Capitulo 4; Cambios de una vida
-Tranquila, ya te he dicho que yo puedo ocuparme de todo –El suspiro al otro lado –No te agobies
-Es que no se cuanto tiempo será –Cristal sintió como una lagrima caía por su mejilla, levanto la mano y la limpio –Os necesito, no puedo hacerlo
-Claro que puedes –no aceptaba un no por respuesta –Tomate el tiempo, arréglalo todo y podrás volver a casa. Te prometo que todo estará bien, te llamare si pasa algo
-Gracias –Cristal colgó el teléfono y lo apoyo contra su pecho. Se sentía tan sola, tan vacía aquí, quería regresar a casa
-¿Estas bien? –Ada se encontraba tras ella mirándola con precaución
-Si –Cristal limpio sus lagrimas -¿Arreglaste el estudio de la planta de arriba?
-Si, esta listo –ella asintió –Y puse un teléfono arriba por si te llamaban
-Eso no es necesario –Cristal se puso tensa –Quien tenga que contactarme lo hará por mi teléfono
-De acuerdo –Ada la miro a la cara -¿Quieres que te prepare un te?
-No, gracias –su respuesta fue seca –Voy a trabajar al estudio, que no me molesten
-Claro –Ada la miro marcharse y suspiro. Ya no la conocía
Cristal se puso ropa cómoda y se dirigió al estudio, el sitio era amplio y tenia mucha luz pero aun así no era sitio para trabajar. No para ella.
Miro la mesa y suspiro, dejo su portátil sobre ella y varias carpetas, necesitaba cambiar el lugar y sabia a quien llamar. Después de hacer su llamada se puso manos a la obra, los nuevos bocetos de trajes de fiestas
-Buenas Ada –William se paro en la puerta de la cocina mirándola -¿Y Cristal?
-En el estudio –Ella lo miro preocupada –No ha bajado en todo el día
-¿Ni a comer? –El frunció el ceño
-No –la mujer suspiro –Pidió que no se la molestara
-Hazle un sándwich, yo se lo subiré –El sonrió, una buena excusa para poder verla trabajando
Cuando Ada tuvo lista la bandeja con el sándwich y limonada, el la tomo y subió a la planta de arriba. Cuando estaba cerca de la puerta de la habitación pudo distinguir música ¿Estaba escuchando música? Abrió la puerta como pudo y la empujo despacio para poder entrar, claro que no esperaba ver la imagen que encontró ante el
Cristal, vestida con un diminuto pantalón y una camiseta blanca, estaba arrodillada en la alfombra frente a la mesa, rodeada de papeles, bocetos y telas. Cantaba al mismo tiempo que se movía y dibujaba sobre un folio que estaba ante ella. William trago saliva observando su cuerpo, sus largas piernas, su estrecha cintura, su redondeado trasero que estaba inclinado dándole una perfecta visión, el pelo le caía hacia el lado derecho. El suspiro y cuando fue a dar un paso ella hizo un movimiento con la cadera y el perdió toda estabilidad y la bandeja se estrello contra el suelo salpicando todo de limonada
-¡Ah! –Cristal se giro rápidamente sobresaltada y lo miro con el ceño fruncido
-Perdón –el trago saliva –Te traía algo de comer
-No tengo hambre –La respuesta de ella fue brusca, miro al suelo y vio el plato roto, el sándwich, el baso y ¡Oh! -¡Mierda! –se arrastro por la alfombra rápidamente hasta llegar al boceto que tenia en aquella esquina ¡Estaba mojado! -¡No! ¡No! –sacudió el papel tratando de secarlo
-Lo siento –William no sabia como actuar -¿Y si usas un secador?
-La tinta se correrá –Ella suspiro –Esta hecho con carboncillos
Cristal se levanto del suelo con el boceto en la mano, camino hacia el otro lado de la habitación y abrió la ventana, después dejo el papel sobre la mesa que habian ante ella y coloco un libro en la parte seca evitando que volara. Se giro hacia el y suspirando camino hacia donde estaba, se agacho y comenzó a recoger todo
-Espera –William se agacho y comenzó a ayudarla, ambos tomaron un mismo trozo de cristal y sus manos se tocaron. Los dos se miraron, pero ella aparto la mano rápidamente
-Augh –Cristal se levanto rápidamente, acababa de pisar un trozo del plato
-¿Te has cortado? –William dejo todo a un lado en el suelo y se acerco a ella, pero cuando fue a ayudarla ella se puso tensa y le indico con la mano que no se acercara
-No es nada –Cristal se apoyo en la mesa y levanto el pie
-Déjame ver –William ignoro la mirada que ella le echo y se acerco, tomo el pie y aparto el pequeño trozo de cristal, apenas tenia un arañazo. Observando su pie sus ojos se abrieron sorprendidos, tenia marcas, cicatrices. Y entonces recordó de que eran, ella se había cortado aquella noche, la noche en la que el la hizo suya. Instintivamente llevo un dedo al pie y acaricio la cicatriz, pero rápidamente ella se aparto
-Estoy bien –Se incorporo y se alejo de el –Deberías llevar todo ese destroce a la cocina
-Si -El suspiro –Siento lo del boceto
-Eso ya lo has dicho –Cristal se giro dándole la espalda y volvió a sentarse en la alfombra
William entro a la cocina y dejo todo sobre la encimera, se apoyo en ella y suspiro cansado
-¿Qué ha pasado? –Ada lo miro preocupada
-Soy un patoso –El se encogió de hombros, entonces la miro –Oye, Cristal tiene cicatrices en un pie ¿Sabes que paso?
-O si claro –Ada asintió –Fue la noche que Peter salio de viaje –al decir eso William se puso tenso –Por lo visto bajo a la cocina y se le cayó algo, se corto. Cuando yo llegue por la mañana vi los trozos y la sangre –el cerro los ojos e inspiro profundamente –la busque en su habitación y ella misma se había curado, aun así yo volví a curarla. No te imaginas como lloraba la pobre, se paso toda la mañana llorando
William sintió como se hacia un nudo en su garganta, por supuesto que lloraba, pero no por los cortes. El la había hecho suya, en un cocina, era la primera vez de ella y fue brusco y para colmo después la dejo allí, sola Llevo una mano a su sien y se la masajeo
-¿Estas bien? –Ada le miraba con el ceño fruncido
-Si –el asintió –Se me olvidaba, mi hermana dice que vendrá en unos días
-Que bueno –Ada sonrió –Ella y los niños siempre alegran este lugar Estoy segura de que se llevara muy bien con Cristal
-Eso espero –El frunció el ceño –Aun no le he dicho que vendrá
-Seguro que si –Ada camino hacia el fregadero y miro por la ventana con una sonrisa –Vaya al menos a salido
-¿Qué? –William camino hacia ella y observo por la ventana a Cristal, paseaba por el jardin -Aprovechare para decirle lo de Giselle
-Ve –Ada le sonrió con complicidad
William salio de la casa por la puerta trasera y camino hacia ella, cuando estuvo bastante cerca la oyó Estaba hablando por teléfono
-¿Me hechas de menos cariño? –sonreía con ilusión –Yo tambien a ti, pero pronto estaré de vuelta en casa -comenzó a reír -¿Y tu hermano? Pásamelo –se mordió el labio nerviosa mientras caminaba en círculos -¡Hola guapo! ¡¿Cómo esta mi príncipe azul?!
William no entendía lo que estaba oyendo, ¿Cariño? ¿príncipe azul? ¿De vuelta en casa?
Solo había una cosa que podía dar por echo, Cristal tenia pareja y vivían juntos, tosió para llamar la atención de ella e inmediatamente ella colgó el teléfono
-¿Querías algo? –Le miro con el ceño fruncido
-Si –el camino hacia ella –En esta semana vendrá mi hermana, si no te molesta
-Claro que no –entonces ella frunció el ceño –No sabia que tuvieras una hermana
-Es hija de mi padre –el suspiro –y de otra mujer
-Ah –Aunque eso no respondia a las preguntas de Cristal, ella se obligo a mantener silencio Contra menos supiera de el mejor
-¿Y tu? –el la miro fijamente -¿Alguna persona especial en tu vida?
-Hay muchas personas especiales en mi vida –Cristal evadió la pregunta y el se dio cuenta, pero supo que no debía insistir
-Giselle, vendrá con sus hijos –el vio como ella fruncía el ceño –Mi hermana, Giselle, tiene dos hijos
-¿Dos niños? –Cristal sonrió
-Una niña, Marta y un niño Will –el frunció el ceño y ella interpreto que el nombre del niño era por el
-¿Esta casada? –y ya estaba preguntando, se recrimino a ella misma
-Separada, esta divorciándose –William suspiro –Marta tiene diez años y Will ocho
-Debe ser duro para los niños –Cristal se quedo pensativa –Y para ella
-Lo es –el la miro a los ojos -¿Nunca has pensado en casarte y tener hijos?
Y Cristal se puso tensa, tanto que el mismo pudo notar como esa pregunta le había molestado exageradamente
-Tengo que seguir trabajando –Ella le ignoro y camino hacia la casa
-¡Espera! -William corrió tras ella –Deberías comer algo, insisto
-De acuerdo –Cristal se encogió de hombros, camino hacia la cocina consciente de que el la seguía
-Niña –Ada la miro con una sonrisa -¿Tienes hambre? ¿Te preparo algo?
-No hace falta, gracias –ella camino hacia el frigorífico y lo abrió
-Has dicho que comerías –William la miro apoyado en la puerta
-Y lo voy a hacer –Ella saco una cerveza del frigorífico, la coloco en el borde de la encimera y la abrió dándole un golpe, después bebió un sorbo. Tanto William como Ada la miraban sorprendidos. Después Cristal saco pan de molde, y de nuevo regreso al frigorífico para sacar pavo, lechuga y tomate. Se hizo un sándwich y corto la corteza, lo coloco en un plato y con el en una mano y la cerveza en la otra camino hacia la puerta de la cocina –Regreso al estudio
-Bien –Ada frunció el ceño
-¿Desde cuando le gusta la cerveza? –William miro a Ada confuso
-Y se prepara la comida ella sola –la mujer se quedo pensativa –Me parece que hemos olvidad que han pasado seis años. Seis años en los que ella ha vivido su vida
Y Ada tenia razón, pero no podían imaginar hasta que punto había cambiado la vida de Cristal en esos seis años. Aunque pronto lo averiguarían
BIEN PARECE QUE ADA Y WILLIAM ESTAN EMPEZANDO A CONOCER A LA AUTENTICA CRISTAL; ¿O SOLO ES UN SIMPLE REFLEJO DE ELLA MISMA? HASTA EL MOMENTO CRISTAL LES A IGNORADO; A SEGUIDO CON SU VIDA PERO PRONTO NO PODRA CONTINUAR CON ELLOS, SIEMPRE LLEGA UN MOMENTO EN QUE HAY QUE ENFRENTAR LAS COSAS OS DEJO UNA FOTO DE CRISTAL CON SU PANTALON CORTO Y CAMISETA; TAL Y COMO WILLIAM LA VIO AL LLEGAR
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