Dos semanas más tarde.

Dos semanas habían pasado de toda esa pesadilla, no podía ver normal a Camila luego de enterarme que ella no dejaba de ver a Shawn, el idiota que la obliga a tener sexo. Ese tipo era un maldito animal.
Mentiría si digo que me sentía bien sin verla pero estaba evitandola ya que me daba rabia que ella no se diera cuenta que lo que dejaba que le hiciera ese idiota estaba bien. Era algo patético.
Trate de volver con Lucy pero ella me dijo que saliéramos y en algunos días veríamos si podíamos volver. Quería olvidar todo y así salir con Lucy, no hablaba con Camila más de tres o más días.

-¿Que piensas de eso? -sonreí como tonta, no había prestado atención a nada -. Vamos Laur, solo pasas con nosotros unos pocos días y ni así pones atención a mi conversación.

Era verdad, apenas y miraba a mi familia, vivía sola (mi madre se había mudado con su nuevo novio que no me agradaba para nada) mi padre era el único que me apoyaba en todos mis sueños.

-Lo siento papá, sólo que... Me siento algo distraída.

-Vaya que lo noto-sonrió y bebió de su copa de vino tinto-, cosas del instituto, me imagino.

-¿Eres feliz papá?

Él suspiro y me miro con seriedad.

-Ser feliz es solo un momento, no siempre se puede ser feliz -sonrió -. Feliz es cuando despierta un día y te das cuenta que haz hecho lo que tú tanto soñabas. La vida es una y debes arriesgarte, Laur.

Mi padre siempre tenía las palabras y los consejos indicados para cada pregunta que le hacía, amaba demasiado a mi padre.

Toda la tarde estuve pensando en lo que me había aconsejado mi viejo padre. Era cierto que en la vida estamos de paso y que debía arriesgar todo para cumplir mis metas. Mi única meta era salir de la duda que comencé a tener desde que conocía a Camila Cabello.
Ese día fui al instituto, en la entrada me encontré a Camila junto al idiota de Shawn, pero había alguien más; Lucy estaba con ellos. Vaya lío. Me acerque, ya que Lucy me saludo, me sentía tan imcomoda que no sabía donde esconderme.

-Estábamos diciendo que en estas vacaciones que vienen podemos ir a la cabaña de mi familia -dijo Lucy con tanta emoción -. Digo, Camila es tu mejor amiga y ella no pude dejar solo a su novio.

Novio que es un estúpido que puede tratar bien a una chica. Camila me dio una débil sonrisa y asintió. Shawn, por otra parte, la abrazaba con posesión, la agarraba como si ella fuera una cosa y él era el mayor dueño de la misma. Idiota de mierda.

-Es obvio que iras, Jauregui, ya que va Camila -dijo Shawn con un estúpida sonrisa -, ustedes se llevan bien y además pasan demasiado tiempo juntas.

-Cállate, Shawn -lo reprendió Camila.

-Sí, iré. Si va Lucy, claro que iré.

El sembrante de Camila cambió a uno tenso y un poco... ¿Triste? No lo podía creer, era obvio que ese comentario a ella no le lastima a para nada, ella era "feliz" con esa farsa de novio.

-Perfecto, entonces es una doble cita -dijo emocionada y me dio un pequeño beso en la mejilla -, el viernes saldríamos para la cabaña, esto estará genial.

Si Camila quería estar con ese idiota por que yo no puedo estar con alguien más, obligarla a que lo deje no puedo, lo intente pero ella no quiere. Sugun ella Shawn la ayuda a darse cuenta la peor personas que son ambos; ella y Shawn. Odiaba que tuviera esa mentalidad, me odiaba a mi misma por no poder hacer nada. Me odiaba demasiado.
La mañana de clases terminó y todos se fueron a sus casas, ya no solía esperar a Camila para irnos juntas, ahora esperaba a Lucy para dejarla en su casa. Vaya cambio de mierda en mi vida. Me odio completamente.