—Por fin llegas linda —me riño Amelia , la ama de llaves, resiviendome

—Me eh entretenido Lía— me justifico sonriendo, Amelia no solo es la ama de llaves, también fue mi niñera, desde que tengo memoria, ella me crío junto a otros empleados de la casa pero principalmente ella.

—Tu madre no tarda en llegar linda, tus hermanos ya se encuentran en el comedor— avisa.

—De acuerdo Lía— asentí para luego caminar hacia el comedor.

—Hola Mocosos. —sonrei saludando a mis hermanos Ciara y Ciarán.

—Hola TN —me saludaron ambos al unísono

Gemelos...

—¿Adham no a llegado a un? —Pregunte mirándolos

—No. —respondieron ellos.

Adham es nuestro hermano mayor, el es muy reservado, pero cuando se trata de nosotros el es muy abierto, pero también es muy irresponsable así que básicamente yo soy la mayor.

— ¿Que tal las cosas con los Hidalgo TN? —cuestiono Ciara dejando de lado, la figura de un dinosaurio color morado que hacía con masita de Play-Do.

—Pues bien. —uno casi me causo un orgasmo.

El ruido de la puerta rechinando llamo nuestra atención y se comenzaron a escuchar murmullos y pasos acercándose a la cocina

—Hola preciosos —nos saludo mamá llegando hacia nosotros dándonos un beso en la frente a todos

—Hola ma. —la saludamos los tres al unísono.

—¿Y su hermano?— cuestionó mirándonos espectante

—Quiza este en casa del vecino— comenta Ciara

—A si, se han echo muy buenos amigos —se le une esta vez Ciarán

—TN, por favor, podrías ir a ver si Adham esta con el vecino. —pidio mi madre a modo de cansancio y suplica

—Ok . —musite en un tono de resignación

Al salir de la casa el aire frío golpeó mi parte intima aún desnuda

Casi lo olvidaba

Camíne hacia la casa de los vecinos y una vez ahí toque el timbre, unos minutos después un chico abrió la puerta

—Hola, disculpa la molestia, pero... quería saber si mi hermano está en su casa. —cuestione sonriendo un poco apenada al chico.

Es muy guapo.

¿Como era que se llamaba?

—Si, tranquila no es una molestia, el está aquí. —afirmo sonriendo

—¿Podrias hablarle? Mamá nos espera para la cena.

—Claro. —hizo un gesto extraño con los hombros, para después gritar -¡ADHAM, TU HERMANA VINO A BUSCARTE!

Casi al instante mi hermano bajo corriendo del segundo piso

—Muchas gracias. —sonrei mirando al chico

—No hay de que, soy Álex por cierto. —se presento alzando su mano

—TN, es un placer. —me presente estrachando su mano y mi hermano nos separo caminando entre nuestras manos

—Gracias por la invitación Álex. —agradecio mi hermano abrazándome por los hombros

—No hay de que, hasta luego. —se despidió mirando a mi hermano

—Hasta luego. —nos despedimos ambos al unísono, para después caminar hacia la casa

—Hola Hijo. —saludo mi mamá dándole un beso en la frente a Adham

—Hola ma. —la saluda.

—Bueno, ahora que todos mis hijos están aquí, vamos a cenar. —pidio mamá sonriendo

Sin mas todos nos sentamos y Amelia sirvió la cena

—¿Que tal los negocios ma? —cuestiono
Adham

—Muy bien hijo, hoy acabo de cerrar un trato muy portante y mi socio vendrá mañana a desayunar

—Me alegro mucho por ti madre. —admiti sonriendo

La cena transcurrió con tranquilidad, me gusta mucho pasar tiempo con mi familia, no somos muy unidos pero tampoco estamos separados, eso me gusta.

Cuando ya me encontraba en mi habitación coloque un bote abajo de la regadera y abrí la llave, en lo que el agua se calentaba y yo buscaba mi ropa, cuando ya iba a entrar a la regadera quite el bote el cual ya estaba un poco lleno y comencé a tallar mi cabeza con shampoo hasta que un recuerdo llegó a mi mente

—Eso es por mi nariz.

Maldito tipo engreído.

...

Idiota

Artemis Hidalgo casi me hizo un orgasmo con su mano, ¿Cuántas chicas matarían por algo asi?

Sin mas deje ir mis pensamientos y terminé de bañarme, para luego salir y ponerme una pijama con gatitos, yo duermo sin ropa interior, es sumamente cómodo, sin más apague las luces y me acosté a dormir

Al día siguiente...

Escuchaba bullicio en la parte de abajo de mi casa lo cual hizo que me despertara

AAAGH

Me asome a ver mi teléfono para ver qué hora era

7:25, AGH no puede ser es muy temprano

Sin mas remedio baje a ver el por qué de tanto escándalo.

—Buenos días TN. —me saludo Adham pasando a mi lado

—No tienen nada de buenos. —gruñi refiriendo me a su grosera manera de despertarme

—Ven nos esperan para desayunar. —anuncio comenzando a caminar al comedor y yo lo seguí.

Al llegar ahí estaban el Sr. Juan Hidalgo y Artemis

Mierda... El desayuno de mamá

Y estoy en pijama, bueno eso en realidad no me importa.

Carajo

Sin mas me senté entre Ciara y Ciarán

Quedando justo enfrente de Artemis

—¿TN? —me nombro el Sr Juan sorprendido

—Buenos días. —le respondí sonriendo

—No tenía idea de que fueras hija de Laura Montes

—Es que muy pocos lo saben. —aclaro Ciara

—No nos gusta presumir nuestro apellido. —se le unió esta vez Ciarán dejando un silencio abrupto

Ahí pequeño Ciarán les dices a los que casi, casi alguien pasa a lado de ellos y les dicen que son un Hidalgo.

Mi mamá apareció rompiendo el silencio

—Buenos días, muchas gracias por venir

—Buenos días, gracias por la invitación. —Dijo y sin más mi madre se sentó, y Amelia y otras chicas comenzaron a servir el desayuno

—Digame Sr. Hidalgo tiene más hijos. —Pregunto mi madre muy atenta

—Por favor dígame Juan, y si tengo dos hijos más

—Su hijo Ares es novio de Raquel, ma. —le explique sonriendo

—Vaya que pequeño es el mundo. —comento mi madre

—¿Y usted tiene más hijos?

—No, solo somos nosotros. —respondio Adham tajante.

De la nada quite mi atención de ellos y me centre en Artemis el cual me miraba con firmeza, del bolso de su saco salía un pequeño pañuelo

Es imposible

El notó que había visto el pequeño pañuelo en su bolsillo y lo saco discretamente dejándome verlo

¿Esa es la tela de mis braguitas?

Mi hermano hablo llamando nuestra atención

—Y dígame Sr.Artemis usted tiene hijos. —cuestiono y yo mordí mi labio para evitar reírme, pero el Sr. Juan si lo hizo, dándome confianza para igualmente hacerlo

—No, no tengo hijos apenas tengo 23. —respondio en un tono serio y molesto y el Sr Juan dejo de reír al igual que yo

—Bueno desayunemos. —mi madre interrumpió el momento y así lo hicimos .

—Muchas gracias, estuvo delicioso. —expreso el Sr Juan mirando a mi madre.

—No hay de que gracias por venir.

—Gracias por la invitación pero mi padre y yo ya debemos retirarnos. —se excusó Artemis comenzando a levantarse y el Sr Juan lo imitó

—Fue un placer niños. —comento sonriendo el Sr Juan.

—El placer fue nuestro. —respondimos todos al unísono

—TN por favor acompaña a los Hidalgo a la salida

—Claro Ma. —musite levantandome

—Siganme

Y sin más los Hidalgo caminaron tras de mí

Al llegar a la puerta me detuve y la abrí dejándolos pasar

—Muchas gracias TN, espero verte después. —agrego el Sr Juan para luego salir de mi casa

—Ten. —Dijo Artemis entregándome un pañuelo de la misma tela que mis braguitas

—Puedes quedartelo, tengo otro. —aseguro y sin más se fue

Eran nuevas agh

Y sin más volví a entrar a la casa

¿Quién regala un pañuelo echo de tu ropa interior que te robo?

Gruño antes de subir a mi habitación.