Capítulo 1: Comienzo del Misterio

Ella camino poco a poco en un valle de flores, el viento hace bailar mi pelo dorado mientras va arrancando las pequeñas azucenas al llamarle la atención sus colores además de su olor en lugar hacía frío caía pequeños copos de nieve el sol se ocultó no sabía a donde ir divisó a lo lejos un pequeño castillo los copos de nieve adornaron su adorable pelo rubio y con su pequeño tamaño empujo la gran puerta de madera de la helada noche todo era oscuro.

Sin embargo, al poco tiempo se prendió el fuego de la chimenea junto con el de las velas que iluminan una escalera de piedra curiosa corrió en estas para llegar al final, estas se elevaron para llevarla a una pequeña sala donde se hallaba una mujer de cabello color platino vestida de una manera muy extraña sentada en un pequeño sofá recitando versos románticos en otro idioma.

—¿Quién eres tú?— pregunto sin rodeos al verla esta frunció su ceja sonriendo por su arrogancia digna de ver.
—Soy quién te guiará al futuro—.
—No entiendo—.
— Pronto entenderás—añadió—pero nunca olvides mi nombre lo necesitarás a su tiempo.
-—¿Cuál señorita?—. Respondió acercándose un poco a donde estaba con la intención de tocar su cabellera pues dudaba si era real.
— Cósmica de Da Vinci—camino hacia la niña para ojear su rostro inocente y darle una bendición—adiós pequeña.
—¡Oye! espera no te vayas.

Al despertar fue emocionada a buscar a su madre a la cocina para contarle sus sueños como siempre a veces tiene por idea esta es una hechicera como en los cuentos que siempre lee para ella.

—Mami, mami, mami.
—¿Qué pasa Corín?—

Responde su mama con cierta curiosidad al ver a la niña con mucha energía más de lo común debido a que ella no es de levantarse temprano.

— Mami tuve un sueño extraño.
— ¿Cómo era hija?

— Soñé que estaba con una chica grande en un jardín donde caía mucha nieve era de noche pues vi la luna grande y redonda—añadió—. Me contó que era la última hereda de dos mundos por ser un familiar descendiente de su familia para gobernar un...— Corín arruga su cara luego de cerrar sus ojos para recordar—¿Creo que un tal Saiz?

Por nerviosismo su madre se ahoga con su taza de café expreso cuando escucho semejante cosa pidió a Corín que relatará la historia de nuevo.

— Ella ¿por casualidad no te dio un nombre Corín?—trato de decirlo lo más relajada posible para no levantar sospechas la niña rueda los ojos para recordar una vez más su sueño para poder responder la pregunta de su madre.

— Ah sí me lo dio.
— ¿Cuál es?
— Cósmica.

Leila toma otro trago de café como si fuera agua tratando de aceptar lo que pasa no pensaba que fuera tan pronto lo que está a punto de ocurrir es que simplemente no era un buen momento, caminando alrededor de su hija.

— ¡Corín! ¿Dime? ella es una chica de piel blanca como la leche, ojos cristalinos azules, cabello gris oscuro y usa un vestido morado.

La niña se sorprendió cuando Leila dio una descripción exacta de la mujer que vio mientras dormía.

— Si mami ¿cómo lo sabes?
— Porque...— Ella vio a su esposo caminar hacia ambas haciéndole una seña de ayúdame la cargó para cambiarla.

Esta deja sacar todo el aire contenido en su interior luego que Corín se va al jardín de infancia su cónyuge se acerca para hablar con esta.

— ¿Querida que ocurre? Estas actuando extraño.
— Corín casi se entera que soy sacerdotisa Solomon y soñó con quien temía.
— Leila amor ¿cuándo le diremos? A nuestra pequeña que es última heredera legítima de los dos mundos y descendiente de los Da Vinci.
— Solomon por enésima vez se lo diremos cuando crezca.
— Pero cariño Cósmica ya está haciendo de las suyas y a través de ella podría hacer que Corín se entere poco a poco al igual que Matías.
— ¡Ash sí! Ese estúpido inmortal, solo espero que Corín no se dé cuenta.
— Leila cariño vuestra hija no siempre va tener cinco años.
— Lo sé mi cielo, voy a ver a Milán.

Cuando esta se dirige junto a Solomon a la biblioteca durante unos minutos antes de ver al bebé siente una presión en su cabeza mientras se sostiene de la mesa dándole tiempo a su esposo de llegar a ella antes de desmayarse la toma entre sus brazos al mismo tiempo dice nerviosa:

《Matías y Corín se encontrarán en Saiz, dentro de diez años》

— ¿Cómo puede ser posible? En tan poco tiempo.
— No lo sé mi visión no revelo muchos detalles.
— Supongo que no podemos burlarnos de su destino.

👉🏻Texto corregido, fallas pequeñas como una parte del texto se centra o se alinea a la izquierda y viceversa en provienen de fallas de la app muchas veces he tratado de corregirlo pero los cambios rebotan.