Cap 9
La casa de Raquel está llena de personas —. Creí que solo era una pequeña fiesta. —le digo a la castaña.
—Eso era. —dice un poco alterada.
A lo lejos veo a Ares y sus amigos bailando y bebiendo —. Seguro se enteraron que Ares vendría.
—Eh Raquel, la fiesta está muy buena. —le dice un tipo que jamás había visto en mi vida.
—¿Lo conoces?
—No. —se apresura a contestar.
Dani aparece de entre la multitud y baila junto a nosotras —. ¡Viva la fiesta! —grita.
—¿Ya estás ebria?
—Le tienes miedo al exito. —ella no para de bailar. Gregory se acerca y nos da un vaso a mi y a Raquel.
—A beber señoritas. —comenzo a bailar junto a nosotras.
Le dí un sorbito e hice una mueca —. ¿Vodka?
Gregory asiente —. Sep.
Le di otro sorbo, me empujaron el vaso y acabe bebiendo todo el contenido de un trago, tosi.
—¡Fondo! —grita Dani y jala a Raquel para que baile con ella.
Gregory me rodea, se coloco detrás mío y comenzamos a bailar.
(***)
Ahora estoy jugando con Marco con una pelotita de ping pong y vasos de vodka, ya conseguí que Marco se quitará la camiseta y los pantalones, el recién logro que me quitará la playera y los zapatos, está diez veces más borracho que yo.
Yo no sé porque, pero me estoy riendo de algo.
De pronto comenzamos a escuchar estruendos —. ¡Paren! —escuche la voz de Raquel a lo lejos.
Me acerque/tambalee hacía ella y ví a unos chicos que se tambalean por el lugar y habían roto un jarrón.
Como si fuera una señal todos comenzaron a romper cosas.
Ares llegó a mi lado —. ¿Que hacemos?
—Llamare a mi hermano. —dice y lo veo alejarse.
Después de unos segundos que varios de nosotros logramos hacer que pararan de romper cosas Artemis llegó, lo supimos cuando la luz de la casa de fue.
Alguien lo alumbró con una linterna —. Uno...
No faltó que siguiera contando, todos salieron despavoridos de la casa. Incluyendo a nuestros amigos.
Raquel suspiro —. Solo rompieron un par de marcos de fotos, tengo más guardados. —miro a Ares —. ¿Me acompañas por ellos?
El pelinegro asiente y los vemos desaparecer —. ¿Por qué no usas playera?
Mire a Artemis y luego mi pecho, me reí al ver que solo usaba mi brasier color negro de encaje, parecía más un Top atrevido.
—Marco... —murmure divertida.
Su ceño se frunció, busque con la mirada mi camisa pero no la encontré por ningún lado.
—Debo ir a dormir. —bostece, intenté salir pero me sujetó del brazo.
—Estas muy ebria. —susurro, se quitó el saco y me ayudó a meter las manos en el.
Me cargo como costal de papas y le di una nalgada —. Que linda vista. —mis palabras se escuchan muy arrastradas.
Suspiró —. Te llevaré a casa.
—No... Casa... No, Adham... Molesto. —comence a quedarme dormida.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro