Estaba acostado en su cama mirando al techo mientras pensaba en como hacer para decirle a sus amigos, cuando el sonido del timbre resonó por la silenciosa casa.

Muy a su pesar se levantó y salió de su habitación arrastrando los pies por el pasillo y levantandolos solo lo necesario al bajar por las tontas escaleras hasta que llegó al primer piso, se dirigió hacia la puerta y sus cejas se alzaron con sorpresa.

— ¡Yoonie! — Le saludó la chica al otro lado de la puerta, abrazandolo por el cuello.

— Ryujin... — Murmuró tomando su estrecha cintura. — ¿Qué haces aquí? — La peli negra se separó solo un poco para mirarlo a los ojos.

— ¿Es lo que me preguntas después de dejarme plantada en la cafetería?

¿La cafetería?

Oh, mierda.

Los ojitos de Yoongi se abrieron en demencia y comenzó a balbucear cosas que no lograba entender ni el mismo mientras la chica lo miraba con el ceño fruncido y los ojos entrecerrados.

— Y-Yo... ya iba para allá, ¡Si! De hecho, ya iba de salida, ya sabes...

— ¿Ah, sí? — Yoongi asintió efusivamente. — ¿Y planeabas ir en pijama? — El mayor se miró, efectivamente, aún estaba con su pantalón de pijama.

— Solo... me iba a cambiar.

— Deja de mentir, Yoonie. Se que lo olvidaste. — Recriminó. — Pero sabía que esto pasaría, así que decidí venir. — Beso sus labios fugazmente. — ¿Están tus padres? — Preguntó rompiendo el abraza y caminando hacia la sala de estar.

— No. Salieron ayer y tal vez regresen en dos días más. — Respondió siguiendo a la chica.

Ryujin es la ex novia de Yoongi. La única privilegiada de haber estado en una relación con el chico por unos cuantos meses pero terminaron hace poco por "inseguridades" de la chica que no eran mas que pretextos por odiar el compromiso.

Yoongi terminó por aceptarlo y ahora eran amigos, pero de vez en cuando la chica se le insinuaba y Yoongi no era nadie para negarse a un buen polvo, mucho menos a alguien que sabía que era lo que le gustaba hacer cuando estaban en la cama.

Yoongi sacó cualquier cosa para desayunar junto a la chica entre platicas amenas y coqueteos poco discretos de parte de Ryujin, al principio, Min le siguió la corriente, pero en su cabeza apareció la imagen de Kihyun y de pronto no sintió más ganas de seguir con eso.

Pero como era Min Calenturiento Yoongi ahora estaba entre las piernas de la chica mientras esta estaba sentada en la isla de cocina, comiéndose la boca.

Estaban muy... ocupados, que no notaron cuando una tercer persona entró a la cocina, y no lo hubieran notado de no ser porque se escuchó la puerta de la alacena ser abierta y cerrada.

Yoongi se giró y vio a Jimin parado frente al mueble tratando de alcanzar una caja de galletas de coco que había en la repisa, no dudó ni un poco en ir a ayudarle.

Bajó la caja y se la extendió al más bajo, quien le regaló una linda eye smile que hizo que el corazón de Yoongi se alterara solo un poco.

— Gracias, hyungie. — Le agradeció sin borrar la sonrisa.

Yoongi le devolvió el gesto, hasta que recordó.

Jimin lo vio besándose con Ryujin.

Jimin es amigo de Kihyun.

— ¿Quién es él, Yoonie? — Preguntó la chica parándose junto al mayor.

— A-Ah... Él es... Se llama Jimin. — Le presentó. — Jimin, ella es Ryujin. Es una amiga. — Le dijo poniendo énfasis en lo último.

Jimin alzó una ceja y analizó por completo el cuerpo de la chica en cuanto Yoongi se distrajo, sin embargo, Ryujin si lo notó y no supo cómo interpretar esa mirada burlona en el chico. Mirada que desapareció en cuanto Yoongi devolvió la mirada.

— Es un gusto conocerla, amiga de Yoongi hyungie. — Le habló cambiando por completo su expresión a una llena de ternura.

¿Cómo diablos es posible ese cambio?

— Gracias, Jimin. — Contestó con precaución. — Eres de los niños que cuida Yoonie, ¿No? — Jimin mordió su lengua para no decirle todo lo que quería decir.

— Uhm... Bueno... — Jimin agachó la mirada, Yoongi se alertó un poco pensando que Ryujin lo había hecho sentir mal.

Y si Jimin se sentía mal por su culpa, sus papás lo molestarian por veinte años.

— ¡Ryujin, no lo digas así! — La regañó. — Lo siento, Jimin, lo que ella quiso decir es que-

— No te preocupes, hyungie. — Levantó la mirada con sus ojitos cristalizados, que buen actor. — Los dejaré solos, yo solo venía por algo para desayunar.

Y sin más, salió de la cocina bajo la mirada de los dos chicos, Ryujin lo miró hasta que desapareció de su vista. Yoongi bufó.

Ahora tenía que hacer algo para que Kihyun no supiera sobre su amiguita, y que no les dijera a sus padres sobre el comportamiento de Ryujin.

— Ryujin, con este chico debes de ser amable y cuidadosa. — Pidió. — No es como los demás, él es como el consentido del lugar.

— El no me gusta, Yoongi. — Le dijo, ignorando todo lo dicho por el mayor.

— ¿Qué? — Preguntó con el ceño fruncido.

— Jimin. Me da mala espina.

Ahí otra más.