Capitulo 33; Una sorpresa en Paris
-Quieres dejar de repetir que es la ciudad del amor –Cristal bufo molesta en el coche
-¿Por qué? ¿Te molesta? –Víctor la miro divertido
-Porque yo estoy aquí por trabajo –lo miro con los ojos entrecerrados –Un trabajo que debería haber acabado hace dos días –suspiro –Además, el amor no existe
-Me extraña que tu digas eso –Víctor le guiño un ojo
-¿Qué yo lo diga? –Cristal rió irónicamente –Yo mejor que nadie para decirlo
-Quizás necesites estar en esta ciudad mas de lo crees –Víctor volvió a centrar su atención en la carretera
Y ahí estaban, hacia cuatro días que habian llegado a Paris, Cristal había tenido varias reuniones y dejado pactado ciertos negocios. Pero aun seguían allí, ahora estaba invitada a una de las fiestas de moda mas famosas y no podía negarse a asistir. Ella solo quería estar con sus hijos, que estaban con William. Todos los días hablaba con sus pequeños, además de Giselle que le comento que Will y Marta se llevaban muy bien con sus recién descubiertos primos. Tanto James como Alexander le contaban a su madre sus salidas con su padre, al parque de atracciones, a ver un partido de fútbol, al cine. Al parecer William se estaba ganando el corazón de los pequeños rápidamente. Y ella trataba de imaginarle con los niños, jugando, corriendo, riñéndoles y eso solo hacia que quisiera estar allí, junto a ellos
-Hemos llegado –Víctor la miro con una sonrisa, en ese momento la puerta del copiloto se abrió
-Buenas noches señores –El aparcacoches mantuvo la puerta abierta para que Cristal bajara
-Gracias –Ella le miro y asintió
-Pues entremos –Víctor rodeo el auto y se coloco a su lado, la tomo del brazo –Deja que te diga que estas radiante esta noche
-No es necesario que lo repitas mas veces –Ella le miro de reojo
-Pero ese humor tan agrio ensucia la belleza –Víctor sonrió –Espero que a lo largo de la velada eso cambie
-¿Y por que? –Cristal frunció el ceño mientras caminaban por la entrada del gran hotel
-Ah Cristal –Jackson, su nuevo cliente para la firma se acerco a saludarla –Esta esplendida
-Gracias –Ella le sonrió amablemente
-¿Es un vestido de su firma? –El la miro de arriba abajo
-Si, de la nueva temporada –asintió mientras miraba a su alrededor en aquella gran sala
-Voy por algo de beber –Víctor le hablo al oído y se marcho dejándola hablando de trabajo. Pasaron algo mas de veinte minutos hasta que regreso a su lado –Champán –le tendió una copa
-¿A dónde fuiste por la bebida? –Cristal le miro de reojo ¿Por qué tardo tanto?
-¿Bailas? –Y el no espero una respuesta, le tomo la mano y tiro de ella hacia la pista. Con su mejor sonrisa coloco una mano en su cintura y la otra agarrando su mano y comenzó a moverse suavemente, al ritmo de la música
-¿Por qué esa sonrisa? –Cristal lo miraba desconfiada
-¿No puedo sonreír? –El la miro divertido
-No así –entrecerró los ojos -¿Qué escondes?
-Sabes que te quiero –Víctor la miro con cariño –Y que quiero lo mejor para ti –se acerco a su oído y susurro –No lo olvides –entonces la hizo girar y le soltó la mano
-¿Qué? –Cristal frunció el ceño viendo que el se alejaba y de repente sintió como tomaban su otra mano y tiraban de ella rápidamente se vio pegada al cuerpo de otro hombre y entre los brazos de este, danzando con gracia. Elevo el rostro para mirarle a la cara -¿Qué haces aquí?
-Bailar –William sonrió –Con la mujer mas hermosa de la sala
-¿Cuándo has llegado? –Cristal lo miraba confundida
-Hace unas horas –El la miraba a los ojos
-Pero –Cristal dejo de hablar cuando el la hizo girar y después volvió a tomarla por la cintura
-Pero todo esta bien –William se acerco aun mas a ella para hablarle al oído –Te he echado de menos
-Pues yo a ti no –Y ahí estaba su genio, mintiendo, como era de costumbre
-Eso no es lo que parece –William sonrió
-Creo que ya esta bien de bailar –Cristal trato de alejarse pero el la sostuvo cerca de su cuerpo y la obligo a girar con el
-¿No te gusta bailar? –William volvió a posar la vista en sus ojos -¿O es conmigo con quien no quieres bailar?
-Yo –comenzó a ponerse nerviosa -¿Qué estas haciendo?
-Lo que debí hacer hace mucho tiempo –William suspiro –Llevarte a bailar, cenar, al cine, no se, lo normal
-¿Te has vuelto loco? –No daba crédito a lo que oía
-Estoy mas cuerdo que nunca –le sonrió y volvió a girar con ella
-William –Cristal frunció el ceño –Si tu estas aquí ¿Dónde estan los niños?
-Con su padre –y el la soltó suavemente y después la tomo de la mano para tirar de ella a través de toda la sala, hasta la terraza
-¿Qué haces? ¿A dónde vamos? –Cristal lo miraba nerviosa
-¡Mami! –Y Alexander salio corriendo hacia ella
-¡Mama! ¡Mama! –James corrió tras su hermano
-Niños –Cristal se lanzo de rodillas al suelo para abrazar a sus hijos -¿Qué hacéis aquí?
-Mira –James señalo su camisa –Papa me dijo que tenia que venir elegante
-Estas muy guapo –Cristal sonrió, y volvió a abrazarlo –Los dos estáis muy guapos
-¿Va mejorando la noche? –Víctor la miraba divertido, apoyado en la barandilla de la terraza
-Tu –Cristal se levanto y se acerco a el para depositar un beso en su mejilla
-Bueno me llevo a los enanos para que charléis tranquilos –Víctor miro a los chicos –Vamos por un zumo niños
Y James y Alexander siguieron a Víctor al interior de la sala, dejando a Crista y William en aquella terraza
-Gracias –Cristal se apoyo en una de las columnas mientras le miraba de reojo
-No hay porque darlas –William camino hasta parar a su lado –Tu les echabas de menos y ellos a ti
-¿Por qué? –Cristal se giro para mirarle -¿Por qué haces esto?
-Porque siento que te lo debo, porque no dejo de olvidar que fui aquel imbecil que te dejo sola en la cocina, porque he perdido años de una vida a tu lado y al de ellos, porque quisiera recuperar ese tiempo –suspiro –Pero no se si puedo ¿Puedo?
-No, no lo se –Cristal fijo la vista en el cielo –Lo que me pides es muy complicado William
-Lo se –El la miro y sus ojos se iluminaron
-Ya no soy la misma que tu conociste, bueno nunca me conociste –sonrió amargamente y después le miro –Han pasado demasiadas cosas entre nosotros, hay demasiado rencor, dolor
-¿Y amor? –William la miro a los ojos -¿Hay algo de amor?
-¿Lo hubo alguna vez? –Cristal le sostuvo la mirada
-Si, yo te ame –estiro la mano y tomo la de ella –Yo te amo
-Yo tambien te ame –Cristal miro sus manos entrelazadas –Pero –retiro su mano despacio y volvió a mirarle –Ahora, no lo se
-Demonos tiempo –William la miro con tristeza –Tiempo el uno junto al otro, con nuestros hijos, como una familia. Averigüemos si podemos tener una vida juntos
-¡Mami! –Alexander corrió hacia su madre
-¿Qué cielo? –Cristal miro a su hijo tratando de sonreír
-¿Te ha dicho papa que mañana vamos a ver la Torre fiel? –El la miro con una sonrisa
-¿La torre fiel? –Cristal sonrió –No, no me lo ha dicho
-¿Iremos los tres juntos? –James miro a sus padres
-Si –Cristal miro a sus hijos y después a William –Iremos los cuatro juntos
-¿Qué haces aquí tan solita? –Víctor se paro tras Cristal mirándola
-Pensar –Ella se giro hacia el
-¿Estas bien? –Víctor camino hacia ella y la abrazo
-Eso creo –Cristal suspiro
-Creí que te alegraría verles –Víctor la miro con una sonrisa –Se cuanto les echabas de menos
-A los niños, si –Cristal sonrió
-Y a el –Víctor la miro suspicaz –Aunque me lo niegues, aunque te lo niegues a ti misma, tambien echabas de menos a William
-Eso es lo que me da miedo –lo miro triste –Me asusta
-¿Lo que sientes? –Víctor sonrió –Solo hay un sentimiento que asuste, uno en el que según tu, no crees
-Y no quiero creer –Cristal apretó los labios –No quiero creer en algo que puede hacerme daño
-¿Y porque tiene que causarte daño? –Víctor frunció el ceño
-Porque ya lo hizo una vez, me destruyo –Los ojos de ella se volvieron llorosos –Y lo único que me ayudo a levantarme fueron mis hijos
Y WILLIAM ESTA EN PARIS, Y NO SOLO, LOS NIÑOS LE ACOMPAÑAN PARECE QUE A CRISTAL LE ESPERA UN AMARAVILLOSA ESTANCIA EN PARIS ACOMPAÑADA DE SUS HIJOS Y ¿DEL HOMBRE AL QUE AMA? ¿QUE LES DEPARA LA CIUDAD DEL AMOR?
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