(Hoy en el auto escuché una canción que me llevó a escribir esto... no sé si tiene algún sentido... pero me gusta)

Llámame loco, por caminar por los pasillos como alma en pena en medio de la noche, tocando lo que tocaste, recordando donde estuviste.

Llámame loco, por aspirar el aire vacío de tu ausencia, imaginando tu aroma como si se hubiera quedado impregnado en mis fosas nasales.

Llámame loco, por acostarme sobre el lecho en el que dormías y acariciarlo mientras te imagino allí, sonriente y tibia, regalándome una mirada.

Llámame loco, por buscar la textura de tu pelo entre mis dedos, por ahogar mi respiración en la almohada intentando encontrar vestigios de tu presencia en mí.

Entraste y saliste, no fuimos nada... sé que todo sucedió solo en mi mente, sin tu permiso, sin tu conocimiento si quiera, porque fui cobarde y no me animé a hablarte de las estrellas que encendías en mis noches. Llámame loco, o llámame tonto...

Llámame loco, por repasar escenas en mi mente a tal punto de no saber cuales fueron reales y cuales me las inventé yo...

Llámame loco, por estar aquí escribiendo esto mientras tus ojos lloran por otro y tus pensamientos vagan en él. Llámalo loco, por no ver lo que tiene en frente mientras otros como yo, mueren por ti.

Me pregunto si acaso me has visto, si te has dado cuenta que sigo aquí, fantaseando con tu risa, imaginando que seco tus lágrimas, soñando con tus labios posados en los míos. Llámame loco, llámame iluso.

Llámame loco por quemarme de deseo, por imaginar las curvas que escondes bajo tu ropa, por cerrar mis ojos y navegar en ti sin tu permiso.

Llámame loco por soñar contigo, por quererte tanto, por imaginar un mundo hecho solo de ti y de mi.

Llámame loco, por amarte tanto, porque nadie cuerdo, te amará así.