Reunión
Estaba en casa, cuando de repente mi padrastro llamo a mi casa.
-Halo.
-Hola cariño, te habla el amor de tu vida.
-Sarcástica- sé que eres tú.
-Ríe-siempre tan odia.
-A qué se debe tu llamada don risa.
-Necesito un favor tuyo.
- ¿Qué tipo de favor?
-Necesito a Venus esta noche.
-Sabes bien que Venus, es una mujer sumamente peligrosa.
-Lo sé y por eso la necesito esta noche.
-Está bien, pero sabes que Venus quiere algo a cambio.
-Está bien, déjame intercambiar con ella.
-Dime qué tipo de trabajo es.
-Sencillamente me tienes que acompañar a una reunión con otros mafiosos.
-En otras palabras, ser tu guarda espalda.
-Algo así.
-Ríe-Si gimes feo.
-Mira quien lo dice la virgencita.
-Pues te diré que ya no soy virgen, ya que Andrea la perdió con un tal Sebastian.
-Sera Andrea, pero tú no.
-Cambiando de tema a que hora debo qué estar allá.
-Es a las 8:0 pm en el mismo bar de siempre.
-Allí estaré y te voy dejando, odio hablar contigo mientras tienes sexo con putas.
-Está bien, pero mosca si faltas.
-Maldito viejo pervertido sexual.
-Mañana será un gran largo día.
El día pasa normal hasta llegar la noche.
Buena hora de intercambiar personalidad.
- (Al menos ya está aprendiendo a vestirse).
-Oh ya es tarde.
A la hora Venus llega al punto de encuentro donde se encuentra Isaías.
-Al fin llegaste.
-Sabes que yo no soy muy puntual que se diga.
Ambos se abrazan.
-Entra.
-Está bien.
Ambos entramos al salón del puteadero, digo la sala de reuniones.
-Buenos Venus, como sabrás, esta noche tendremos una reunión.
-Ah si ¿con quién?
-Con los Pitterson.
- (Mierda de todos los mafiosos tenían que ser ellos, Andrea me hablo de Sebastian todo el, la típica niña enamorada).
-Usaras el mismo método de siempre.
- (Ufffff que alivio), está bien.
El me abraza y caigo en mis pensamientos sobre la reunión de hoy, las horas pasaron y ya llego Sebastian.
- (Dios me ampare).
Me pongo la máscara y me dirijo hacia la puerta, y lo ve de lo más sexy y sus amigotes, hay dios mío soy mujer muerta, llegamos y la reunión transcurrió normal hasta que se fueron, y al fin tome respiro.
-Gracias Venus, por tu ayuda.
-De nada tío.
Ambos nos despedimos, pero antes Isaías me detiene.
-Ella te necesita.
-Ella está sola, desde aquel día.
Me dirijo hacia mi casa, pero antes fui a verla desde lejos.
-Disfruta mientras puedas.
Yo me voy directo a mi casa, hago mi rutina, y me duermo hasta que Andrea me pida ayuda.
FIN
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