Secretos
PROLOGO
-Siéntete como en tu casa William –Peter Write palmeo la espalda de su joven protegido
-Gracias Peter –William miro al hombre con cierto cariño. Entre ellos siempre había habido una relación mas allá de lo laboral. El lo consideraba el padre que nunca tuvo y Peter a el, el hijo que hubiera deseado tener
A sus 24 años William O´Connor había logrado ya una gran fortuna y no precisamente gracias a su apellido y la herencia de su familia. Los O´Connor habian perdido todo su patrimonio y a el solo le quedaba luchar porque la empresa de exportación de su padre no se fuera al traste. Y gracias a Peter Write así fue, el siempre le había dado su apoyo y poco a poco se terminaron convirtiendo en grandes amigos, prácticamente familia
Peter Write era un hombre de unos cincuenta años, había luchado en su vida por preservar su situación y aumentar su fortuna. Y sin duda alguna lo había logrado. Su esposa había fallecido al nacer su hija y esta, Cristal, había sido enviada a un internado en cuanto cumplió los doce años. Ahora Peter estaba entusiasmado con el regreso de su pequeña a sus recién cumplidos dieciocho años. Todos las navidades el viajaba a Suecia para visitar a su hija y los veranos se iban de viaje juntos. Este año el plan era distinto, Cristal volvería a casa, porque su padre tenia un asunto importante del que encargarse
-Cristal hija, pasa –Peter sonrió con cariño a su hija que permanecía en la puerta del despacho -¿Recuerdas a William O´Connor?
-Si, padre –Ella avanzo hasta el y en el momento en que el hombre de fuertes hombros que estaba de espaldas se giro hacia ella sintió que el mundo se movía a sus pies Jamás había visto un hombre tan atractivo, con una mirada tan penetrante. Asintió con una dulce sonrisa –Señor O´Connor
-Cristal –la mirada de William se ilumino ¿Cómo la niña arisca y malcriada que el había conocido se había convertido ahora en una muchacha tan hermosa? Su dulzura y su encanto hipnotizaban a cualquier hombre. Trago saliva y se recompuso –Feliz cumpleaños
-Gracias –ella miro a su padre –Iba a salir a montar un poco papa
-Adelante cielo –El asintió –Yo tengo asuntos que arreglar con William
-Con permiso –Echando una ultima mirada de soslayo a ese hombre que la observaba fijamente salio del despacho cerrando la puerta tras ella. Después se apoyo en la pared y llevo una mano a su pecho ¿Por qué su corazón latía con tanta fuerza?
-¿Ocurre algo niña? –Ada, la que había sido su niñera la observo con el ceño fruncido
-Nada Ada –Con una sonrisa Cristal corrió por los pasillos y salio al jardin
Durante los siguientes días ella y William se encontraban constantemente, claro que al estar pasando unos días allí con su padre era lógico. En un principio el se comportaba de una forma amable con ella, incluso la hacia reír de vez en cuando. Pero la situación cambio después de una tarde, en la que Cristal se encontraba en la biblioteca
Estaba subida en la escalerilla, tratando de alcanzar un libro que pretendía leer esa noche pero le era demasiado difícil. Se inclino y en el momento que toco el borde sintió como su cuerpo se tambaleaba, y caía.
-¡Ahh! –cerro los ojos con miedo al impacto contra el suelo, pero en lugar de eso unos fuertes brazos la agarraron
-¿Estas bien? –Escucho su potente voz en el oído y abrió los ojos para encontrarse con su ardiente mirada -¿Te has hecho daño?
-No –Sin poder reaccionar se quedo mirando los labios de ese hombre que se encontraba tan cerca, inconscientemente paso la lengua por sus labios y le pareció escuchar un gruñido salir de la garganta de el
-Por todos los dioses –William la soltó en el suelo bruscamente y antes de que ella reaccionara la agarro por la cintura y la pego a su cuerpo juntando sus labios en un ferviente beso
Cristal apoyo las manos en el pecho de el y un gemido salio de sus labios cuando el la apretó contra su cuerpo. En ese momento William fue consciente de lo que estaba ocurriendo ¡Ella tenia apenas dieciocho años! Se aparto bruscamente y salio del despacho llevado por el diablo. Apenas era una niña y el tenia veinticuatro años, ella era tan inocente y el demasiado experimentado. Y lo mas importante, era la hija de Peter, de su amigo, su protector, el hombre al que quería como un padre
A partir de esa tarde William ignoro totalmente a Cristal, incluso despreciando los intentos de esta de entablar una conversación. Fue desagradable y brusco con ella cuando se le acercaba a solas. Y por su parte Cristal desolada por aquel desprecio decidió olvidar lo que había ocurrido y tratar de encontrarse con ese hombre lo menos posible
Claro que no siempre lo que se intenta se consigue y ninguno de ellos consiguió su objetivo de mantenerse alejados
Dos semanas mas tarde Peter tuvo que salir de urgencia de viaje, para alivio de ambos solo seria un día, una noche. Pero eso seria suficiente para que el destino jugara con ellos.
El espantoso estruendo de un trueno desperto a Cristal, ella se levanto y se asomo a la ventana. Diluviaba y parecía que el cielo iba a caer sobre la casa. Desvelada y preocupada por su padre decidió bajar a la cocina a por un poco de leche. Atravesó la casa descalza, como tenia costumbre de hacer y una vez en la cocina se sirvió la leche en una taza. Estaba cerrando el frigorífico tras guardar la botella cuando una figura se apareció en la puerta de la cocina
-¡Dios! –Pego un salto llevando la mano a su pecho
-Lo siento no pretendía asustarte –William la miro de arriba abajo y los músculos de su abdomen se tensaron ¿Cómo se le ocurría a esa mujer bajar a tomar algo a la cocina con un simple jersey gigantesco que apenas tapaba las braguitas de encaje que llevaba?
-¿No puedes dormir? –Cristal se giro dándole la espalda sin saber que así facilitaba la perspectiva de su trasero, cogio la taza y la llevo a sus labios
-quería un poco de agua –Despacio el camino hacia el frigorífico, el lugar se le antojaba demasiado pequeño para ellos dos. Cuando estaba a punto de abrir la puerta de la nevera un trueno resonó, las luces se pagaron y un rayo ilumino el cielo. Ella dio un respingo y la taza calló al suelo rompiéndose
-Augh –Al intentar moverse piso uno de los trozos y se corto en su pie
-¿Estas bien? –Rápidamente William estuvo junto a ella y paso una mano por su cintura sosteniéndola -¿Cómo se te ocurre bajar descalza?
-No necesito que me regañes ¿Vale? –Cristal se apoyo en el e intento dar un paso, pero William se lo impido
-Te cortaras de nuevo –y como si de una pluma se tratase la levanto del suelo y la cargo entre sus brazos, camino hacia el otro lado de la cocina y la sentó en la encimera. El aliento de el le rozo el cuello y Cristal contuvo la respiración -¿Te duele mucho?
-No –La voz de ella se ahogo en su garganta, se mordió el labio dando gracias a que ese hombre no podía ver que se había sonrojado
-Deberías tener mas cuidado –William se aparto de ella tratando de respirar, su cabeza le decía que se alejara pero por el contrario su miembro lo empujaba a acercarse demasiado a esa mujer
-Ya te he dicho que no necesito que me regañes –Cristal se impulso para bajarse de la encimera pero el se coloco entre sus piernas para impedírselo. Y justo entonces sus cuerpos chocaron, ella se mantuvo quieta, conteniendo el aliento sin saber que hacer sintió como el la empujaba, hacia presión contra su cuerpo y solo entonces se dio cuenta del tamaño de su miembro –Umm –trato de contener un gemido al sentir como el se apretaba contra ella
William maldijo interiormente mientras su cuerpo reaccionaba solo y se apretaba contra la pelvis de ella. Oír el gemido de sus labios fue lo ultimo que necesito para perder el control. Se abalanzo sobre ella sin pensarlo y aprisiono su boca mientras introducía las manos bajo el jersey y se apretaba aun mas contra ella. Para su sorpresa Cristal le envolvió la cintura con sus piernas. Sin poder contenerse William tiro del jersey liberando los pechos de ella y aprisiono uno de ellos en su boca, sintió como se arqueaba hacia el y gemía. Con la otra mano acaricio sus muslos hasta llegar a su zona intima y rasgo las braguitas que llevaba, maldijo interiormente al notar que ya estaba preparada para el y por desgracia el no podía soportar mas sin estar en su interior
Se abrió el pantalón y saco su erguido miembro, lo acerco a la entrada de ella y noto como Cristal se abrazaba a su espalda urgiéndole en su cometido. De una sola embestida se introdujo en ella y el grito de Cristal fue ocultado por un trueno
William se quedo paralizado, ¿era virgen? Sin poder mirarla aunque sabia que la oscuridad no le dejaría, prefirió cerrar los ojos y apoyar la cabeza contra el hombro de ella Se debatió entre salir de su interior, lo que su cabeza le ordenaba y terminar lo que habian empezado, lo que su miembro exigía. Para su sorpresa fue ella quien se movió contra el, conteniendo el aliento ante el dolor que palpitaba en su interior. Y la batalla que había en su interior ya tenia ganador, se movió despacio y noto como ella se tensaba y aguantaba un quejido entre sus labios. Volvió a moverse, poco a poco hasta que noto que ella se relajaba y sus quejidos se convertían en gemidos. Solo entonces se dejo llevar, la poseyó con toda la lujuria que nacía en su interior y cuando ambos sentían como explotaban aprisiono sus labios saboreando las lagrimas saladas que habian caído de sus ojos
Cuando todo acabo William apoyo las manos en la encimera, a ambos lados de ella y sus labios se apretaron en una fina línea ¿Qué acababa de hacer? Peter salía de viaje una sola noche y el le quitaba la inocencia a su dulce hija. Se aparto de ella bruscamente y abrocho su pantalón
-Esto no debió haber pasado –Suspiro mientras pasaba la mano por su pelo, gracias a la ventana podía ver la silueta de ella sentada sobre la encimera –Nunca debió pasar
-Pero –Cristal aguanto las ganas de llorar ¡había pasado!
-Pero nada –El la corto bruscamente –Olvídalo, olvida esta noche y olvídate de mi
-Pero tu –Cristal trato de bajarse de la encimera pero no tenia fuerzas
-Pero yo nada –El camino hacia la salida –Yo cometí un error
Y la dejo allí sola, en mitad de la oscuridad, descalza y con jersey bajado hasta la cintura y los restos de sus braguitas en el suelo
Al día siguiente, William salio a una reunión de negocios y no regreso hasta la hora de la cena. Para su sorpresa Peter le informo que Cristal se había marchado esa misma mañana, había regresado a Suecia. A pesar de que su amigo se veía preocupado, el no fue capaz de preguntarle porque sabia perfectamente que era lo que había echo que ella se marchara
A los dos meses Peter salio de viaje hacia Suecia para ver a su hija y William temió que ella terminara contando la razón por la que se había ido. Ya se sentía bastante culpable y no sabia como enfrentar a su amigo. Para su sorpresa a su regreso el no menciono ni una palabra acerca de su hija y durante los siguientes meses tampoco. Cuando un día William se atrevió a preguntar la respuesta de Peter fue escueta “Todo esta como tiene que estar”
Y así pasaron seis años, en los que el nombre de Cristal no volvió a ser pronunciado por Peter Write. Ni siquiera cuando supo de su enfermedad y lo cercana que estaba su muerte el llego a hablar con su hija
William siempre se pregunto ¿Qué había llevado a pare e hija a esa situación? ¿Cuál era el secreto que Peter Write guardaba con su hija?
Y AQUI EL PROLOGO; ASI COMIENZA ESTA HISTORIA; LLENA DE SECRETOS; DOLORES Y POR SUPUESTO AMOR
NO PENSABA SUBIR TAN PRONTO PORQUE LA VERDAD NO DISPONGO DE MUCHO TIEMPO EN ESTAS DOS PROXIMAS SEMANAS, PERO COMO ALGUNAS ME HABEIS INSISTIDO AL MENOS OS DEJO CON ESTO PARA QUE OS HAGAIS UNA IDEA DE LA HISTORIA, TRATARE DE SUBIR EL PRIMER CAPITULO CUANTO ANTES
OS DEJO UNA FOTO DE WILLIAM O´CONNOR ¿QUE OS PARECE?
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