se veía tan concentrada, se podía ver cómo sus ojos se movían con rapidez de un lado a otro mientras permanecían cerrados, y de repente comenzó a convulsionar, dándonos un susto de muerte.

—¡Lucy! —Jordan intentó despertarla.

—¡No! —Lo detuvo —Ella lo está haciendo bien —Le dijo mamá.

Y fue cuando algo hermoso y sorprendente ocurrió...

Lucy comenzó a brillar, sí, literalmente su piel estaba brillando. Cada vez esa intensa luz blanca se hacía más y más fuerte, al punto que iluminó toda la habitación. Parecía que era de día, y justo en ese momento abrió sus lindos ojos azules color cielo, por un segundo estos se iluminaron de un azul más profundo y oscuro, y al instante las cadenas se partieron en cientos de pedazos.

—¡Chicos! —Nerina entró corriendo —¡Ya saben que nos escapamos!

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Hola, hola.

¿Les gustan los capítulos dónde hay magia involucrada?

*Electrocute eos = Electrocútalos
*Manifesta te ipsum = Manifiéstate

Los espero en el próximo capítulo ❤️