parte unica
Estaban decorado la casa
ese día, preparándose
para la ocasión. La música
sonaba suave, proveniente
desde la televisión en la sala principal.
Habían lanzado un single
con temática navideña
hacía unos días, así que
era aquella música la que
acompañaba resonando en
toda la casa.
Feliz navidad. Feliz navidad. I can feel the evil coming but Felix, never bad.
El ritmo retumbante de la
música electrónica les daba más animos para seguir su día. A penas era temprano por la mañana, pero no había nada mejor que despertar de esa manera.
-Recuerden que hoy
haremos el intercambio del Secret Santa. -Mencionó Chan hacia todos los miembros. Recordó que, efectivamente, habían
acordado un intercambio
de regalos entre los
miembros para ese dia,
estaba ansioso que llegue el momento.
Ellos habían comprado
un árbol de navidad, uno
muy pequeño, y algunos
de los miembros estaban
decorándolo en ese
momento. Otros colocaban
más decoraciones en
diversas partes de la
casa, o era la gran cosa
pero hacía que aquella se
sintiera más acogedora a
pesar del invierno entrante.
De repente, una figura
alta de cabello negro entró
hacía la cocina donde Seungmin se encontraba. Bangchan probablemente estaba recién despierto, su cabello alborotado caía suavemente por su delicado rostro, este
ligeramente hinchado por
el sueño.
-Hyung, buenos días.
Le sonrió, recibiendo una
sonrisa dulce de vuelta.
También logrando que este
tome asiento justo a su lado, y envuelva sus brazos al rededor de su cuerpo en un
cálido abrazo.
Era como si de repente
una sensación de calor
burbujeante se creara
en su Cuerpo, era suave
y romántico. Aveces se
sentía tan irreal en aquellos momentos de felicidad, tal dulce que quisiera llorar.
Quería besarlo, no podía
quitar la mirada de sus
suaves y carnosos labios mientras el pelinegro se tallaba los ojos de forma adorable.
Chan lo miró, con sus
grandes orbes Oscuros como el azabache, ese pequeño momento en el que sus miradas se conectaron les hizo sentir como si todo el mundo a su al rededor desapareciera.
Su burbuja de amor explotó brutalmente por el sonido de algo cayendo, seguido de los gritos de enojo y decepción de los miembros.
-¡Changbin, te dije que
sostengas bien el árbol!
Era felix, hablando
enojado. Sentía pena por
el contrario que al parecer
no había sujetado bien el
arbolito de navidad.
Chan se separó de él.
Iré a ayudarles. -Y salió de
la cocina, dejando a seung
vacío por no haber podido
besarlo como ansiaba.
•••••
Había caído la noche,
habían ordenado mucha
comida y bebidas
embotelladas. Aún no era
Navidad pero los miembros pasarían las fiestas de vacaciones Con sus respectivas familias así que solían adelantar su propia Convivencia.
Seungmin salía del baño justo después de lavarse las manos para ir a comer.
Topándose de camino con
Minho, este lo detuvo antes
de que pase a su lado, su
mirada lo decía todo.
-¿Tienes lo que te pedí?
Fue lo único que preguntó,
El menor asintió.
-Él me dijo que dormiría
con ustedes hoy.
Minho asintió y siguió su camino.
Sin ambos saberlo, chan había escuchado aquello
por pura casualidad. Todo
en su mente se revolvía,
sabía por experiencia que
no debía sobre pesar las
Cosas mucho porque se
prestaba a mal entendidos,
pero a decir verdad aquello se oía muy sospechoso.
Chan por alguna razón
tampoco podía permanecer quieto mientras comían,
observaba de reojo a Seungmin por momentos y este parecía dedicar miradas sospechosas y risitas dirigidas a Minho.
Le hervía la cabeza, le hacía sentir celos.
Sabía que Seungmin nunca le haría algo como ello, y era lo que cuadraba menos.
Minho tampoco haría
algo como ello, pero este
le devolvía las miradas
sospechosas por segundos
antes de seguir comiendo.
Después de comer se
recostaron en el sofá,
acordaron hacer el
intercambio y luego ver
algunas películas, cosa que
tal vez omitiría, se sentía
agotado y un poco enojado.
Felix y Hyunjin se dieron
un abrazo una vez que
Hyunjin le entregó su regalo, el mayor intentó quedarse más tiempo pero el pecoso empezó a empujar su pecho
mientras se quejaba. Todos
rieron por el gesto.
-Supongo que es así, un
día tienes retoños y al día
siguiente quieren dejar
el nido. -El mayor fingió
llorar dramáticamente.
-Hablas como un viejo.
-Es porque ya tiene la
mitad de 40. -Todos
soltaron carcajadas por lo
dicho por Minho.
-Tú tendrás la mitad de 50
el año que viene. -chan
se arrepintió de haber
hablado en el momento en
que Minho miró con enojo
en su dirección. Tembló
en su lugar y el mayor se
abalanzó hacía él para
atacarlo con cosquillas en
todo el cuerpo.
Comenzó a gritar mientras
los que estaban sentados
a su lado se quejaban por
sus movimientos de agonía, pero era divertido para él, el ataque del mayor le había hecho olvidar su molestia.
-¡El círculo se cerró!
¿Quién quiere pasar ahora?
Sin pensarlo mucho,
Seungmin se levantó de su
sitio sosteniendo una caja
cuidadosamente entre sus
pequeñas manos.
-Es una persona con un
gran apetito. Así que le he
conseguido una bandeja de
carne para él solo.
Changbin salió de su
asiento con emoción.
-¿Soy yo? ¿Soy yo, verdad? Quiero esa carne, dame la carne.
Seungmin rio entregándole la caja para luego aferrarse a él en un abrazo.
Seungmin estaba realmente felíz entre los brazos de Changbin. Eso le producía a chan una sensación desagradable en el pecho. Sabía cuánto le gustaba a Seungmin tocar
los grandes brazos de
Changbin, o pasar sus
manos por sus pectorales,
justo como lo hacía en ese
momento.
Changbin hizo por
separarse de él, quién
mostró un puchero triste
en el rostro. A Changbin no
le importó mucho, estaba
concentrado en la caja que
aparentemente contenía
carne.
La molestia regresó a
Chan de nuevo, le
enojaba la forma tan
especial en la que seungmin se aferraba a Changbin y este
último parecía ni siquiera
importarle.
Estaba celoso de nuevo.
Changbin lo miraba de
repente, haciéndolo salir
de sus pensamientos, miró
a todos sin entender qué
estaba pensando, pero
lo entendió cuando este
se acercó hacia él para
entregarle una bolsita.
Como una montaña rusa de emociones, su molestia se esfumó de nuevo, Changbin siempre había sido su mejor amigo para él, era infantil enojarse con él.
El abrazo que Changbin le
dió era cálido, acogedor,
se sentía protegido entre
sus brazos. Ahora entendía
por qué a Seungmin le gustaban tanto.
Al contrario de Changbin, él no poseía firmes músculos (no tanto como los de changbin) en los brazos, o pectorales sobresalientes, ni piernas gruesas y suaves. Bangchan era musculoso pero no tanto como changbin
Le gustaba la forma de su cuerpo musculoso pero no tanto con un six Pack bien trabajado y músculos firmes Pero Seungmin nunca dudaba ni un segundo en demostrar su gusto por los cuerpos trabajados como
el de Changbin, eso creaba
en él una inseguridad que
nunca creyó tener.
Quería gustarle a seungmin, de todas las formas posibles el único para él, pero era difícil cuando el peli oscuro tenía estándares tan altos.
Abrió la bolsa ante la
expectativa de todos, su
gesto se formo en una
sonrisa dulce cuando vio el
contenido.
Una laptop portátil
-Mencionaste que
La que tenias se descompuso así que te compre otra.-Changbin le
sonrió.
Quería llorar, por dejarse
llevar por aquellos
sentimientos tan negativos.
Las personas por las cuales
se sentía tan enojado
eran también quienes
demostraban sentimientos
mas puros por él, el solo
pensar en que sentía celos
de aquellos que eran como
sus hermanos le hacía
sentir idiota.
Sabía que era su turno,
había esperado aquello
durante varios días, desde
el momento en que leyo
aquel nombre en la notita
que habían rifado no pudo
evitar sentirse ansioso.
Había trabajado en ello por días, sabía que él apreciaba aún más los regalos hechos a mano. Sus emociones.
todas ellas transmitidas
en aquel pedazo de papel
encuadrado y empaquetado que sostenía entre sus
manos.
Los ojos de seungmin se
iluminaron de felicidad
cuando chan se paró
justo en frente de él.
-Así no es justo, teníamos
que adivinarlo. -Dijo
Jisung, todos rieron a
excepción de seungmin y
Chan, quienes solo
se miraban nerviosos y
sonrientes.
Le entregó el regalo sin
decir nada, iba a dejarlo
allí pero el menor jaló su
Cuerpo para apresarlo en
un abrazo. El pequeño
Cuerpo de seungmin entre sus brazos le hacía surgir una necesidad de protegerlo, de tomarlo y nunca dejarlo ir.
No quería soltarse de
él, probablemente seungmin tampoco. No sabían cuánto tiempo se mantuvieron estáticos uno pegado al otro hasta que uno de los miembros carraspeó la garganta.
Seungmin se separó de él, para de a poco, Comenzar a retirar delicadamente el
papel regalo que envolvía
este. Jura incluso haberlo
visto temblar en el
momento en que pudo ver
el cuadro.
Ya no era una simple
pintura de flores,
Chan había pintado
el mismo rostro de seungmin cuidadosamente. Oyó al
menor sorber sus mocos
mientras aún mantenía
la cabeza baja fija en el
cuadro.
Abrázalo.
El mismo sentido de la
protección le dijo, así
que envolvió sus brazos
otra vez en el cuerpo del
menor, y este sollozó más
fuerte, como si su límite se
rompiera con el contacto,
aferrándose al cuerpo de
Chan.
Los corazones de ambos
latían Con extrema
felicidad, danzando al
mismo ritmo.
-Es precioso, channie.
Era por mucho el regalo
más bonito que alguien
le había hecho en la vida.
Ni siquiera se sentía
merecedor de ello, chan
probablemente había
trabajado numerosos días
en ello, podía sentir el
esfuerzo puesto.
-chan hyung, hiciste llorar a minnie. Gruñó Jeongin.
Eres un pésimo amigo, bangchan----minho le
siguió, intentando hacer la
situación más divertida.
Seungmin siguió llorando
mientras los demás
terminaban de intercambiar sus regalos,
no podía quitarle los ojos de encima al cuadro.
Era su rostro pintado
en grafito, con especial
cuidado por dibujar cada una de sus delicadas facciones. No sabía dónde
ponerlo, tendría que
cuidarlo con su vida,
porque era el mejor regalo
que alguna vez haya
recibido.
Pero aún faltaba el regalo
que él le daría a chan.
Chan dormitó en el sofá
de la sala, los miembros
estaban viendo un drama
que encontraron en Netflix, ni siquiera estaba seguro de qué trataba, solo sabía que había una chica vistiendo como un principe heredero
al trono.
Miro a su alrededor,
algunos de los miembros no estaban, tal vez se fueron a dormir y él en ningún momento lo notó.
Como sea, se levantó en
dirección a su habitación y
en esta, encontró a Jisung
en su cama, con Minho a su lado.
Le dedicó un gesto
confundido.
Dejame dormir aquí hoy, por favor hyung. Jisung juntó las palmas de sus manos y lo miro Con un gesto de súplica.
-Puedes dormir en la mía por hoy. Suspiró y se retiró, no podía decirle que no
cuando Jisung y Minho
probablemente querían
dormir juntos antes de irse
de vacaciones.
Abrió la puerta del cuarto
que Jisung y Jeongin
compartían, esperando ver
al menor de todos, pero no
estaba.
En su lugar había una
caja, en medio de la cama.
Era grande y a penas
podía distinguirla entre la
oscuridad de la habitación,
pero realmente estaba allí.
Prendió la luz, estaba
dispuesto a seguir
ignorando la caja, pero la
curiosidad que sentía era
aún más grande. Su mirada fue directo al papel que tenía encima.
De: min
Para: chan
Frunció el seño,
completamente desubicado.
¿seungmin sabía que él estaría allí en vez de su habitación?
¿Era una conciencia o...?
La caja sonó por dentro,
haciendo que pegue un
brinco en su lugar, estuvo
a punto de gritar, pero en
vez de eso solo colocó una
mano en su pecho de la
impresión.
¿Había algo vivo dentro de
la caja?
Al parecer era para él, así
que era oportuno abrirla en ese momento.
Tal vez era una mascota,
todos los miembros irían a
sus respectivas casas con
sus familias al día siguiente para pasar las fiestas, así que pensando en esto, tal vez seungmin le consiguió una.
Le daba un poco de miedo,
pero al final levantó la
tapa, y casi pudo sentir su
mentón caer de la sorpresa
cuando vió el contenido.
-Hola hyung.- seungmin
traía un moño gigante en
la cabeza. No sabía cómo
reaccionar, así que se quedó estático mirando al menor lucir tan adorable dentro de la caja.
-Creí que nunca
vendrías.
-¿Cómo sabías?
Seungmin rió. -Lo acordé
con Jisung y Jeongin.
Hyunjin se sintió ofendido y halagado al mismo tiempo.
-¿Entonces tú eres mi
regalo? -seungmin asintió,
haciendo un gesto parecido al de un cachorrito arrugando la
nariz.
-Pero vamos, sácame de
la caja. ¿o vas a dejar a tu
regalo en la caja toda la
noche?
Chan asintió a la orden, metiendo las manos para sacar a seungmin
de la caja. A demás de su
bonito rostro adornado con un listón rojo, solo podía ver el sueter peludo color azul pastel y sus rodillas sobresaliendo.
-Espera hyung. -Seungmin
interrumpió. Formando un
puchero muy adorable.
Pon el seguro de la puerta.
Todo hizo clic en un
segundo, y se vió a sí mismo colocando el seguro a la velocidad de un rayo. A pesar de ser el líder de
Stray kids, su cerebro no
dejaba pasar ese detalle,
era como un código secreto
entre ellos, un eufemismo
que usaban para evitar
pedirlo directamente.
Regresó a la cama, donde
estaba seungmin sonriéndole dentro de la caja. Lucía tan inocente, como si no supiera exactamente lo que
estaba haciendo.
Como él pidió, lo ayudó a
salir de la caja. Seungmin enredó sus brazos al rededor del cuello de chan y cuando logró salir, este
pudo observar mejor su
vestimenta.
Además del sueter peludo,
solo tenía las piernas
adornadas con listones
delgados que se cruzaban.
Seungmin se sentó de rodillas encima de la cama, a la expectativa.
-¿Y ahora qué? Preguntó
el mayor, a pesar de todo
no podía quitarle los ojos de encima a lo bonito que lucía el menor, era una mezcla entre ser adorable y muy caliente al mismo tiempo.
Soy tu regalo, puedes
hacerme lo que quieras.
Chan levantó una ceja.
-¿Lo que quiera? -seungmin asintió.
No lo pensó mucho antes
de tomar su rostro por
el mentón y comenzar a
besarlo, Seungmin no tardó en seguirle el beso, lo había estado esperando todo el día, o más tiempo incluso.
Lo recostó en la cama,
quedando encima de él,
Seungmin apretó su cintura con sus piernas. Chan se había empezado a poner increíblemente duro desde el momento en que colocó el seguro, pero aún más con las bonitas piernas del menor rodeándolo y apretándolo.
Llevó sus manos hacia estas mientras lo seguía besando, mordiendo sus labios y apretando los muslos entre Sus manos lo más que podía, los listones de estas le estorbaban pero a decir verdad lucian preciosos en ellas.
Tanteó hasta llevar sus
manos hacia el trasero
del menor que no llevaba
nada puesto debajo,
apretó y jugueteó hasta
que quiso llevar sus
dedos a su entrada y
una textura esponjosa lo
impidió. Se apartó del beso
súbitamente, mirando a
Seungmin confuso hasta que este le sonrió triunfante.
El azabache volteó su cuerpo, mostrando sin pudor su trasero a chan. Seungmin tenía una colita, una blanca y esponjosa colita de conejo. La respiración del
mayor se tornó agitada, el
contrario meneó el trasero
con orgullo, mostrándole a
Chan la mejor vista que
alguna vez había tenido.
-¿Te gusta? -chan
no supo qué responder,
quedándose paralizado con los ojos bien abiertos y la respiración agitada, Seungmin tomó aquello como una victoria.
Lo único que hizo fue
tomar la colita y moverla,
sacándole un gemido a
Seungmin, al notar esto sonrió con malicia, comenzando a juguetear con ella, metiendo y sacando el plug anal.
-Quisiera follarte con esto
-Una mirada de
pánico se formó en el gesto de seungmin.
Negó. -No va a caber,
hyung. Casi rogó, su
mirada se nublaba mientras chan seguía jugando con Su colita.
-Dijiste que eres mi regalo,
y puedo hacer contigo lo
que yo quiera. Gruñó
Sus manos acariciaban el
trasero de seungmin. Pero no es mi intención romper mi regalo.
Chan acarició su
miembro por sobre la tela,
dolía, sentía una urgencia
por tomar a seungmin lo más rápido posible, pero sería un idiota si no disfrutaba todo aquello.
La caja, la ropa, la colita,
Seungmin había preparado todo con antelación. Incluso si a
Seung no le había tocado su nombre en el intercambio, había preparado algo para
él, había pensado en él.
Ahora se sentía aún peor
por haberse puesto celoso.
-seungmin, acércate y abre la boca. -Sin chistar, acató la orden, haciendo a chan
sonreír con malicia por la
sumisión que demostraba.
Desabrochó sus pantalones
y tomó su miembro entre
sus manos, el clima frío de
la habitación le hizo sentir
escalofríos en contraste
Con su piel cálida. Se
preguntaba si el menor no
sentía frío con las piernas
descubiertas.
Tomó a seungmin por el cabello Con una mano, y con la otra guío su miembro hasta su boca, él la recibió completamente. La calidez de su boca en combinación
con el clima frío le hacían
sentir de maravilla.
Embistió la garganta del
menor sin cuidado, las
palabras "puedes hacerme
lo que quieras" se repetían
una y otra vez en su mente.
Había tantas cosas que
quería probar con Seungmin, pero descartaba por miedo a que no le guste.
Después de unas cuantas
embestidas, salió de su
boca, dejando un hilo de
saliva. Los ojos de seungmin estaban acuosos y sus labios hinchados y llenos de saliva.
-¿Estás bien? -Estaba
consciente de que había
sido un poco rudo con él,
pero necesitaba tantear el
terreno de lo que estaba
permitido y lo que no.
Para su sorpresa, Seungmin asintió sin problema, tomando aire y volviendo a abrir la boca para recibirlo nuevamente.
Volvió a meterse en su
boca completamente, podía sentir cómo la punta de su pene chocaba contra
el fondo. Seungmin inflaba las mejillas y sus ojos se ponían blancos y acuosos, era la expresión más bonita que alguna vez había visto en él.
Seungmin respiró hondo a
penas dejó libre su boca, la
saliva escurría de ella pero
no le importó ni siquiera
limpiarla antes de besarlo
nuevamente, aún con la
mano sujeta a su cabello.
-¿Entonces no hay
problema si soy un poco
rudo?Seungmin negó, su
consciencia aún se sentía
extraña por la falta de aire,
pero estaba lo suficiente en
sí para saber que le gustaba ese nuevo lado de chan.
-Te dije que puedes
hacerme lo que quieras.
No quería admitirlo, pero le hacía ilusión ser maltratado por el mayor, había obtenido una probada de ello un tiempo atrás y quería repetirlo.
Las palabras de amor y la
suavidad mientras hacían el amor comenzaba a ser algo monótono, necesitaba algo más estimulante.
Chan llevo dos de
sus dedos a su boca,
metiéndolos sin cuidado.
Intentaba aguantarse las
ganas de vomitar que le
producía, a medida que
Chan metía y sacaba los
dedos. Sus labios lucían
rojos y brillantes por la
saliva que escurría de ellos.
Su mirada fija mantenida
en chan a medida que
follaba su boca.
Su consciencia se estaba
rompiendo poco a poco
por la excitación, en algún
punto Comenzaría a rogar
ser follado como un conejo
en celo.
-Déjame ver tu colita otra
vez, conejito.
Volteó y mostró de nuevo
su trasero, chan apretó
la cola y la sacó de un
tirón, un líquido espeso
y transparente salió de
adentro, llevó sus dedos
a su entrada e introdujo
dos, estos resbalaron hacia
adentro sin dificultad y
pudo sentir sus paredes
llenas de lubricante. seungmin estaba suficientemente
preparado para recibirlo,
ni siquiera necesitaba
dilatarlo con sus dedos,
pero quería jugar un poco
Con su regalo de navidad.
Sus dedos desaparecían
dentro mientras podía
escuchar gemidos bajos
de seungmin, luego comenzó a hacer movimientos de tijera
dentro y el azabache arqueó la espalda, aferrándose a la
sábana.
A pesar de lo bien que
se sentían los dedos de
Chan dentro, Seungmin
señaló la caja, este tardó en entender pero finalmente miró dentro de ella. Habían unos cuantos juguetes y un envase de lubricante, Seungmin de verdad se había
preparado solo para él.
-No necesito nada de eso.
-Bufó en cierto modo
ofendido. Aún cuando le
agradaba la idea de ver a
Seungmin romperse de placer, quería hacerlo él mismo, lo demás podría dejarse para luego.
Lo único que tomó de
dentro de la caja fue
el pequeño envase de
lubricante, y este lo usó
para esparcirlo por su
propio pene.
Tomó a seungmin de las caderas y fue hundiéndose en él, se sentía de maravilla, caliente
y apretado, el rubio curveó
la espalda soltando un leve
quejido. Comenzó dando
estocadas firmes, mientras
se sujetalba fuerte de la piel del azabache , ni siquiera esperó
que este le indicara que
podía seguir, simplemente
se movió por lo adictivo
de su entrada resbalosa,
tragándose su pene con
cada estocada.
Seungmin aún mantenía puesto el suéter peludo, era adorable pero no podia
ver su preciosa cintura y
su espalda arqueada del
placer, sin embargo el clima era lo suficiente frío como para evitar arrancárselo sin piedad, probablemente enfermaría si lo hiciera.
Tampoco se había quitado
la ropa, era una pena
que no pudiesen mirarse
desnudos uno al otro y
disfrutarlo de verdad.
Seungmin apretaba las sábanas debajo de él, traía las piernas tensas y los deditos de sus pies se movían sin parar, pero no era suficiente, chan quería
ver su bello rostro sufrir de suficiente, Chan quería
ver su bello rostro sufrir de placer.
Salió de él y se tiró a la
cama quedando boca
arriba, Seungmin lo miró
confundido con sus ojitos
brillantes e inocentes.
-Quiero que me montes
conejito, salta encima de mí.
-chan le sonrió de lado.
Seungmin gateó hasta su
posición y se sentó encima
de él, movió un poco
las caderas, frotando su
entrada con el pene de
Chan. Pero antes de que
pidiera volver a tenerlo
dentro, él lo interrumpió.
-El vibrador, traelo.
Señaló la caja, Seungmin
rebuscó, encontrando
lo que le había pedido
y además el control de
este. Chan solo tomó el
control. Quiero ver que te
lo pongas.
Seungmin sintió sus mejillas arder, aún más de lo que ya sentía. Había estado haciendo cada una de las órdenes que chan le
pedía, ver al mayor tomar
el control de la situación y
decirle qué hacer activaba
el interruptor de sumisión
en su cerebro.
Como chan le pidió,
lo llevó hasta su entrada
y el pequeño vibrador
simplemente resbaló dentro de él, dejando fuera la cuerda que colgaba de este.
Bang apretó el botón de
encendido sin previo aviso,
haciendo que las piernas
de seungmin se cierren con fuerza por la estimulación.
Su respiración de repente
se volvió errática y los
quejidos ahogados salían de Su boca.
Chan rió. -Me pregunto
qué pasa si aumento la
intensidad. Sus dedos
se balancearon por los
botones, a lo cuál las
piernas de seungmin empezaron a temblar, su rostro se mantenía cabizbajo y sus manos apretando la tela de
manos apretando la tela de
la camisa del mayor.
El pene de chan
palpitaba, deseoso de tomar a seungmin otra vez, la visión del
menor temblando de placer sentado encima de su miembro solo aumentaba su necesidad.
Recorrió las piernas de
Seungmin, llegando hasta
Su pene, y comenzó a
masturbarlo lenta y
tortuosamente. El menor se quejaba, su bonito rostro hacía muecas de placer, sus mejillas estaban pintadas
de fuertes tonos carmesí,
era tan sensible y a chan
siempre le había gustado
que fuera así.
-Hyung, si haces eso voy
a... -No pudo terminar la
frase, un gemido fuerte se
escapó de sus labios cuando sintió dos dedos del mayor dentro suyo, moviéndose en
vaivén desesperante.
Sus brazos perdieron fuerza y cayó encima del pecho de chan, el mayor podía sentir su cuerpo temblando por tanta estimulación
junta.
Apagó el vibrador y dejó
de tocarlo, dejando que
la respiración del menor
se nivele, estaba forzando
demasiado a su regalo de
navidad, tanto que podría
romperse en cualquier
momento.
Aún así, su propio miembro palpitaba, dolía tanto la necesidad de meterlo en él, de tomar su pequeño cuerpo tembloroso y
penetrarlo hasta que toda
la cama se manche de su
escencia.
-Te pedí que me montes.
-Su voz Sonó grave
justo al lado de sus oídos,
intentando sonar como si
estuviera molesto porque el menor no haya realizado la orden.
Fueron unos Cuantos
segundos hasta que seungmin puso fuerza en sus brazos para levantarse, se sentía desfallecer, y chan ni siquiera lo había tocado tanto.
Su rostro estaba
excesivamente sonrojado,
sus labios abultados y
brillantes, chan quería
comérselos allí mismo.
Seungmin apretó su camiseta entre Sus manos,
pareciendo darse cuenta de un importante detalle.
-Ni siquiera te quitaste la
ropa. Formó un puchero,
había estado tan inmerso
en las sensaciones que
Chan le producía que ni
siquiera notó que el mayor
aún permanecía con las
prendas casi intactas.
El mayor le sonrió dulcemente. -Hay
demasiado frío, ni siquiera
puedo imaginar Cómo has
podido soportarlo con tus
piernas descubiertas.
-¿No te gusta? -Se
sorprendió por la repentina pregunta. -Pensé en usar medias, pero sé que te gustan mis piernas y.. el puchero adorable de su rostro lo estaba matando.
Sintió una punzada en
su corazón de la culpa.
-Mierda seung, solo
móntame y ya. Me importa
una mierda lo que lleves
puesto, luces hermoso con
cualquier cosa puesta.
Seungmin sonrió, no era lo más romántico en ese momento pero le dejaba ver lo mucho que lo adoraba.
Alzó el trasero, y chan
no perdió tiempo para
tomar su pene y erguirlo
Con su mano, finalmente
logrando enterrarse dentro
del menor como tanto
había esperado. Ya no podía aguantar las palpitaciones dolorosas que sentía.
Seungmin levantó las caderas y volvió a caer, chocando su trasero contra las caderas de chan, y así siguió dándole sentones que sentían de maravilla.
Sus bonitas piernas rellenas tenían la suficiente fuerza
para cargar con el peso de
su cuerpo sin problema,
aún si cada sentón era
cansado, podía seguir en
esa posición por bastante
tiempo.
Chan tomó sus caderas,
y empezó a alzar las suyas
propias en un intento por
buscar más profundidad.
Se mordió los labios al
observar al menor saltando encima de él, no podía ver su pecho desnudo por el
suéter pero sus piernas y
Sus caderas anchas eran
hermosas. Cuando menos
lo esperaba, Seungmin fue
abriendo el cierre para
mostrar su pecho desnudo,
la imagen era hermosa,
eran el sueño húmedo
deseado por cualquiera.
Le hacía sentir
eufóricamente feliz tener a
Su cachorrito para él, y solo para él.
Volvió a apretar el botón
de encendido del vibrador,
y como se lo esperaba,
Seung soltó un gemido y sus piernas se cerraron. Pero esta vez no tendría piedad en él.
Chan volteó ambos
Cuerpos para intercambiar
posiciones, ahora quedando él encima. Seungmin debajo de
él lo miraba con enojo por
haber encendido de nuevo
el aparato.
El mayor le dedicó una
Sonrisa socarrona, y con
el vibrador encendido
comenzó a penetrarlo
de nuevo. Seungmin se quejó numerosas veces, Sus gemidos sonaban como un llanto apagado, pero no le importaba.
-Apágalo. Chan le
negó.
Voy a correrme si no lo apagas Podía oír la
desesperación en su voz, y
eso le producía a chan
oleadas de placer en todo el cuerpo.
Chan negó de nuevo,
tomando el pene de seungmin y apretando la punta para que este no pueda correrse.
-Es hora de romperte, mi
conejito de juguete.
Sentía su propio pene
chocar con el aparato
dentro de seungmin a medida que golpeaba dentro, era extraño pero agradable, los interiores del menor se contraían al rededor de su longitud, succionando todo.
El pecho del menor subía
y bajaba eufóricamente,
su respiración era
errática acompañada de
sus gemidos de queja,
su pequeña boquita
se mantenía abierta
mostrando sus pequeños
colmillos.
Las estocadas junto a
la vibración eran algo
tan nuevo para él, Seungmin había usado el vibrador con anterioridad pero definitivamente tener sexo real con chan era mil
veces mejor.
Sus pequeñas manos
permanecían aferradas
a los brazos ajenos, casi
enterrando las uñas,
sabía que incluso si
aparentemente seung decía querer parar, toda esa estimulación le gustaba, no paraba de gemir sin cuidado y sus ojos comenzaban a desviarse mirando arriba.
Su mano podía sentir el
pene de seungmin vibrando en busca de su liberación, pero
estaba indispuesto a dejar
que su Conejito se corriera
antes que él.
Estaba cerca, podía sentirlo, iba a correrse dentro de él por primera vez y eso le excitaba aún más. Su trasero iba a quedar lleno de su escencia, moria por
verlo.
Siguió dando estocadas
por mucho más tiempo,
las reacciones de seungmin eran hermosas, sabía que si no fuera por sus dedos apretando la hundidura del glande, ya se habría corrido
hace unos minutos.
-¿Te gusta así, conejito?
¿Te gusta que sea rudo?
Asintió varías veces, tal
vez no podría sentarse
correctamente durante
algunos días pero valía la
pena. No vería a chan
por más de una semana,
era como si necesitara
recargarse de él antes de
partir.
Bang le sonreía, lucía
hermoso, le gustaba la vista de él encima, tomando el control y hablándole de esa forma, sucia y posesiva,
contrario a la forma tan
dulce que solía ser siempre.
No tardó mucho en que
sintió el líquido caliente
y espeso liberarse dentro
de él, era extraño pero
pensar en que se había
corrido dentro le gustaba.
Chan gimió ahogado
mientras daba unas últimas estocadas, soltó el pene de seungmin y él pudo correrse
manchando su propio
estómago.
Era magnífico, estaban tan
enamorados que todas las
sensaciones en ellos eran
más intensas cuando lo
hacían, porque se amaban,
se necesitaban.
Chan salió lentamente de seungmin, dando una observada a su trasero que comenzó a chorrear con el líquido blanco, sonrió orgulloso y tomó el control para apagar el objeto dentro del menor.
-Ahora vamos a tener
conejitos bebé. -Dijo
Seungmin sonriéndole tierno, mientras le seguía la broma estúpida.
Chan se sonrojó por el
comentario. Ahora era el
mismo chan de siempre, y se sentía avergonzado de sí mismo por haberle llamado "conejito" al menor.mientras lo follaba.
Pero Seungmin le sonreía, le había gustado, a ambos les había gustado.
Chan cerró el suéter del
menor, cubriendo su pecho
porque podría resfriarse,
se abrazó a él y cubrió sus
piernas con la sábana, se
sentía culpable después
notarlas literalmente frías.
-Entonces estarás en
casa de Changbin con su
familia ¿cierto?- seungmin
asintió, sus ojitos brillantes
le miraban fijamente con
una expresión de lo más
hermosa.
-¿Te gustó el
cuadro?
-Es hermoso channi, no
puedo imaginar cuántos
días de esfuerzo pusiste
en ello. -seungmin cerró los Ojos y acercó su nariz a la contraria, juntándolas en un beso esquimal.
-Voy a extrañarte.
Solo nos vamos a separar
unos días. -seungmin rió por un beso esquimal.
-Voy a extrañarte.
-Solo nos vamos a separar
unos días. -seungmin rió por lo dramático que estaba siendo el mayor, lo usual en él.
-Te extrañaría aún si fuera
una hora... conejito.
Que tal? Les gusto?
Gracias a KarenTommoS x dejarme adaptar su bonita historia
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