Yoongi estacionó fuera de la residencia donde solía vivir, ninguno de los tres salió salió auto. El único movimiento fue del mismo conductor, recargando su brazo sobre la ventana abierta para tallar sus ojos y soltar un suspiro.

— Bajaré y esperaré a Jimin hyung ahí adelante. — Avisó Jungkook. — Los dejaré solos.

El menor bajó del auto, escuchando a Yoongi darle las gracias. Jimin después se sentó en el asiento del copiloto, donde por fin conectó la mirada con el mayor. Sus ojos estaban cristalizados.

— Gigi... — Murmuró con voz entrecortada, abrazándolo. — No tienes porque estar triste...

— Te irás. — Lo interrumpió, sintiendo las lágrimas caer por sus mejillas. — Jimin, no quiero separarme de tí...

— Lo siento. — Susurró, separándose un poco y acunar el rostro contrario con una mano. — Pero... Podemos seguir viéndonos, ¿No? — Preguntó con duda.

— Me iré a Seúl, Jimin.

Mierda.

Jimin había olvidado que el mayor quería escapar de sus tíos, y él, aunque le dolía, estaba totalmente de acuerdo. No merecía estar en ese ambiente. Además, lo dejaba más tranquilo, así no estaría al alcance de Shownu y sus estúpidos planes.

— ¿Cuándo...?

— En tres días. — Le respondió. — Jimin, ven conmigo. — El menor lo miró atónito. — Es apresurado, pero, tú no debes de regresar al orfanato, bebé. Solamente volverás a lo mismo y no puedo dejarte si se que sufrirás. Jimin, por favor... — Tomó ambas manos entre las suyas, mirándolo fijamente.

Pero Jimin no podía.

Porque en cuanto Shownu llegue, ni siquiera irá al orfanato. Iría con él mayor.

Y porqué Jimin no merecía estar con alguien como Yoongi, porque el solo quería dañarlo.

Jimin le sonrió.

— ¿Eso quieres, hyung? — Yoongi asintió, Jimin Acarició la mejillas con el pulgar sin dejar de verlo a los ojos. — Podrías cambiar de opinión... — Desvió la mirada hacia un mechon rebelde en la frente del mayor para después peinarlo.

— No lo haría. — Respondió ilusionado, Jimin no quería escuchar nada más.

Atrapó sus labios en un contacto tierno, lleno de cariño y con las lágrimas de ambos entrometiendose.

Se separaron al escuchar el vidrio ser tocado, era Jungkook. La hora en la que pasarían por Jimin se acercaba.

Se despidieron una vez más, Yoongi le pidió pensar en la propuesta y se prometieron seguir hablando.

— Hyung te quiere. — Le dijo Jungkook con seriedad mientras caminaban hacia la casa. — Y mucho. — Jimin se detuvo y miró fijamente al menor, apretó los labios por un segundo y reanudó el caminó.

Si, Jimin lo sabía.