«Me sentía como cuando era una niña y todos se reían de mí por mi físico. Pero ahora era diferente y lo peor eran las consecuencias»

Zoe.

Una joven de cabello rizado se encontraba acostada en su cama, después de una hermosa cita que había tenido con su novia. Ahora ambas se encontraban en el piso de ella, en el cuarto, donde se podían ver todos sus dibujos que había hecho.

Incluso, Blue vio un retrato que había hecho Faith de ella, pero fingió no haberlo visto y sonrió como nunca cuando se vio a sí misma en ese dibujo. Al girarse, vio como aquella joven se encontraba acostada en la cama, mirando hacia el techo, pensativa.

—Eres realmente buena —susurró, acercándose a la cama—. ¿Por qué no estudias arte?

Faith suspiró y respondió;

—No tiene futuro.

Blue se acostó en la cama junto con Faith y, mirándola al hermoso rostro de la joven, murmuró;

—¿Eso quien te lo ha dicho?

Ella silenció y Blue se acercó un poco más.

Al ver que Faith no respondía, supo que era algo más, quizás alguien que le había quitado aquel sueño que Faith quería cumplir, que quería seguir hasta conseguirlo. Pero sabía muy bien que, cuando alguien te cortaba las alas, era difícil volar, pero no por ello no significaba que no volvieses a creer en ti misma.

Blue dejó que el tiempo pasara hasta que le cuestionó;

—Faith, ¿quieres hablar de ello?

Sí.

La respuesta correcta y la que quería decir Faith, era sí.

Cuando aquella joven miró a la pelirroja que la observaba, prestando toda su atención en esa chica, respondió;

—Mi padre. Mi padre siempre me ha dicho que es un error estudiar arte, que nadie vive del dibujo y que derecho tiene mucha salida.

Por el tono de voz de Faith, Blue sabía que no quería estudiar lo que estaba estudiando. Que aquella carrera no le gustaba y estaba ahí por obligación. Quizás Faith podría estudiar lo que deseara en alguna prestigiosa escuela de arte y hacer lo que deseara.

Pero que alguien te dijera que no tuviese salida... A día de hoy el dibujo tenía mucha más salida de lo que muchos creíamos, sobre todo la ilustración digital. Las tecnologías nos habían ayudado a valorar más aquellos trabajos que antes no tenían "tanta" salida.

—Y por la palabra de él haces algo que no te gusta, ¿verdad?

Faith asintió.

Entonces, Blue miró hacia el techo como hacía Faith en esos momentos y buscó las palabras idóneas para aquella chica de la que estaba enamorada hasta las trancas.

—Pienso que vida solo hay una y que hay que aprovecharla al máximo, cada segundo —murmuró, haciendo que Faith la mirase—. Si estudias algo que no te llena, acabarás dejándolo tarde o temprano, o acabas por trabajar de ello y ser infeliz.

Faith, que la miraba en esos instantes, quiso preguntarle;

—¿Y si lo que dice mi padre es cierto?

Blue sonrió ante aquella pregunta, que la hacía recordar por completo a como era ella siempre. Ante cualquier problema, cualquier miedo, cualquier duda e incertidumbre.

La miró a los ojos y contestó;

—"¿Y sí?", es lo típico que nos decimos cuando tenemos miedo —inició aquella frase de esa manera, haciendo que Faith arrugase su frente al pensarlo—. La de veces que yo me pregunté lo mismo sobre ti... ¿Y si se lo digo y deja de estar a mi lado? Creo que tienes todo el derecho del mundo a estudiar lo que te hace feliz, aunque luego no consigas vivir de ello. Pero al menos, lo intentaste.

Faith, sonriente por lo que le decía Blue, apoyándola en todo, se acercó a la joven y la besó con dulzura, agradeciéndoselo de esa manera. De esa dulce manera, por estar al lado de ella, por decirle esas palabras y confiar en ella.

Faith, esas palabras, fueron luz para ella y que se las dijese la chica de la que estaba enamorada, era mucho pedir y fue feliz en ese momento, en aquel cuarto, junto con Blue.

🎡

Al día siguiente, aquellos 6 amigos se reunieron en la universidad, hablando sobre la semifinal y animando a Rhett, el cual decía que el año siguiente sería el año de ese equipo.

Rhett, que estaba feliz por mostrar al mundo lo que eran Zoe y él, era más que obvio que estaba más que enamorado de esa joven rubia que estaba a su lado, y Faith no fue menos cuando sonrió al ver a sus amigos muy unidos.

—La parejita feliz. Ya era hora de que eso ocurriera —susurró. —Llegué a pensar que siempre fingirían odiarse.

Rhett elevó la ceja y, como si eso fuese mentira, contradijo;

—No fingíamos.

Su emjor amigo Izan, se acercó detrás de Rhett, colocando su brazo en el hombro de él y respondiéndole;

—Si, si... Miéntete a ti mismo si así te sientes mejor, Rhett.

Todos ellos rieron, disfrutando de ese momento juntos, de esos pequeños momentos que siempre guardarían en un cajón en sus mentes, para no olvidarlo jamás. Pero Zoe se sintió extraña por la mirada de muchos alumnos universitarios que pasaban por el pasillo mirándola de una forma extraña.

Ni siquiera ella misma sabía explicar que mirada le estaban dedicando y la hizo sentir diferente, incómoda.

Zoe no dijo nada, pero sus amigos lo notaron al igual que ella, como todos la miraban y muchos de ellos estaban con el móvil y, de vez en cuando, levantaban la mirada para ver si realmente era ella la que aparecía en el vídeo que ellos mismos veían en su móvil.

La joven rubia empezó a sentir falta de aire por sentir la mirada obscena de todos ellos y su ansiedad solo empezaba a incrementarse.

Lo peor vino cuando empezó a escuchar esos susurros en los que, todos ellos, su nombre hacía presencia y la joven se sintió peor, recordándole el acoso escolar que sufrió de niña y preguntó a sus amigos;

—¿Por qué me miran todos?

Rhett, que estaba a su lado, contestó;

—Eso me pregunto yo.

Un joven que pasaba, se quedó mirando a Zoe de arriba abajo, cuando Faith elevó la voz;

—¿Qué cojones miras? —preguntó Faith, odiando que mirasen a su mejor amiga de esa manera.

Entonces, el sonido de un mensaje en el móvil de Izan, hicieron que todos lo mirasen.

—Izan, ¿qué pasa? —cuestionó Zack.

Blue arrugó su frente, asustada por lo que estaba viendo que le estaban haciendo a su amiga Zoe, cuando el hermano de ella, al ver el video, se notó en su rostro que eso no estaba para nada bien que se estuviese compartiendo.

—¿Qué ocurre? —preguntó Zoe desesperada, cuando le quitó el móvil y vio un vídeo suyo íntimo con uno de sus clientes, editado donde ponía que era dama de compañía.

Su mundo cayó y casi se le cayó el móvil de Izan al ver el video y todo se oscureció en la vida de ella, comprendiendo ahora todas las risas, esos susurros y esas miradas obscenas que le dedicaban todos los alumnos.

—No puede ser... —susurró Faith al ver el video y, tan rápido como paso, lo borró del móvil de Izan.

—¿Cuánto por la noche entera? —preguntó uno de esos alumnos que se acercó a Zoe, con una mirada de asqueroso mirando a aquella joven.

Rhett lo empujó con fuerza, estampándolo en la pared más cercana y escuchándose el golpe del cuerpo del joven tras el golpe.

Faith se acercó al muchacho para responder por Zoe;

—Un hielo y una cita al médico. Gracias por su visita.

El joven se marchó de allí dedicándoles una mirada de enfado a todos ellos, cuando Blue se acercó a Zoe para decirle;

—Hay que denunciar esto. ¿Quién ha podido enviarlo, Zoe? —cuestionó Blue, tratando de ayudarla, pero Zoe solo tenía ojos para todos.

Su miedo a ser juzgada estaba siendo real y lo peor era ver como sus amigos la miraban, aunque la mirasen con preocupación, queriendo ayudarla, ella sentía que estaba siendo juzgada por todos ellos. Por lo que, por ese maldito agobio, esa ansiedad y la falta de aire, salió rápido del lado de sus amigos, yendo al baño más cercano de la universidad.

Rhett trató de detenerla, pero Faith le dijo que era mejor que no lo hiciera y que iban a ir ellas.

La joven Zoe se metió dentro de uno de los baños, encerrándose dentro y empezó a llorar, apoyándose en la puerta, ignorando todo lo demás, pensando que su futuro se había acabado ahí mismo por algo que había estado trabajando. No quería ver a sus amigos, no quería salir de ese sitio, solo quería ser feliz, como lo había estado todos esos días después de contar sus secretos a Rhett y ver que no la juzgaba.

Lloró desconsolada, destrozada y no pudo evitar pensar en sus padres, en su hermano... En todo lo que los quería.

Pero entonces, escuchó la voz de sus amigas y trató de no llorar fuertemente para que no la escuchasen.

—Zoe, somos Faith y Blue... Sabemos que estás ahí —murmuró Faith, tras la puerta que estaba cerrada del cuarto de baño y susurró. —Por favor, abre. No estés sola, déjanos acompañarte.

Faith estaba completamente preocupada por su mejor amiga, sabiendo que tenía secretos y, ahora que sabía cual era, estaba mucho más preocupada por ella, comprendiendo que no deseara decirlo por miedo a ser juzgada. Y aquella forma de la que se habían enterado era muy chocante, pero lo era más para aquella joven rubia que sentía que estaba sola.

Zoe se limpió las lágrimas, pero seguían saliendo, asustada, temblando y mirando sus manos, prefirió no estar ahí, estar en otro sitio sin ser juzgada, pero así no era y debía ser fuerte, aunque la situación no era fácil para la ella.

Entonces, tardando mucho rato, abrió la puerta, encontrándose con sus amigas fuera del baño, esperándola con los brazos abiertos.

Y no tardaron nada en abrazarla, mientras que Zoe explotaba, llorando en el hombro de Faith.

—Mira, si ese vídeo es cierto, no vamos a juzgarte por eso. Jamás lo haríamos —contestó Faith.

—Somos tus mejores amigas y no vas a estar sola, nunca —continuó Blue.

Las 3 se abrazaron en aquel cuarto de baño, apoyando a aquella chica que creía que estaría sola, y estaba viendo que no era así, que tenía mucho más apoyo del que jamás su mente pensó. Porque su negatividad le daba a entender otra cosa.

Destrozada y explotando todo lo que escondía, dijo;

—Necesitaba ese trabajo...

Faith la silenció, acariciendo el cabello rubio de Zoe y murmuró;

—Shh... No digas nada. No nos tienes que dar explicaciones de nada.

Desahogándose, Zoe les dio las gracias por eso mismo, por estar ahí, por no juzgarla y las abrazó, dejando que todo ese malestar saliera de su interior.

🎡

Por el otro lado, Izan le preguntó a un Rhett que estaba desesperado por ver como se encontraba Zoe.

—Rhett, ¿sabias algo de esto?

Rhett lo miró, mientras Zack también estaba al lado de él y contestó;

—Si. Hace poco que Zoe me lo dijo. Y sé quien fue el cabrón que subió esto a las redes.

—Hay que denunciarlo —respondió Zack.

Ahí fue cuando todos vieron salir a Zoe del cuarto de baño, escoltada por sus amigas y Rhett la abrazó con amor, dejándole besos en la cabeza y dejando que Zoe se sintiera como en casa entre esos brazos.

Cada uno, que tenía que irse a sus respectivos edificios de la universidad para sus estudios, se despidieron hasta después y Zoe, Blue y Rhett se sentaron juntos.

Entonces, Rhett sabiendo que Zoe no estaría bien, le susurró;

—Si quieres nos vamos.

Zoe, sonriéndole algo forzada a Rhett, negó con la cabeza, sintiendo la mano de su chico sobre la suya y estando simplemente ahí.

Fue ahí cuando entró un profesor y preguntó por la joven rubia.

—¿Zoe Lauper?

Zoe se giró y miró al profesor, el cual le dijo;

—El director quiere verte.

Zoe tragó saliva, sabiendo que era su final en esa universidad y Rhett, al ver como recogía sus cosas para irse al despacho del director, la tomó de la muñeca y comentó;

—Voy contigo.

Zoe negó.

—No. Quédate, Rhett. Estaré bien —le prometió.

Y la joven caminó hacia aquel despacho sabiendo que la expulsarían de esa universidad por aquel vídeo sexual que estaba circulando en redes sobre ella. Y deseó dar marcha atrás al tiempo para no haber cometido el error de ocultarle todo eso a sus padres y a sus amigos.

Deseó volver atrás para cambiar ciertas cosas de su pasado. Pero la vida consistía en seguir adelante a pesar de esos errores y aprender de ellos, por muy duros que fueran.

Y Zoe no era consciente, pero las cosas no iban a ser como ella misma creía, como su negatividad pensaba que sería.