Bebió como si su vida dependiera de ello, ni siquiera él sabía de donde obtuvo la resistencia para no caer sobre la mesa.

—Entonces... ¿Lindo el apartamento, Raptor? —Víctor habló esperando la comida.

—Sí, te he dicho que vayas, hay un gym justo abajo. —tomó un sorbo de su jugo de naranja —Mike, adivina quien por fin ya tiene muebles.

—Debes ser el único pringao al que sus muebles viajan hasta Paris jajaja. —el rubio soltó la risa seguido de sus amigos.

—¿De qué color los pediste? —preguntó el omega castaño.

—Negro con apliques en carmesí... —contestó el de ojos azules —Muy, lindos y cómodos, pero prefiero la cama.

—¿Raptor? —tanto Sparta como Mike lo mimaron en una mezcla de confusión y preocupación, Víctor solo desvió la mirada —¿Ha dormido en tu cama? —Mike mantuvo la mirada fija en el pelirrojo.

—Pues claro tarao, vino de viaje y no lo pensaba mandar al sofá como otrosss.

—¿Qué hablas? Si tenías tu propia cama cuando llegaste. —el rubio se defendió ante la suposición —Y el sofá se podía hacer cama ¿Por qué durmió en la tuya?

—Que grosero Miguel, si es educación básica. —mantenía la calma respecto a las insinuaciones, y aunque en cierta forma eran correctas ninguno quisiera exponerse.

—¿Y qué si dormimos arrunchaditos en su cama? ¿Alguna queja? ¿Envidia tal vez? —respondió un Alexy que comenzaba a ceder por el alcohol en su sistema.

—Alexy, cálmate. —Raptor tocó el brazo del chico y susurró en su oído —Solo bromea jajaja, les recuerdo que el único que dormía en cualquier parte menos en la cama con ustedes dos en el viaje de New York era yo, no me gusta sentirme asfixiado.

—Hola, disculpen pero ustedes son muy atractivos ¿Les molesta si los acompañamos? —un grupo de chicas se acercó a la mesa.

—Hola am... Son muy amables pero declinamos. —respondió Víctor, las chicas de por si ya estaban tratando de seducir a los alfas con feromonas.

—Oh vamos, será divertido, unas copas y listo. —apoyó una chica mitad felina.

—Eres muy guapo ¿Alfa dominante? —comenzaron a rodear al pelirrojo, había soltado leves feromonas por el interrogatorio —Me encanta el vino.

—Señoritas no es por ser grosero pero de verdad no nos interesa pasar el rato con ustedes. —defendió Mike.

—De omega a omega —Sparta frunció el seño, ya sabía hacia donde iba —Hay tres alfas con un semblante seductor, pero son solo dos omegas y un beta, compartan un poco.

—¿Algún problema con los betas? —el de ojos azules se levantó de su asiento —Aléjate y busca diversión en otra parte.

—No te hablaba a ti omega, hablaba de él —apuntó a Sparta, su complextura simulaba la de un beta, era fácil confundirlo.

—¿¡Me dijiste omega!?

—Estuvo. —antes que el albino atacara al grupo Raptor lo sujetó por la cintura —Señoritas, por favor no insistan, varios de aquí ya tienen pareja y los están haciendo sentir incómodos.

—Pero implica que el macho dominante no, jeje...—el resto del grupo pidió la cuenta de lo poco que habían consumido, no solo las chicas estaban insistiendo, otros dos alfas se les unieron para llevarse a los omegas.

Los meseros se disculparon con sus clientes y retuvieron a los problemáticos mientras salían.

—Por eso... ¡Por esto no quería que te fueras idiota! —Mike le dio un golpe en el brazo al mitad reptil —Tuve que soportar ese tipo de cosas todas las malditas veces que salía... —dijo en un tono bajo —Es horrible ser omega.

—Es... Estoy de acuerdo. —respondió el albino en el mismo volumen que el otro can.

—Por eso no permití tener ni una pisca de omega además de este guapísimo rostro. —añadió el castaño de ojos miel.

—Mike, no podía mantenerme allí y lo sabes.

—¿De qué mierda hablan? Raptor es un alfa al igual que yo ¿Por qué lo especial?

—¡Quiero más tintooooo! —pataleó el chico aún era sostenido por el pelirrojo.

—Genial, está borracho, mejor cada quien a su casa por hoy... —el omega castaño se cruzó de brazos —¿Lo puedes llevar solo?

—Sí, luego resuelvo como bajarle la resaca —Raptor miró al chico apoyado en su pecho, pataleaba como un niño pequeño —será en otra ocasión, supongo.

—Hablamos después inútil, y no cometas una estupidez.

Dijo el rubio canino, lo observó por cantados segundos y luego se dio vuelta para entrar en el coche junto a Víctor, quien solo espectaba la confrontación.

—¿Te vas a quedar solo con él?

—Me ofende que estés pensando en algo tan cochino Spartita. —mantuvo las distancias, el de ojos azules aún quería beber, y también estaba haciendo fieros al omega —es beta, no habrá problema.

—Lo que dijo Miguel me dejó pensando ¿Qué tipo de acuerdo tenían para que se enojara así? Además estás a poco tiempo de tu rut, tiras feromonas como imbécil.

—Ah, eso... —no podía decirle, era mejor mantener el secreto como lo que era, secreto —Igual ¿Qué harías? Eres omega y yo irresistible, puedo lidiar con un tarao pasado de copas.

—Iré con ustedes, de igual forma vamos para el mismo lado, me queda de paso —algo andaba mal, y debía comprobarlo de un modo u otro —Me aseguraré de que tomes tus supresores y que este llegue en una pieza.

—¿Pieza? No no no, yo duermo con Raptor. —por fin habló el mitad lobo —¿Y mi tinto?

—Deja de hablar y vámonos. —Sparta le dio un pequeño golpe al de cabello blanco, este solo le gruñó.

Raptor no tuvo otra opción mas que cargar al albino en su espalda mientras Sparta se mantenía justo a su lado, hablaban vagamente de lo ocurrido y también del comportamiento del colombiano. Una vez en la puerta Sparta sacó del bolsillo posterior las llaves del departamento, metió la llave y dejó pasar primero al dueño de casa.

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Buenas, no sé en que momento dejé pasar tanto tiempo jsjsjsjs.

Se me cuidan y nos vemos, chaos :>