Me recosté sobre su pecho y lloré desconsolada por no sé qué tiempo. En mis manos tenía el colgante que se suponía que salvaría su vida. Ya no servía para nada, nunca sirvió. Todo fue una mentira que arrancó todas nuestras ilusiones, una vil mentira que acabó matando a alguien que jamás imaginé que iba a amar con todas mis fuerzas.

Luke...

¡Se suponía iba a funcionar!

Seguí todos los pasos que mamá me explicó.

¿Habré hecho algo mal? 

¿Nuestro vínculo habrá sido lo suficientemente fuerte?

Ahora no dejaba de replantearme la idea de que todo había sido mi culpa, porque no hice lo suficiente para salvarlo...

Duele tanto...

—Ojalá pudiera volver el tiempo atrás y que todo fuera diferente... —Balbucee y luego lo miré...

Está muerto...

Era tan grande la rabia que tenía que acabé lanzando el colgante lejos de mí. Lo ví perderse entre los arbustos y la oscuridad de la noche. Volví a recostarme sobre su pecho y seguí llorando por no sé qué tiempo... Hasta que la oscuridad me envolvió por completo.

—Eva, Eva despierta —Una dulce y conocida voz me llamaba, la sentía tan lejos.

—Eva, Eva mi niña vamos a llegar tarde —Me volvió a llamar y sentí unos rayos de sol darme sutílmente en la cara.

¿Qué está pasando?

Abrí mis ojos y, ¡No lo puedo creer! ¿Qué demonios está pasando aquí?

—¡Niña! ¡Cada vez es más difícil despertarte! ¿A qué horas te dormiste anoche?

—¿Mamá?

—¡Pues claro! ¿Quién más va a ser? ¿Aún estás soñando? —Me dió un pequeño pellizco en el brazo.

¿Qué demonios está pasando aquí?

Desperté en mi habitación... Todo estaba igual que como lo dejé. Estaba vestida con ropa de dormir y mamá estaba ahí, parada frente a mí.

—Te espero abajo para desayunar, no demores —Fue lo que dijo segundos después de darme un beso en la frente y desaparecer por la puerta.

¿Pero qué está pasando aquí? 

Recordaba perfectamente lo que había pasado... Lucian, Einar, la guerra, sangre, golpes, mamá siendo herida... Luke muerto. Una lágrima corrió por mi mejilla al recordar el inmenso dolor que viví cuando lo ví muerto... Y ahora estaba aquí, en casa, sana y a salvo, y mamá no parecía recordar nada.

¿Me volví loca?

O peor...

¿Yo también morí?

Me levanté rápido de mi cama y salí al balcón... Los primeros rayos de sol comenzaban a salir, mostrándose como destellos detrás de los árboles del bosque, todo estaba tan tranquilo... Mi vecina, la señora Alicia estaba paseando a Loki por la acera, y luego miré a la casa de al frente... Luke ¿Estará ahí?

—¡Eva! ¡Por todos los cielos! ¡Apúrate niña! —Gritó mamá desde la cocina, definitivamente es ella, así es como reacciona cada vez que estamos retrasadas.

Me vestí con unos Moms jeans y una blusa ajustada al cuerpo de color blanco y luego las combiné con unos tenis de igual color de la blusa.

¿Por qué no hace frío? Que recuerde estábamos en otoño... ¿Cómo es que ahora el cielo gris y triste es azul, que los árboles marchitos, ahora están verdes y coloridos, y que el aire frío es ahora una fresca brisa? 

Tal parece que ahora estamos en... primavera.

Creo que estoy muerta...

Solté mi cabello, me encanta las ondas que tiene y lo largo que lo tengo, tomé mi mochila y bajé al comedor con mamá.

—¡Al fin niña! ¡Hoy estás más demorona que nunca! —Su comentario me sacó varias risas porque así es mamá... Extrañaba tanto estos momentos de madre e hija.

—Mamá... —Hice una pausa mientras que ella se me quedó viendo.

¿Qué se supone que le voy a decir?

"Oye mamá, creo que morí y este es mi cielo eterno"

Definitivamente no le voy a decir eso, además ¿Por qué morí? No recuerdo haber estado en peligro, el que murió fue... Luke.

—Hoy estás súper rara hija.

Piensa rápido Eva...

—Nah, solo dormí mal —Respondí entre nervios.

—Ojalá pudiera devolver el tiempo atrás y que todo fuera diferente —Recordé lo que dije en voz alta luego de haber llorado por tanto tiempo.

Es lo único lógico que encuentro dentro de toda esta locura... Si es así, tenemos una segunda oportunidad, entonces Luke aún no me ha dado la runa de sangre, aún no ha roto el hechizo de protección de mamá...

Tengo que buscarlo y saber que está bien...

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30 minutos más tarde...

El instituto Heverhood estaba como lo recordaba... Las mismas plantas, los mismos profesores, los mismos alumnos...

¡Espera! ¡Matt! ¡¿Estará aquí?!

Me despedí de mamá y salí del auto lo más rápido que pude. Entré en la escuela mirando a todos lados, buscándolo en cada rincón... Luego recordé que a él le encantaba pasar tiempo en la biblioteca, siempre llegaba una hora antes de que sonara el timbre de entrada para leer algún libro en la sección de fantasía...

—¡Matt, Matt! ¿Estás ahí?

Entré a la biblioteca buscándolo, fuí directo a la sección de fantasía y...

¡No lo puedo creer!

Lágrimas rodaron por mis mejillas al ver al chico ahí sentado. Estaba en el suelo, recostado a un inmenso librero mientras leía detenidamente un libro.

—Matt... —El tierno chico me miró.

—¿Eva? ¿Pasa algo? —Se veía preocupado, y cómo no estarlo si yo estaba llorando desconsolada.

—¡Matt! —Corrí hacia él y lo abracé fuerte como si no hubiera un mañana.

—¿Te pasa algo Eva? —Me miró preocupado —Si es así dímelo y no me va a temblar la mano para lanzarle mis cuchillos. —De nuestros labios se escaparon unas sonrisas; la de él era genuina, pero la mía guardaba tristeza, al punto de que no pude contener otra oleada de lágrimas.

—¿Por qué lloras? —Secó cuidadoso las lágrimas de mis mejillas, para luego darme un beso en la frente.

—Siempre voy a estar para cuidarte, así como tú estuviste para mí. —Agregó, y ese fue el detonante para lanzarme a sus brazos y abrazarlo fuerte.

 
—Te quiero Matt, nunca te lo he dicho, pero te quiero mucho —Lo besé en la mejilla —Nos vemos más tarde.

¡Mi deseo se hizo realidad!

Probablemente el colgante aún tenía un poco de magia...

—El Poder Absoluto hará todo lo que le pidas, Eva —Recordé las palabras de mamá.

Creo que ya no hay nada que temer, pero, ¿Dónde está Luke?

Miré mi reloj y ví que ya iba tarde a clase de literatura, pero no quería ir hasta no ver a Luke sano y a salvo, así que caminé apresurada por los pasillos de la escuela...

¡Genial! ¡Estoy comenzando de nuevo y ya voy a tener un regaño del profesor de Literatura!

Los pasillos estaban desolados, ya todos estaban en clases, pero no pensaba entrar al salón hasta ver a Luke y a mis amigos.

¿Dónde están?

Ya quiero verlos...

Y justo en ese instante alguien me tomó sorpresivamente por el brazo, no lo ví venir pues me agarró por la espalda. Me condujo a la fuerza hasta un pequeño cuartito donde guardan las cosas de limpieza.

  Oscuridad...

  Lo único que veía era la silueta de mi captor y la luz que entraba por debajo de la puerta...

Tengo miedo...

Comencé a hiperventilar y mi corazón latía fuerte a más no poder...

—¿Quién eres? —Estaba asustada y a punto de llorar.

Solo escuché una risa de burla.

—¡Déjame salir! —Le grité desesperada, no podía salir, quien sea que fuera tenía mis manos sujetadas con fuerza.

Poco a poco me fue girando, rodeó su mano en mi cintura y me pegó a la pared. Sentí el calor que emanaba su cuerpo, un fresco aroma golpeó mi nariz y no era precisamente el olor a detergente, ambientador u otros productos de limpieza que habían ahí.

—Suéltame por favor —Mi voz se escuchó como una súplica.

—¿Qué pasa pequeña? ¿Me tienes miedo? —Escuché su típica risa burlona.

¡Luke!

Solo bastó escuchar su voz en la oscuridad, no lo veía, pero sabía que era él, mi Luke. Lágrimas silenciosas corrieron por mis mejillas, sentí como una de sus manos me soltó y la luz se encendió.

Lo ví…

¡Era él!

¡Está vivo!

—¿Por qué lloras? —Me miró dudoso como si tratara de descifrarme.

—Nada —Sonreí a boca cerrada y sequé mis lágrimas —¡Me asustaste idiota! —Golpeé su pecho suavemente.

No lo pude evitar, demasiadas emociones juntas... Me lancé sobre él, lo abracé fuerte y cuando alcé la vista para mirarlo nuestros ojos se encontraron al instante, esos lindos ojos verdes que pensé que ya no volvería a ver... Una de sus manos descansaba en mi cintura, mientras que la otra la llevó a mi barbilla acercando sus labios a los míos, nuestras respiraciones se fundieron al instante, ya no podía concentrarme, ya no sabía qué decir ni qué hacer. Sus labios estaban tan cerca de los míos que su nariz rozó la mía... No aguanté más, no aguantamos más... Nos acabamos besando de una forma frenética como si no nos hubiésemos visto en años, como si lo hubiese extrañado una eternidad.

—Si cada vez que te asuste, acabamos besándonos de esta forma… —Me dió un corto beso en los labios —Prepárate para morir de miedo —Sonó a advertencia, pero lejos de asustarme, más bien me hizo sonreír.

—Pensé que no volvería a verte, Luke —Confesé, más bien se me salió, no pensaba decirle nada de lo que pasamos, no pensaba decirle que murió.

—Lo sé... —Respondió dejándome confundida.

—¿Lo sábes? —Lo miré a los ojos —¿Qué sábes Luke? —El miedo comenzó a correr por mi espina dorsal, mis manos estaban heladas y temblando, mientras que mi corazón se me quería salir del pecho.

—¿Luke? —Lo miré, me daba miedo lo que estaba viendo.

—¿Qué es eso? —Estaba aterrada y llevé uno de mis dedos a su cara.

—¡Tienes que despertar Eva!

—¿Qué? ¿Despertar?  —Lo miré asustada.

Pasé uno de mis dedos por su mejilla y se embarró de un líquido del cual tenía miedo de pronunciar su nombre, un líquido que desde que su olor característico golpeó mi nariz supe de qué se trataba...

—¿Luke? —Pronuncié su nombre aterrada y mi voz tembló al comprobar que mi dedo se había embarrado de sangre.

Sangre brotaba de sus ojos convirtiendo su lindo color verde en una horrible combinación con rojo, sangre brotaba de su nariz embarrando sus labios y dientes, sangre brotaba de sus orejas y le corría por todo su cuello tatuado...

Sangre, sangre, sangre...

¡Qué es esto! ¡Que está pasando!

—¡Despierta Eva! —Me gritó mientras me sujetaba fuerte por los hombros y me zarandeaba.

—¡Despierta pequeña, despierta!

Y desperté...

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Hola, hola.

Como que me estoy acostumbrado a jugar con la mente de Eva... Y con la de ustedes ;)

¿Les gustó el capítulo?

Amé la participación de Matt ❤️

#EDPLUKE

LOS QUIERO ❤️