Seis
Caminaban con cuidado más por ella que estaba con los ojos vendados pero se asusta al sentir como sus tacones se hundían.
- B-Bakugou, la punta de mis tacos se hundieron, ¿estamos en arena?
El nombrado se pone en cuclillas y le quita los tacos delicadamente haciendo que pueda sentir la textura fría de la arena.
- ¿Más cómoda?
- Si.
Agarra sus tacos y siguen caminando. Las pequeñas oleadas se oían a la perfección y alguna que otra ave se escuchaba a lo lejos, la brisa era cálida y abrazaba su rostro pudiendo respirarla. Se aferra al brazo de él y deja caer su cabeza en su hombro.
- ¿Estamos en la playa?
- Si, ¿puedes escuchar el mar?
- Se escucha muy bien.
Llegan a la cabaña y él le quita el vendaje dejándolo caer. La castaña abre sus ojos lentamente, suspira llevando una mano al pecho en dirección al corazón, la mirada le brillaba y sus labios formaban una sonrisa encantada. Bakugou rodea su cintura por detrás y se le acerca a su oído.
- Sorpresa...
Se da la media vuelta para encontrarse con esos ojos rubí icónicos pero esa noche tenían un brillo especial.
- ¿Lo hiciste tu solo?
- Tsk. No preguntes solo disfrútalo.
Recorre la silla ofreciéndole asiento, ella se acomoda y se sienta teniendo enfrente el delicioso aroma de la lasaña. El rubio se va al frente de ella y se sienta de igual manera.
- ¿Esto es vino?
- ¿Gustas? Si no quieres lo podemos dejar de lado...
- No, no, me sorprende que hayas conseguido solamente.
Desvía la mirada preguntándose de donde demonios había conseguido vino Sero.
- Secreto.
Descorcha el vino con un poco de dificultad y sirve en ambas copas. Ella aplaude demostrando su contento. Se lleva a la boca la copa y da un sorbo, desgasta unos segundos.
- Interesante sabor.
- ¿Te gusta?
- Si, me gusta.
Agarra el cubierto y corta un pequeño pedazo de la lasaña, la come sintiendo ese maravilloso sabor.
- Esto está demasiado delicioso. -otro bocado más.
- No hables con la boca llena.
La castaña dirige su mirada al mar viendo como las estrellas se reflejaban en el, la vista era preciosa y ver cómo la luna iluminaba el lugar no hacía más que emocionarla. Suspira sonriente.
- Esto es más de lo que me imagine. Esto es sencillamente hermoso.
El perfil que daba hipnotizaba a Bakugou que nuevamente se encontraba en su dilema de que si la amaba o solo era un simple gusto. Frunce el ceño. Da un sorbo al vino siendo este una de las pocas veces que consumía este tipo de bebidas, trataba siempre de mantenerse saludable y en forma.
- Más te vale que te haya gustado, nunca en mi vida hice una cosa tan ridícula cómo esta por una mujer.
Ella parpadea un par de veces con la boca entreabierta, aunque no lo parecía si la estaba haciendo sentir especial a su manera, algo que entendían ambos.
- A mi nunca me hicieron una sorpresa como esta. No eres nada predecible.
No muy lejos de ellos el pequeño grupo de amigos que había ayudado en toda su decoración observaba en silencio cada acto que hacían demasiados atentos y curiosos detrás de unas palmeras entrecruzadas.
- Momo me estás pisando el pie. -susurra Denki apartándola.
- Shhh, no hables, quiero escuchar todo lo que dicen.
- Si Bakugou se da cuenta que los estamos espiando nos matará a explosiones. -advierte Kirishima empujándolos levemente.
- Si Uraraka sigue tomando de esa manera se emborrachará fácilmente. -dice Sero.
Todos fijaron la mirada en ella viendo como se servía más vino.
- No te ves tan explosivo como acostumbras.
- Si quieres que me comporte dominante pídemelo. -sonríe arrogante.
- Guárdalo cuando estemos en mi habitación.
- Por mi fuera besarte delante de todos y que sepan a quien le perteneces.
Ella ríe.
Con cada oración que decían los cinco restantes ocultos abrían más la boca.
- ¿Nunca has tenido novia?
Bakugou traga la comida que estaba masticando.
- No, supongo que no, no quiero perder el tiempo con esas cosas o aún no encuentro a una que entienda mis prioridades.
- ¿Y cuáles son tus prioridades?
- Ser el héroe número uno. Por eso es que no tengo tiempo para ese tipo de cosas... -pausa, piensa- o aún no.
- Y cuando seas el héroe número uno, ¿qué piensas hacer?
- Buena pregunta. Seguir a salvar a todas las personas y trabajar.
- No me refiero a eso. Lo decía por tu vida privada, ¿planeas algo?
La expresión del rubio se convirtió a una seria y pensativa, se concentra demasiado en su meta de ser el número uno que no dedica tiempo a cosas tan "tontas" como sus sentimientos.
- Quisiera una hija. Una niña que esté riendo por aquí y por allá mientras la persigo enojado. -sonríe de lado.
- ¿Una niña de ojos rubí que ande explotando todo a su alrededor?
Ambos sonríen y ríen al recordar esa frase tan icónico pero que un bonito significado.
- Si, quisiese eso.
- Por lo menos si tienes metas, yo solo quiero darles una mejor vida a mis padres aunque obviamente salvaría gente fuese o no fuese héroe.
- Para eso debes esforzarte, porque nunca podrás superarme. -sonríe de lado.
- Ya veremos que nos prepara el futuro.
- Tu futuro es conmigo, con nadie más. -había seguro.
Parte el pastel y le sirve a la castaña aún anonadada. Al probarla una pequeña pizca de emociones corre por su cuerpo, era el pastel de vainilla y fresa que tanto le gusta y que marcó su historia.
- Muchas gracias por haber entrado a la cocina ese día. -lo suelta sin mirarlo a los ojos- Por haber sido tú.
Todos los espías abrían sus ojos enormemente sin entender.
Bakugou iba subiendo su mirada, la castaña estaba un poco roja mientras aún comía.
- ¿No te arrepientes de nada?
- No, no me arrepiento de haberte lanzado harina, agua y toda la masa, que hayamos roto la bolsa de harina y que luego ciegamente hayas estado ahí en medio de todo ese ambiente nublado. -suspira- Ese día algo me decía que era tú.
- ¿Yo?
- Si, el chico de las explosiones que logró tomarme y borrar mis inseguridades.
Kirishima, Denki y Todoroki estaban sorprendidos con la boca abierta, Sero de lo contrario sonreía orgulloso pero Momo empezaba a jalarlos desde el cuello de sus remeras.
- Chicos, vámonos, esos asuntos son privados y no nos incumbe.
- Ou, yo quiero seguir escuchando, me da curiosidad saber cómo fue que empezó todo esto. -reclama Denki.
- Lo mejor será dejarlos. -dice Shoto- Son cosas de dos, no de dos y cinco espías.
Bakugou se pone de pie y extiende su mano hacia ella, la acepta y se pone de pie dejando la diferencia de tamaño que había entre ambos. Sonríe desentendida.
- Cara de ángel, ¿me has enamorado?
Acaricia su mejilla observando mejor el leve rubor que tenía y el delineado sutil que decoraba sus párpados.
- Ese pensamiento me ronda la cabeza.
- Eso debes descubrirlo tu solo Katsuki, y cuando no tengas más interrogantes yo estaré aquí.
Chocan sus frentes.
- Mi corazon late por ti. -dice el rubio.
- Y el mío por ti.
La besa y sus corazones latían más fuertes.
Y sus compañeros de clases estaban con la mandíbula por los suelos sin saber exactamente qué pasaba pero que no creían lo que sus ojos veían.
- Vámonos. -los jala una vez más Momo.
Sero la ayuda jalándolo a Denki mientras que Todoroki se iba caminando sin protestar.
Separan sus labios lentamente. Agarra de su mano y la guía hasta las orillas del mar no sin antes quitarse los zapatos. Siente el agua correr por sus pies mojándolos y relajándolo. Uraraka lentamente va mojando igual sus pies procurando mantener seco su vestido.
- Esta fría el agua.
Le da una vuelta sin dejar de sostener su mano logrando de esta manera mojar las punta de su vestido. Ella ríe sintiéndose libre, feliz y dispuesta a todo.
- ¿Ahora está más cálida el agua?
- Si, ahora está mucho mejor.
Uraraka empieza a salpicar sin importarle que se moje o que se le arruine el vestido. Abre los brazos sintiendo como la brisa despeinaba su cabellera y liberaba todo temor.
Bakugou por su parte no apartaba su mirada de ella, la veía tan realista, siendo ella por primera vez y sentía su vibra en paz.
- ¿No te sientes libre? El mar enfrente de nosotros y el viento suave. Este será mi lugar favorito.
La sostiene de su cintura y la eleva unos cuantos centímetros del mar. Su rostro extasiado y feliz, divertida y contenta. Rodea su torso con sus piernas al mismo tiempo que rodeaba su cuello con sus brazos teniéndolo cerca de sus labios.
- Cara de ángel, me estás tentando. -bromea.
- Bésame.
Sin reproches ni nada la besa dando pequeña vueltas en su entrono muy lentas gozando de sus labios suaves y tiernos muy fáciles de morder. No se quedó con las ganas. Muerde el labio inferior recibiendo un pequeño jadeo de su parte. Pasa su lengua chocando con la suya llenándose de lujuria pero frenándose al mismo tiempo reconociendo que no era el momento de tenerla. La va bajando sin despegar sus labios y a lo lejos lo único que se podía ver era la silueta de ambos adolescentes enamorados bajo la luz de la luna.
- Cara de ángel.
- ¿Si?
- Me gustas demasiado, no te vayas jamás de mi lado.
Y en ese momento se dio cuenta ella que estaba perdidamente enamorada por Bakugou, por el chico que conocía cada espacio de su cuerpo, por el muchacho que la hacía perder la cabeza.
Si, estoy enamorada de él.
- Siempre estaré aquí.
Salpica con todas las intenciones de mojarlo un poco.
- ¡Oi! -sonríe desafiante y empieza también a salpicarla.
- ¡Arruinarás mi vestido!
- Tu empezaste cara redonda, aparte, ¿cuál es el miedo? Si ya conozco hasta el cabello más corto de tu cabellera.
Ella se sonroja y con la ayuda de sus manos empieza a lanzarle más agua. Bakugou se cubre con sus manos y al sentir que paró baja su defensa llevándose la sorpresa de ver a Uraraka lanzársele liberando un grito, con dificulta logra sostenerla pero termina tirándose en las orillas del mar mojándose ambos definitivamente.
Uraraka no paraba de reír cosa que a los pocos segundos él le siguió. Al parar ella roza sus narices sonriente.
- Quiero ser parte de tus metas, de tu futuro.
- Ya eres parte de mis metas desde el día que te conocí.
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