Sonic estaba recostado en su cama, por alguna extraña razón no podía dormir, se movía tratando de encontrar la posición más cómoda y posible para poder dormir pero no podía.

Se levantó y fue al balcón que estaba en su habitación, le hacía falta salir a caminar o tener un rato libre pero no le era posible.

Sus amigos lo invitaban a salir pero él se negaba no porque no quisiera si no porque debía ayudar a su mamá con los deberes de la casa ya que ella al trabajar todo el día no le daba tiempo de limpiar la casa, lavar la ropa o los trastes, absolutamente nada.

Miró el cobertizo y decidido fue ahí, solo serían unos minutos los que pasaría con el dragón, tal vez y así lograse conciliar el sueño.

Al estar frente la puerta la abrió con cuidado de no hacer ruido y despertar al dragón sabiendo que probablemente estuviera durmiendo y así fue, el dragón estaba echo bola con su cola rodeándolo.

Se acercó a él y sentó a un lado suyo, dudoso acercó una de sus manos a una ala del dragón y acarició aquella zona dándose cuenta de que era escamoso pero suave al tacto.

Estuvo así por unos minutos hasta que retiró su mano, observó como el dragón se acomodaba y con su cola lo atraía hacia él como si lo estuviera protegiendo de todo y todos, y aparte de eso recostó su cabeza en las piernas del cobalto impidiéndole levantarse o moverse.

-Eso fue plan con maña sabes -dijo recargándose en el cuerpo del otro, si el dragón no lo iba a dejar levantarse debía acomodarse para poder dormir.

El dragón solamente rió y comenzó a quedarse dormido otra vez, acarició su cabeza y comenzó a cerrar los ojos dejándose llevar por Morfeo al mundo de los sueños.

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-¿Dónde está?

-No lo se, desde hace horas que debió de haber regresado, si el rey se entera de que Shadow no ha regresado habrá problemas.

-Encárguense de que mi padre no se entere, yo iré a buscarlo y si pregunta, díganle que Shadow requirió mi ayuda con unos animales que iban a ser cazados.

-Claro Mephiles, haremos todo lo posible por distraerlo el tiempo suficiente -habló un chacal.

El grisáceo se lanzó al vacío para después salir volando de aquella isla en la que vivían y volar a donde Shadow había ido.

-Mas te vale que estés bien Shadow -dijo mientras volaba, aunque no lo pareciera, se preocupaba por su hermano menor el cual era adorado en la Isla y todos morirían si algo le llegase a pasar.