C U A R E N T A Y C U A T R O | A M I G O 🎡
«Solo quería sentarme y llorar. Era nuestro mejor amigo y necesitábamos buenas noticias»
Zoe.
2 jóvenes se encontraban en un taxi, en un gran atasco en mitad de Los Ángeles. Pero ninguno de los 2 podía ser paciente en momentos como esos, donde hacía pocas horas habían llegado y habían hablado con Faith sobre el estado de su amigo Izan.
Todavía no había noticias y los médicos no habían hablado con ellos en ese momento. Incluso la madre de Izan y Blue estaba ya allí por lo que Faith le había dicho a Zoe por llamada.
Mientras, ambos jóvenes, a la vez que atardecía en Los Ángeles, estaban completamente callados, desesperados por saber noticias favorables, pero las cosas solo se complicaban más cuanto más tiempo pasaban y veían que sus móviles no tenían cobertura desde esa zona.
Zoe trataba de llamar a Faith, sabiendo que Blue no estaría en condiciones para hablar con ella. Pero no había suerte y solo deseaba llamarla para saber noticias.
—No tengo cobertura... —susurró Zoe.
Miró a su novio Rhett, el cual observaba la ventana con un rostro lleno de preocupación. Ella sabía que se trataba de su mejor amigo y que Rhett estaba completamente destrozado y mientras más tiempo pasaba sin saber noticias nuevas, peor era para ambos, sobre todo, para Rhett.
Zoe tomó la mano de él y comenzó a acariciarlo con dulzura, tratando de darle esperanza, aunque no podía prometerle nada. Deseaba tanto como él que todo saliese bien y tratar de hacerle entender a Izan que ese no era el camino.
—Mírame, no pensemos en lo peor. Eso solo nos desanimará —susurró la joven.
Pero Rhett se sentía culpable por no estar ahí y decirle que ya era suficiente, ya que Izan no solía mirar el tope cuando bebía y no lo disfrutaba. Y no ayudaba en lo absoluto a que un grupo de jóvenes le hicieran aquello tan horrendo.
—Mira que le dije muchas veces que no se pasara de bebida... —contestó Rhett, completamente triste—. Muchas, muchas veces. Es más, Blue y yo lo vigilábamos para que no pasara de su límite. Para disfrutar de una fiesta no hace falta emborracharse...
Zoe, tan destrozada como él, no sabía que más decirle, por lo que asintió mientras miraba hacia su novio y, esperando que el atasco fuese disminuyendo, miró por una última vez la ciudad de Los Ángeles, donde sabía que no volvería para vivir ahí, sino para visitar a sus amigos. Y deseaba con todas sus fuerzas que Izan siguiera allí con ellos.
🎡
Al llegar al hospital un rato más tarde, ambos preguntaron por él. La enfermera los guio hacia la sala de espera, donde se encontraron con todos sus amigos destrozados.
Blue abrazaba a su madre, mientras que Zack se encontraba sentado solo, con el rostro tapado por sus manos y Faith se limpiaba las lágrimas mientras se acercaba a los jóvenes que acababan de llegar y no sabían que es lo que había pasado.
Rhett apretó la mano de Zoe ante el rostro de Faith y los demás, hasta que llegó la joven de cabello rizado y Zoe preguntó;
—Faith, ¿qué ha pasado? Dime que Izan está bien —suplicó.
Pero no hubo respuesta, Faith apenas pudo hablar, y el gesto que hizo en forma de dolor en su boca para luego mirar el suelo, sin ser capaz de decirle nada a sus amigos, negó con la cabeza. Aquello, sin palabras, bastó para que tanto Rhett como Zoe supieran que no había sobrevivido después de todo.
Faith abrazó a Zoe y lloró en el hombro de ella mientras que Zoe comenzaba a caérsele las lágrimas, tapándose el rostro con una mano mientras que, con la otra, abrazaba a su mejor amiga.
Rhett, el cual no había tragado la noticia, se alejó mientras negaba con la cabeza, soltando sus lágrimas por la pérdida de su mejor amigo, un hermano para él.
Aquella tarde en Los Ángeles fue larga y muy dura para aquellos jóvenes que solo querían vivir la vida, disfrutarla y crear recuerdos nuevos. Pero habían recuerdos difíciles, duros... Complicados. Y esa tarde marcaría un antes y un después para todos ellos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro