Capítulo 2: Encuentro Inocente en el Jardín
Capítulo 2: Encuentro Inocente en el Jardín
Por fin encontró a la niña planeaba encontrarla justamente en su cumpleaños número cinco no esperaba que los esposos Naiboa se mudaran tantas veces en año y medio, él entro en la pequeña oficina de su mansión no podría estar más feliz mataría dos pájaros de un tiro podría llevarse la niña a Saiz y dirigir su empresa en un país tan rico. Ya sabía que hacer solo tendría que esperar pero aquel recuerdo del oráculo no lo deja tranquilo.
" Tu propia hermana te maldijo para que cumplieras su cometido proteger y enseñarle lo que puedas a su elegida solo así de a poco recuperaras lo perdido".
Cada vez que hacia esto no podía evitar recordar las dichosas palabras de aquella bruja cientos de años atrás como un recuerdo constantemente de sus errores, pero ya tiene todo listo no hay marcha atrás es si o si no obstante algo su interior se sentía diferente como una especie de remordimiento diciéndole—que esta esta vez será diferente—.
***
— Muy bien niños ya es hora del receso agarren sus juguetes para salir al patio—
Dice la maestra la maestra del primer nivel de preescolar abriendo la puerta dejando a los niños salir en orden para que vayan al patio o la pequeña cantina sin embargo Corín con su pequeño oso blanco de felpa se escapa de su vista para sentarse un rato a comer su desayuno una vez desayunada se ajusta su lonchera gracias a la amplia cuerda que llega a su hombro derecho mientras tararea una canción lanzando y atrapando su peluche como si fuera una pelota.
— ¿qué dices pequeño osito? ¿Te lanzo más alto?— pone su oído en el oso— Mm, si te escucho osito dulce—esperando paciente por una respuesta como si este le hablara realmente—ah quieres que te lance más arriba ¿eh? a la cuenta de uno, dos, tres y cuatro.
Sin previo aviso una ráfaga de viento bastante fuerte se lleva al peluche como si fuera una hoja ella corre tras él emocionada.
— Rayos osito no puedo atraparte te lance muy alto— se queja mientras le sigue el paso— cae en la cabeza de un joven pelinegro, piel no muy blanca, rasgos finos y era de una estatura promedio vestido de una manera informal.
— ¡Ay! Eso fue más doloroso de lo que pensé—.Dijo quitando el muñeco de su cabeza— ¿Ahora de que los harán?— sus ojos amarillos se posicionan sobre su objetivo una pequeña de pupilas azules y cabellos amarillos.
— Perdón chico no quería darle un golpe con mi peluche estaba jugando con el— Dice llorando este toca su cabello limpiando su rostro con un pañuelo sin embargo un pensamiento al ver rostro de la pequeña removió su cabeza—benditos sean los dioses es igual a mi hermana sino fueran por sus orbes verde azulado— le gritó su conciencia.
— No te preocupes pequeña— añadió en manera de consuelo—no estoy molesto.
— ¿Pero?
— No llores nene te perdono— guardo su libro de la Historia Jamás Contada de la Caperuza Roja en su maletín negro— ¿cómo te llamas pequeña?
— Mi nombre es Corín y ¿el tuyo?
— Me llamo Matías Da Vinci.
— ¿Qué apellido tan raro tienes Matías?
Esbozo una pequeña sonrisa normalmente los niños no le caen bien sin embargo cuando pasaba lo contrario lo más sincero para este era mostrarle una sonrisa o jugar con ellos.
— Si supongo que no has escuchado mi apellido antes puesto que es italiano.
— ¿Qué es italiano?
— En pocas palabras procedente de Italia.
— ¿Quieres jugar conmigo Matías?
En su larga labor de maestro de los elegidos ningún niño lo invitó a jugar le parece tan extraño y curioso que tuvo que pellizcarse el brazo para entender si era un sueño o una broma de mal gusto.
— ¿Haz dicho jugar.
Ella movió su cabeza a modo de afirmación algo emocionada a la vez que abraza con una cara muy dulce su pequeño oso.
— Pequeña soy muy grande para jugar contigo pero te puedo mostrar algo.
— ¿Cómo qué?
— Sabes detrás de tu escuela hay un jardín muy bonito pero quiero que me hagas una promesa.
— Dime, dime Matías ¿cuál?
— Que no le dirás ni le mostraras a nadie.
— Te lo prometo no se lo contaré— La pequeña alzo su mano haciendo una seña en forma de corazón.
— Pero antes de ir tenemos que subir este árbol de manzanas— señalo el árbol donde se hallaba sentado.
— Yo no sé trepar un árbol.
—Tranquila yo te cargo mientras subimos a este.
— No si me atrapas primero.
— ¿Quieres apostar?
— Si.
— Te daré unos minutos de diferencia para alcanzarte.
Matías cuenta seis minutos de diferencia observa como la pequeña enana emite una burla porque está muy lejos para alcanzarla, este se levanta con una velocidad impresionante la atrapa a unos pocos segundos.
— ¿Cómo llegaste aquí tan rápido?— Dijo con los ojos bien abiertos tratando de comprender lo que acaba de ocurrir.
— Pequeña soy muy rápido.
Corín guarda silencio algo confundida pues para esta no tiene sentido dándole vueltas al asunto tanto que se puso a temblar de la emoción al ver esto él pensó que algo le pasaba.
— No te asustes Corín que no te haré daño.
Ella se agarra de su cuello mientras esté trepa rápidamente el árbol mirando la altura del muro cómoda a la niña de manera de que ponga sus piernas en sus brazos y afloje lo agarrada que está de su cuello.
— Vamos a saltar la tapia de la escuela.
— ¿Pero cómo llegaremos allá? es muy alta— responde viendo el muro de bloques grises.
—Tu tranquila bebe y yo nervioso tomaré impulso para llegar al otro lado—añadió—a la cuenta de uno, dos y tres.
— ¿Qué?
Da un salto bien calculado con mucha precisión desde una de las ramas de este logrando llegar a la parte de arriba tapia manteniendo el equilibrio con sus zapatos deportivos dando otro pequeño brinco llega al suelo para evitar lastimar sus piernas las extensiona un poco antes de caer.
— ¿Bebe te encuentras bien?
—Si eso fue— aprovecha de darle un pequeño golpe en la frente— divertido ¿lo hacemos de nuevo? Y no me llames bebé no soy una bebé soy grande como tú.
Matías no pudo evitar carcajearse un buen rato ante el comentario de Corín.
— Cuando seas grande tomaras muchos riesgos por lo que veo.
###
— Bienvenida a mi jardín secreto— comento este mostrando pequeñas extensiones de tierra con distintas frutas, vegetales y flores
— Me guta.
— Gracias corrección pequeña es me gusta ¿quieres ver mis flores o rosas?
— ¡Shi! Las dos— dijo la pequeña mientras hacía un gesto con los dos deditos de su mano.
Coloco unos pequeños guantes amarillos en las manos de Corín junto con un delantal y botas una vez cambiando le explica cómo cultivar algunas rosas que debe hacer o que complementos echarle a la tierra también la dejo jugar con la tierra al finalizar la actividad, los dos se sintieron cansados el día era fresco justo como para tomar una limonada y descansar.
— Bueno descansemos un poco Corín—dice Matías algo agotado quitándose sus guantes en cambio la pequeña estaba bostezando varias veces.
— Tengo mucho sueño.
— Ponte en mi regazo mientras descansamos para que duermas un poco.
— ¿De verdad?
— Si.
***
Punto de vista de Matías
— Pensé que esta pequeña me reconocería si me veía pero me he equivocado al parecer Solomon y Leila no le han dicho nada aun sabiendo que esta la edad que deben decirle a su hija que es la heredera de los dos mundos o Saiz según el código, pero qué más da no diré nada he pasado un rato muy agradable con Corín la cuidare desde lejos pero debo admitir que se parece mucho a sus padres; pero tiene algunas cosas iguales a Cósmica le daré la información que todo está normal a los sabios—.
Dije para mí mismo Matías cierro los ojos un momento un pequeño recuerdo atraviesa mi mente mi hermana y yo somos pequeños ella me dice que me quiere, dándome un abrazo mientras llora despierto acalorado miro a la pequeña dormida en mis piernas suelto un suspiro.
— Despierta bebe es hora que vayas a la escuela.
— Pero no quiero irme ahora.
— Tienes que ir a la escuela tu receso está a punto de terminar y sino vas tú maestra se preocupara.
Ambos salen del terreno luego de estar cambiados caminan hacia la entrada del colegio con un poco de magia el abre la puerta sin problemas para que la niña entre sin problemas.
— ¿Matías te volveré a ver?
— Siempre me veras cuando me necesites.
— ¡Espero que sea pronto fue agradable estar con usted! Adiós que me tengo que ir con mí osito.
***
Estoy de regreso mi mansión golpeo el volante de mi auto nunca pensé que, por primera vez en mucho tiempo tengo afinidad mutua con un heredero o heredera la única vez fue con mi hermana menor mejor vuelvo a mi empresa todos se extrañarán sino estoy a parte le tengo que enviar una carta a esos sabios me tienen loco por esa información.
Respiro profundamente cerrando mis ojos la muerte de mi hermana me atormenta hasta la actualidad no quisiera que nadie pasará por eso no tengo otra opción que tomar una decisión que afectará mi relación con el alto clero.
👉🏻Texto corregido, por fallas de la app encontrarán una parte del texto descentralizado en áreas no correspondientes dado qué trato de corregirlo pero no me lo permite.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro