Cristal observo en la lejanía aquella casa en la que tan pocas veces había estado.  Aquel era el hogar de su padre, tambien debería de haber sido el suyo pero nunca lo fue.  Ella apenas tenia recuerdos del tiempo que había habitado allí, a los doce años su padre la había mandado a Suecia, a un internado.  Y no volvió a pisar aquel lugar hasta sus dieciocho cumpleaños, para su desgracia  

Habian pasado seis años desde que se marcho y tras la visita de su padre dos meses después de su huida, no volvió a hablar con el.   Lo único que recibía mes tras mes era una suma generosa de dinero, una suma que ella le devolvió al completo.  No había aceptado sus ordenes, por una vez en su vida le había desobedecido y el había castigado ese insulto con su total indiferencia 

Mientras recoraba el pasado no pudo evitar un nudo en su garganta, Peter Write ni siquiera la había llamado una sola vez.  Ni cuando supo que se estaba muriendo tuvo el valor y el coraje de informarla.  Su padre había muerto y ella había sido informada al día siguiente.  Ahora llegaba para el entierro y sin embargo ni una lagrima se acumulaba en sus ojos, ni un sentimiento de tristeza.   Solo podía recordar su brusca voz y las ultimas palabras que habian sido dirigía a ella, con el mayor de los desprecios

Cristal había decidido seguir adelante por su propio pie, después de que su padre mostrara su desagrado con su decisión.  Con el dinero que el le mando estudio lo que siempre había querido, diseño.  Y ahora era una de las diseñadoras mas famosas y su firma se vendía por todo el mundo.   En cuanto tuvo dinero suficiente para salir adelante había regresado a su padre absolutamente todo el dinero que le había mandado y se había encargado de cerrar la cuenta en la que el ingresaba la mensualidad

Pensó que la casa debía haber cambiado mucho en estos años y se pregunto quien estaría allí para recibirla.  Su temor se hizo presente cuando recordó que su padre invitaba a O´Connor a vivir en la casa con el ¿Y si estaba allí? ¿Y si tenia que enfrentarle?  Suspiro, ¿Qué importaba? Ella había cambiado, ahora era una mujer y nada ni nadie la achantaba.  Solo tenia que lograr mantener su secreto a buen recaudo

-Señorita hemos llegado –El taxista la miro por el retrovisor con el ceño fruncido

-Gracias –Cristal inspiro aire profundamente, entrego el dinero al hombre y salio del taxi.  Se quedo observando la casa que tenia frente a ella mientras el hombre sacaba la maleta del auto

Los grandes portones blancos se abrieron y un hombre con aire solemne, seguramente el mayordomo, se acerco a ella

-Señorita Write bienvenida –Asintió ante ella y cargo la maleta -¿Dónde desea que deposite sus pertenencias?

-En mi habitación –ella observo como el fruncía el ceño –La que era mi habitación, por favor

El hombre asintió y entro a la casa con el mismo aire solemne con el que salio de ella.

Cristal retorció sus manos nerviosa, respiro profundamente y se obligo a dar un paso adelante.  Solo serian unos días, el abogado ya le había notificado que su padre seria enterrado mañana mismo y el testamento seria leído pronto.  Ella no quería nada pero al ser su hija legitima tenia que estar presente, esperaría a que esta pesadilla acabara y regresaría a su hogar, con los suyos

Al entrar en la casa sus ojos se humedecieron levemente observando que todo seguía exactamente igual.  Era como volver al pasado, como recordar todos y cada uno de los momentos que había vivido entre aquellas paredes.  Camino hacia la escalera y apoyo la mano en el barandal, lo acaricio despacio y suspiro.  Subió un primer escalón cuando la voz de el la dejo paralizada

-¿Cristal? –seguía sonando tan varonil como hace seis años.  William miraba sorprendido a la mujer que tenia de espalda a el, su cuerpo había cambiado, hasta su cabello había cambiado.  Ella había cambiado, pero no supo hasta que punto, hasta que se giro lentamente para mirarle.   No era aquella muchacha inocente que el conoció, de ella no quedaba el mínimo rastro.  Ante el tenia a una mujer exuberante, atractiva, que lo miraba con altivez y que para su desgracia deseaba, incluso mas que antes

-O´Connor –Cristal le miro de forma gélida.  El destino había vuelto a ponerla frente a ese hombre que tanto daño le hizo.  Pero no se lo dejaría saber, ella guardaría todo en su interior y no seria mas amable de lo indispensable

-Te ves distinta –William la miro a los ojos y le pareció ver un destello de ¿odio?

-Niña –Ada atravesó la sala a toda prisa hasta la escalera y la abrazo eufóricamente.  La mujer se aparto despacio al notar que ella permanecía tensa, la miro con tristeza y asintió –Me alegra verte, aunque sea en estas circunstancias

-Te veo bien Ada –Cristal no era capaz de decirle nada mas  Esa mujer había sido como una madre para ella y tambien se sentía traicionada.  Al igual que su padre, la dejo de lado, nunca volvió a saber nada de su nana

-Cristal –William llamo su atención aun sorprendido por la frialdad con la que ella había tratado a la mujer -¿Me permites hablar contigo un momento?

-De acuerdo –asintió y volvió a bajar el escalón que había subido  Camino hacia el salón pasando ante el sin siquiera dirigirle una mirada.  Se paro en mitad de la sala y se giro para mirarle -¿Y bien?

-El entierro será mañana en la mañana –El espero ver algún rasgo de tristeza en ella, alguna lagrima cayendo por sus mejillas.  Pero no paso –Ya arregle todo

-Supuse que tu te encargarías de arreglarlo –Cristal miro a su alrededor -¿Eso es todo?

-Por supuesto que yo me encargue, dado que su hija no daba señales de vida –La voz William sonó con reproche y se sorprendió al ver la mirada hostil que ella le dirigió

-¿Quieres que te de las gracias? –Camino dirección a la puerta –Gracias

-No es eso lo que quiero –El la agarro del brazo impidiendo que se marchara –Lo que quiero es saber que fue lo que paso

-Suéltame –Cristal le miro con furia y el libero su agarre con el ceño fruncido –Eso no es de tu incumbencia

-Yo creo que si –William dio un paso hacia ella –Peter era mi amigo y tu su hija y ni siquiera estuviste junto a el cuando estaba enfermo

-¿Qué te hace pensar que yo lo sabia? –Ella respondió y sonrió al ver como los ojos de el se abrían de sorpresa –Así es, mi padre no me quería a su lado ni enfermo  Nunca supe nada de el hasta ayer

-¿Qué hace que un padre y una hija se distancien de ese modo? –El la miro a los ojos

-Eso no importa, el pasado es el pasado –Cristal lo dijo con doble intención y el lo entendió –Mañana el será enterrado, yo podré renunciar a su testamento y podré volver a mi vida

Sin darse cuenta Cristal acababa de revelar sus planes, renunciar a lo que le correspondía como hija de Peter Write y volver a desaparecer .  William observo como ella salía de la habitación.  Había algo, algo importante que había hecho que Peter alejara a su hija de su lado, algo que hacia que ella  no quisiera nada de su padre.  Y el lo averiguaría

Si Cristal pensaba que todo seria tan fácil estaba muy equivocada, tras el entierro el mismo se encargaría de que tuviera que permanecer mas tiempo allí.  Al menos el suficiente para que el pudiera averiguar que era lo que ocultaba, que era lo que Peter había guardado en secreto hasta su muerte

Conteniendo el aliento ella subió a la habitación y al entrar ya no pudo aguantar mas y se derrumbo ante lo que vio.  Estaba igual, tal y como la había dejado antes de irse, nadie había movido nada.  Camino por ella mirando a su alrededor, acaricio la colcha y se dirigió al comodín.  Una pequeña sonrisa se dibujo en su rostro tomando el frasco de perfume, el primer regalo de su padre, el primero que no era un juguete.  Abrió el armario y observo la ropa, ropa de una adolescente.  Eso era ella, la ultima vez que estuvo allí era una adolescente y ahora era una mujer.  Debajo de la ropa, apoyada sobre la tabla del armario observo una caja, aquella caja.  Con el pulso tembloroso la tomo y la dejo sobre la cama, cerro sus ojos y cuando los abrió tomo todo el valor de su interior para abrirla

Los recuerdos se agolparon en su memoria y su corazón volvió a abrir las heridas que durante estos años ella había logrado, si no curar, al menos ocultar.

Saco la flor seca que había en el interior, la flor que William había cortado para ella en una de las ocasiones en que se encontraron el jardin.  Lo siguiente fue una pulsera, un pequeño detalle que el le había entregado por su cumpleaños, la dejo sobre la cama junto la flor.  El libro, el libro que había provocado que ella fuera sujetada por los fuertes brazos de el y que recibiera su primer beso.  Al apartarlo su rostro se endureció, allí en el fondo estaban los objetos que mas rabia podían causarle.  El jersey, aquel con el que solía dormir y sobre el, los restos de su ropa interior   Aquella que William había destrozado la noche que la tomo en la cocina.  Los tomo entre sus manos y observo que aun quedaba algo en el interior de la caja, algo pequeño. Era un trozo de la taza, aquella taza que había herido su pie, una cicatriz que aun tenia.  Con rabia volvió a meter todo en la caja

Después de que Ada le avisara que la comida estaba lista, Cristal bajo al comedor sin ningún apetito y aun fue peor cuando comprendió que tendría que compartir mesa con William O´Connor.   Tomo asiento en su lugar y trato de tomar algún bocado ignorando al hombre que la miraba fijamente

-Todos los documentos de la empresa de Peter estan en el despacho –Llamo la atención de ella al hablar –Te pondré al día sobre la situación

-No me interesa –Cristal volvió a fijar la vista en el plato –No voy a hacerme cargo de nada

-Eres su hija –El la miro sorprendido

-Quédatelo todo –ella fijo la vista en el de forma fría –Después de todo no hay nada de mi padre que no hayas usado o tomado como tuyo

La respuesta de ella le dejo con la boca abierta, apretó la cuchara en su mano y trato de respirar para tranquilizarse.  Definitivamente aquella muchacha que había conocido había desaparecido.  Y no solo físicamente.   Cristal observo el rostro de el, los años lo habian tratado bien, incluso se veía mas atractivo.  Ahora tenia treinta años y ella  veinticuatro

-¿Esta todo a sus gustos? –Ada entro a la sala y dejo el postre al lado de cada uno

-Excelente como siempre –El miro a la mujer y le dedico una sonrisa

-Ada –Cristal la miro fijamente –Haz que saquen todo lo que hay en mi habitación, ropa, objetos, libros  Todo

-¿Y que hacemos con todo? –Ella la miro sorprendida, al igual que William

-Dónalo, quémalo –se encogió de hombros –Me da igual, solo deshazte de todo

-Si –Ada asintió consternada y salio de la sala

El sonido de un teléfono inundo la habitación e inmediatamente Cristal supo que era el suyo.  Lo saco del teléfono de los pantalones y al verlo sus ojos se volvieron cautelosos, se levanto de la mesa.

-Con permiso –Ni siquiera miro a William, salio de allí rápidamente y contesto al llegar junto a la escalera -¿Cómo estáis?

William se quedo en el salón observando la puerta, Ada entro de nuevo y miro con el ceño fruncido la silla vacía

-La llamaron por teléfono –El se reclino en la silla y suspiro  Esto iba a ser difícil, demasiado difícil

-Esta dolida –Ada le miro de reojo mientras recogía los platos –Necesita tiempo

-¿Qué paso? –William la miro con esperanza

-No lo se –La mujer negó con la cabeza –Peter exigió a todos los empleados que nunca se volviera a hablar de su hija y que no se pronunciara su nombre

-¿Y nunca hubo una llamada de ella? –Ahora el entendía porque cuando preguntaba a alguno de los empleado sobre ella, ninguno contestaba

-No –La mujer frunció el ceño  -Solo en una ocasión

-¿Le llamo? –llevo un mano a su barbilla

-No –Ada lo miro confundida –Llego un paquete de ella, pasaron días hasta que Peter se decidió a abrirlo

-¿Y que era? –William frunció el ceño

-Dinero –la voz de Ada fue bajando de volumen –Peter reacciono fatal, aquel día no se le podía hablar.  Hizo varias llamadas y después, como si le hubieran dado la peor noticia se encerró en el estudio y se dio a la bebida.

-Lo recuerdo-William abrió los ojos sorprendido –Cuando llegue al día siguiente el seguía en el estudio.  Y a pesar de que trate de sonsacarle lo ocurrido, nunca dijo nada

 Y AQUI OS DEJO EL PRIMER CAPITULO, LAMENTO TARDAR PERO EN ESTAS DOS SEMANAS ME ES MUY DIFICIL CON LOS TRABAJOS Y EXAMENES  PERO COMO ME ENCANTO VER COMO HABEIS RECIBIDO MI HISTORIA HE SUBIDO ESTE CAPITULO LO ANTES POSIBLE    ESPERO LO HAYAIS DISFRUTADO, OS DEJO UNA FOTO DE CRISTAL

 POR CIERTO COMO PARECE QUE NO ESTABAIS MUY CONTENTOS CON EL ACTOR QUE ESCOGI PARA WILLIAM LO CAMBIE; LA FOTO ESTA EN EL PROLOGO