Siempre Camila había sido popular con los chicos y más si eran de años mayores cosa que me llegaba a preocupar. No era que no me gustaba verla con chicos sino que... No lo sé bien. Es algo difícil de explicar.
Ese día llegué tarde al instituto y algunas chicas del club de baloncesto me esperaban afuera como siempre, todas hablaban y reían. No me concideraba popular simplemente era una jugadora más de baloncesto.

-Hey, Lauren. Vienes tarde -decía Julia mientras reía.

-Tenía sueño pesado.

-¿Eres amiga de Camila Cabello, verdad? -asentí con duda. La chica señaló a mis espaldas y ahí estaba la morena -. Ella y Shawn hacen bonita pareja.

No. Algo dentro de mí no estaba bien al escuchar esas palabras. No eran bonita pareja, eran una pareja normal con cualquiera ¿no? Una pareja sin nada en especial. Shawn popular y Camila hermosa y tierna... Tierna y linda. Mis pensamientos me estaban matando.

-Es genial saber que eres amiga de Camila -se refieren a que yo no soy nada sin ella -, digo, ella es perfecta y tu igual.

No, las últimas palabras no salieron muy sinceras de su boca. Camila era la popular y yo era la chica ruda que cuidaba de ella.
La morena me observó a lo lejos y me saludo dándome una sonrisa dulce. Entonces me despedí de las demás y camine hacia la cancha de baloncesto. No quería entrar a la primera clase. Me sentía diferente ese día y no complendia el porque.

Al llegar me senté en las primeras gradas y saque mi móvil para tratar de jugar o ver mis redes sociales. Las palabras de las chicas me dejaron en que pensar. Camila claro que era perfecta y popular. Shawn solo era... Shawn.
En un momento a otro sentí unas suaves manos tapar mis ojos y sonreí. Por que su perfume dulce la delataban. Era Camila.

-¿Quién soy?

-Eres Camila...

Ella se río y sacó sus manos. Su sonrisa era dulce, esa sonrisa llegaba a transmitir alegría.

-Eso no se vale, siempre ganas.

-Tu perfume te delata, Camz- se sentó a mi lado -, debes estar en clases.

-Tú también.

Sonreí y me flote las sienes ella siempre tenía la razón. Un silencio nos invadió. No era uno incómodo sino más bien una normal, ella leía su libro y yo miraba mi móvil. Al estar cerca de Camila se sentía una tranquilidad y a la vez un nerviosismo por el siguiente movimiento que daría, seguramente en el instituto no sería capaz de hacer algunos de su ensayos conmigo. Supongo.
Al cabo de unos minutos Lucy se acercó a nosotras y me sonrió tontamente. Tan linda como siempre.

-Pensé que estarías en clases-se acercó y me dio un pequeño beso.

-No estaba de humor -me encogi de hombros.

-¿Te sientes mal?

-Nop, simplemente no quiero estar en esa clase aburrida.

Mire a Camila la cual no había levanto su mirada del libro. Ella estaba ajena a la presencia de Lucy y eso lo noto la misma Lucy.

-¿Iremos el viernes a mi casa? -mis mejillas se tornaron carmesí. No me lo esperaba.

-Ya lo habíamos hablado, Lucy.

Ella puso cara triste y suspiro con resignación.

-Es verdad.

-Si Lauren no quiere ir rápido -comenzó a decir Camila sin levantar su mirada -seguramente está preparándose para ese momento especial.

Tragame tierra. Camila era directa. Esa era una de sus estilos que le agradaba de ella. Te decía las cosas como son. Lucy se ruborizo y sonrió nerviosamente.

-Oh, eso suena bien.

Camila me dio una breve mirada. Sonrió con malicia y con complicidad. Esto no pintaba nada bien.
Paso su lengua por su dedo para luego pasar página, esa acción la hizo en cámara lenta o quizá yo lo vi así. Su sonrisa mataba a cualquiera <<Deja de ver sus labios Lauren por dios>> me regañe mentalmente.

Luego del entrenamiento de baloncesto me metía a las duchas, esta lo hacía cuando nadie quedaba en las mismas. Me gustaba estar a solas y tomarme el tiempo posible para ducharme y sacar todo el sudor.
Comencé a desnudarme, no sin antes estar segura de que todas se habían ido. Me metí a la ducha y deje que el agua se deslizarse por mi cuerpo, el agua estaba fría y era delicioso sentirla así.
A mi mente vino el beso de Camila y luego del de Lucy, ambos eran muy distintos. Ambos eran con diferentes sabores. No debería de pensar en Camila, ella es solo una amiga.

-¿En que piensas?

-En... Ca... -doy un salto al notarla a mis espaldas.

Camila estaba riendo a carcajadas. Le divertía que casi me daba un infarto.

-Dios, Camz, casi me matas.

-Pero no pasó -se quito la toalla y entró a la ducha junto a mí -, tengo calor.

Quizá estaba dormida en mi cama y estaba soñando o de verdad estaba viendo el cuerpo desnudo de Camila. Dios, su piel era morena y linda, claro que no era primera vez que la veía así, a diferencia que solo la había visto sin camisa y esta vez estaba sin nada de ropa.

-Cami... Camila... Camz -<<Habla bien estupida>>.

-Tengo calor Laur, además la ducha es de todas del instituto ¿no?

Tragame tierra y eacupeme cerca del mar lejos de estaba mujer que parece el mismísimo infierno <<No pienses así de tu mejor amiga, Lauren Jauregui >> pensé.
Camila comenzó a tallarse el cuerpo con jabón y sentía nervioso por que alguien podía encontrarnos así.

-Laur, ayúdame con la espalda -mujer de dios. Camila estaba por matarme -, hazlo como lo hacíamos desde pequeñas.

Piensa en Lucy, Lauren. Ella es tu novia y la única que debe estar en tus pensamientos. Que diablos digo, Camila es como una hermana para mí. No tiene nada de malo que le ayude, esto lo hacía cuando éramos pequeñas. Cogí el jabón y se lo pase por toda su morena espalda, no podía concentrarme por que Camila de la boca de Camila salían sonidos extraños. Muchos.

-Te ayudó yo ahora -me dio la vuelta rápido y con agilidad me acerco a su cuerpo -, comienza el ensayo para tu primera vez con Lucy.

No, sabía, yo sabía que este juego seguiría. Sus pechos estaban muy cerca de mi espalda y pude sentir sus pesones. Esto estaba mal.

-Camz no hagas esto.

-Vamos, Lolo, solo es un ensayo -su mano bajo a mi abdomen -, esto lo harás con Lucy.

Esto esta mal, muy bien. Me sentía muy mal al hacer esto y más si yo dejaba que Camila me lo hiciese. Camila bajo su mano y se acerco peligrosamente a mi centro, que estaba húmedo, no precisamente la humedad era del agua.

-Camz, no... Por favor... Yo...

Ella sonrió y suspiro cerca de mi cuello. Esto estaba más que falta. No podía ser posible. No con ella. Yo... No sabía que hacer.

-Lauren, Lolo -la escuchaba decir entre gemidos -. Lauren... Lolo... ¡Lauren, por dios¡

En ese instante desperté con la respiración acelerada. Genial, fue un sueño, un sueño extraño y húmedo. Un sueño húmedo con mi mejor amiga.
Escuche una risilla de parte de la morena. La mire y caí en cuenta que mi cabeza estaba sobre sus piernas. Me había quedado dormido.

-Oh, Camz, no, no lo hagas... Por favor -imitaba mi voz tan idiotamente.

-Cállate.

Me levanté de sus piernas y flote mis ojos mientras abostezaba.

-Quisiera saber con que soñabas -se reía sin control. Ella me tenía mal-, eres muy divertida, Laur.

Me sentía tan estúpida al soñar eso y más con ella al lado. Esto me llegaría a matar en algún momento. Los consejos de Camila comenzaban a tomar un nivel muy alto. Totalmente fatal.