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Capitulo 2; Sin lagrimas ¿Sin dolor?

Cristal no pudo conciliar el sueño en toda la noche, permaneció en la cama mirando el techo hasta que ya no pudo mas.  Se levanto y dio una vuelta por la habitación, que ya estaba vacía.  Inmediatamente Ada había obedecido su orden y había sacado todo de allí, no quedaba ni rastro de ella, de la muchacha que era antes

No podía parar de dar vueltas en todo lo que se le venia encima.   Por la mañana seria el entierro de su padre y después tendrían que dar un aperitivo en la casa para que todos fueran a darle el pésame.   Ella ni siquiera recordaría a la mitad de las personas que irían, por no hablar de las que seguramente no había visto ni una vez en su vida

Se sentía agobiada, presionada y solo quería escapar, escapar de todo  Y solo había una forma  

Camino hacia donde se encontraban sus maletas, cogio dos de los maletines, lo coloco sobre la cama y los abrió.  Allí estaba todo su material, los lápices, colores, folios, revistas, recortes, telas.  Todo lo que ella usaba para crear y eso era lo que necesitaba  Dejar volar su mente lejos, en sus diseños.

Amaneció cuando aun estaba plasmando nuevos diseños en el papel, la habitación se encontraba llena de todo, como el estudio de su departamento.   En la alfombra había fotos y revistas, en las puertas del armario colgados dibujos, los tonos de colores sobre el espejo del comodín.  El despertador sonó y Cristal dio un salto, era la hora 

Camino por la habitación con cuidado de todas sus cosas y abrió la maleta, aun no había sacado su ropa de ella, pero después de todo solo pensaba quedarse unos días  quería marcharse cuanto antes.  Escogió un pantalón negro y una camiseta del mismo color, unos tacones bajitos y cepillo su cabello 

Al bajar al comedor William estaba ya sentado a la mesa, desayunando, Ada estaba sirviéndole café

-Buenos días –El la miro con intensidad

-Hola –Cristal suspiro y se sentó en su lugar

-¿Quieres café? –Ada camino hacia ella con la cafetera

-No gracias –La respuesta de Cristal fue seca –Tomare jugo –y antes de que Ada tomara la jarra de zumo, ella se adelanto y se sirvió

-Deberías comer algo –Ada la observaba precavida

-No tengo apetito –bebió su zumo sumergida en sus propios pensamientos, sin darse cuenta de que William no le quitaba la vista de encima

-Es hora de irnos –El se levanto de su lugar y la espero, Cristal cogio su bolso y camino hacia la puerta ignorándole 

En el camino al cementerio ninguno dijo nada, ella permanecía sentada en el asiento del copiloto, mirando por la ventana.  Era como si estuviera lejos, muy lejos de todo aquello

William la observaba de reojo sin saber exactamente como comportarse, apretaba el volante con fuerza al sentirse impotente.  Muchas veces había imaginado este momento, ella lloraría y el la abrazaría.  Sin embargo no había ni una lagrima, ni un sollozo 

Aparco el coche entre otros que ya estaban estacionados, se bajo con la intención de abrirle la puerta a ella pero Cristal salio sola del vehiculo y camino por el cementerio.

William se apresuro a alcanzarla, la observo precavido mientras caminaban hacia el lugar 

Al llegar los ojos de Cristal se clavaron en el atauz, de madera oscura, con una corona de flores sobre el, preparado para ser bajado al interior de la tierra.   El cura ya estaba preparado junto a el, esperando a la familia.   Alrededor había algunas personas, mujeres y hombres que la observaron con curiosidad y cuchichearon sobre ella

-Hija –el padre se acerco a ella, Cristal reacciono y le miro –Lamento tu perdida, he pensado que quizás te gustaría decir una palabras

-No –La respuesta de Cristal sorprendió tanto al cura como a William que la miro bruscamente –No sabría que decir

-Yo lo haré padre –William dio un paso adelante, hecho una mirada fugaz a Cristal y se adelanto a parar junto al ataúd, se aclaro la voz –Bien, en primer lugar gracias a todos por venir –miro a los presentes y después fijo la vista en Cristal –Peter Write era un gran hombre, buen jefe y mejor amigo  El fue para mi el padre que nunca tuve y espero haber sido para el como un hijo –ella le miraba sin expresión ninguna –No hay palabras exactas que puedan describir a este gran hombre, solo aquellos que le conocían saben exactamente el vació que deja su marcha   -el trago saliva –Siempre estaba a tu  lado si le necesitabas, te daba un consejo si se lo pedías, te  apoyaba en las decisiones  -frunció el ceño al observar como los ojos de ella se posaron en el ataúd y brillaron con resentimiento –Ahora todos los que le apreciamos y queremos estamos aquí para darle el ultimo adiós

Todos aplaudieron el discurso de William, todos menos Cristal que permanecía mirando el ataúd fijamente.   El regreso a su lugar junto a ella y el cura comenzó la misa, la gente tenia la vista puesta en ella, pendientes de sus ojos, esperando sus lagrimas

-¿Estas bien? –William acaricio el brazo de ella y noto como se puso tensa

-Si –respondió sin mirarle

El padre termino de decir sus palabras y la caja comenzó a descender, todos agacharon la cabeza en oración 

-Que Dios lo acoja en su gloria –Las palabras del cura finalizaron el entierro

Los presentes comenzaron a caminar hacia los coches, por supuesto para dirigirse a la casa de Los Write, a dar el pésame a la hija.  La hija que la mayoría no conocían

-¿Quieres quedarte a solas con el? –William miro a Cristal con comprensión, ella ni siquiera contesto, giro sobre sus talones y camino hacia el coche.  Sin saber que hacer el la miro sorprendido, camino tras ella y subió al auto

El camino de regreso fue aun mas incomodo, ninguno hablaba, pero el la miraba molesto.  No podía entender el comportamiento de esa mujer, no lloro, no se lamento, no quiso decir las palabras, no quiso quedarse a solas con el ¿Qué le pasaba? ¿A caso no sentía la muerte de su padre?  Al llegar a la casa de nuevo ella se bajo sin esperarle y subió los escalones hacia la entrada, pero se paro en la puerta al ver a tanta gente dentro

Entro despacio mirando a su alrededor, no tenia la menor idea de quienes eran

-Oh, tu debes ser Cristal –Una mujer robusta se acerco mirándola con tristeza, le tomo las manos –Lo siento mucho niña

-Era una gran persona –El hombre que debía ser su marido asintió con aire solemne

-Gracias –Cristal inspiro aire profundamente

-Thom –William se paro junto a ella y estrecho la mano del hombre, después miro a la mujer –Señora Wogman

-Si me disculpan –Cristal se alejo rápidamente de ellos, notaba como todos la miraban, con curiosidad.  No consiguió llegar a la cocina, puesto que mas personas la interceptaron para darle el pésame.  Agobiada, consiguió deslizarse disimuladamente hacia la terraza

-¿Estresada? –La voz de un hombre sonó tras ella, se giro y por algún motivo le resulto familiar

-Bastante –Frunció el ceño mirándole -¿Nos conocemos?

-Si –el sonrió –Aunque no se si te acordaras de mi, soy Guillermo

-¿Guillermo? –Cristal se quedo pensativa, le sonaba ese nombre –Cuando era pequeña

-Así es –el asintió –Jugábamos juntos, hasta que te fuiste 

-Es cierto –Ella lo miro de arriba abajo –Estas muy cambiado

-Tu tambien –Guillermo se acerco a ella –Lamento lo de tu padre

-Ya, gracias –Cristal desvió la vista –Ojala pudiera escapar de aquí

-Hazlo –Guillermo se encogió de hombros –Vete

-No se como –Cristal miro los autos

-Llévate el mío –El le tendió la llave y se encogió de hombros –Yo me ire con mi hermano

-No se –Cristal miro las llaves -¿Estas seguro?

-Si –el le guiño un ojo –Escapa, lo necesitas

Y no podía imaginar cuanto, Cristal extendió el brazo y tomo las llaves, el le señalo cual era su coche y ella se alejo corriendo hacia el 

William camino entre los invitados buscándola con la vista, sabia que estaría agobiada, con tanta gente y sin conocer a nadie 

-Ada –Se acerco a la mujer -¿Has visto a Cristal?

-No –ella frunció el ceño –Quizás subió a su habitación

-Si, puede ser –decidido William subió las escaleras, atravesó la planta de arriba hasta llegar a la puerta de la habitación y la golpeo suavemente.  Al no contestar nadie, la abrió despacio y asomo la cabeza -¿Cristal? –La habitación estaba vacía, frunció el ceño observándola -¿Pero que? –entro en ella despacio y miro a su alrededor.  Había dibujos pegados en el ropero, el comodín, bocetos, telas, colores, lápices en la alfombra -¿Cuándo ha hecho todo esto? –observo los dibujo No sabia que dibujara tan bien

William volvió a la sala y siguió buscándola entre la multitud, comenzó a asustarse cuando no tuvo noticia de ella

-Ada, no la encuentro por ningún lado –suspiro agobiado

-¿Buscáis a Cristal? –Guillermo se paro ante ellos

-Guillermo –Ada le sonrió –Si, ¿sabes donde esta?

-Se marcho –El sonrió –Estaba agobiada

-¿Qué se marcho? –William lo miro con desconfianza -¿Cómo?

-En mi coche –El se encogió de hombros y se alejo

Cristal paro el auto frente al parque y se bajo, camino por el lugar mirando a su alrededor.  De pequeña su padre solía traerla allí, para que jugara, incluso en algunas ocasiones jugaba con ella  ¿Cómo había podido cambiar tanto la situación?  Siempre pensó que su padre estaría junto a ella, que la apoyaría.  Como había dicho William, pero no.   Si había sido así, desde luego no con ella.  Ella había estado sola, había enfrentado todo sola.   Y no se lamentaba, porque estaba segura de que si hubiera seguido las ordenes de su padre se habría arrepentido toda su vida

-¡Papa! ¡Papa! –un niño corria por medio del parque con un helado en su mano, entonces tropezó y cayó al suelo esparciendo el helado -¡Ah!

-Tranquilo –Cristal corrió hacia el y lo levanto del suelo, lo miro con una sonrisa mientras limpiaba su pantalón -¿Te has hecho daño?

-Si –el niño la miro con los ojos llorosos y señalo su manita

-A ver, déjame –Cristal tomo su mano y depositó un beso en ella  -Ya esta

-Gracias –Un hombre se encontraba parado ante ellos y la miraba con una sonrisa

-¡Papa! –el niño se lanzo a sus brazos

-Ven cielo –cogio a su hijo entres sus brazos y lo estrecho con cariño –Dale las gracias a esta amable muchacha

-Gracias –el pequeño le sonrió

-La próxima vez ten mas cuidado –Cristal le guiño un ojo

Cuando regreso a la casa ya estaba oscureciendo, dio gracias a que nadie estaba esperándola .  Aparco el auto frente a la entrada, mañana se lo llevaría a Guillermo, aun recordaba donde vivía .   Subió a su habitación, se metió al baño a darse una ducha y por primera vez logro dormir en aquella camas .  Quizás fuera el cansancio, o la convicción de que pronto todo acabaría y podría volver a casa

 ¿DOLOR? UN SENTIMIENTO FUERTE; DE TIRSTEZA QUE TE INUNDA Y NO PUEDES APARTAR DE TU MENTE   PARECE QUE CRISTAL NO LO SIENTE ¿CUAL PUEDE SER LA RAZON? WILLIAM CADA VEZ ESTA MAS MOLESTO POR LA ACTUTD DE ELLA, EN ALGUN MOMENTO TODO ESTO TENDRA QUE EXPLOTAR

OS DEJO LA FOTO DE CRISTAL VESTIDA PARA EL ENTIERRO 

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