Extra #1
Capítulo Extra #1. Una Cura
Un Año Antes
Provincia de Perséfone, Isla de los Exiliados.
Ella detiene a sus hombres con una señal de silencio aún falta horas para el amanecer para que las criaturas vuelvan bajo tierra a sus madrigueras, pero aún tienen el inconveniente del ejército real o como los llama la capitana las marionetas reales.
— Capitana si nos movemos me temo...
— Si estoy consciente de ello— corto exhausta—. Sin embargo, tenemos una carta a favor.
— Salvar a la joven Elizabeth es un suicidio.
— Hoy no moriremos Tomás, estas aquí porque Cromwell's tiene una deuda con la ama de la Casa Cortázar y tú eres su juguete.
《 ¿Por qué le vendí mi alma al diablo? 》
Pensó él, a Azami no le quedó más que reprimir una carcajada evitando así delatar su posición.
— Tu decidiste eso Tomas— se limpió el rostro con un pañuelo— así que deja de pensar estupideces dificultó mucho que Cromwell's fuera a acabar contigo por salvar a su hija— la observa sorprendido— si te engaño, ella no iba a matarte.
El hombre se quejó en un susurro no sabía que con quien era más difícil de tratar con su impertinente ama o con Azami.
— ¿Cuál es el plan?
Ella analizó en entorno rocoso o desértico caracterizado por ser arenas negras producto de antiguas erupciones volcánicas las extensas torres contaban con treinta y nueve pisos con interminables escaleras, escalar es un completo suicidio pues se exponía a los Chernobylion que se trataba de seres humanos con cuatro piernas dos de estas dispuestas en donde se ubican los brazos de forma lateral, las piernas se ubican donde corresponde; sin embargo, su postura no bípeda sino la de un mamífero parecido a un perro.
Los brazos ocupan el espacio comprendido entre el tórax o la cintura haciendo un juego de seis en total, sus rostros era otra historia no poseían nariz, ojos o boca sino pequeños orificios alrededor de lo que se supone es la cara dando la ilusión de que poseen uno, no obstante, aún era desconocido su mecanismo para comer carne y huesos humanos a través de estos.
Tenían siete horas para ejecutar tal operación quizás debe darle razón al pobre humano era un suicidio.
《Debía admitir que era muy divertido》
— ¿Cómo es que ustedes, no saben manejar esas cosas?
— Porque no son originales de aquí.
— ¿Entonces?
— ¿Qué sabes sobre el desastre nuclear de Chernobyl?
— Un reactor nuclear explotó dejando contaminación de manera permanente hace alrededor de treinta cinco años.
— Bueno hay una versión extraoficial que nadie conoce— Takeshi enciende una pipa— cuando el grafito comenzaba a aparecer en el cuarto de máquinas elevando la radiación minutos antes de la explosión formó un portal artificial inestable que absorbió a una cantidad pequeña de hombres— Tomás se tensó— pero al atravesar el vórtice por la cantidad de energía cinética unida a la radiación los deformó de tal manera que se convirtieron en eso, nadie comprendió en un principio ¿qué eran? Pues hibernaron unos meses hasta que una noche despertaron masacrando poblaciones sin distinguir si eran criaturas mágicas o humanos los únicos que los frenaron fueron las criaturas oscuras que podían ser sus únicos depredadores así logramos encerrarlos en esta isla, pero debido a la baja natalidad o sus períodos de sueño de los seres oscuros ningún ser vivo se atreve a capturarlo y estudiarlos ya que no poseen depredadores en el sistema ecológico del reino tomara algunos años para eso.
— ¡Ustedes son unas malditas locas! Me trajeron a este lugar a morir—. Explotó frustrado
— ¡Joder humano, cierra la boca! — esto alertó a los Chernobyliones o ciempiés humanos dirigiendo una pequeña legión hasta donde se encontraban ellos, a la mujer no le quedó más remedio que enrollar una venda sobre su boca uso su cuerpo para llevarlo al suelo con ayuda de sus piernas derivándolo instantáneas cubriéndolos de arena a ambos lo más rápido que pudo—. Ahora me vas a obedecer sí o sí; silencio ni se te ocurra respirar ahora.
Takeshi sabía por experiencia que los ciempiés eran ciegos su naturaleza les permitía cazar a través de las vibraciones de la tierra y del sonido por lo tanto sus respiraciones debían ser lo más lenta posible, aunque ella fuese una posible depredadora de dicha especie no podía controlar una manada de ellos aunado a esto tenía asco de comerlos.
Sintió sus pisadas sobre su cuerpo por unos segundos aguanto la respiración cerrando los ojos, tuvo la extraña idea de que los ciempiés estaban desarrollando el sentido del olfato. Ya que podía percibir el supuesto rostro de estos individuos y el movimiento de sus piernas.
"Si estás cosas evolucionaron, mataré a Tomás".
Experimento el verdadero terror solo hasta que se fueron pudo salir de la arena en compañía del insoportable humano, cuando este iba hablar le lanzo arena. Del miedo paso a la ira en un segundo estuvo a punto de ahogarlo entre las arenas negra del Tara como le decían antiguamente solo la despertó en su capricho el pequeño micrófono en su oído.
— Señora estamos aquí— reconoció la voz de su ama de llaves.
— Dile a mis hombres que oculten la nave a cien kilómetros de nosotros, en las coordenadas S15, E78, R12.
— De acuerdo.
Jóvenes con túnica aparecen delante de una piedra cargando en parejas un antiguo ataúd de colores traslúcidos bajo la luz de la Luna en la cual se ve el tallado de una escena de una joven siendo seguida por una criatura de apariencia desconocida, lo colocan levantado agregando seis anchos tubos de sangre u órganos en unos orificios detrás de este.
— ¿Qué es esto Azami?— hablo tras ver mercurio espeso salir de las ranura del ataúd, ella solo se limitó a darle una máscara para evitar que estuviera intoxicado e indicó que observara atentamente.
— La única especie capaz de depredarlos sin remordimientos o asco.
La sangre y las vísceras fueron drenados tal sólo unos minutos; rompiendo la tapa del sarcófago. Takeshi comienza a reír escandalosamente, añadiendo: — Querido Tomás, ya que no he podido matarte te presento a...
***
La joven escuchó gritos o llamados de Chernobyliones desde que la Luna se escondió hacia el norte su cuerpo se encontraba tan delgado que parecía estar momificado, su cabello color rojo estaba tan quebradizo que casi se convertía en arena y sus pálidos ojos le suplicaban hibernar como la especie desaparecida de su misterioso padre.
Las cadenas de su cuello o extremidades eran una tortura quemaban su piel día tras día durante casi cincuenta años, no podía regenerarse y escapar debido a las múltiples runas del lugar que evitaban que se hiciera presente su poder. El confinamiento solitario la estaba volviendo psicótica.
— ¡Esmefero! — gritaba para mitigar la soledad o cuando la torturaban, que significa no obtendrás nada por mí lealtad.
Reía bulliciosamente prefería la muerte antes de revelar donde estaba el cuerpo de la princesa caída. De todos modos, ellos pensaban matarla. Comienzo a toser como si fuera asfixiarse, pronto de sus secos labios escupe sangre estaba infectada de tuberculosis Elizabeth solo esperaba el día de su repentina muerte.
Sus instintos de caza y asesinos se volvieron feroces al sentir las suaves pisadas. La sed de sangre se volvía cada vez más con los años tras no consumir alimentos, su sed se descontrola teme que si escapa masacrara a otras personas.
Observa como se abre la larga puerta de metal, no tiene dudas de que es una mujer.
— ¿Qué quieres?
— Tú pregunta, debería ser ¿quién soy? — Azami se quita su capucha.
— Usted está viva.
— Nadie dijo que había muerto.
Detrás de esta salieron muchos soldados para cortar las cadenas, pero al sentir sus pulsos perdió la cordura queriendo atacar a uno de ellos.
— Escúchame bien Verdana— agarra su cuello con su antebrazo colocando en su yugular una garra de dragón— no te atrevas a alimentarte de mis hombres, créeme no tendré miedo de matarte con el cianuro— Elizabeth se sujeta de ella a regañadientes, en dirección a la salida— señoritas larguémonos de este infierno.
***
— ¿Qué harás con ella?
— La liberaremos por esta ingrata— a su lado traer a una anciana secuestrada.
— ¿No, estas exagerando?
— Esta señora— quita la mordaza de su boca boca— estuvo envenenado a su señor.
— ¡Eres una perra! — la desafío la anciana.
— Madame mejor dígame ¿quién le ordenó usar dantene?
Takeshi hizo una señal de silencio a Tomás, luego de unos minutos comprendió que esa mujer iba ser sacrificada de todos modos así que optó por subir a la nave a detrás de el.
— ¡Nunca lo sabrás! Mi señor me protegerá, él lo juró.
— Francamente eres una tonta— Azami exhala profundamente— nada más ocupas el lugar de un peón en una cadena de juego de ajedrez. El lord al que envenenabas; tal vez si podía.
Da la vuelta hacia para irse a la plataforma del avión. Poco a poco se cierran las compuertas con una sonrisa en el rostro oyó los gritos de auxilio de la antigua ama de llaves de Matías.
***
No puede despegar sus ojos de la ventanilla de la pequeña clínica cerca de la escuela Galicia; a pesar de ser innovadora es un total secreto en todas las dimensiones sus prácticas eran tabú ya que hacían uso de la botánica, magia, ciencia y tecnología.
Pocos médicos lograban cumplir los estándares en especialmente humanos, la única en lograr el cargo de coordinación de cirugía es la doctora Ana Cromwell's agotada trae consigo los resultados de laboratorio con una pequeña seña la invita a sentarse en los bancos
— Doctora Takeshi.
— ¿Que encontraste?
— Múltiples hematomas, fracturas, quemaduras del tercer tipo dentro de la ropa y la gota que rebasa el vaso es la tuberculosis dañó casi la mitad del parénquima pulmonar— tomo un poco de aire—. Creo que si no fuera una descendente de una criatura oscura ya estuviera muerta.
— ¿Viste si trataron de envenenar su sangre?
— Por supuesto, se encontró plomo; cianuro, arsénico, etc. había otras sustancias desconocidas.
— ¿Ya pensaste un tratamiento?
— Ordene a los internos aplicar todos los antídotos posibles, además de antibióticos vía endovenosa para la tuberculosis una vez manejada la infección procedere a la inyección de células madre para que pueda regenerarse por cuenta propia.
— ¿Qué me dices del segundo caso?
— Es muy grave, realmente, los niveles de Dantene son elevados— la joven la guía a la sala de tomografía, mostrándole en el ordenador una imagen 3D del interior de su cuerpo— esto— señalo en la pantalla sus órganos—. Son depósitos de calcio cuando el cuerpo tiene grandes cantidades lo almacena en los huesos o lo usa para procesos metabólicos, pero en el caso de Lord Da Vinci es excesivo.
— Prosigue— ordenó Azami
— El dantene en pequeñas cantidades solo suprime la memoria por cuarenta y ocho horas, pero al usarse demasiado produce hipercalcemia lo que trae problemas estomacales, cansancio, cardiacos y cerebrales me temo que si este hombre no revierte su situación le quedará tres años de vida.
***
Takeshi fuma un cigarrillo en medio del pasillo, no obstante, se detiene a mirar por la ventana.
— Cromwell's sé que estás allí.
— ¿Y esa es tu forma, de tratar a una vieja amiga? — se quejó reflejándose con una apariencia más joven, tal vez alrededor de unos veinte años.
— La dueña de la casa Cortázar, lo es ¿dime que quieres?
— La criatura que tienes en tu laboratorio, su alma tan oscura puede alcanzar alimentarme por años escuche que lograste hacer que eso se multiplique.
— Si no fueras hermana de creación de Marianne— ríe— pudiera decir que eres una estafadora.
— Azami no me insultes.
— ¿Qué me ofrecerás Rías? ¿O prefieres que te diga Juana de Arco?
— Deja de molestarme.
— Rías— repite incansablemente.
Ambas sabían que quien tuviera el nombre original de una criatura oscura, en cierto podría controlarlo con sólo eso por ello cambian sus nombres después al de su nacimiento este solo estaba reservado a una manada o grupo en particular.
— ¿Qué quieres?
— Es muy fácil para ti, posee la más amplia biblioteca sobre magia y criaturas— toma una calada de humo del cigarrillo— una cura.
— ¿Para qué quieres salvar a ese hombre?
— El futuro, Rías— enciende otro cigarro— las piezas de tu hermana se empiezan a mover.
***
S
eis Meses Después
Elizabeth Verdana gozaba de buena salud seria traslada al hogar de Cromwell's pero debía esperar a la capitana en una modesta escuela. Al poco tiempo de firmar su alta, su trabajo consistía a partir de ahora ser ayudante de aquel misterioso ser hasta que Azami diese la orden.
Tenía prohibido hacer preguntas, debía usar lentes de contacto y teñirse su cabello rojo a negro el mensaje era simple era obediencia absoluta hasta que la dejaran irse. Hundida entre sus pensamientos siente como un pequeño balón golpea sus tobillos.
— Señora ¿me puede pasar mi balón? — escucho una voz risueña.
— Si claro, pequeña— respondió sin mirar— ten.
Se envolvió en un profundo silencio al ver a Corín al frente suyo.
《 ¡Oh! Ya está aquí》. Pensó
Su instinto era colocar sus manos en la frente de la niña, con la finalidad de desbloquear los recuerdos de sus anteriores vidas.
— ¡Maestra!
— Hola Corín ¿qué haces con mi hija? — pregunto Takeshi con un tono molesto
— Ella no me da mi bealon— se queja
— Se dice balón, pequeña.
— Eli dale la pelota a la niña
— Pero....
— Solo dáselo.
— Gracias— la preescolar se despidió alegre.
— Tengo que desbloquear sus recuerdos— se levanta de su asiento con la intención de seguirla, pero es detenida por esta.
— No es el momento, ni el lugar te expondrías por nada.
— Debo hacerlo.
— No—. Ordenó de forma autoritaria sujetando su brazo con fuerza— tiraras a la basura todo el trabajo que la casa de mi señora ha invertido, así que olvídalo ahora hazte la idea que estás bajo mi protección hasta que logres entrar a la Casa Naiboa — resoplo furiosa— tenemos cuentas que ajustar con Sayuri.
— ¿Qué estás hablando?
— Tu ahijada está embarazada— esbozo una sonrisa — y no es nada más y nada menos que la actual señora Naiboa, así que entrarás a esa cosa sí o sí.
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