Capitulo 5; Defraudada
Viernes, día de descanso.
William camino salio de su habitación con una gran sonrisa, hoy podría relajarse y sobre todo disfrutar de la estancia de Cristal en la casa
-Buenos días –Saludo a Ada al entrar a la sala, miro la mesa y frunció el ceño -¿Cristal ya desayuno?
-Se marcho temprano –Ella lo miro –Dijo que tenia cosas que hacer
-Ya veo –El suspiro –Espero que no tarde
Pero estaba equivocado, era la una de la tarde, el volvía a mirar el reloj por ¿Octava vez en los últimos diez minutos? Y ella no llegaba ¿Dónde se había metido?
Entonces oyó como la puerta se abría y como si fuera un adolescente se levanto de un salto del sillón y corrió al pasillo, freno de golpe al observar a dos hombres que no conocía cargando unas cajas
-Buenas –Uno de ellos le saludo
-¿Hola? –El frunció el ceño
-Arriba –Cristal entro por la puerta con una carpeta entre sus manos –Sexta puerta a la derecha
-Si –Uno de ellos asintió y los dos subieron las escaleras con las cajas
-Hola –William la miro de arriba abajo con un brillo especial en los ojos
-Hola –Ella respondió sin mirarle, estaba concentrada en abrir la otra puerta central para que hubiera espacio para que metieran el caballete
-¿Qué es todo esto? –El frunció el ceño observando la gran caja que un hombre introducía en la casa
-Material –Cristal se giro hacia el y trago saliva despacio No estaba acostumbrada a verle tan informal
-Cristal –un hombre moreno de traje chaqueta negro entro a la casa con una sonrisa, miro a William y asintió –Buenas
-Hola –Por tercera vez saludando, se sentía estupido ¿Pensaría ella que lo era?
-¿Todo a su gusto? –El hombre le ignoro y centro la vista en ella
-Perfectamente –Ella asintió –Gracias
-Puedo quedarme para ayudarla –El la miro esperanzado
-No es necesario –Ella suspiro
-¿Qué es todo esto? –Ada se paro ante la puerta mirando a su alrededor
-Ada indícales donde esta mi estudio –Cristal la miro cansada
-Claro –inmediatamente Ada subió las escaleras con los hombres tras ella
-Podríamos quedar para tomar un café mañana –El tipo volvía a insistir con Cristal y William empezaba a cansarse de ver la escena –Me gustaría ver los bocetos
-Entonces le mandare copias a la oficina –Ella le miro de reojo
-¿y por que no mostrármelos en persona? –el la observo divertido
-Voy a dejarle algo claro señor Creiqt –Cristal le miro fijamente –Nuestra relación es puramente laboral, no hay mas y no habrá mas ¿Entiende?
-Si –Creiqt la miro sorprendido –Solo quería ser amable
-Pues yo le agradezco su amabilidad –Ella no lo creía –Pero no es necesario que me invite a tomar un café, que me haga compañía mientras trabajo o que quiera ayudarme a montar mi estudio –se giro y dándole la espalda se dirigió hacia la escalera –Dígale a su jefe que el viernes tendrá los bocetos
-Bien –Creiqt asintió y desanimado salio de la casa
William se quedo observando como ella subía las escaleras. Aun no podía terminar de creerse lo que acababa de pasar ante sus narices. Cada vez tenia mas claro que no quedaba nada de la Cristal que ella conoció subió las escaleras tras ella y se dirigió al estudio donde estaban colocando todo, un caballete, un muestrario de telas, libros, lápices
-¿Y Cristal? –pregunto a Ada
-No se –ella se encogió de hombros
-¿Me dejas pasar? –En ese momento ella apareció tras el, con el pelo recogido en una coleta y descalza
-¿Dónde quiere el muestrario señorita? –Uno de los hombres la miro confundido
-Junto al ventanal –Cristal entro a la sala cuando William se hizo a un lado y comenzó a dar ordenes situando todo donde ella misma quería
-Y yo pensaba que seria un día tranquilo –William suspiro observando todo el caos que esa mujer había traído consigo. Aun así se veía hermosa, allí en medio de la sala dando ordenes, con un conjunto pulcro y adecuado para el trabajo y el pelo recogido y sus preciosos pies descalzos
-Todo listo –Cristal sonrió a todos –Muchas gracias
Y los hombres salieron de la sala dejándola a ella sola, o no tan sola como pensaba
William permanecía en el umbral de la puerta, mirándola fijamente y con su sonrisa divertida.
-¿Puedo ayudarte en algo? –Cristal le miro mosqueada
-¿Siempre tienes que ir descalza? –El observo sus pies
-¿Te trae malos recuerdos? –Cristal cerro la boca inmediatamente al entender lo que acababa de decir
-La comida esta lista –La voz de Ada irrumpió en el incomodo silencio que se había creado
-Te espero abajo –William la miro por ultima vez y desapareció
-¿Pero que te pasa? –se reprocho a si misma mientras salía de la sala dirección a su habitación. Una vez dentro busco unos zapatos y libero su pelo para cepillarlo
Cuando bajo, efectivamente William la estaba esperando, la comida aun no se había servido y el la esperaba junto a la mesa
-Podías haber empezado a comer -Cristal le ignoro y se sentó en su lugar
-Prefiero esperarte –El la miro de reojo mientras se dirigía a su asiento
Ada entro a la sala acompañada por el mayordomo y comenzaron a servir la comida, Cristal observo su plato y recordó como siempre se lo preparaba para ella, era su favorito. Comieron en silencio, Cristal evitando mirarle y el mirándola fijamente, el ambiente se notaba tenso y ninguno estaba cómodo.
-Tienes que acompañarme a un lugar –William hablo ella levanto la vista hacia el
-¿Y se puede saber a donde? –Le miro escéptica -¿Y por que?
-Al banco –William suspiro –Peter tenia una caja de seguridad, esta mañana llamaron para que vayas Estaba a tu nombre
-¿A mi nombre? –Cristal frunció el ceño, eso no le cuadraba –Esta bien
De nuevo el silencio inundo la sala, ninguno volvió a decir nada hasta que terminaron de comer. Después William se retiro para arreglarse y Cristal fue a su habitación para cambiar de zapatos, cuando regreso abajo el la esperaba en la puerta
-¿Lista? –El la miro sonriente
-Si –hizo una mueca y paso ante el ignorándole para salir de la casa
En el viaje en coche el trato de sacar conversación, le pregunto sobre su trabajo y sobre el proyecto que al parecer tenia que hacer aquí. Pero Cristal se resistía a ser amable, hablaba lo menos posible y por supuesto no le miraba
-Buenas señor O´Connor –el director del banco le recibió solemne, después miro a Cristal y sonrió –Señorita, lamento lo de su padre
-Gracias –Cristal asintió y después le siguió al despacho, se sentó frente a el y a su lado William, que la miraba de reojo –Bien ¿De que se trata?
-Su padre tenia una caja de seguridad con nosotros –el hombre abrió el cajón y saco una llave, que dejo sobre la mesa –Esta a su nombre
-¿Siempre lo estuvo? –le miro con el ceño fruncido
-Si –el contesto confundido –Necesito su DNI y que firme un documento para certificar que se le informo y que le hemos entregado la llave
-De acuerdo –asintió y espero a que el le entregara el documento para firmarlo
-¿Quiere abrirla? –El miro la llave sobre la mesa
-Si –Cristal se levanto de su asiento y William la imito
-Lo lamento William pero solo puede entrar ella –El negó con la cabeza
-Entiendo –William asintió y se dirigió a la sala de espera
-Por aquí –El director tomo la llave y la guió por los pasillos del banco, paro ante una puerta de metal e introdujo un código, después la mantuvo abierta para que ella pasara.
Una vez dentro Cristal observo las miles de cajas fuertes que había, el se dirigió a una y le dio la llave –Esta –la señalo –La dejo sola –y salio de la sala cerrando tras el
-Vamos a ver que es lo que guardabas aquí –Cristal llevo la llave a la cerradura y la giro, después abrió la puerta y saco una caja metálica. Con ella entre sus manos, la dejo sobre la mesa que había en el centro de la sala y se quedo observándola. Trago saliva y la abrió con la misma llave, al levantar la tapa su ceño se frunció ¿Dinero? ¿Qué hacia tanta cantidad de dinero allí? -¿Qué es esto? –Saco los fajos de billetes dejándolos a un lado, había demasiado ¿Por qué? Bajo todo el dinero había un sobre, lo tomo y lo abrió, sin imaginar lo que había dentro -Un certificado –Leyéndolo entendió
Ese dinero era para ella, para sus estudios. Su padre había estado guardando el dinero que se suponía costeaba sus estudios, como si esperara que ella le suplicara ayuda. El dinero que ella necesito durante tanto tiempo el lo había tenido guardado allí, en aquella caja, a su nombre. Esperando que la niña regresara a casa, pidiera perdón e implorara su ayuda
-Ni muerto dejas de hacerme daño –miro el dinero con desprecio –No lo necesite y te has muerto esperando que me arrastrara a tus pies –volvió a meter el dinero en la caja y la cerro, después la regreso a su lugar y una vez cerrada la caja fuerte la miro fijamente, con resentimiento –No necesito tu dinero, no le he necesitado en estos años y no lo quiero ahora
Aun así le dolía, le dolía que su padre durante todos estos años hubiera guardado ese dinero y la hubiera dejado a su suerte. Era cierto que le había mandado dinero, la misma cantidad que le mandaba para ella cuando estaba en el internado, pero no se ocupo de pagar la universidad, la vivienda, nada mas. Enviaba aquel dinero, como si esperara que lo usara para ir a casa y pedirle perdón. Pero no, ella no lo hizo, trabajo, lucho, sola. Salio adelante por ella misma y jamás, ni una sola vez volvió a mencionar a su padre. Y en cuanto pudo le devolvió todo el dinero, había logrado ser quien quería, trabajar en lo que quería. Era ella y nadie había manejado su vida
Aun así parecía que el tenia la esperanza de poder seguir haciéndolo ¿Qué habría pasado si hubiera vuelto? Porque no podía olvidar lo que había pasado en Suecia y lo que el estuvo a punto de hacer
Cuando abrió la puerta de la sala, el director la estaba esperando en el pasillo, la miro con el ceño fruncido
-¿Qué quiere hacer? –Miro la llave en su mano
-Nada –Cristal le miro a los ojos –Déjelo ahí
-Como quiera –confundido el la guió hasta la sala de espera
Cristal asintió despidiéndose de el y ni siquiera espero a William, camino hacia la salida del banco, el que la vio desde su asiento, corrió tras ella
-Espera –la tomo del brazo cuando ella camino en dirección contraria al coche -¿Dónde vas?
-Suéltame –Cristal se soltó de su agarre –Tengo que ir a un sitio
-Te llevo –El la miro confundido ¿Por qué estaba así? ¿Furiosa? ¿Alterada? Estaba claro que lo que había visto no le gusto
-No gracias –Cristal lo miro a la cara –Vete a la casa
Y giro sobre sus talones dándole la espalda y siguió su camino. William se quedo observando como se alejaba, lejos, lejos de el, así la sentía. Y no sabia como acercarse a ella
Cristal camino como alma llevada por el diablo, dirección a un sitio que un principio se dijo a si misma que no volvería a pisar . Y allí estaba, en el cementerio. Se paro ante la tumba de su padre y sus ojos se anegaron de lagrimas
-Todo este tiempo, trate de olvidar lo que hiciste, de perdonarte, no por ti, por mi misma para estar en paz –Rió amargamente –Y tu te empeñas en demostrarme cuanto te defraude –sus ojos se entrecerraron –Pues ¿Sabes una cosa papa? Te diré algo que siempre quise decirte. Tu eres quien me defraudo
Y CRISTAL DESCUBRE ALGO SOBRE SU PADRE QUE HACE QUE AUN SE SIENTA PEOR ALLI, ELLA QUIERE ESTAR LEJOS DE TODO Y WILLIAM CERCA DE ELLA OS DEJO UNA FOTO DE CRISTAL CON LA ROPA DE TRABAJO, TAL Y COMO LLEGO A LA CASA HOY
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