Cap 3
Al abrir la puerta casi por inercia coloque mi mano atrás de mi espalda.
Mierda.
Artemis Hidalgo estaba ahí parado frente a mi así que volví a cerrar la puerta en sus narices.
¿¡Por que hice eso!?
Cuando me di cuenta de lo que habia echo volví a abrir la puerta y Artemis tenía su mano en su nariz la cual sangraba un poco.
—Por dios Artemis lo siento. —me disculpe colocando mis manos en mi cara, para tomarlo del brazo rápidamente y meterlo al baño.
—Deberias tener más cuidado. —sugirio en un tono serio y adolorido colocando su cara hacia arriba.
—¿Que crees que haces? —frunci el ceño al ver lo que hacía.
—¿Que no es obvio? Evitó que la sangre siga corriendo.
—La sangre podría tapar tus vías respiratorias. —explique colocando su cabeza hacia abajo en el lavamanos.
—¿Que traes en la mano?
Yo voltee a ver mi mano y todo hizo click.
Estaba en el baño sin ropa interior con Artemis Hidalgo sangrando por la nariz.
Yo volví a colocar mi mano detrás de mi espalda.
-¿Te estás robando algo del baño?— cuestionó soltando una risita y yo solo fruncí el ceño —. Por que déjame decirte que eso es muy humillante. —agrego con sorna levantando ligeramente la cara con un tono arrogante y yo, yo le solté una cachetada
—¿Como te atreves? Ni siquiera me conoces. —espete y el solo sobaba su cara, hasta que se levantó tomo mi mano en la que tenía mi bragua y me estampó contra la pared colocando mi mano por encima de mi cabeza y con la otra yo trataba de separar nuestros cuerpos.
—¿¡Que te pasa!?suéltame. —ordene forcejeando contra su cuerpo, pero debido a su gran tamaño se me era imposible
Con su mano libre, abrió mi mano la cual sostenía mi braguita, me las quito y las abrió, yo mordí mi labio.
Carajo que se supone que haga ahora.
— ¿Son tuyas?— cuestionó y casi juraría que vi sus pupilas dilatarse debido a nuestra cercanía.
Respira y actúa natural.
—No, se las fui a quitar a la sirvienta y me regresé al baño. —ironice.
—¿No traes braguitas? —cuestiono mirando hacia abajo entre nuestros cuerpos y trague en seco.
Coloco sus mano en mi muslo y comenzó a subir mi vestido.
—¿Que... Que crees que haces?—farfulle en un hilo de voz, y el solo me miró con dureza y apretó mi muslo
Bueno ya me callo
Siguio subiendo su mano hasta llegar a mi entrepierna pero esta vez sin apartar su mirada de la mía.
Y sin más introdujo uno de sus dedos en mi interior, robándome un gemido, comenzó a mover sus dedos con brusquedad robándome gemidos que trataba de silenciar mordiendo mi labio inferior, cuando sentí que estaba por llegar al orgasmo el quito su mano y sonrió con arrogancia. Lo mire frunciendo el ceño.
—Eso es por mi nariz. —aclaro.
Y se fue.
Idiota
Fui hacia el lavabo y eché agua en mi cara, para luego buscar en mi bolsa mis braguitas secas ya que Artemis no me regreso las otras, pero por más que busque no las encontré.
Ahora tendré que ir por ahí sin ropa interior.
Mierda...
Sin más remedio salí del baño y regrese al comedor
Volví a sentarme y pude ver que del bolso de Artemis salía un trozo de tela
Mis bragas secas... Hijo de...
Mis pensamientos fueron interrumpidos por una voz joven masculina.
— ¿Y hace cuánto tiempo te mudaste TN? —cuestiono Apolo.
—Pues hace 3 semanas, más o menos. —respondi sonriendo gentilmente sin dejar de pensar en mis bragas.
—¿Y te gusta el lugar? —cuestiono Ares.
—Supongo que si, es una linda ciudad. —respondi de igual manera.
—¿Como no le gustaría el lugar? Si nos tiene a nosotras. —comento Dani ganándose una gran sonrisa de mi parte y de Raquel.
—Tienes razón Dani, somos fantásticas. —aseguro Raquel soltando una risita.
—Ustedes son las mejores. —asegure sonriendo.
—Vas en nuestra escuela ¿cierto?— cuestionó Apolo.
—Sip.
—Nunca te había visto.
—Yo menos.—respondí y ambos soltamos una risita.
—Se ve que eres una niña muy alegre querida—destaco el Abuelo Hidalgo.
—Digamos que Sonreír es una de mis virtudes
Aunque no tenga ganas de hacerlo...
—Es una linda virtud. —aseguro esta vez el Sr. Juan Hidalgo
—Supongo que si. —dije para luego terminar de comer
(...)
Después de comer nos encontramos en sala viendo en el televisor fotos de los tres hermanos Hidalgo cuando eran niños
Apolo se encontraba sentado en un sofá grande con un oso de peluche, con una pijama de carritos, Ares traía un conejo arrastrándolo de una oreja, con una pijama de dinosaurios y Artemis traía colgando a un gatito de la cola con una pijama completa de gato
—Awwwwww. —Dijimos las tres al unísono, provocando que los tres Hidalgo se sonrojaran
—No recuerdo ese día
Dijeron los tres negando con la cabeza.
—Pues yo si lo recuerdo
Dijo el abuelo Hidalgo
—Apolo le tenía miedo a la lluvia— comento el Sr. Hidalgo
—Asi que Ares y Artemis siempre se quedaban con el durante la lluvia para "protegerlo" —Dijo el Abuelo Hidalgo
—No le tenía miedo a la lluvia— replicó Apolo a la defensiva
—Oh claro que sí —afirmo Ares riendo
—Recuerdo que una vez, comenzó a llover durante la noche, Ares y yo jugábamos videojuegos a escondidas y tú llegaste corriendo y gritando a nuestra habitación y nuestros padres llegaron atrás de ti y nos cacharon —agrego Artemis riendo
—Es cierto nos castigaron dos semanas —dijo Ares igualmente y el pequeño Apolo solo se sonrojaba
—Ok, quizas si le tenía miedo a la lluvia, pero... no olvidemos el miedo de Ares a las serpientes— se defendió riendo y Artemis y el Sr. Juan Hidalgo igual lo hizo
—¡Hey! Yo no les tengo miedo a las serpientes— replicó Ares a la defensiva
—Ah no, yo recuerdo bastante bien que el día que papá nos llevó al zoológico, un señor traía una serpiente en el hombro y la dejo en el piso y tú te echaste a correr mientras gritabas—recordo Apolo riendo
—Que esperabas que hiciera ¡Era enorme! —exclamo Ares y todos reímos
—Bien pero si queremos reír de algo... hablemos del miedo de Artemis a las arañas— Dijo provocando que Apolo riera como loco y Artemis los fulminara con la mirada a ambos
—Una vez Ares y yo estábamos viendo la televisión en la sala, hasta que escuchamos un gritó que provenía del patio—comenzo Apolo tratando de no reirse
—Asi que Apolo y yo fuimos al patio y Artemis estaba subido a un árbol y lo abrazaba, cuando llegamos con el nos dijo que se había una araña en el suelo y como yo no les tengo miedo— Ares comenzo a soltar risitas
—Ares agarró la araña y comenzó a perseguir a Artemis por todo el patio mientras el gritaba—termino Apolo riendo y todos-Artemis también lo hicimos
El sonido de mi teléfono interrumpió el momento, así que conteste rápidamente y me aparte un poco del lugar
—Bueno
—Bueno hija—contesto mi madre al otro lado de la línea
—Si madre ¿que sucede?
—Llegare temprano a la casa, te quiero aquí para la cena ok
—Ok te veo al rato, Adiós
—Adios
Son 8:25 quizás ya deba irme
Volví a hacercarme a la sala y guarde mi teléfono
—Muchas gracias por la comida, me la pasé muy bien, pero ya debo irme, mi madre me espera. —explique sonriendo
—Fue un placer— estreche la mano del Sr Juan
—Hasta luego.—hablaron al unisono Ares y Apolo
—¿Como vas a irte querida?—cuestiono el Abuelo Hidalgo
—Caminando
—Es noche sería peligroso. —agrego el pequeño Apolo
—Artemis, llevala por favor—ordeno el Sr Juan
—oh, de verdad no es necesario —musite tratando de evitarlo.
—Para Artemis será un placer ¿Cierto?, Artemis—incinuo el abuelo, casi amenazando a Artemis con la mirada y el soltó un suspiro
—Supongo que si —respondio levantandose y caminando hacia la puerta
—Fue un placer— comenté para luego seguir a Artemis
Al estar a su coche el me abrió la puerta del copiloto y subí, el rodeo el coche para luego subir y comenzar a conducir
—¿Por donde vives?—cuestiono sin quitar la vista del camino
Yo le di las instrucciones para llegar a mi casa para que el condujera a ella
—Es aqui. —le indique mirando mi casa.
—¿Vives aquí?— cuestionó sorprendido viendo hacia mi casa
Mi casa es una mansión muy parecida a la de los Hidalgo.
¿Dónde creyó que vivia?
—¿Por qué te sorprende tanto?
—No nada. —respondio restándole importancia para luego volver su vista al volante
—Como sea, supongo que ¿Gracias? Por traerme —comente bajándome
—Ah y por cierto, regresame mis braguitas. —agregu cuando ya me encontraba abajo atraves de la ventana del coche, el pareció pensarlo
—Yo creo que...No. —espeto para luego arrancar eh irse
Idiota
Pence para luego entrar a mi casa
Nota
Lo subí sin notarlo y aún no lo había corregido por completo, una disculpa.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro