Era un día lluvioso. El cielo se había oscurecido hasta convertirse en una mancha oscura y terrible, envuelta por las brumosas gotas de lluvia que cernían sobre las figuras de un grupo de personas muy reducido en un cementerio local de Berlit. De esas figuras resaltaba la faz de una aturdida Charlie, a su lado, la pequeña Molly lloraba mientras pedía a los hombres alrededor que no enterraran a su padre.

Extraoficialmente, el agente llamado RadioDemon había perecido en el cumplimiento del deber, obligando a desaparecer de los registros todo atisbo de su existencia o participación en el servicio de inteligencia Westalis, No obstante, dado su reciente registro matrimonial y la incapacidad de desligar su recuerdo de su familia, se le realizo un sepelio reducido a nombre de Alastor Gallow, en el que participaron muy pocas personas.

Desde la distancia, un envejecido y cansado Husk veía todo sin decir una sola palabra, en un par de oportunidades había intentado decirle palabras de aliento, pero en algún punto había desistido, dejando a la mujer y a la niña observar con amarga pena como el cuerpo del espía era enterrado en el cementerio sin mayor tiempo para las despedidas.

Una vez fue colocada la lápida, Charlie se quedó con Molly en brazos. La lluvia había parado en el cielo, pero había toda una tormenta amarga en el corazón de Charlie. La culpa la golpeaba con fuerza y sin misericordia, recordándole a cada momento que Alastor se encontraba muerto gracias a su debilidad y sus mentiras.

—Charlotte Morningstar.

Como pudo, la asesina alzo la vista viendo frente a ella a la directora de la delegación encubierta de la WISE en Ostania.

—Usted es...

Rosie fumaba en ese momento. Su rostro iba exclusivamente a la lápida que denotaba un nombre que claramente no era verdadero, pero que su querido amigo había aceptado como suyo luego de tantos años separado de su real identidad.

—The princess of Hell —habló, en su tono había dureza, y de inmediato, todo rastro de aturdimiento desapareció de Charlie—... no sé cómo lo hiciste, pero

—¿Q-Que quiere decir? —pregunto, sintiendo su pecho atascado ante la posibilidad que veía expresarse ante sus ojos.

—Molly Gallow fue adaptada por RadioDemon con el único propósito de ejecutar la operación Strix. Una vez concluida por su fallecimiento, su destino es ser reubicada con una nueva familia que la acoja temporal o permanentemente —indico.

—¡Pero yo soy su madre ahora! —reclamo. En cambio, Rosie fue más severa con que dijo a continuación.

—¿Tu? ¿Qué puede ofrecer para ella una asesina a sueldo? —espeto—. Solo te mantuvimos el tiempo necesario por la memoria de RadioDemon, ya todo eso ha terminado, así que, si aprecias tu vida, tu...

Pero contrario a lo que espero, en lugar de cualquier signo de violencia Charlie solo esbozo una terrible expresión que helo por completo el cuerpo de Rosie.

—Si te atreves a poner un solo dedo encima de hija, juro que no importara lo que hayas significado para Alastor, yo te matare con mis propias manos —amenazo cubriendo a Molly con su cuerpo.

La mujer de cabellos castaños veía a Charlie con una mueca acida y enfurecida, pero aun con eso, Charlie no se amedrento ni vacilo.

—Solo por la memoria de Alastor, dejare que conserves a la niña. Pero a la más mínima oportunidad de traición, no dudaremos en tomar cartas en el asunto —advirtió.

Y con eso, dejaron solas a madre e hija que veían la lápida fría de Alastor frente a ellas.

Para ese momento, Molly se había quedado dormida, exhausta por las fuertes emociones que había estado viviendo durante todo ese día. La asesina sabía que no podía quedarse más tiempo por muy destrozada que se encontrara, su pequeña hija la necesitaba más en ese momento.

Así que regresaron a casa, a aquel lugar donde habían comenzado a vivir en cuanto se convirtieron en "esposos". Todavía estaban los signos de la lucha cuando secuestraron a Molly, habían pasado tantos días fuera que nadie había venido a arreglar el desastre.

Como pudo devolvió la habitación de Molly a un estado decente para acostarla mientras ella limpiaba el resto de la residencia.

Como fácilmente habían sido atacados en ese lugar, era indispensable buscar otro lugar donde vivir en el menor tiempo posible. Charlie sabía que no sería fácil, mientras no pudiera solicitar apoyo a The Garden, tendría que arreglar todos los detalles bajo su identidad civil. Quizás podría pedirle ayuda a Vaggie o a Ángel, pero tampoco quería preocuparlos luego de años sin contactarlos.

—Auch.

Estuvo tan inmersa en sus pensamientos que no se percató cuanto tomo el vidrio con sus manos desnudas. Viendo su herida sangrante, recordó los momentos en los que su torpeza le hacía tropezar o cortarse mientras picaba los ingredientes de la cena. En cada uno de esos momentos, Alastor aparecía ante ella con un botiquín de primeros auxilios, curando sus heridas por muy pequeñas que fuera, y riendo levemente con ella mientras la acompañaba cariñosamente en el resto de sus actividades.

Ahora que finalmente estaba sola, el peso de su ausencia se hacía más fuerte, ahogándole el pecho y resquebrajando su corazón. En ese momento, no importaba cuanto lo extrañara, cuanto deseara que fuera una vil pesadilla, la realidad la golpeaba con dureza y le recordaba que su amado Alastor ya no estaría a su lado nunca más.

Llorando amargamente, se refugió entre sus manos mientras estaba hecha un ovillo en el suelo. ¿Por qué la había dejado? ¿Por qué se había sacrificado por ella? No había necesidad de salvar su asquerosa vida, ella que fácilmente le había traicionado ocultando su pasado por tanto tiempo, a pesar de que él había sido sincero con sus intenciones y el claro amor que tenía por ella ¿Qué es lo que había hecho al final para corresponder ese amor?

—Mama...

Charlie jadeo asustada al escuchar la voz de su hija a espaldas de ella. Recomponiéndose como podía, trato de limpiarse las lágrimas e intentar poner una cara de afabilidad mientras recibía a su hija. En un profundo silencio, Molly se acercó a ella con pasos temerosos, ocultando su rostro.

—¿Q-Que sucede Molly? ¿No podías dormir? —le pregunto, pudiendo entender un poco si la pequeña se hubiera despertado en medio de la noche. De la nada, noto como la nariz de la niña sangraba, comenzando a manchar su mano y ropa hasta que cayó desplomada entre sus brazos— ¡Molly por dios! —la atrapo, verificando su rostro y viendo signos de alguna enfermedad visible.

Con desespero, la llevo corriendo en medio de la noche mientras pensaba en las posibles causas de sangrado en niños pequeños. En poco tiempo llego al hospital donde los médicos la atendieron de inmediato.

—Fue una ruptura de algunos vasos sanguíneos en la sección de la nariz. Tal parece, que por una continua presión que puede ser producida a causa de una alta dosis de estrés y siendo ella tan pequeña, es natural que su cuerpo reaccionase de ese modo —explico —, ¿Conoce alguna causa de estrés que pueda estar afectándola? ¿La escuela? ¿Algún tipo de acoso escolar? —pregunto.

Para Charlie la causa era más que clara. Antes de que siquiera pudiera anunciarse la muerte de Alastor, la pequeña sabía de antemano, rompiendo a llorar de forma desesperada e inquietante, fue muy difícil lograr calmarla ya que la muerte de Alastor la había afectado demasiado.

—Mi esposo falleció hace apenas unos días —apenas logro explicar, apretando fuertemente las manos.

—Es lamentable escuchar eso —comentó el doctor con faz comprensiva—, de modo que la causa puede ser atribuida a todo el estrés que está pasando en esta situación. ¿Ha sido la primera vez que tiene un evento como este?

—S-Si, ha tenido fiebre o resfriados en otros momentos, pero nada grave —comento vagamente.

Y entonces recordó que, durante los últimos dos años, Alastor siempre había sido el principal encargado de los malestares de la niña dada su incapacidad. Ahora que estaban ellas dos solas ¿sería capaz de ayudarla de nuevo? ¿Acaso perdería la cabeza y sería incapaz de cuidar su salud ahora que Alastor no estaba de su lado?

El medico entendiendo por lo que podría estar pasando, la invito a descansar un poco y pasar en un momento donde Molly que seguía aun dormida en la camilla de emergencias.

La asesina se sentó a escasos metros de la pequeña, viéndola con su rostro pálido y las mejillas con rastros de lágrimas. Toda esa imagen lastimaba el corazón de una aturdida y dolorida Charlie, quien no sabía ni como darle la cara a su propia hija. Aunque había trato de estar muy pendiente de ella, parecía que sinceramente no era suficiente. Había tratado de ser fuerte, de no mostrar sus emociones frente a ella y aparentar que nada pasaba, pero a final de cuentas, Charlie era incapaz de dar la talla. Incluso cuando Alastor nunca fue el padre biológico de Molly, pudo tratar fácilmente con ella, entendiendo gran parte de todos sus sentimientos y necesidades. En cambio, ella ¿Qué estaba haciendo por su hija?

—Mama...

—¡Molly! —observo como la pequeña abría lentamente los ojos, al mismo tiempo ella intentaba incorporarse a pesar de que parecía tener dificultad para hacerlo—. Molly, está bien, puedes descansar. Estamos en el doctor, él dijo que con un poco de reposo estarías bien —comento, volviendo nuevamente a su papel de madre perfecta.

Pero, aunque estaba tratando de controlar sus emociones lo que más podía, eso no hizo que Molly evitara tomar su mano.

—Mama —la llamó de nuevo, esta vez con tono más lastimero—Lo siento...

La niña comenzó a llorar, sollozando con fuerza mientras se abrazaba a su madre y se disculpaba con ella. De acuerdo con sus palabras, era su culpa que su padre hubiera muerto por ir a rescatarla. Y sintiendo como su alma se rompía en mil pedazos, solo le quedo abrazar el diminuto cuerpo y sostenerlo contra sí, como el único apoyo que podía darle en ese momento.

—No fue tu culpa —le susurraba, abrazándola con fuerza y llorando también a su lado.

Ella tenía toda la culpa de todo, si Charlie lo hubiera escuchado y dejado ir solo desde el principio, quizás hubiera encontrado una vía de recuperar a Molly sin verse atacado, quizás podría haberse llevado el secreto de ser una asesina a la tumba y jamás, y de este modo sus últimos momentos no hubieran sido desagradables. Porque al final del día, Alastor murió con resentimiento hacia ella y Charlie no sabía cómo podría seguir viviendo con eso por el resto de su vida.

¡Hola! Ayer subi el capitulo anterior de este fic sin notificar ni avisar nada, estaba demasiado cansada y extremedamente loca porque me vi la pelicula de Macross Delta, y mi corazon termino destrozado. De modo que quedo perfecto, ya que este capítulo es lagrimas puras. Es lo que hubiera pasado despues, si Alastor hubiera muerto cuando protegía a Charlie. Es bien triste todo, pero al menos desahogue mi tristeza por el final de la pelicula, espero les haya gustado.