—Y este es mi nuevo departamento, a que mola, ¿no?

El pelirrojo mostraba a sus amigos su logro reciente, el viaje de Ecuador hacia Andorra ya podría darse por concluido luego de una temporada en casa de Mike, su gran amigo.

—Hombre, está lindo la verdad, muy bien por ti reptil. —el rubio de orejas caninas felicitó —Me avisas cuando tengas algo más que un colchón inflable.

—Oe tarao, dame tiempo que apenas me entregaron las llaves. —dio un pequeño golpe en el hombro del chico — Muy bien, lo mejor de las visitas es cuando se van, tengo mucho trabajo por delante.

"Se nota" bromeó Mike, a lo que nuevamente fue golpeado de forma juguetona. Una vez en el auto el rubio lo llevó directo a una tienda para buscar lo básico de un hogar, ollas, mesa, cama, sillas e implementos para el baño.

—Muy buenos días ¿Qué buscan? Tenemos cualquier cosa que se les ocurra. —una beta atendió al dúo, comenzó exhibiendo los artículos más populares mientras comentaba material y precios —Estos de aquí tienen tecnología capaz de repeler feromonas, y este de concentrarlas... Perdonen si soy imprudente, pero creo que ambos son dominantes así que...

—Oh no, Dios me libre de estar con este —dramatizó el más bajo —Soy omega dominante pero no tengo correa, si sabe a lo que me refiero.

—Lo lamento, no fue mi intensión insinuar nada, es que incluso para mí el aroma es algo notable.

—Si bueno... Yo no soy- Es decir, no creo que sea algo tan- Sí, soy alfa jeje. —los nervios podrían hacerlo pasar por beta, pero tal fragancia había llamado la atención de la empleada —Uno neutral podría funcionar.

—De acuerdo, lo anotaré de inmediato, también tenemos los mismos sistemas para las camas, sabanas, toallas y cortinas. —continuó ofreciendo la chica.

—Sí, todo neutral por favor.

—Vaya, que modesto... Raptor. —contestó el omega.

Solo el omega era consiente de la verdadera situación del de ojos bicolor y cola escamosa, en algún punto de su estadía fue evidente, no era un alfa.

Terminadas las compras el nuevo independizado pidió entrega y ensamblaje, lujitos que se podía dar, además de un pequeño descuento por ser una celebridad capaz de hacerle promoción y prueba a sus productos. En el camino el rubio estaba inquieto, no por la mudanza en si, sino por lo que podría pasar con su amigo.

—Mike por favor, se no es fácil pero prefiero esto a afectarte más.

—¿Y a mí qué me importa? Sabes que no soy un recesivo y tengo control sobre mis instintos, además Víctor-

—Víctor también estaría en peligro, los tres, no podía seguir con ustedes por mucho que disfruten tener un chef esclavo.

—No es por eso Ari, sabes que tu situación es bastante delicada, incluso yo que estoy en la parte más baja de la pirámide estoy con mejores condiciones. —refutó sin despegar la vista del camino.

—Lo haces sonar como si tuviera una enfermedad incurable, solo soy diferente...

—Esa diferencia te hace estúpidamente vulnerable solo. Nos cubrimos por un buen tiempo, pero sin alguien de confianza... Eres mi mejor amigo idiota, no quiero verte tras las rejas.

—Miguel. —como era costumbre dejaban de usar sus apodos cuando la conversación se tornaba seria —Ponte en mi lugar, no pasó nada en un año, pero no podría ser así para siempre, además siempre quise tener mi propio hogar. Si algo sale mal prometo llamarte.

—No basta con eso, tus feromonas me evitaron demasiadas cosas, amo a Trolli pero es un beta, y Víctor Alfa recesivo, con todo y los supresores el tener esta cara y este cuerpazo en un mundo como este... Tengo miedo, ¿vale? En las noticias cada caso es peor que el anterior y... No quiero confinarme de nuevo.

—Oye pero se te olvida algo —el de ojos azules volteó aprovechando la luz roja del semáforo —No es como si no pudiéramos vernos de nuevo, y tú no eres una pobre cosita de cristal, al que te toque le pegas el puño de su vida, las feromonas tuyas también son un arma. —dio apoyo a su amigo, y aunque era cierto el peligro que sería no estar cerca el uno del otro debían enfrentarlo.

—Lo que sea. La farmacia está cerca ¿Compras provisiones? Siempre se te olvida.

—Ah, es cierto, gracias Michael. —se dio paso a los autos; el ambiente se tensó por contados segundos, pero nada del otro mundo.

Ni siquiera el resto del grupo sabía el secreto de ambos YouTubers, un pacto y motivo por el cual Mike ofreció su casa como alquiler. La mayoría del grupo eran omegas, apenas si era conocida la existencia de tres alfas (Timba, Víctor y Raptor) por otra parte tres omegas (Mike, Sparta y Rius) y para envidia de otros dos betas (Mayo y Tolli) que podían darse el lujo de estar y hacer lo que quisieran, pues aunque estuvieran atrapados en medio de la jerarquía no debían preocuparse por supresores, rut o celo.

En este mundo los alfas y omegas tenían mayor relevancia que un beta, más si en su subgénero estaba el plus de ser recesivo o dominante, eso definitivamente no podía caer en manos de los fans, si de por si en los encuentros con riguroso cuidado se podían generar problemas la hostigación por escudriñar tal parte de sus ídolos era demandante, más al tener convivencia entre tanta variedad, ni siquiera ellos se permitían saber algo más.

Ya en la noche, primera en su nuevo departamento acomodó las pocas cosas que tenía y se recostó en el colchón inflable, no sin antes domar su dosis de supresor.

—¡Buenos días! —reaccionó al ruido de su alarma —Cinco minutos más... ¿Eh? ¡Pero si apenas es la primera noche! —su aroma corporal había invadido cada rincón, por podo y podría ver las partículas en el aire —¿Me estafaron? —estiró la mano hasta la caja de supresores —Extra fuerte mis nalgas. —apartó con rabia el empaque, eran las que usaba normalmente, y al parecer ya no funcionarían más.

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¡Muy buenas! 

Sí, ya se que no he actualizado no mires la luna y ya ando con otro hijo por acá, pero esta historia me tenía como loca.

No creo que vaya a ser tan larga, pero espero les guste y tenga apoyo. 

Se me cuidan y nos vemos, chaos.